20. Club de la playa.

—Podríamos hacer un vídeo entrenando y publicarlo en Instagram.
—Todos nos vieron en el festival. A nadie le interesó —dijo Sam algo triste.
—¿Sabes cuál es el problema? Miyagi Do trata de la defensa.
—Si, pero a la gente le gusta la ofensiva, por eso Cobra Kai es más popular.
—Es un buen punto —estaba en el suelo estirando mi espalda, tocando la punta de mis pies.
—Debemos demostrar que sabemos pelear.
—¿Y qué crees que debemos hacer?¿Ir al centro comercial a buscar pelea?¿Grabarnos haciéndolo?
—No es mala idea —dijimos Robby y yo.
—Es una terrible idea.

Me puse de pie y me alejé de ellos para practicar algunos movimientos de ofensiva. Sam se fue con papá, pero después volvió con una sonrisa diciendo que él nos llevaría a alguna parte a dar una vuelta. Fuimos hacia la parte de enfrente y nos montamos en el auto amarillo que acababa de arreglar
Él condujo a la playa mientras hablaba sobre Miyagi Do. Yo sólo me concentré en el viento que golpeaba mi rostro. Llegamos al club de playa de los "ricos" y nos bajamos del auto.

—¿Estás bien? —tomé la mano de Robby.
—Si, solo que yo trabajaba aquí.
—¿Enserio?¿Cuándo?
—Un par de días en el verano. No encaje bien —ambos caminamos hacia la entrada aún entrelazados.

Nos recostamos en las camillas a tomar el sol junto a Sam. Noté que ella veía hacia el frente, dónde Aisha estaba.

—¿Sigues molesta con ella? —le pregunté.
—No hemos hablado desde lo del Valley Fest. Siento que debemos aclarar las cosas, pero estoy enojada por arruinar la demostración.
—Deberías hablar con ella —opinó Robby— en lo peor de los casos , se pelean y podría grabarlas.
—Quien sabe, podría volver con una nueva estudiante —cuando ella se fue me recosté sobre mis brazos y cerré mis ojos.
—¿Y si vamos al agua?
—No sé nadar —abrí los ojos y Robby me miraba de una forma... Pícara.
—Ven —él se puso de pie y me tendió la mano. Yo la tomé, con algo de inseguridad, y fuimos hacia la piscina. Él se tiró haciendo un mortal, algo presumido, y después salió sacudiendo su cabello, yo me senté en la orilla de la piscina metiendo sólo mis pies— vamos.
—Siento que es mala idea.
—Ven, confía en mí —suspiré y entre al agua, apenas toque el piso, salí hacia arriba a tomar aire. Al instante, las manos de Robby se posaron en mi cintura y pude limpiar mis ojos —pon tus piernas en mi cadera.

Hice lo que me pidió y entrelacé mis brazos en su cuello. Él avanzó un poco hacia atrás y compartimos el sabor de nuestros labios.
—¿Aún crees que es mala idea? —dijo con una sonrisa socarrona.
—Solo no me dejes hundirme y no me arrepentiré.
—Sabía que eras tú —volteamos hacia la orilla, dónde el gerente del club estaba frente a nosotros— ¿qué te dije qué pasaría si ponías un pie aquí de nuevo? Llamaré a la policía.
—¿Que está pasando? —Amanda llegó al rescate.
—Nada de que preocuparse, Sra. LaRusso. Solo echaré a este delincuente de la propiedad.
—Bueno, ese delincuente es nuestro invitado y novio de mi hijastra.
—Señora, no creo que entienda.
—No, yo creo que usted no entiende. Robby es nuestro invitado, y punto.
—Mil disculpas —el gerente se fue y Amanda se acercó a la orilla.
-¿Qué fue eso Robby? —nosotros nos acercamos a la orilla y me separé de él saliendo de la piscina.
—Antes de conocerlos, era diferente. Hice cosas de las que me arrepiento.
—¿Lastimaste a alguien?
—No, no, nada de eso. Pero él tiene razón. Debería irme.
—¿Qué? No. Oye, todos cometemos errores, pero lo que hacemos después el lo que cuenta —Robby pareció pensar en esas palabras mientras la mayor le sonreía.

Amanda se fue y yo me sequé un poco, después me coloqué ropa seca encima de mi traje de baño.

—¿A dónde vas?
—Voy por algo de comer, ¿quieres algo?
—Lo que sea, por favor —asentí y fui hacia la mesa.

Cuando volví hacia él, ya había salido del agua por lo que comimos juntos y guardamos nuestras cosas. Sam llegó algo molesta así que supuse que había fallado su intento por hablar con Aisha.

—Oigan chicos, ¿alguno de ustedes vio mi billetera? —dijo Amanda buscando en su bolso.
—Espere ¿no la encuentra?
—Tiene que estar en alguna parte. Ayúdenme a buscarla, estoy segura de que aparecerá.
—Revisaré en la playa. Quizás alguien se la entregó al salvavidas —Robby se fue hacia la playa mientras nos quedamos ahí. Después Sam fue hacia el balcón hecha una furia, por lo que la seguí presumiendo que algo malo sucedería.

—Oigan —ahí estaba Aisha con otra chica— a mi mamá le falta su billetera.
—Que mal por ella —dijo la chica.
—¿No sabrás nada al respecto? —por la forma en que ella lo dijo, supe que culpaba a la chica.
—¿Que estás insinuando?
—Dame la billetera y no llamaré a seguridad.
—Debe ser una broma.
—¿Estás segura de que ella lo tomó? —miré a Sam y ella sólo miraba a la rubia con odio.
—Sam, Tory no robó la billetera.
—Claro, y tampoco robó una botella de vodka. Y no robará la mitad de los cubiertos —fruncí el ceño.
—Eso no prueba nada, Sam.
—No le robe nada a tu madre, perra. ¿Sabes qué? Salgamos de aquí — la chica dio media vuelta, y antes de que se fuera, Sam tomó su bolso y yo tomé las manos de Sam para que lo soltara, pero cuando ella la empujó, Sam terminó sobre la mesa de postres y yo me resbalé con crema batida de chocolate llenando mis piernas y shorts de lo mismo.
—¿Estás bien? —dijo Aisha.
—Si —me puse de pie y limpié mis manos, después le tendí la mano a Sam para que se pusiera de pie pero me ignoró.
—Simpatica amiga te conseguiste —le dijo a Aisha con mucho sarcasmo.
—No debiste acusarla así —dijo Aisha y se fué, y volví a tenderle la mano a Sam.
—Si no la aceptas te dejo ahí.

Ella se puso de pie con mi ayuda y me miró.

—¿Que? Tiene razón, no debiste acusarla de esa forma. Quedaste como la mala del cuento.

Tuve que ir baño para limpiarme y cambiarme de shorts. Tenía algunos trozos de fruta en el cabello que de seguro saltaron ahí. Cuando salí del baño, fui hacia la entrada del club, dónde después llegó el resto de la familia.

-—Wow ¿que te paso? —me preguntó Robby.
—Sam hizo a enojar a una chica y terminamos sobre la mesa de postres.
—Lo imaginé —Robby quitó un trozo de kiwi de mi cabello y lo tiró al suelo.
—¿Y a ti que te paso? Estás lleno de arena.
—Tuve una pelea por la billetera de Amanda en la playa. Pero algo bueno salió de esto —Robby sacó su celular y me mostró una pelea de papá contra tres sujetos.
—Eso podría atraer gente al dojo.
—Fue lo mismo que pensé.
—A casa —papá, Amanda y Sam llena de pastel volvieron hacia el auto y nos fuimos a casa.

Bueno, les regalo este también porque sin querés aplane en publicar jajajaja

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