16. Radical

Una semana había pasado desde el torneo y el triunfo de Cobra Kai, y hoy me desperté decidida a dejar el Dojo. Después de haber desayudano en familia, Daniel dijo que llevaría a un lugar a Robby y luego iría al trabajo.
Le pedí que si podía llevarme al dojo y esperarme, y aceptó.

Al llegar, había pocos chicos que hablaban acerca de la celebración que tuvieron la otra noche, a la cual no fuí, dónde cenaron nachos.

—Hola Annie —dijo Aisha.
—Hey —le sonreí a medias. Fuí directo a la oficina del sensei— buen día sensei.
—Buen día Annie —él vio el ki en mi mano y suspiró— ¿Tu papá te obligó a dejarnos?
—En realidad no. La decisión es mía.
—Bueno, respeto lo que piensas y tendrás tus razones. No voy a juzgarte. Siempre tendrás tu lugar en Cobra Kai cuando quieras. Si quieres regresar, eres bienvenida.
—Gracias Sensei.
—Puedes conservarlo —asentí y me despedí. Salí de su oficina y mis amigos me miraron.
—¿Vas a dejarnos?
—Si, pero seguiremos siendo amigos, así qué...
—¿Es por ese tonto de Keene?
—¿Qué? —miré con una ceja alzada a Eli— Robby no tiene nada que ver ¿Ok? Está decisión es mía.
—¿Y por qué nos dejas? —Miguel me miró algo triste.
—No estuvo bien lo que pasó en el torneo. Y, sinceramente, no quiero estar en un lugar donde Sin Piedad significa aprovecharse de las debilidades de los demás.
—Pero el sensei dijo...
—Se lo que dijo, y estoy agradecida por todo lo que me enseñó. Pero necesito encontrar el equilibrio entre mi vida y mi enojo.
—¿Te vas con tu papá?
—No sé que haré. Quiero seguir practicando la ofensiva, pero si eso implica lastimar a las personas, tengo que cambiar eso.
—Así que nos das la espalda —dijo Eli con enojo.
—Si así lo piensas, si.

Me di la vuelta para ir hacia la puerta, pero escuché el grito de Eli, como de guerra, y al darme la vuelta se acercó peligrosamente hacia mí.

—Te vas a arrepentir, Andrews.
—No te tengo miedo —le dije con toda la seguridad del mundo.
—Deberías.
—Para mi, Halcón no significa nada. Quiero al Eli de vuelta, y si tengo que humillarte para devolverlo, lo haré.
—Pues suerte con eso.
—Bien —ninguno de los dos hicimos algo por lo que di la vuelta y me marché.
Papá seguía ahí y cuando me vio, salió del auto.
—Creí que tardarías más.
—Fue difícil, pero Cobra Kai ya no influenciará mi vida.
—Que bien, porque tengo una idea para acabar con este dominio de mal karate.
—¿Qué planeas? —ambos nos subimos al auto.
—Ya verás.

No creo que vaya a subir la renta de nuevo ¿o sí?

Papá, Robby y yo llegamos a un lugar que parecía sacado de una película de los 80's.
Había autos cubiertos por una lona, una pequeña casa de madera y un gran patio que necesitaba trabajo.

—El señor Miyagi me obsequió esto en mi cumpleaños —papá destapó el último auto, uno de color amarillo muy bonito— lamentablemente no he podido cuidarlo cómo se merece.
—Yo sólo veo una lata de cera en mi futuro —dijo Robby.
—Tranquilo. Hay mucho que hacer antes de eso.

Papá me enseñó el karate de Miyagi, osea trabajo duro que te da lecciones importantes.
Ahora entiendo porque Robby siempre encuentra una lección para cada situación.

Pintamos la casa y la valla, clavamos las maderas, lijamos y limpiamos el piso y enceramos los autos..

—¿Te digo algo? —le dije a mi amigo— creo que te quedarás solo —me recosté en el suelo.
—¿Por qué?
—Porque la cadera me está matando.
—Ya no falta mucho —me estire y ambos escuchamos como mi columna se acomodó.
—Ahora comprendo tu dolor —se rio.
—Se escuchó mejor de lo que pensé —ambos reímos— ¿Desde cuándo haces esto tú?
—Cuando comencé a trabajar en el concesionario.
—Entonces eres todo un experto. ¿Y como sigue tu hombro?
—Mejor. Ya no siento dolor.
—Que bien.
—¿Y qué hay de ti? —fruncí levemente el ceño— oí que dejaste Cobra Kai.
—Oh, eso. Bueno, tu papá entendió la situación. Pero les desagradó la idea a mis amigos.
—Sientes que le das la espalda ¿no?
—De hecho, prácticamente lo dijeron así.
—Es normal. Cuando comencé a entrenar con tu papá, mis amigos se molestaron conmigo porque deje de hacer cosas que solíamos hacer.
—¿Skate?
—No, nada de eso. No era un buen chico que digamos.
—Pero cambiaste para ser mejor persona. No debería preocuparte lo que tus amigos piensen. Saldrías perjudicado de seguir con ellos.
—Suenas a tu papá.
—Bueno, por algo soy su hija —me senté luego de haber descansado.
—¿Y por qué no usas su apellido?

Esa pregunta es muy buena.

—Oh, perdón si te incomodé.
—No, está bien. Supongo que es algo que no he pensado. Quiero decir, siempre he sido Andrews, y en mis papeles soy Andrews. Quizás algún día use LaRusso.
—LaRusso Andrews.
—No suena tan mal —suspiré— deberíamos continuar si queremos acabar rápido.

Por la tarde, después de haber acabado, disfrutamos del fruto de nuestro esfuerzo. Robby y yo chocamos los cinco a como de celebración y fuimos a casa. En lo que papá llevó a Robby a casa, yo tomé una ducha y después entré a Instagram.

Eli había dejado de seguirme.

Que ridiculez.
Después de haber dejado la computadora en mi mesa, me recosté para dormir un poco antes de cenar, pero alguien tocó mi puerta y fuí a abrir.

—Hola —es Sam.
-Hola.
—Se que no hemos hablado en varios días desde lo que pasó. Y quiero que sepas que lo siento. No era tu culpa.
—Aja.
—Estaba enojada con Miguel y saliste perjudicada por mi culpa. En serio lo siento.
—¿Quieres pasar? —ella asintió y nos sentamos en mi cama— mira. Se que últimamente hemos discutido mucho, y no está bien. Pero Cobra Kai había influido en mí, algo, pero me hacía enojarme con facilidad. Tampoco tenías la culpa de que haya explotado esa noche.
—Entonces...
—Somos hermanas Sam, estaremos bien siempre y cuando no nos peleemos a golpes —ambas reímos, pero después ella se puso seria y triste.— No estás bien ¿o si?

Ella negó y comenzó a llorar. La abracé acariciando su cabello mientras ella sacaba todo lo que traía dentro.

—Mira, no soy experta en el amor, pero se que una ruptura duele.
—¿Has tenido novio?
—No duró mucho, era un tonto. Pero dolió.
—No sabía —ella sorbió su nariz.
—Aún hay muchas cosas que no sabes de mi. Pero, hey, no es el fin del mundo. Miguel es un tonto, pero no es malo. Se equivocó y se que está arrepentido. Si él te quiere, te dará tiempo porque sabe que la regó y es un idiota.
—¿Y si aún lo quiero?
—Él tiempo dirá lo que tenga que suceder.
—Annie, pareces cupido. Necesitaba hablar con alguien —le sonreí— oye... ¿Y qué hay entre tú y Robby?
—Bueno, el me gusta, pero... No lo sé.
—¿Por qué no aplicas lo que aprendiste?
—¿Golpear primero, golpear fuerte y sin piedad?
—Solo lo de golpear primero. No quiero decir golpes literales, sino dar el primer paso.
—No soy así. Aunque... La otra noche casi nos besamos y...
—¿Casi lo besaste? —chilló de emoción.
—No sabía que pasaría. Además, su teléfono nos interrumpió.
—Bueno, el tiempo dirá lo que tenga que suceder —sonreí.
—Me alegra tener una hermana en quien confiar y hablar de chicos. Lo más cercano que tuve de esta conversación fue con mi hermanastra mayor.
—Espera ¿hermanastra?
—Unos años después de tantas citas, mi mamá se casó con un buen hombre. Él tenía una hija que me lleva 4 años. Después él murió y éramos tres chicas.
—¿Y dónde está ella?
—Cuando cumplió 18, se fue a estudiar a Mississippi. La última vez que hablamos fue en su cumpleaños, 3 meses antes de la muerte de mamá.
—¿Y no hablaste con ella?
—No respondió.
—Bueno, igual me alegra que tú seas mi hermana.
—¿Por qué?
—Porque eres ruda, amigable, leal y muy temperamental. No le temes a nada ni a nadie. Y no te importa lo que los demás piensen de ti. Eres como una mujer maravilla.
—No sabía que pensabas eso de mí.
—Poco a poco lo comprobé. Cuando defendiste a los chicos de Kyler, cuando defendiste a tu mamá de la abuela, cuando te metiste entre Robby y Miguel o cuando hablaste con papá.
—¿Estabas ahí?
—Lo escuché, y fue muy valiente.
—Gracias Sam.
—Lo digo en serio.
—Lo sé, eres una buena hermana —despues de eso tuvimos un momento cursi en el que nos abrazamos y la invite a dormir conmigo. Mi cama es muy grande para dormir yo sola.

Yo nunca soñé con tener una hermana de mi edad, porque Zoé siempre me llevó varios años y fue algo difícil nuestra convivencia. Ella siempre hacía tareas mientras yo era de hacerlas en clase para tener la tarde libre, pero cambié ese hábito. Y ahora tengo a Sam, que somos de la misma edad y nos llevamos bien.

No cambiaría esa oportunidad por nada.

Con esto, se podría decir que inicia la temporada 2 de Cobra Kai.

Al principio iba a hacer la historia con actos, porque así lo he manejado en mis otras historias, pero después me di cuenta que es un poco más de trabajo y decidí dejarlo así.

Si en algún capítulo llegara a haber nuevos personajes, yo les avisaría con tiempo para que su cabeza no explote XD

Y bueno, pronto vendrá la pelea en la escuela 🤯
¿Están preparados?

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