12. Verdades dolorosas

A la mañana siguiente, todo parecía tranquilo, o eso creí hasta que ví por mi ventana al Sensei Lawrence en el patio.
Papá salió unos segundos después y comenzaron a discutir, pero luego se empujaron y parecía que comenzarían una pelea.
Así que, prácticamente salí corriendo hacia la escuela para no toparme con el sensei y soltar la sopa.

Hoy teníamos un exámen de práctica, que a decir verdad, quizás me vaya bien. Noté a Miguel algo distraído, pero no le tomé mucha importancia.
Al terminar la clase, iba a ir a hablar con él, pero cuando lo ví en el pasillo con Sam, cambié de dirección.
Las siguientes clases las sentí intensas, quizás por qué se acerca el torneo.
Después de la escuela, los chicos, Aisha y yo fuimos al parque, mientras unos hablaban, Eli y yo practicamos en el pasto.

—Bien, la viste cenando con ese idiota —dijo Eli y cuando se distrajo lo golpeé a lo que me miró mal— seguro es su hermano o algo así.
-—No amigo, los hermanos no miran así a sus hermanas.
—Aguarda —al fin comprendí de que hablaban— ¿hablas de Sam?
—¿De quién más? —miré mal a Demetri.
—Annie, necesito tu verdad.
—¿Verdad de qué?
—Anoche fui a tu casa y los ví cenando. El chico que se sentó junto a Sam ¿es tu hermano?
—¿Robby? No, es mi amigo —Miguel bufó— y mi papá le enseña algo de karate —ahora Eli me golpeó cuando me distraje.
—Pero...
—¿Crees que Sam te haría eso? Sam no te ha dado ningún motivo para desconfiar. Y si te sirve de algo, Robby no está interesado en ella.
—Si, creo que tienes razón —dijo resignado.
—¿Cómo sabes que no está interesado en ella? —iba a responder el pero Aisha llamó la atención de todos.
—Oh, esa maldita chica —dijo Aisha.
—¿Qué?
—¿Viste el vídeo que subí rompiendo la tabla? Mira lo que comentó Yasmine.
—Oh cielos.
—Debemos hacer algo.
—¿Que tal si la secuestramos? Hacemos que mi amigo Rico le tatúe "Perra" en la cara.
—Estas loco, Eli.
—Calma, calma tengo una mejor idea, mira —Aisha nos mostró un post de la rubia.
—¿Yasmine hará una fiesta de cumpleaños en el cañón más tarde?
—No si atacamos primero.
—Oh si.
—Aisha —le dije— te amo.

Seguí practicando con Eli y sin que lo esperara, hice un movimiento que lo dejó de espaldas al suelo, y me acerqué a él sonriéndole con arrogancia.

—Acabo de tumbar al Halcón de un tiro.

Cuando llegué a casa, noté que Sam y Amanda discutían. No quise entrometerme por lo que fuí a mi habitación y me puse ropa cómoda para entrenar.
Un rato después llegó Robby, en su patineta, y nos dispusimos a entrenar.

—Eres muy buena como para llevar poco tiempo entrenando con tu papá.
—Gracias, pero entreno por mi cuenta. No necesito sólo de papá.
—Eso es bueno —Robby aprovechó eso para tumbarme y colocarse encima de mi— pero yo soy mejor.
—Eso crees —empujé a Robby con mi rodilla hacia atrás y me puse de pie con un salto que me enseñó Eli— en una competencia, apuesto a que te ganaría.
—No sueñes tan alto, muñeca —Robby avanzó hacia mí, e intentó golpearme, claramente sin lastimarme, pero tomé su brazo e hice girar su cuerpo por encima de mi espalda para que cayera al suelo.
—No me digas muñeca.

Fuí hacia donde estaba mi botella de agua y bebí un poco, cuando Robby se colocó a mi lado, ví que su cabello quedó de una forma muy, pero muy graciosa, por lo que no pude evitar escupir el agua en su cara y reír tosiendo.

—Gracias, Annie —dijo con sarcasmo y seguí riendo. Acomodé su cabello de forma que quedara bien y él sonrió.
Mi celular sonó distrayendome y me despegué para responder.

—Hola, ¿dónde estás?
—¿Que pasa Eli?
—¿No irás a la fiesta?
—Diablos, lo había olvidado.
—Los chicos vamos hacia allá, ¿te vemos ahí?
—Claro —miré a Robby— ahí nos vemos.

Le colgué y dejé mi botella de agua en el suelo.

—¿Todo bien?
—Si, solo mis amigos que harás una fiesta. ¿Quieres ir conmigo?
—Claro —sonrió de forma rápida.
—Genial, solo me ducho y nos vamos.
—Ok, te espero.

Después de haberme alistado, bajé a la sala y ví a Robby con Amanda.

—Oh Annie —miré a la mujer— Robby se torció el tobillo en la patineta. ¿Tu y Sam pueden llevarlo?
—Eh... -miré a Robby y me guiñó un ojo— claro, no hay problema.
—Ok. ¡Sam!
—Si, directora.
—Robby se torció el tobillo, y Annie y tú lo llevarán. Déjenlo y regresa ¿ok?
—Si, vamos.

Los tres salimos de la casa y luego Robby, de la nada, hizo un Keyser Söze.

—Eres malo, Robby. Y un gran actor.
—Sam estaba prisionera así que la liberé. ¿Vamos juntos?
—¿De qué habla? —me miró Sam.
—El equipo de Cobra Kai hizo una fiesta en el cañón y me invitó Eli, Miguel estará ahí.
—Si, podemos ir —Sam fue hacia su auto y me miró.
—¿Miguel?
—Es el novio de Sam —el asintió.
—Con razón tiene prisa. Después de ti.

Cuando llegamos al cañón, los tres nos bajamos y, también bajamos unas mantas porque empezaba a estar fresco el aire. Robby, amablemente, nos tomó de la mano a Sam y a mi cuando la colina se hizo muy empinada para que no resbalaramos.

—Mi héroe —bromeé mientras entrelazaba mi brazo con el suyo. A la lejanía, observé a Miguel y el estado en qué estaba. Sabía que esto no iría bien, y menos por la forma en que se acercó.
—Hola —dijo él.
—Hola.
—¿Quien es este tipo?
—Miguel —intenté detenerlo.
—Espera... ¿Este es tu novio?
—Si, Miguel. Relájate, él es Robby. Trabaja con mi papá.
—Oh, con tu papá. Eso tiene mucho sentido.
—¿A qué te refieres?
—Miguel basta —intenté alejarlo, pero me apartó.
—No te metas, Annie.
—¿Has estado bebiendo?
—No, no. No puedes echarme la culpa. Te envié mensajes y te llamé, literalmente todo el día ¿y no pudiste contestarme una vez?
—No, literalmente no pude, mi mamá que quitó el teléfono.
—Que conveniente —dijo irónico.
—Oye, oye amigo —Robby intentó defender a Sam, pero Miguel lo empujó haciendo que cayera al suelo.
—Miguel, basta —me acerqué a él para interponerme antes de que iniciarán una pelea, pero cuando lo volvió a empujar, mi amigo latino me golpeó con su codo en la nariz.
—Annie, por Dios, lo siento —miré pequeñas gotas rojas en mis dedos.
—Eres un idiota —Sam lo empujó y Robby me tomó de la cintura para pararme— ¿qué demonios fue eso?—Sam le reclamó como nunca.
—Mañana tendré un horrible moretón para el torneo —murmuré y miré a Sam.
—Espera ¿estás con ellos? —ahora me dijo a mi con enojo.
—Sam... Yo... Diablos —aparté a Robby sin pensarlo y fuí detrás de Sam— oye, escucha. No era mi intención ¿si?
—Despues de todo lo que ha hecho papá por ti ¿le pagas así?
—Espera, ¿todo? ¿Tienes idea lo que es vivir sin una figura paterna por 16 años? Ok, estoy agradecida con él por lo que hizo después de perder a mamá, pero ¿qué culpa tengo yo de su estúpida rivalidad con Johnny Lawrence? —ahora Robby me miró con sorpresa.
—Asi que ya lo sabes.
—Si, pero no porque él se haya tomado el tiempo de contarme. Yo tuve que descubrirlo sola, ¿y qué crees? Yo no tengo nada que ver con eso.
—¿Y lo supiste por qué no te saliste?
—Me gusta Cobra Kai ¿ok? Y si no es lo correcto, ¿por qué debería de preocuparme? Él intento cerrar el dojo a como diera lugar. Pero si tanto te molesta que le haga esto, no te preocupes que después del torneo, me iré de la vida de tu perfecta familia.
—¿Hablas enserio?
—Sam, ustedes no tienen la culpa de lo que le pasó a mi mamá, no tienen que lidiar con alguien como yo.
—Annie...
—No, está bien —la interrumpí— lamento arruinarles la fiesta —me di la vuelta y me fui hacia donde Demetri, arrebatando su vaso y bebiendo todo— ¡Mañana gana Cobra Kai!

Al grito me acompañaron mis amigos, salvo Miguel que seguía viendo hacia donde Sam se fue con Robby.

El resto de la noche bebimos sin parar.
Nunca sentí el efecto del alcohol, por lo que me aburrió.
Me quedé en casa de Aisha a dormir, no quería ver a nadie de mi "familia", y no quería decirle que mañana participaría en el torneo.

Y realmente ya no importa lo que piense.

Si tuvieran la oportunidad de tener una cita con Hawk o Johnny Lawrence de joven, con quién saldrían?

Las leo👀

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