10. Rota.

—¿Estás diciendo que tomas clases de Karate con el rival de tu papá de su juventud?
—Diciendolo así suena muy malo. Pero si, yo no sabía de eso hasta que...

Rayos.

—¿Hasta qué?
—Escuché que tú y papá hablaban de eso —hice una ligera mueca.
—Ok, no es bueno escuchar conversaciones ajenas —asentí— y segundo, creo que tienes razón. No conoces esa historia. Pero... Realmente no sé cómo ayudarte, está es tu única excusa.
—Es verdad —quizás hacerme la inocente me salvaría de ese castigo.
—Solo ten cuidado ¿Ok? Tu puedes decidir cuando dejar ese dojo y nada ni nadie te lo impedirá.
—Si, lo tendré en cuenta. Gracias Amanda.
—No es nada. Ahora vete a dormir.

Asentí y le deseé buenas noches.
Cuando llegué a mi habitación, noté que tenía un mensaje de Miguel. Contaba lo emocionado que está por haber triunfado en su cita, y que Samantha lo había besado.
Me sentí bien por ellos porque sé que mi amigo es bueno para mí media hermana.

Al día siguiente fuimos, y me refiero al equipo, a un depósito de autos. Se me hizo raro que el sensei nos citara aquí.

—Han entrenado duro —comenzó diciendo.—Se han vuelto más fuertes, duros y rápidos. Han dado lo mejor. Están listos para el torneo ¿verdad?
—¡Si, sensei!
—¡Error! ¡Lo mejor no es nada! ¡Si quieren ganar el Torneo de Karate de All Valley sub-18, tendrán que ofrecer lo mejor de lo mejor! Por eso desde ahora tendrán lo peor de mi. ¿Comprendido?
—¡Si, sensei!
—¿Son perdedores?
—¡No, sensei!
—¿Son nerdos?
—¡No, sensei!
—¿Están seguros?
—¡No, sensei! —reí ante la respuesta.

El entrenamiento fue duro. Además rompimos algunos autos y ventanas. Nos hizo cruzar por una tabla encima de un vagón con metales y vidrios rotos, y hacer flexiones. También corrimos de unos perros hambrientos, que no se de dónde carajos salieron, pero Eli no tuvo tanta suerte ya que le mordieron el trasero.
Cuando esté "infierno", como lo llamaron algunos, terminó, volví a casa algo cansada. Al parecer no había nadie, porque la casa está vacía. Pero conforme avancé, me di cuenta que comían en el patio, además de que Louie y una mujer de edad avanzada estaban con los LaRusso.
No quise acercarme, pero tampoco me alejé porque escuché algo que papá dijo.

"Cobra Kai nunca cambia".
¿Que quiere decir con eso?

Fuí hacia mi habitación, y tras ducharme, busqué algo de información de Cobra Kai. Lo más reciente era sobre el sensei y el torneo, hasta que me apareció un artículo que llamó mi atención. Abrí el enlace y este me llevó a un torneo que hubo en 1982. El artículo decía que el joven estudiante de Miyagi Do Karate, Daniel LaRusso, le había quitado el trofeo a Cobrar Kai y Johnny Lawrence de forma limpia.

¿Así que de eso se trata?

Seguí leyendo que más adelante, Cobra Kai volvió a retar a Daniel. John Kresse y Terry Silvers casi acabaron con papá, pero su karate nuevamente triunfó.
Comprendo que quizás haya roces entre Cobra Kai y papá, pero ¿por qué tanto odio a Lawrence?

Sam💅

Dónde estás?✓✓
Visto a las 6:32

Arriba, que pasa?✓✓
Visto a las 6:32

Papá quiere que conozcas a la abuela.✓✓
Visto a las6:32

Rayos. Cerré mi Laptop, que también me la dió Daniel, y bajé. La "abuela", al verme, hizo un gesto de desagrado. ¿Qué le pasa a esa mujer?

—Mamá —dijo Daniel— ella es Anette, hija...
—Hija de Jessica —me quedé en silencio— tienes la misma mirada de ella. Sabía que tarde o temprano te dejaría al cuidado de mi Danny cuando ya no pudiera mantenerte.
—Mamá.

Un coraje me invadió.

—¿Y dónde está Jessica ahora? -preguntó con cierto desprecio
—Ella... —quiso decir Daniel, pero lo interrumpí.
—Muerta —mis ojos picaron— ya no pudo cuidarme porque no logró vencer el cáncer. Siento meterme en su hermosa familia.

Sentí la mirada de todos y después me fui con el alma ardiendo en dolor. Escuchaba que papá y Sam me llamaban, pero los ignoré. Lo único que quiero en estos momentos es volver a casa y encontrar a mamá haciendo una vasija de barro, que me abrace y acaricié mi cabello, y que nada de esto hubiera pasado.
Me di cuenta que no traía celular, así que no me molestarían.
Caminé un poco más hasta que llegué a un parque y me senté en la banqueta. Ahí me permití llorar y sacar todo lo que había acumulado desde la ausencia de mi madre.

Bueeeeeno, no todas las abuelas son así, por ejemplo la mía :v

Me odia

Pero que se puede hacer?

Les prometo que el siguiente capítulo les gustará 💟

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