8. Karate.

Al día siguiente, nuevamente me moví en bicicleta hacia el dojo, al llegar había menos alumnos. Me sentía un poco mal por la rivalidad que hay entre en sensei y papá, pero siendo sinceros, eso no es asunto mío ni de mi importancia.

—Formense. ¿Dónde están todos? ¿Cara de cráter? ¿Aro en la nariz?¿Resortera?
—Abandonaron, sensei.
—¿En serio? Es decir, mejor. Eso fue una prueba. Quería ver quiénes se quedarían y quiénes se darían por vencido. Y ustedes son los que se quedaron y están aquí para ganar. Podrían estar en casa jugando en la computadora, comiendo dulces. Pero están aquí haciendo flexiones, aprendiendo a pelear. Labio —señaló a mi amigo— él está aquí. No abandona.
—¿Puede no llamarme así?
—Disculpa ¿qué?
—Dije que no me llame así.
—Yo los haré calentar, sensei -dijo Miguel.
—No, labio tiene algo que decir. Lo siento, habla, Labio. ¿O también tienes problemas en la lengua? ¿Eres un niño discapacitado?
—El doctor dijo que podría estar en el espectro.
—No sé que es eso, pero quítatelo pronto —rodé los ojos— ¿si? Si no quieres que te llame Labio entonces no tengas un labio raro. ¿No hay cirugía?
—Nací con el labio leporino. Esta cicatriz es de la cirugía.
—¿Dices que antes estabas peor? ¿O el doctor la arruinó? Si esta es la foto del después eso apesta, amigo. Denuncialo.
—¿Podemos cambiar de tema, por favor?
—¿Crees que no quiero? Es difícil cuando estás frente a mí. Si quieres dejar de ser un nerdo con una cicatriz, debes cambiar las cosas. ¿Si? Hazte un tatuaje en la cara o quítate un ojo —Eli abandonó la colchoneta y me sentí mal por el. Quizás piensa que es mejor no venir porque sufre bullying aquí y bullying en la escuela.

Cuando él entrenamiento acabó, fui a la oficina de Lawrence para preguntarle algo. Quizás el me diga un poco de lo que estoy buscando.
Toque dos veces la puerta mientras él sacaba una cerveza de su mini nevera.

—Sensei.
—¿Que pasa, Annie?
—¿Le puedo preguntar algo personal?-me miró para que siguiera hablando- ¿Conoce a Daniel LaRusso?
—Si, hay una historia con ese sujeto. ¿A qué viene la pregunta?
—Bueno... Ya se soy su alumna y confío en usted, debí decirle que Daniel LaRusso es mi papá.
—No puede ser —él susurró— pero no estabas esa noche cuando chocaron el auto.
—¿Cómo? No, yo acabo de llegar con él hace una semana.
—¿A qué te refieres?

—Mi mamá murió hace poco y ahora vivo con él porque no tenía a dónde ir, además de que se lo prometí a mi mamá.
—¿Eres su hija con otra mujer? —asentí— carajo. ¿Por qué me lo dices?
—Porque entiendo que hay una rivalidad. No conozco la historia, pero se que la hay.
—Si, y es muy larga.
—Y solo quería que lo supiera. Y descuide, seguiré siendo su alumna aunque lo prohíba.
—Te lo agradezco, de verdad. Pero preferiría que no tuvieras problemas con él.
—No tiene por qué saberlo. Y si se entera, yo no tengo nada que ver con ustedes.
—Bien, solo ten cuidado —asentí.
—Gracias, sensei.

Por la noche, ya después de haberme duchado y descansado, pues había sido un día intenso, miré más vídeos sobre karate, pero tuve que detenerlo porque alguien tocó a mi puerta.

—Hola Anette —es papá.
—Hola.
—¿Estás ocupada?
—No, solo veía unos vídeos ¿por qué?
—Quería invitarte a practicar karate conmigo.
—¿Karate?¿Tu practicas?
—Si, aunque no parezca, ¿que dices?
—Si, me parece bien.
—Genial —él se fue, pero luego volvió— ¿enserio?
—Si, de niña aprendí unas cosas.
—¿Practicaste?
—Por mi cuenta. Mamá se hubiera vuelto loca si me veía en un club de karate.
—Si, tienes razón. Bueno, te espero en el dojo de la cochera.
—Ok.

Fuí hacia donde papá y lo ví haciendo algunos movimientos.

—Muestrame que sabes —él se colocó a un lado de un saco de arena y le di algunas patadas moviendo ligeramente el saco— wow. Sabes más de lo que pensé. Pero veo que aprendiste karate ofensivo. Bueno, yo te enseñaré el karate defensivo, el de Okinawa.

Los movimientos que él hacía, yo los imitaba. Parecía su sombra. Lo que papá me está enseñando no tiene nada que ver con Cobra Kai.

Después, por la sombra que hacía la luz, notamos que alguien entró por la puerta de afuera y al mirar Robby venía.
¿Acaso ese chico me sigue?

—Robby, hola.
—¿Sentiste que venía?
—No, por el reflejo.
—Claro —sonrió con obviedad— Aquí está el informe de ventas que pediste —el chico le tendió un sobre amarillo.
—Él informe de ventas. Esto es... Importante —el abrió el sobre— ¿Se lo enseñaste a alguien más?
—No, señor.
—Solo lo viste tu. Esto es bueno. No queremos que esté material caiga en manos equivocadas ¿no? —reí por la revista de chicas que había en el sobre.
—Maldito Louie.
—Esta vez es tu culpa, amigo. La próxima vez, se más astuto que el tonto.
—Si, tropezar con la misma piedra. Ese karate que hacían ¿dónde están los golpes?
—Él karate no es solo golpear y patear. Se trata de equilibrio.

¿Equilibrio? El sensei enseña a golpear primero y acabar con tu oponente. No esperar a que te ataquen.

¿Por qué no es lo mismo?

—¿Quieres quedarte y aprender un poco? Annie es mi alumna, pero ya que están los dos, puedo enseñarles algo.
—Claro —dijo él.
—Muy bien.

Uy uy uy
El sensei ya sabe quién es Annie
Creen que se compliquen las cosas?
Eso lo veremos más adelante 👀

Cómo papá, a quien ven mejor?
A Johnny o a Danny?
Hablando si Annie fuera hija de alguno, aunque ya sabemos que es de LaRusso, pero si no, quién creen que sería mejor papá?

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