Capítulo XXII

El fuego comienza a consumir todo muy apresurado, el humo empieza a asfixiarnos y comenzamos a toser, me arden los ojos debido al humo y miro a mi madre que se cubre hasta la nariz con su camisa, me aferro a ella con las pocas fuerzas que me quedan.

Colin sigue parado ahí en la puerta, disfrutando nuestra agonía cuando una voz hace que voltee.

— ¡¡¡POLICÍA DE MADISON, PONGA LAS MANOS DONDE PUEDA VERLAS!!! — es la voz del detective Jones, gruesa y profunda, cualquiera le temería a eso pero para mi en estos momentos suena a salvación.

Colin voltea de nuevo sonriéndonos con una mirada hostil. En un movimiento rápido saca un arma que tenia escondida bajo la camiseta y nos apunta.

— ¡¡Oh por Dios!! — la voz de mi madre se volvió ronca de tanto toser, su mirada se fija en Colin.

— ¡SUELTE EL ARMA! — puedo ver al detective a través de las llamas apuntando con un arma.

Dos disparos se escuchan de manera simultánea y veo a Colin caer al suelo de rodillas y empieza a escupir sangre.
Siento que algo me estira hacia abajo, miro a mi madre que se está prácticamente desmayando en mis brazos. Oh por Dios mi madre se interpuso y recibió el disparo por mi. Y ni siquiera pude evitarlo, estaba tan concentrada en Colin y el detective Jones que la descuidé.

— ¡¡AYUDENMEE!! — comienzo a gritar desesperada viendo a mi madre desvanecerse en mis brazos.

— ¡¡Haga presión sobre la herida!! — me grita el detective. Puedo ver que alguien le tira una manta, es alto y corpulento, ha de ser su compañero.

Trato de encontrar la herida de mi madre, veo la sangre que empapa su camisa y hago presión sobre ella. Al hacer eso la sangre cubre mis manos y hago presión en la espalda en donde está la herida.

— Mamá por favor.. quédate conmigo.. — mi voz se corta, un nudo se forma en mi garganta que me impide hablar, ella me mira y me dice.

— Estaré bien mi cielo.. — su voz se volvió suave, ya no veo miedo en sus ojos, extiende su brazo para acariciar mi mejilla — Estaremos bien..

Nada me importa más que ella, ni siquiera hago caso al techo que empieza a colapsar a mi alrededor, lo único que puedo hacer es aferrarme a ella y nunca soltarla.

Una mano me presiona el hombro y volteo para ver al detective o algún extraño, pero no..

— Thomas.. — digo y mi voz se quiebra. Él clava sus ojos grises en mi, tiene la cara cubierta con algo y solo podía ver sus ojos, no sabía cuánto extrañaba esos hermosos ojos, como no podría reconocerlo.

Él me cubre con una manta y mientras él detective Jones presiona la herida de mi madre y la cubre con algo, no quisiera separarme de ella, pero él detective la carga y Thomas hace lo mismo conmigo.

— ¡Salgamos de aquí! — le grita el detective a Thomas.

Thomas asiente, el techo se colapsa y debe esquivar las enormes vigas de madera que empiezan a caerse, no me había dado cuenta del infierno que había allí dentro, cuando al fin logramos salir.

Al salir puedo ver las luces de las ambulancias, paramédicos bajan de ellas y a la primera que socorren es a mi madre.

— Sálvenla por favor.. — digo suplicando, mientras ellos la suben a la ambulancia, pido subir con ella pero me dicen que no.

Una mujer se acerca para tratar de ayudarme con mis heridas, me niego a que me ayuden, mientras veo que se llevan a mi madre.

— Deja que te atiendan An.. por favor.. — la voz de Thomas suplicante me hace entrar en razón, no podría ayudar a mi madre en estas condiciones así que accedí.

Me siento detrás de la ambulancia para que la mujer pueda hacer su trabajo, mientras limpia y sutura mis heridas veo al detective Jones correr hacia la puerta del granero, supongo que para socorrer al enfermo de Colin, si fuese por mi lo dejaría arder, así como él pretendía hacer con nosotras. Se que por dentro sueno igual de enferma, pero es lo que se merece. Pero aún así espero que sobreviva para que pueda pagar por lo que nos ha hecho a mi madre y a mi.

Los bomberos al fin aparecen, intentan apagar el incendio y salvar lo que queda del granero, en realidad ya no quedó nada, solo escombros y una humareda impresionante. La rabia invade mi cuerpo al ver y analizar los resultados de la locura de Colin, pero en realidad esto es lo de menos, gracias a Dios mi madre está a salvo — Solo espero que esté bien —. Pienso ensimismada mientras los paramédicos atienden a Colin intentado salvarlo.

— ¿Ya va a terminar? — le pregunto impaciente a la mujer.

— Si ya casi.. solo me queda vendar su brazo y listo.. — su voz es gentil y me trasmite tranquilidad. Tiene el pelo negro muy bien recogido y sus ojos negros están fijos en su labor.

Mientras la mujer termina conmigo, me fijo en Thomas, está parado al lado de su vehículo hablando por teléfono, parece frustrado, se pasa la mano por el pelo, y yo me encuentro perdidamente embobada por él, contemplando su perfección — Como es que tiene ese poder sobre mí —, de repente una voz me obliga a desviar la mirada.

— Srta Scholler.. ¿ Me escucha?.. — el detective está parado frente a mi, intentado entender el porqué de mi distracción y mueve la cabeza en forma de negación al darse cuenta.

— Si.. dígame.. — mi voz es un poco torpe. Y aunque no quisiera desviar la mirada lo hago.

— Necesito que me acompañe a la delegación para declarar.. — su expresión es seria y su voz gruesa.

— ¿Ahora? — digo en un tono de súplica — Quisiera ir al hospital para ver a mi madre detective.. ¿no podría declarar mañana? — prácticamente le estoy rogando, realmente quisiera asegurarme de que mi madre se encuentra bien y que seguirá conmigo por mucho mucho tiempo.

— Mire Srta Scholler.. haremos lo siguiente.. Mañana la espero en la delegación a primeras horas de la mañana, por el momento me encargaré del Sr. Lewis.. — voltea para mirar cómo los paramédicos traen a Colin en una camilla, gracias a Dios la mujer terminó de vendar mi brazo, salgo para que puedan subir a Colin que está inconsciente y esposado a la camilla.

— Allí estaré.. — digo mientras me alejo de la ambulancia, la mujer me dijo que debía cambiar mis vendas dos dias después pero eso es lo que menos me importa en éste momento.

El detective Jones se ofrece a llevarme pero rechazo su oferta, quisiera asegurar la casa y luego ir a ver a mi madre, me dirijo hacia Thomas ignorando lo que sucede a mis espaldas, quisiera dejar todo eso en el pasado.

Él aún está parado recostado en la parte delantera de su vehículo con sus manos metidas en sus bolsillos, sus vaqueros rasgados y su remera blanca mangas largas manchada por las cenizas del incendio le dan un aspecto aún más sexy.

— Hola.. — digo acercándome tímidamente.

— Hola.. ¿como te sientes? — su mirada se suaviza al ver mi rostro.

Me fijo en mi aspecto, parezco un zombi, mi apariencia es de terror y más con la sangre por toda mi ropa.

— Mejor de lo que merezco.. ¿y a ti no te paso nada? — fijándome que tiene algunas quemaduras de primer grado en sus manos.

— Estoy bien, no te preocupes.. — dice mirando su brazo lastimado. Donde su ropa fue rozada por las llamas.

— Gracias.. Por ayudarme.. a mi y a mi madre.. — digo al fin — no debiste arriesgarte así.. — le digo a modo de reprimenda.

— Esto no hubiera sucedido si me lo hubieras contado antes.. — me dice molesto. Pero yo estoy más molesta, no debió arriesgarse así.

Incluso así se ve muy guapo. No podría ser más perfecto. — Ya basta Anne.. aleja esos pensamientos de ti, no es el momento, recuerda que estás molesta.

— Como si lo hubieras podido evitar.. — le digo haciendo una media sonrisa — además jamás te hubiera arriesgado, no quería involucrarte en esto.. — Tomo aire y continuo — bueno.. creo que eso es todo.. — digo y hago media vuelta como para caminar hacia mi casa, el dolor y el mareo por la contusión ya casi se me pasó así que me siento bien para caminar.

— Nunca me subestimes.. no podrás librarte de mi tan fácilmente.. — dice estirándome de un brazo obligándome a mirarlo — ¿A donde crees que vas? — y clava sus ojos en mi. Estamos casi a centímetros el uno del otro. Mi corazón se acelera de manera automática.

— Tengo que dejar todo en orden en casa para ir a ver a mi madre.. — digo apretando los dientes, y de un manotazo me suelto de su agarre, no sabía que tenía fuerzas aún. — Estoy muy agradecida por lo que hiciste por mi, a pesar de que no te lo pedí, ahora tengo asuntos que atender.. — me doy la vuelta y me alejo de él.

— Está bien te dejo tranquila.. — dice cortante, creo que esta vez fui muy lejos, porque no puedo controlar la cólera que llevo dentro.

Yo sigo caminando, aunque muy en el fondo siento que me desgarro al saber que no está viniendo detrás mío. — Porque siempre tienes que arruinarlo todo Anne.. — escucho como sube a su vehículo y con brusquedad cierra la puerta. — Lo lamento Thomas.. pero es mejor alejarte de mi..— digo para mis adentros.

Después de caminar un poco llego al porche de mi hogar, entro y busco mis cosas, encuentro mi bolso en la cocina donde Colin me dejo inconsciente, busco mi teléfono pero no lo encuentro — Colin debió deshacerse de el.. — maldiciendo me dirijo a la puerta y cierro con llave.

Me doy la vuelta para continuar mi camino —solo espero poder llegar hasta la parada de bus más cercana.. — pienso cuándo veo a Thomas, parado al pie de las escaleras.

— Pensé que ya te ibas.. — digo cortante.

— Te dije que no te librarías tan fácil.. ¿te llevo?

¿Acaso no está molesto conmigo? Está aquí parado frente a mi, ignorando por completo todo lo que le he dicho.

— No seas testaruda.. deja que te lleve al hospital.. necesitas estar allí cuánto antes.. — me dice y se sube a su auto, esperando a que deje de comportarme como una niña tonta.

No le digo nada, bajo las escaleras y me subo al auto tragando mi orgullo, mi madre me necesita.

— Buena chica.. — me dice sonriendo y pone en marcha su vehículo.

Lo fulmino con la mirada, solo lo hago por mi madre, después de haberme gritado no debió haber venido hasta aquí y actuar como un héroe, pudo haber salido lastimado, y sobre todo jamás me habría perdonado si le hubiera pasado algo, lo quiero demasiado.

¿Que? Acabo de admitir que siento algo por él. No lo creo ni yo misma, gracias a Dios no lo dije en voz alta, de lo contrario tendría que haber saltado del vehículo.

— ¿Estas molesta? — me saca de mis pensamientos.

— No, claro que no. — fría y cortante, como solo yo puedo ser.

— Mira lo siento Anne, estaba desesperado, yo sólo quería encontrarte y asegurarme de que estés bien, me importas demasiado. Perdóname por haberte gritado.. — su voz es calmada, no es desafiante como hace un rato, si el supiera todo lo que siento, porque no puedo decirle que él también me importa y mucho.

— No tienes porque disculparte.. — suspiro profundo — Yo me comporte como una tonta.. Lo siento.. — Ni siquiera puedo mirarlo. Tengo que aprender a controlarme y comportarme como una persona civilizada.

— Los dos nos equivocamos, es importante aprender a reconocer nuestros errores.. solo así podremos seguir adelante.. — me mira sonriendo. Es como si hubiera salido de un libro de frases motivadoras.

Como puede hacerme olvidar tan rápido, yo solía ser más rencorosa, pero con esa sonrisa quien podría guardarle rencor.

— ¿Sabes? He estado corriendo de mi misma asustada de mis demonios, asustada de lo que pueda encontrar.. — doy un suspiro — Lo que está roto no puede recuperarse nunca. — digo melancólica mirando hacia la ventanilla.

El calor de su tacto me sorprende, besa mi mano con delicadeza, me estremezco con el roce de sus labios.

— Me encantan tus demonios.. jamás voy a rendirme.. — nuestras miradas se encuentran por un momento y luego él vuelve su mirada a la carretera, pero yo no dejo de mirarlo, acabo de admitir para mi misma que siento algo por él, y esta vez puedo sentirlo de verdad.

— ¿Dime cómo puedo darte todo de mi? — lo digo en serio. Esta vez quiero arriesgarme, si él arriesgó su vida para salvar la mía, yo puedo arriesgar mi corazón por él, ahora lo tengo todo muy claro.

Él me mira sorprendido ante mi pregunta y se queda en silencio por un momento.

— Sólo quiero que seas tu misma.. la verdadera Anne.. la que se esconde detrás de esa rudeza y no voy a descansar hasta encontrarla..

Él tiene razón, todas las situaciones a las que me vi expuesta hicieron que me encerrara, pero Thomas hace tiempo derribó esas barreras, sus palabras retumban en lo profundo de mi mente.

Quisiera llorar, quiero aprender a amar..
Ahora todo será diferente..

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Nota de la autora: éste capítulo se lo dedico a la persona que estuvo desde el principio de esta historia, la persona más impaciente MonikAnd gracias por tus consejos y por tu apoyo.
Y también quiero tener presente a 3R1NRod por tus consejos, traté de tenerlos en cuenta, besos 😘

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