JiMin y su ahora mucho más numeroso grupo de amigos habían ido hacia el casino para comer su almuerzo, lamentablemente como solía suceder con frecuencia, estaba jodidamente lleno.

Faltaba un espacio en la única mesa media vacía que habían encontrado, pero TaeHyung rápidamente solucionó el problema tomando asiento en el regazo de Park.

—Así que, ¿ya son novios? —preguntó MinHo curioso.

TaeHyung asintió mientras comía su arroz.

—Que lindo, ¿cómo fue? —preguntó SooBin, sin prestar realmente atención, su vista estaba fija en unos papeles frente a él.

—Sólo le pregunté. —respondió el menor de forma desinteresada nuevamente, pero sonrió cuando un brazo rodeó su cintura.

—Sí, somos muy románticos. —sonrió JiMin mientras se encorvaba para llevar un poco de comida a su boca.

—¿Quieres que te lo pida así también? —sonrió el coreano, golpeando despacio con su codo a JiSung, quien solo le golpeó mucho más fuerte en respuesta. Lee se quejó y lloró falsamente, pero luego volteó la vista a Choi—. Por cierto, ¿Qué haces? ¿Hay tarea?

SooBin negó suavemente, anotando un par de cosas en las hojas. —Es tarea de YeonJun.

MinHo rodó los ojos, apoyándose en sus brazos.

—No puede ser, Sunggie, somos los únicos solteros, tendremos que hacer algo al respecto.

El nombrado río bajito por lo que Lee decía, pero se alzó de hombros.

—Yo estoy bien soltero.

Lee iba a protestar, pero JiMin le detuvo.

—¿Te gusta Yeyo?

SooBin alzó la vista y se río, Park pensó que parecía un hurón.

—Nada de eso, es como mi hermano pequeño, me agrada mucho.

TaeHyung soltó un pequeño ruido deprimente, mientras un puchero se instalaba en sus labios.

JiMin pellizco su pierna, tratando de hacer que disimule.

—Entiendo, YeonJun es adorable. —asintió, para luego continuar comiendo con un sentimiento de tristeza por su pequeño amigo.