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—¡¿Y entonces que sucedió, papá?! — Preguntó emocionado el pequeño de ojos castaños que escuchaba con gran emoción el relato del mayor — ¡¿El alfa logró comerse al cazador?! —Volvió a preguntar, mientras su padre negaba con una sonrisa en el rostro—¡¿Verdad que sí, papá?!
—¡Shhhh, no lo interrumpas, Joonie! —Intervino otro niño que apenas y rozaba los 5 años—¡Esta es mi parte favorita!
—Ya es hora de ir a almorzar...— Miró la hora en su reloj de pulsera—Su papá se enojará sí nos demoramos, niños...— Les explicó mientras trataba de aparentar seriedad ante los adorables pucheros de los infantes, quienes comenzaron a bufar suavemente.
Antes de que el pelinegro mayor pudiera continuar disuadiendo a sus hijos sobre dejar su relato en pausa durante unos momentos, recibieron una inesperada visita.
—¿Acaso tus demonios nunca se cansan de escuchar siempre la misma historia, YoonGi? — Preguntó con diversión el recién llegado—Juro que me volveré loco sí vuelvo a escucharlo tan solo una vez más—Dramatizó.
—¡Tío Jinnie! — Esbozó una de las menores, para luego estirar sus brazos hacia el beta, quien no dudó en tomarla en brazos.
—Ahh, NaYeon, ¿Cómo está mi princesa? —No era un secreto para nadie que la menor de los Min era la debilidad de Kim SeokJin, y para qué negarlo, de toda la manada en general. ¿Será por sus hoyuelos? ¿Acaso por su dulce mirada? ¿O tal vez era una mezcla de todo ello y su porte de pollito que hacía que todos la consintieran?
Solo el universo sabía la respuesta, pero la realidad era que tampoco importaban los motivos.
Jin velaría por ella y por sus hermanos hasta el último respiro de su vida, aunque claro, no sin antes sacarles un par de canas verdes a sus padres.
—¡Tío Jin! — Hablaron Joonie y JooHa para abrazarse a las piernas del mayor— ¿Cuándo regresaste? —Esbozaron a la par los infantes, mientras que NaYeonnie depositaba ligeros besos en toda su cara, causándole varias cosquillas en el proceso—¿Te lastimaste? ¿Puedo acompañarte la próxima vez?
—Oigan, —Habló Jin—Sí hablan de a uno, puede que les entienda, chicos...
—¿Por qué me copias cuando hablo? —los niños se miraron fijo para luego comenzar a pelearse entre sí, mientras una serie de gruñidos salieron de ambos—¡Yo no te estoy copiando, tú me estás copiando! —Se quejaron— ¡Deja de hacerlo Joonie/JooHa! — Uno de ellos le tomó por la oreja mientras que el otro comenzó a pellizcar su mejilla —¡Papá, dile que deje de hacerlo!
YoonGi abrió y cerró la boca buscando las palabras justas para reprender a sus hijos por su mal comportamiento, mientras notaba como el Kim se tapaba la boca para reír de manera silenciosa por su incapacidad para controlar a sus cachorros.
El alfa le dedicó una seria mirada a su amigo, mientras se cruzaba de brazos. Sin que los niños le vieran movió los labios hacia él delineando la palabra "Bastardo", cosa que hizo que su risa aumentara.
Estuvo a punto de hablar cuando un aroma envolvente le llenó profundamente.
—Joonie, deja de tirarle la oreja a tu hermano —Señaló otra voz dulce pero firme—, JooHa deja de pellizcarle las mejillas a tu hermano— les regañó, a lo que los menores respondieron inmediatamente. —¡Ahora, niños! —Insistió— A menos que quieran ir a contar las baldosas de toda la casa.
—¡Papi! — La pequeña NaYeon estiró sus brazos hacía el recién llegado, quien le dedicó una hermosa sonrisa a su cachorra, antes de acobijarla entre sus brazos.
—Hola bebé, ¿Me extrañaste? —Preguntó para luego rozar su nariz con la de su hija, provocándole cosquillas.
—JiMin-ah— le saludó el beta —¡Qué bueno que pudiste poner orden a la tropa! —Le halagó. — No voy a decirte quien es increíble como líder de la manada, pero se queda mudo ante unos niños que no llegan ni a los 10 años—Bromeó su amigo.
—Ah...—Fingió pesar— De mi alfa no vas a estar hablando, Kim SeokJin— Le continuó la broma para luego dejarse envolver por los firmes brazos de su pareja.
—Omega, ¿Tienes el descaro de reírte de tu líder en sus narices? —Preguntó con un brillo de malicia en su mirada.
—No...—Murmuró sintiendo la oleada de pensamientos oscuros que YoonGi estaba transmitiéndole a través de su lazo— Estaba burlándome de mi marido— Explicó, mientras luchaba para no demostrarle al resto de los presentes cuanto le estaba afectando su presencia— Que casualmente, también es el alfa líder...— JiMin terminó por sacarle la lengua de manera juguetona al finalizar su broma, lo que hizo que el mayor formara una seductora sonrisa en su rostro.
—Serás castigado, omega...— Murmuró sobre su oído, haciendo que JiMin se estremeciera ante su cercanía.
—Lo estaré esperando, alfa...— Respondió de igual manera, mordiéndose los labios ante las ansias de que su cuerpo fuera cubierto con el del contrario.
—¡Beso, beso, beso! —Habló la menor de los Min.
—Iug. —Murmuró Joonie mientras que se tapaba los ojos.
—¡No les des ideas, NaYeonnie! —Pidió JooHa— ¡Mejor pídele a papá que termine de contar la historia!
—¿Qué historia, niños? —Preguntó el omega con curiosidad, pensando en que nueva travesura estarían metidos sus hijos.
—¡Nuestro cuento favorito, papá! —señaló Joon, mientras la incertidumbre todavía rodeaba al Park, ahora Min.
—¡Sobre el omega perdido por fuera de la manada! — JiMin cruzó miradas con su esposo, quien se encogió de hombros. ¡No podía ser! ¿Era realmente capaz de algo así? Además, ¿Qué tanto les había contado a los niños?
JiMin no quería que sus hijos supieran sobre su pasado como Kitty Gang, al menos, no hasta que fueran lo suficientemente grandes como para discernir lo bueno de lo malo, y que ellos realmente entendieran que todo lo que había hecho había sido para sobrevivir y-
—¿No la conoces, papi? —Preguntó la niña, a lo que el omega negó con suavidad, sin saber exactamente que responder.
—Entonces ese es otro motivo para que papá termine la historia, ¿Verdad? —Pidió JooHa.
—¡Anda, papi! —Joonie hizo su mejor cara de cordero bajo la lluvia que terminó por conmoverle.
—Bien...— Suspiró antes de iniciar— Todo comenzó el día que un apuesto alfa se encontraba en un viaje de negocios.
—¿Qué tipo de negocios? — Preguntó su cachorro del medio.
—Pues...
—Pff — intervino el Kim—Pues unos que tenía que ver con algunas cabezas rodando y mucha sangre derramada—En ese instante, ambos padres le miraron como sí le hubiera salido una segunda cabeza y pudo comprender las palabras que se habían escapado de sus labios—, errr ¡No, claro que no! —Tosió de manera fingida— Esta es una historia family friendly así que no sucede aquí... Como las versiones de Disney sobre los clásicos en donde las princesas eran sadicam-
—¡Hyung! — Intervino el omega llamando su atención.
—¿Sí?
—Ya cállate, por favor—Pidió.
—¡C-claro! — Se rascó la nuca, reflexionando que tal vez, contarle las historias de los hermanos Grimm a los niños del clan, no era tan buena idea como había pensado en un comienzo.
—Continuando, —YoonGi carraspeó suavemente— El alfa líder tenía una misión que cumplir— El joven de cabellos oscuros hizo un breve silencio como para generar intriga entre sus retoños— Tenía que hablar con ciertas personas que necesitaban ser...—Pensó durante un momento como decirlo sin dañar a los menores ni que su esposo se enojara con él— Castigadas—Murmuró.
—¿Les hicieron sentarse a mirar la pared en silencio para reflexionar sobre sus actos, como papi Mimi nos hace? — Intentó susurrar JooHa en el oído de su padre alfa, sin embargo, el infante habló lo suficientemente alto como para que todos los presentes lo escucharan y rieran de sus comparaciones.
—Algo así, pequeño... —YoonGi asintió hacía el menor, dándole la razón así fuera de forma parcial.
Castigar era una buena forma de disimular la tortura que se les brindó a las personas que habían estado planificando que su imperio cayera.
Min YoonGi se había presentado de buena gana para hacerse cargo de sus asuntos, demostrándole a la manada que nadie podría tratar de lastimarlos sin llevarse lo que merecían, además de probar el valor que tenía como líder y su capacidad de protegerles de cualquier peligro.
Pero lo que menos quería era traumar a sus niños sobre los peligros del mundo exterior. Ya tendrían el tiempo suficiente para descubrirlo por su propia cuenta, y ellos estarían a su lado para enseñarles a cómo defenderse.
—¡Vamos papi, ve a la parte en donde el alfa y el omega se conocen! —Continuó Joonie.
—Insisto en preguntar la cantidad de veces que les has contado la misma historia, Min. — Bromeó el mayor— No es bueno para ellos que siempre escuchen lo mismo, ¿No te sabes otros cuentos como Caperucita roja o la de los tres cerditos?
—Sabes, conozco uno que a tu hermana le encanta — Habló de forma firme— De hecho, solía repetírmelo cada vez qu-
—Ejem— El omega carraspeó— Cariño— Tomó del hombro a su esposo para llamarle la atención— ¿Por qué no continuas con la historia y dejas de lado a la hermana de SeokJinnie para cuando los niños no estén presentes? — Un escalofrío rodeo la espina dorsal del alfa, comprendiendo que estaba cerca de ganarse una noche con el frío del sillón en lugar del calor de su amado.
—¿El tío Jin tiene una hermana? —Le preguntó NaYeon a su padre omega, quien dibujó una sonrisa en su rostro para evitar responderle a la menor.
—Tío Jinnie, ¿Por qué nunca nos hablaste de una hermana? —Continuaron, ignorando al peli naranja.
—¿Cuándo nos la presentaras?
—Oh, — Jin se rascó la mejilla sin saber cómo responder a los menores. Esto de tener tacto, no era para nada lo suyo, pero se esforzaba por sus sobrinos—Bueno, la verdad es que no tengo una hermana...— Se cruzó de brazos tratando de desviar la atención del doble sentido del líder.
—Entonces, ¿Por qué papá dijo eso?
—Porque es un gillip- El alfa fue lo suficientemente rápido como para tapar la boca del beta, antes de que este lograra terminar la frase.
— Su tío Jin puede que no tenga una hermana de sangre—Fingió toser para ganar algo de tiempo de continuar formulando su inofensiva mentira— Pero sí tiene a una persona a la que quiere lo suficiente como para tratarla de esa manera.
Los pequeños asintieron, comprendiendo lo que su padre quería decirlos, pero solo JooHa se atrevió a hablar— ¿Cómo tu con el tío NamJoon, papi? — Señaló con falsa inocencia.
Un gruñido se hizo presente por parte del alfa, que ni siquiera trató de disimular que había sido el causante de tal sonido.
Sus hijos por suerte se rieron ante la mención del joven con al que su papá Gigi no podía soportar ver cerca de su omega.
—No —Respondió el alfa.
—¡Si! — Retrucó JiMin al mismo tiempo, también sumándose a la travesura de sus niños — NamJoon hyung y yo crecimos juntos, somos familia sin importar cuanto gruñas, alfa. —Rio suavemente.
—¿Sin importar que ahora el tío Gigi este casado con el tío Hobi? — Mencionó Joonie.
Esta vez fue el turno del omega de cruzarse de brazos ante la mención de la persona que le había robado a su cuasi hermano. ¡Sí! ¡Se había acostado con él un par de veces en el pasado! ¿Pero quién tiene en cuenta esos detalles? ¡Pff! ¡Al demonio con NamJoon!
¡Lo que todavía no era capaz de perdonarle al abandonador era que le hubiera dejado de lado por ese bailarín rastrero!
Bueno, en realidad tampoco era que odiara al Jung, el problema era que no podía evitar ser posesivo con su familia.
Sin embargo, tampoco podía negar que desde que ellos se habían conocido, NamJoon se había transformado por completo.
HoSeok había logrado sacar lo mejor del Kim, y eso era algo que nadie que le conociera, podía negar.
Además, JiMin no podía ser tan egoísta de querer privarle a su amigo de lo mismo que él tenía, de la hermosa familia que había formado con su alfa.
A solas, Park podía despotricar durante horas contra NamJoon y su pareja, pero frente al mundo le sacaría los ojos a cualquiera que siquiera les faltara el respeto. El Kim era su hermano y como tal, HoSeok era como su cuñado.
YoonGi mientras tanto, escuchaba atentamente las idas y venidas de los pensamientos de su omega, causándole gracia todo el mundo que este se imaginaba, sintiendo el gran cariño que les tenía a aquellos dos, pero por sobre todas las cosas, sintiendo el profuso amor que le tenía a sus cachorros y a él.
—Sin importar con quien este ese animal rastrero—mordió su lengua al dejar salir esas palabras, lamentándose que los niños aprendieran su mal ejemplo— Nunca dejará de ser parte de nuestra familia...
Todos asintieron a los dichos del omega presente. —Pero papi, ¡Terminen de contar la historia! —NaYeon le hizo un gran puchero a su progenitor, llamando su atención.
—Bueno cariño, lo que sucedió fue que alfa y omega se reconocieron como destinados — JiMin asintió a las palabras de su marido.
—¿Y entonces por qué el omega huyó? — Interrogó JooHa.
El Min cruzó miradas con su esposo, quien asintió, dándole permiso de continuar hablando— Hijo, cuando alguien que no creció en una manada se topa con alguien que es capaz de poner tu mundo de cabeza, alguien a quien en lo profundo de tu pecho sabes que te pertenece, y tienes una necesidad imperiosa de estar a su lado—Hizo una pequeña pausa— No todo el mundo puede comprender tales sentimientos, y es comprensible que haya querido huir.
—¿Y por qué el alfa no fue a buscarlo automáticamente? — Esta vez, fue el turno de Joonie de intervenir —Eso es lo que habría hecho yo sí mi pareja destinada se fuera de mi lado.
El Min negó con una sonrisa ante su hijo, para luego posar su mano sobre la cabeza del menor— Eso es porque te juntas demasiado con tu tío TaeHyung, y ya te está contagiando su posesividad, cachorro— Mencionó divertido a lo que el menor le sacó la lengua. A él no le parecían nada malos los consejos y enseñanzas de su tío favorito, quien junto con su tío JungKook eran su ejemplo a seguir— Piénsalo así, ¿Qué son unos días comparado con una eternidad? —Tragó — Sí realmente amas a alguien, tienes que darle la libertad suficiente para que realmente desee estar a tu lado— Explicó— De lo contrario, estarías obligando a ambos a una vida miserable.
JiMin sintió sus mejillas arder y su corazón palpitar ante la declaración del apuesto hombre que era su compañero, reafirmando nuevamente que el que el destino, la diosa luna hubieran puesto a ese espécimen masculino en su vida había sido una completa bendición.
Min YoonGi había estado tan seguro de que JiMin volvería a su lado, que eso le había dado la fuerza y la templanza suficiente como para dejarle ir tranquilo, en tanto, la mente del omega podía terminar de procesar tanta información y sentimientos confusos producto de su encuentro.
Con paciencia y determinación, el alfa había allanado el camino para que ambos pudieran estar juntos, dándole también el tiempo para asimilar la idea de que el lugar del omega, era definitivamente junto a él.
—¿Y entonces el omega fue quién volvió a los brazos del alfa? — Preguntó NaYeon.
—Err — Intervino SeokJin—Permítanme decirles que no, mis pequeños— Los menores hicieron un puchero— Fue todo gracias a un gran soldado valiente, un beta, cómo su querido tío favorito— Los tres rieron al escuchar sus palabras—Fue el divino salvador enviado por la diosa luna para unir al par de tontos-digo- tortolitos— Se corrigió rápidamente para evitar los retos de JiMin— Un honorable beta fue quien arriesgó su vida para salvar a un omega cabeza dura.
—¡Hey! — Se quejó el joven de cabellos naranjas.
—¡Sabes que es verdad, JiMinnie! — SeokJin se aguantó el ataque de risa para continuar con su papel.
—¿Y cómo sabes eso, tío Jinnie?
—Pff, eso es porque— nuevamente la mirada acusadora del Park se hizo presente—¡Porque me lo contaron!
—¿Tú sí que sabes la historia completa, tío? —Insistió JooHa.
—Créeme que me encantaría no saber tantos detalles, pero—
Antes de que el pelinegro mayor pudiera continuar, fue interrumpido por el alfa— Lo que sucedió— YoonGi volvió a llamar la atención de sus hijos— Fue que ambos fueron emboscados por personas muy malas y el omega ignoró la orden su compañero —Dirigió una mirada acusadora hacía su bello esposo y padre de sus retoños, quien fingió no darse por aludido — Y decidió quedarse a pelear para salvar al alfa que había sido herido.
Ese día, JiMin nuevamente le había demostrado su infinito valor, sorprendiéndole al transformarse por primera vez en una hermosa pantera que se movió con la velocidad suficiente como para desgarrar al humano que había osado con dispararle a su otra mitad.
Otra vez, YoonGi reafirmó que su amado era toda una caja de Pandora que hacía que sus demonios más oscuros se disiparan, albergando en su interior todas las bendiciones de su vida.
Los niños saltaron felices al tener por fin su ansiado final feliz, ¡La espera había valido la pena, y estaban felices de que sus padres lo hubieran compartido con ellos!
—Errr— murmuró el beta — Es una buena forma de resumirlo, te doy crédito por ello—SeokJin todavía recordaba la impactante escena que había presenciado al momento de encontrar a la pareja. Ambos estaban bañados en la sangre de sus enemigos, y eso no había sido ningún impedimento como para terminar fornicando como malditos animales sin tener ni un ápice de vergüenza o preocupación por ser encontrados— ¡La diosa luna me libre y guarde de esas memorias!
—¿Sabes de qué no va a salvarte? — JiMin se puso en frente— De darles de comer a tus sobrinos— Ordenó, dejándole a su pequeña entre sus brazos.
—¡¿Eh?! — el beta tragó grueso— Min YoonGi—Llamó a su amigo— Cuando acepté ser un soldado a tu cargo, no me imaginé que tendría que librar este tipo de batallas— ¿Dónde estaba el honor en cuidar que se comieran todas las verduras y que no terminaran arrojándosela entre sí?
El líder se encogió de hombros— Tampoco yo, pero no me estoy quejando— Le dio un beso en la frente su princesa, para luego revolver los cabellos de sus hijos—Pórtense bien con el tío Jin.
—¿No piensas salvarme? —Preguntó indignado el mayor, a lo que el Min mayor negó con una sonrisa burlona en su rostro.
—¡¿Y desafiar a mi esposo?! —La mirada del alfa cambió durante unos instantes con la de su animal— Estás loco— Declaró, para luego aspirar la fragancia que su esposo comenzaba a emanar.
SeokJin rodó sus ojos para luego darse la vuelta, murmurando entre dientes algunas maldiciones hacía sus amigos, similares a "Malditos omegas controladores, malditos alfas mandilones, me cago en sus celos" y demás, que trató de disimular de los pequeños.
—Niños, — Les llamó el omega, tratando de mantener su compostura, a pesar de comenzar a sentir con mayor intensidad los efectos de su inminente celo— N-nada de transformarse en pantera y hacer que Jin-hyung les persiga por el bosque— Logró gritar a lo que solo recibió risas por parte de los pequeños.
—¡Ja! ¡Inténtelo y les prometo que les pondré una bonita correa a cada uno de ustedes sobre sus cuellos y los ataré a un árbol hasta que sus padres vuelvan por ustedes! — Mintió.
—Tío Jin, — JooHa le tiró de sus ropas, llamándole la atención—¿Mi collar puede ser rosa?
SeokJin se rascó la mejilla, fingiendo pensarlo, para luego asentir— ¡Claro que sí, soldado! — Sus palabras hicieron que el menor comenzara a dar pequeños saltos de felicidad alrededor del Kim.
—¡Tío Jin, yo quiero una verde! — Pidió Joonie.
—¡Azul, azul, azul! — Chilló NaYeon.
—¡Sí, sí! — Asintió —Todos ustedes, serán parte de la paw Patrol de Kim SeokJin, no se preocupen— Trató de calmarlos, después de todo, tendrían varios días para hacer distintas actividades mientras el celo de sus padres pasaba.
—Tío Jin —Joonie tiró de su ropa— Yo también quiero ser un alfa como el del cuento y conseguir a mi omega, así como...—el niño tomó aire mientras un leve sonrojo se formaba en su rostro—¡Así como el tío Namu consiguió a un omega como el tío Hobi!
—Pero...— JooHa se llevó sus manos hasta su rostro— El tío Nam no es un alfa... ¿Verdad tío Jinnie? —Preguntó.
—Exacto— Habló el mayor— YoonGi no tiene una parte animal como nosotros, niños.
—¿Cómo es que terminaron juntos entonces? — Continuó el menor.
—El destino opera de formas misteriosas, y más lo hace el amor —El Kim se encogió de hombros, dando por finalizado el tema.
Lo que había sucedido entre YoonGi, un simple humano que había logrado encontrar a otro omega perdido de la manada, había sido algo completamente asombroso, así como su vínculo.
NamJoon podía no tener una pantera en su interior, pero su ferocidad amenazaba con destruir todo a su paso sí alguien osaba querer lastimar a su familia. Pobre de quien amenazara a los seres queridos de RM y realmente creyera que podía salir vivo de tal situación.
Y sí, el misterio de como un simple humano había logrado dejar en estado a un omega cambia formas, eso realmente era tanto un misterio como una bendición de la diosa luna para muchos, pero para SeokJin se trataba de la misma terquedad del Kim de no dejar este mundo sin pequeños demonios con pésimo carácter que destrozaran todo a su paso, así como el.
Negó ante sus pensamientos. SeokJin como beta de la manada, tenía el deber de cuidar a los menores de la comunidad en épocas de apareamiento.
Jin debía reconocer que se había ganado la lotería con sus sobrinos, porque los retoños de la familia Jung-Kim solían terminar por hacer llorar a los niñeros que eran enviados a su cuidado.
Solamente Wang había logrado soportarlos, pero ¡Sólo porque ese soldado se ponía a hacer travesuras junto a ellos!
—Pues... A mi no me importa ser alfa u omega, ¡Yo quiero ser alguien que pueda estar con SoYoonie- noona! —JooHa se sonrojó al decir esto por lo bajo. No era novedad que el menor de los Kim estaba enamorado de la hija mayor del matrimonio Kim – Jung. A SeokJin le parecía que su sobrino era de lo más tierno con esa declaración. A diferencia del padre "no alfa" de la joven quien le tenía entre ceja y ceja.
NamJoon innumerables veces solía responderle, sin importar su parentesco, no dejaría que se llevara lo que era suyo.
La realidad era que lo que menos quería SeokJin era estar en los pantalones de su sobrino, ni de cualquiera que pretendiera a la cachorra de esa familia.
—Bien, bien— Asintió a sus palabras — Sí se comportan podemos hacer una video llamada con Jackson quién está a cargo de los retoños Kim, ¿Quieren? — Los tres niños comenzaron a vitorear por ello, haciendo que el beta pensara que sería una larga jornada.
Dentro de la morada del alfa líder y su familia, ambos padres observaban por la ventana como sus niños se iban con su mejor amigo, sintiéndose seguros de que los tres estarían en buenas manos.
—Bien— Comenzó el alfa— Mi querido omega, estamos oficialmente solos— susurró en su oreja mientras le tomaba de la cintura.
—Si— Asintió con suavidad, mientras dejaba que su aroma envolviera al mayor, dejando su cuello marcado al descubierto por el mayor— ¿Qué se supone que haremos ahora, a-alfa? — Preguntó con fingida inocencia, para luego gemir al sentir la lengua del contrario por su nívea piel expuesta.
—Oh— YoonGi fingió pensarlo durante unos instantes, para luego morder con suavidad el hombro descubierto del omega— Creo que tengo una muy buena idea de que podemos hacer con el tiempo libre, JiMinnie... — Ronroneó al sentir que el omega se restregaba contra su erección— Tal vez— Llevó una de sus manos hacía los abultados labios del Park, jugando con ellos, para luego introducir uno de sus falanges en el interior— Podemos recordar viejas épocas... —El joven de cabellos naranjas suspiró ante la intromisión, sintiendo como todo su cuerpo comenzaba a subir la temperatura— Como nuestro primer celo juntos— Esta vez fue el turno del omega de ronronear bajo sus suaves caricias— ¿Recuerdas los días que pasamos encerrados en esa habitación? — El alfa retiró sus dedos de la humedad de su boca, mientras cruzaba su mirada con la obnubilada el menor. Sonrió satisfecho al notar la presencia animal de su pareja, sincronizando con su propia pantera— El cómo tu cuerpo se desarmó bajo mi toque, — Pequeños choques de electricidad recorrieron al mejor, haciéndole suspirar— Cómo pedías que te hiciera mío— Otro gemido volvió a inundar el lugar— Cómo me anudé en ti— YoonGi saboreó sus palabras, recordando el sentimiento de perderse en el interior de su marido y la magia del enlace que había transformado toda su vida— Y cómo mi marca se formó aquí— El Min besó el rastro de su unión, con amor y pasión por igual.
—Oh— Fue lo único que logró articular, mientras la magia del roce de su compañero hacía estragos en su ser. Tragó grueso, tratando de ordenar la marea de sus pensamientos entremezclados con el ferviente deseo del contacto con el mayor — Sí te empeñas tanto en querer recordar el pasado— Park se acercó a su boca lo suficiente como para que el contrario pudiera apenas y rozarlos, para luego escapar de su agarre—Tal vez debería correr de tu lado como en esas épocas— Murmuró con deseo al notar como la mirada del Min se oscurecía.
—Tal vez deberías— mencionó tratado de reprimir sus instintos de cazarle, al menos lo suficiente como para hacer que JiMin rezara por ser atrapado
Ese hombre era la completa perdición para su cordura, era la personificación del pecado mismo, y su salvación por igual. Min YoonGi era el general de su destino, el líder de su corazón y el alfa de su universo.
—Intenta atraparme, alfa. — Le retó mientras comenzaba a quitarse sus prendas sin dejar de mirarle intensamente.
—Intenta alejarte de mi lado, Park—saboreó el aroma de la excitación del menor, para luego continuar —Me ofrezco voluntario para hacerte recordar cuanto nuestros cuerpos ansían fundirse en uno solo todas las veces que hagan falta, mi omega.
FIN
UFFFF.
¿POR DÓNDE COMENZAR?
Primero que gracias por estar del otro lado acompañándome siempre con cada actualización de esta historia.
Desde un comienzo dije que sería una historia súper corta. De hecho, iba a hacerlo un OS y las cosas se me terminaron yendo un poco de las manos pero realmente quedé muy conforme con esto ❤️
Sé que quedaron muchas preguntas dando vueltas 🌚
Y sí, he pensado en la posibilidad de hacer una trilogia que explique el nacimiento del TaeKook y la historia del NamHope 👁️👄👁️ ¿Ustedes que dicen?
¿Qué otras preguntas tienen? Voy a tratar de ir respondiendolas a todas ❤️
Nuevamente muchas gracias por acompañarme, sin ustedes, esta pasión del escribir estaría incompleta ❤️
Gracias a KissArmyW
A Bada_UrixBts y a RosseSchaafer
Por siempre estar del otro lado con sus consejos y amenazas (cof cof MARILUUUU) pero por sobre todo, con su infinito amor ❤️
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