Capítulo 34: Pedacito de cielo II
Maratón dedicado a:
sevenzerosevenv <3
Un salón de paredes blancas y adornadas con muebles de cedro rojo, una chimenea de fondo y cortinas naranjas; sofás rectangulares que rezaban "Conforama" en su etiqueta.
—¿Quiénes son ellos?— El niño le extendió el gran álbum a su mayordomo.
—No lo sé amo, debería preguntarle a su madre.
SeHun bajo el viejo encuadernado para ver de nuevo la foto... dos adultos y dos niños... Era tan curioso como su familia guardaba varios registros de sus antepasados.
Volvió la vista hacia los libros desperdigados por el suelo de la espléndida sala de estar.
Otro encuadernado viejo... tapa negra y dura... parecía un diario escrito en un idioma que no era el suyo. Seguramente otra reliquia de cuando su familia vivía en Europa.
—SeHun— Una mujer de pelo castaño claro apareció en la puerta.
—Mamá— El niño rápidamente abrió sus brazos corriendo para ser recibido por su bella madre.
—Cariño... pronto llegara tu tutor, no deberías estar aquí— Dijo mientras le arreglaba la ropa al rubio.
—Ese señor me aburre— Dijo mientras hacia un puchero.
—Vamos amor, tienes que esforzarte... no has estado rindiendo lo suficiente.
—No quiero...—Se cruzó de brazos y frunció el ceño.
Lottie, era una mujer muy suave, muy bella... y por sobre todo, amaba a su hijo. Tanto así que lo consentía en todo lo que pedía llegando al extremo de malcriarlo.
—Si apruebas el examen de suficiencia. Convenceré a papá para que te lleve a México en vacaciones.
Los ojos grises se abrieron llenos de emoción—¡Podre comer tacos!
—Solo si apruebas...— Lottie casi no fue escuchada.
—¿Escuchaste eso Jeffrey?...—El pequeño rubio ya había corrido hasta el joven recién contratado para cuidarlo—¡Ajua!
Así era la vida de SeHun, un niño rico que tenía lo que quería apenas le ponía ojos tristes a su madre... Se sabía amado y consentido, y la vida se le antojaba fácil y divertida.
No era malo... no era el tipo de niño que mandaba a comprar una granja de hormigas para llenarlas de agua o ponerles querosén y disfrutar como ardían... no, esos eran sus desagradables primos.
¿Amigos? ¿Quién los necesita cuando eres rico?
Los únicos que sufrían de la hiperactividad de SeHun eran los sirvientes de la casa; mucamas y empleados se esforzaban por cansarlo lo suficiente para que el pobre mayordomo de turno lograra dormirlo antes de que la hora acordada con el padre se excediera... Jeffrey estaba ya durando un tiempo record en el trabajo.
¿Familia? Su madre y padre le bastaban en su pequeño mundo... siempre orgulloso de su por demás preciosa madre; y su padre... un hombre recto que si bien no era "amoroso", le había creado una expectativa a su hijo de lo que sería su futuro. Un líder... así lo describía en su reducido e infantil vocabulario.
Solo había algo que nublaba el día soleado que era la vida del crio.
La familia de su madre...
Galata... o tia Gal... era la peor de todas...
Era el perfecto antónimo de Lottie, amargada, gruñona, seca... "Bruja"
Como odiaba que la prima de su madre se apareciera en su hogar. Esa señora inundaba la casa con su hedor a cigarro y una mala vibra de víbora. Era clara su envidia por la suerte que había tenido su "querida" prima para enamorar al que fue en su época, el soltero más deseado de su universidad.
El único recuerdo "agradable" de esa mujer, fue cuando esta le dio una pequeña cajita plateada para que lo dejara en paz. Aun no terminaba de entender para que servía pero algún día lo averiguaría.
SeHun literalmente vivía en un cuento de hadas con todo y villana... pero jamás imagino que "el mal" llegaría en forma de un desperfecto...
Uno pequeñito, casi imperceptible...
Tenía apenas seis años cuando el avión que traía a su madre de regreso, sufrió una falla causando que cayera en la mitad del océano.
No hubo sobrevivientes.
—Debiste pensarlo antes de meterte en problemas jovencito— La voz de la adulta se escuchaba resonar en todo la sala de la casa.
—No es mi culpa que la chica se pusiera a gritar por algo tan pequeño.
—¡La lanzaste a la piscina siendo que no sabía nadar!—Reclamo.
—Era... era solo un experimento...—El chico de apenas 9 años intentaba aminorar su falta— pensé que con la adrenalina corriendo por su sistema...
—¡Pues pensaste mal!...—Interrumpió. La mujer se llevó una mano a la sien y trato de relajarse—. Cariño...—Intento—...lo que hiciste estuvo muy mal. Ya hablamos de esto— se inclinó hasta su altura—. Puedes experimentar todo lo que quieras mientras no lastimes a nadie...—Retomo la compostura seria—. Espero que las vacaciones con tu abuela te enseñen la gravedad de tus actos.
"No, no quiero" El muchacho se sentía frustrado y enfadado, con la vista en el suelo se fue hacia las escaleras ignorando los llamados de su madre para finalmente azotar la puerta.
Jay siempre había tenido curiosidad por el mundo, desde pequeño siempre mostro gran interés por ver cómo funcionaban las cosas... pero aquel interés hubiera sido por demás sano si no fuera porque solía excederse con sus "pruebas".
Con gran pena, su madre contaba con sus manos las veces en las que el niño había hecho de las suyas; cuando obtuvo su primera mascota, no pasaron más de dos meses antes de que este casi le dislocara el hocico para ver mejor el interior del animalito, en otra ocasión había raptado el ave del vecino para ver qué tan resistentes eran sus plumas cosa que habría sabido si no fuera por que descubrieron a tiempo al petirrojo dentro del congelador; en su escuela había convencido a uno de sus compañeros para tomar las pastillas que encontró en un cajón de su casa para medir sus efectos, gracias a este tipo de cosas se cambió de colegio más de una vez.
Recién trasladados a una nueva ciudad, la madre de Jay esperaba que su hijo empezara a medirse; era muy inteligente... no podía quejarse de eso, pero su "empatía humana" parecía cada vez más y más nula. Este había sido el colmo... tirar a una chica durante el campamento de su escuela, arriesgando la vida de la muchacha.
Francamente ya no sabía que hacer...
"Si tan solo estuvieras aquí" Ese alguien era su amado esposo que había muerto poco después de que su hijo naciera, un experimento en el laboratorio salió mal y él se había quedado para evitar que el gas se esparciera, era un héroe.
Su hijo había crecido escuchando de su abuelo que tan bien se llevaban él y su padre, le parecía casi utópico que yerno y suegro hubieran tenido una relación como la que contaba el anciano... Jay no averiguaría la razón de tal hasta dentro de muchos años después.
Tenía que ser drástica, sino su hijo terminaría siendo un psicópata inadaptado... entonces se le ocurrió la idea más tradicionalista y "fascinante" para ella. Hacía poco que su padre descansaba en paz y su madre, una señora recta y estricta, podría darle un golpe de moral a su criatura.
Los primeros días en casa de su abuela fueron un martirio para Jay, siendo que por castigo no podía comunicarse bajo ningún medio... no teléfono, no computadora, no internet... para colmo, los monólogos moralistas de la anciana sobre el problema que lo trajo a ese lugar no eran de su agrado.
No fue hasta el séptimo día que, cuando limpiaba el ático, encontró entre cajas viejas un baúl... cubierto de polvo y algunas telarañas su curiosidad (como siempre) pudo más que la advertencia "no toques nada, solo limpia" que su abuela gritaba cada que hacia demasiado ruido.
El candado estaba tan viejo que solo basto un golpe y una llamada de atención desde abajo para romperlo. Dentro había una capa de mantas viejas que protegían de las polillas a un par de cajas más pequeñas, estas eran de metal cuya pintura blanca estaba descascarada por el tiempo, intento abrirlas pero solo había una que no contenía seguro.
Un maltratado cuaderno forrado con cuero café de tamaño medio, en la primera página un nombre ininteligible...
Detrás, hojas amarillentas llenas de notas... observaciones, párrafos enteros de informes. Y en una página... una lista de nombres señalados con flechas unos con otros.
¿Qué era esto? ¿Y por qué estaba ahí?
Jay decidió quedarse con el cuaderno para leerlo más a fondo cuando volviera a casa.
Maratón 1/7
Díganle gracias a Rory por hacer que "Change" regresará a Wattpad después de siglos desaparecido aAaAh.
Si no hubiera sido por ella esté maratón no se iba a hacer JABSKNA, "Change" es un fic de FNAFHS como este lo es, que fue muy popular en su época, si no lo creen miren ese millón de lecturas ksnskks.
(También es la que "escribió" Alphabet Boy otro fic de FNAFHS, que ya adapte al Jimsu también jsnsj)
En fin muchas gracias Rory por traer de nuevo "Change" se le quiere y se le besa muak.
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