Capítulo 8.

Iban en la camioneta todos en familia, Atsuke y Ryunushi iban emocionados, Akira iba de brazos cruzados – quería seguir jugando con Osuya – se quejó.

- Oh querido, podrás jugar con Osuya después – decía Atsushi – es un viaje familiar

- Jamás hacemos eso – se quejó Akira – quiero mis videojuegos

- Akira, solo inténtalo, te vas a divertir

- Como digas ma

Akira estaba molesto, no estaba acostumbrado a nada de eso menos a ver a su papá, pudo notar a su querida "ama" acercarle al mayor un poco de fruta, sandia para ser precisos, Atsushi también pelaba unas mandarinas, se lo había acercado a él y a su hermano Atsuke, para Ryunushi, tenía fruta seca como la de su padre. – ma – le llamo Akira comiendo sus pedacillos de mandarina

- Dime cielo

- ¿tú y papá ahora son novios? – pregunto haciendo a su joven "ama" dar un pequeño respingo ruborizado

- Cielo, tu papá y yo estamos casados, ser novios paso hace mucho

- ¿Cuándo fueron novios? – pregunto Atsuke emocionado

- He... bien, hace como unos 9 años, creo – menciono

- Hace muchísimo – menciono Ryunushi – ama y papá son viejos

Aquello dio a Atsushi directo a su corazón, Ryunosuke sonrió de mirarlo y miro a sus hijos por el espejo retrovisor – niños, no le digan a su madre que tiene más edad, harán que se asuste.

- ¿Por qué se asustaría? – pregunto Atsuke

- La edad da miedo – respondió Ryunosuke.

- Tranquilo má – dijo Akira – yo cuidaré siempre de ti

- Temo de eso – murmuro Atsushi.

Atsushi puso música para los más pequeños, y le dio una Tablet a Akira, ya con eso estaban contentos, Ryunosuke lo miro y le sonrió, Atsushi volvió a verlo - ¿Qué?

- Sabes cómo resolverlo todo ¿hay algo que no puedas hacer?

Atsushi se sonrojo y comenzó a reír – no lo sé, pero intento lo mejor

- Y lo eres, - suspiro alegre – me gustas tanto

Atsushi había estado tan sonrojado que por accidente sus feromonas salieron, los pequeños disfrutaron de ello – ama, tu olor de nuevo se salió – se quejó Akira

- Disculpa cielo

Era cierto que Atsushi usaba sus feromonas en sus hijos, pero Akira siempre estaba renuente a esto, decía que no quería a su mamá de esa forma y que gustaba del olor sin que fuese obligado. Atsushi jamás se lo diría a Akira, no como se llevaban en ese instante, pero era idéntico a su padre.

Llegaron a la playa, Ryunosuke estaciono en la cabaña, Atsushi se puso sus lentes de sol y salió, después les abrió a los niños – no se separen amores

- Si ma

Los niños iban a los lados de Atsushi, Ryunosuke podía notar la protección a mamá. – abriré la puerta, Akira, hazme el favor de sacar la hielera

Akira fue a la camioneta sacándola la hielera, el mayor había abierto y el menor había dejado la hielera en la entrada, Atsushi miraba alrededor con sus pequeños mientras Ryunosuke metía las maletas. – esto me gusta – dijo Akira

- Tenemos alberca privada, y la playa también, es asombroso – dijo Atsuke

- Prefiero el chapoteadero – dijo Ryunushi

- Tranquilo cariño – dijo Atsushi besando su cabeza blanca – también traigo flotadores

- Gracias mami.

Acomodaron todo, para suerte de Akira, los gemelos tenían una recamará para ellos y él tenía una propia.

Atsushi por su parte, acomodaba sus cremas en el tocador de la recamara principal, y Ryunosuke lo ayudaba – oye, pensé que quizá podías ir con un dermatólogo y así estar más tranquilo con todo eso de la vejez

- Oh no, ya voy a uno

- ¿en serio?

- Sip, tranquilo, solo es bloqueador de cuerpo y cara, crema de día, de noche, bloqueador en spray y los tónicos los deje en casa, de todos modos, mi piel estará expuesta; también traje el de los niños y algunos extras, tengo para ti también

- Me preocupa un poco...

- No es nada malo Ryu, ni tampoco es obsesivo, sé que parecen mucho pero realmente es poco – le sonrió - ¿no te gustaría ir conmigo a la próxima cita? Podrían darte unas también

- De acuerdo, me gustaría cuidarme para que no digan que estas con un suggar daddy

- Uuy, eso suena muy bien, podría llamarte papi

- Ya de por si los niños te dicen "ama"

Ambos estaban riendo, el azabache había acercado su rostro, al contrario, sonrieron ligeramente besándose delicadamente. Akira pudo verlos, entro de golpe - ¡papá! – grito haciendo a ambos saltar por el susto

- ¿Qué ocurre Akira?

- No puedes tocar a mamá

- ¿Por qué no podría? Es mi esposo

- Porque lo digo yo – se quejó el azabache menor.

- Yo lo arreglo – dijo Atsushi – vamos Akira, hay que ponernos trajes de baño

- Si ma

Atsushi se fue con Akira, Ryunosuke siguió arreglando todo. En la habitación del menor, Atsushi ayudaba a su pequeño con sus cosas – mami, yo puedo hacerlo

- Quiero ayudar a mi bebé

- Mami, ya soy un niño, no bebé. mis hermanos son bebés, ellos necesitan más de ti, tu recárgate en mi

Atsushi le sonrió - ¿Qué ocurre Akira? ¿Por qué no quieres que mi acerque a tu padre?

- Yo escuche

- ¿sí? ¿Qué escuchaste cielo?

- Que papá no te quiere, y que por eso tu nos cuidabas tanto

- Ay...

- Tiene sentido porque papá jamás está, pero tienes que estar con él porque eres su omega, yo sé esas cosas. A mí ya me enseñaron.

- Oh, cariño... No, quiero decir, si, papá y yo tuvimos diferencias, pero somos un feliz matrimonio, te tenemos a ti, contigo empezó nuestro amor.

- No sé, mami, yo te he oído llorar como cuando te llevas ese vaso largo y gordo al cuarto del fondo y te pones a escuchar música con papeles encima y a veces lloras

Atsushi suspiro, creía que era cuidadoso con sus hijos, pero parecía que su hijo era más astuto. – danos una oportunidad

- No, no quiero que mami este triste

- Aay amor, gracias por cuidar de mi

- Yo siempre te cuidaré mami, te amo

- Y yo a ti Akira...


Un rato después, Atsushi se acercó a su esposo - ¿Qué paso?

- Parece que Akira desconfía de ti

- ¿Por qué?

- Digamos que pensé que era cuidadoso, pero al parecer Akira noto mi tristeza en estos años

- ¿me odia?

- No lo sé, pero no quiere que me acerque a ti o me dañes

- Es entendible ¿y si hablo con él?

- No está acostumbrado a ti, ¿Qué tal si ocupamos este fin de semana para que te acerques a ellos? Empieza por Atsuke y Ryunushi, nada de diálogos empresariales, deja que fluya

- De acuerdo. Lograré la aprobación de mis hijos

Atsushi sonrió – les prepararé un aperitivo.

Los niños jugaban en la alberca, Ryunushi estaba en el chapoteadero, Ryunosuke se acercó a ellos – niños ¿Por qué no juegan conmigo? – pregunto amable.

Atsuke lo miro, pero Akira le puso mala cara, - No papá, Atsuke y yo jugamos bien sin ti, Ryunushi le gusta estar solo. Déjanos solos. – dijo firme

- Oye Akira tampoco es para tanto – menciono – se algunos trucos

- Yo quiero ver tus trucos papi – dijo Atsuke

- No, no queremos.

Akira se llevó a Atsuke. Esto hizo a Ryunosuke mirar a Ryunushi quien también lo miraba, se sentó a su lado moviendo sus pies en el agua - ¿Por qué no juegas con tus hermanos mayores?

- Ellos son muy transparentes, yo soy tímido papá... no me gusta la gente

- Te entiendo, a veces es frustrante

- ¿verdad que sí?

- ¿sabes que es frustrante?

- No, pero suena triste.

- ¿Por qué estás triste amor?

- Es que no es fácil hacer amigos

Ryunosuke le sonrió – dímelo a mí, no tengo ninguno

- ¿en verdad?

- No, no tengo. Tu papi es el único que me quiere

- Papá, yo también te quiero

- ¿en serio?

- Si, mucho.

- Gracias...

- Papá

- ¿sí?

- Yo podría ser tu primer amigo

- ¿en serio?

- Si, claro papá

- De acuerdo. Entonces, ¿quieres nadar?

- N-no se nadar

- ¿y si te enseño?

- ¿pue-puedes hacer eso?

- Si, por supuesto.

- S-si quiero

- Hagámoslo entonces.

Akutagawa se sentó en el chapoteadero, apenas y cubría sus piernas, y comenzó a explicarle a Ryunushi. Atsuke se asomó desde la puerta corrediza, también quería ir. Akira estaba secándose y buscando algo en la televisión.

Atsuke le huyo y fue con su papá y hermano – papá ¿puedo jugar?

- No jugamos, papá me enseña a nadar

- Yo también quiero aprender – dijo Atsuke

- De acuerdo, de acuerdo, hagámoslo los tres

- ¡si!

Atsushi miro alegre a sus pequeños jugar con su padre, aunque Akira estaba molesto, decidió acercarse – amor, ¿Qué ocurre? ¿no quieres ir con papá a jugar?

- Yo aprendí a nadar contigo ma, no necesito a papá – dijo molesto, Atsushi suspiro y miro con él la televisión


Un rato después

Akutagawa entro con ambos niños en sus brazos y envueltos – se durmieron.

- Los llevaré a secar – dijo Atsushi levantándose – ponte tu toalla y toma un baño

- Si, claro

- Akira, ayuda a papá con el baño – pidió

- ¿Yo por qué? – se quejó, pero Atsushi solo le dio una mirada

Akira conocía esa mirada, aquella que decía "hazlo". Mamá sabia cuando poner esa mirada, así que el menor de cabello azabache suspiro – vamos papá, buscare tus cosas

- Gracias

Ryunosuke y Akira fueron al baño de la habitación principal, Akira puso el agua caliente mientras el azabache buscaba ropa para cambiarse. – después de esto ¿quieres que tú y tus hermanos vayamos al campo de golf?

- Pa, mis hermanos van a quedarse super dormidos después de nadar, ma hará la cena y tú te quedarás en la Tablet trabajando, yo solo vere caricaturas

- Akira, sé que no he estado en un tiempo, pero estoy intentándolo

- Qué bueno, hazlo por mis hermanos, mi mami ya me dio lo que necesite de bebé, ahora yo tengo que protegerlo del mal, eso hacen los héroes. Ya está tu baño, báñate, déjame y no dañes a mamá

Akira salió del baño y Ryunosuke suspiro, tenía un gran hijo, pero algo cruel de verdad.

Akira llego al cuarto donde Atsushi arropaba a sus hermanos – ma, mis hermanos

- Se quedaron super dormidos, dime cariño ¿hamburguesa o pizza?

- ¿pizza de qué?

- Tu favorita claro, Savoy

- ¡Si!

Akira bajo al primer piso alegre, tomo el celular de Atsushi y volvió a subir topándose con su papá en el pasillo – ma, ya te traje el celular

- Gracias, amor – menciono tomándolo

Había terminado con los mellizos, Akutagawa se acercó - ¿se quedaron dormidos?

- Si, reaccionan hasta mañana – respondió Atsushi mientras marcaba

- Mami, mami, pídeme extra, mañana para mis hermanos, yo quiero

- Tranquilo Akira, o – le sonrió el mayor – querido ¿Qué pizza quieres?

- Ah... no lo sé, eem, ¿y si vamos por ella?

- Papá no seas bobo, los mellizos no se pueden quedar solos

- Akira, no seas grosero. Vamos todos abajo ¿sí? No quiero que Atsuke y Ryunushi despierten

- Si – respondieron ambos azabaches.

Entonces, la pelea por la pizza comenzó.

Akira se había puesto altanero y Ryunosuke peleaba con él, aunque no quería pasarse, Atsushi había decidido no meterse así que estaba detrás del mueble escuchándolos.

Después de unos minutos Atsushi se cansó - ¡aay ya Cállense los dos! – grito molesto – son tal padre y tal hijo, igual de enojones por favor, ya pedí la pizza que yo quería para que yo la coma, si quieren pizza vayan ustedes por ella

- Pero mamaaaa

- Ya escuchaste a tu madre, vamos por la pizza

- No quiero salir contigo

- Entonces quédate aquí y ve a tu madre comer pizza

Los ojos de Akira se humedecieron, trago saliva y se paró, - va-vamos

Ambos salieron y Atsushi suspiro – espero que les vaya bien en auto, - sonrió – su primera salida... como no están, pondré vino – dijo alegre para el mismo.

Iba conduciendo con su hijo atrás – Akira, ¿Qué pizza vas a querer?

- Mami sabe que me gusta Savoy

- Amor, estoy intentando integrarme en la familia, sé que no he sido un padre para ti los últimos 7 años

- ¿padre? ¿sabes que has sido? Un presionador, los abuelos siempre dicen que tu estabas siempre solo y lograste mucho, pero yo no logro ni los toques que tú en el violín, me regañan mucho y

- ¿tus abuelos? ¿vez a tus abuelos?

- Mamá nos lleva a verlos de vez en cuando y siempre están en mis recitales – se quejó – el abuelo era el que quería el violín

- No tienes que hacerlo Akira

- Pero los abuelos

- ¿eso lo sabe tu mamá?

- Los abuelos... hablan feo con mamá, no le digo a mamá, pero mamá siempre baja la cabeza con los abuelos...

Ryunosuke suspiro, se estaciono y volteo a ver a su hijo – no temas más Akira, yo protegeré a tu mami y a ti, y tú puedes proteger a tus hermanos

- Pero mami... mami suele tomar vino cuando esta triste, no me gusta ver a mami triste

- Déjamelo a mi

- Pero ¿y si te vas de nuevo?

- Por eso estoy ahora, para no irme.

Akira apretó sus pequeñas manos, estiro la derecha y subió su dedo meñique – ¿lo prometes?

- Lo prometo

- Entonces toma mi dedito

El azabache lo hizo y Akira comenzó a reír – con tu meñique también

- Oh, claro

- Ahora, si no lo haces, morirás

- Lo comprendo, es palabra de hombre

- Si, es promesa de hombre.

Ambos se sonrieron, llegaron a la pizzería donde aprovecharon y como Akira no había pasado tiempo con su papá, decidieron comer allí mismo, platicaron, Akira por fin le dijo a su papá que él quería tocar la batería y la guitarra, le gustaba mucho las bandas de rock y las novelas coreanas. Le contó también que le gustaba el agua de fresa, y que a veces le robaba a su mamá café. Se divertía de jugar videojuegos y odiaba cuando Atsuke se ponía pesado.

Pequeñas cosas que hicieron grande a Ryunosuke por que su hijo se las contaba en aquella cena para dos.


Al regresar a la casa, Atsushi se había quedado dormido sobre el mueble, la pizza abierta y la botella de vino también, Akira tenía sus ojos húmedos y miro a su padre, este acaricio su cabeza – levanta la pizza, llevaré a tu madre

- Pe-pero mamá...

- Anda, ayúdame

- Si...

Akira se acercó levantando la caja de pizza, la llevo a la cocina, Ryunosuke tomo la copa y el vino, los dejo igual a la cocina, después se acercó tomando a Atsushi en sus brazos, Akira iba guiándolo y abrió la puerta de la habitación, el azabache lo acomodo en la cama – hay que limpiarlo – menciono

Akira corrió al baño por toallas húmedas y las trajo, el azabache limpio su rostro mientras Akira limpio los dedos de su mamá – mami tiene unos deditos tan bonitos

- ¿verdad que sí?

- ¿Cómo mami es tan bonito?

- No lo sé, pero esperemos que un día lo sepamos

- Sipis

Acomodaron a Atsushi y el mayor miro al menor - ¿te llevo a dormir?

- Se hazlo solo, pero... si, ¿me acompañas?

- Claro.

Ryunosuke termino sentado en el baño escuchando las historias de Akira, después lo ayudo a lavarse los dientes, termino por acostarse y el azabache por contarle una historia, algo mala, por cierto, pero igual buena para dormir al niño.

Ryunosuke se sentía lleno por dentro, fue a su habitación en realidad, quería contarle todo a su esposo, pero seguía dormido, suspiro mirándolo – y ahora ¿Por qué tomaste vino? – se preguntó y suspiro - ¿hice algo mal? Solo, lo sabre por la mañana...

Fue a tomar un baño y a ponerse pijama, se acostó al lado del menor y esperaba el mañana, un gran mañana. 


...

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top