Capítulo 6.
Este capítulo tiene dramita.
...
Akutagawa llevo a los niños a la escuela, pues si, había admitido que la camioneta estaba bien y había tenido que ir por ella a primera hora. Atsushi aprovecho para arreglar su rostro y alistar a sus hijos para la escuela. Naomi hizo el desayuno para los más pequeños – Naomi, hare el desayuno de Ryunosuke hoy
- Qué bueno que estén intentándolo Atsushi
- Si es un poco, mmm... ya sabes, me siento 50, 50
- ¿Por qué?
- Miedo a que de repente esto pare
- No pasará, tranquilo. El señor en verdad está interesado en ti
Atsushi se ruborizo – ya Naomi.
- Bien, entonces ¿Qué hago?
- Ve al mercado por mi ¿sí?
- ¿ustedes?
- Después de desayunar iremos al gimnasio
- Perfecto. Me gusta ese plan.
Naomi tomo la lista de compras, un bolso y salió con Jun. Atsushi mientras preparaba el desayuno en lo que el azabache llego – ya regresé
- Bienvenido Ryu. – sonrió Atsushi
Akutagawa se sonrojo por completo – sí, esto si es lindo...
- Si, bien. Ve a lavar tus manos y vuelve, serviré todo y
Ryunosuke se acercó al lavamanos de la cocina, lavo sus manos y seco – oye hazlo en un lugar adecuado – se quejó, pero se acercó besando la mejilla de Atsushi y poniéndolo totalmente rojo
- Pondré la mesa para dos
- S-si
- ¿Qué hiciste?
- Huevos benedictinos
- Woow Atsushi, esto es
- Bueno, quería esforzarme un poquito, no será siempre
- Lo sé ¿nos sentamos?
- Termino con el ultimo, pon la mesa como dijiste
- Claro que sí.
El azabache acomodo todo, Atsushi sirvió y se sentaron juntos, desayunaron muy bien, casi no hablaron más que para saber que el desayuno estaba bueno. Atsushi levanto todo, pero Akutagawa lavo todo mientras Atsushi iba por sus cosas para el gimnasio, ahora fue Akutagawa quien preparo la proteína para ambos.
Atsushi bajo sonriente – amor, vámonos
El azabache se sonrojo – sí, claro.
Fueron al auto, esta vez el del azabache, fueron al gimnasio, por algún sentido, Atsushi se sentía bastante dominante al tener a su esposo al lado. – hoy tengo ganas de hacer pesas, ¿Qué harás?
- iré a la clase de aerobics, los omegas me la recomendaron el otro día
- Está bien, apenas comienzas a ejercitarte, será bueno para tus pulmones y corazón
- Si, así será.
En el gimnasio, Atsushi se sentía bastante bien. Fue con Chuuya quien lo saludo alegra al igual que Dazai – Atsushi-kun, has estado ocupado últimamente ¿eh?
- Mi esposo quiere pues ser mi esposo – menciono – estoy emocionado y excitado, me siento poderoso, así que quiero cargar unas libras de más
- Ese es mi chico – sonrió Chuuya
- No se pasen, háganlo con cuidado – menciono Dazai – yo iré a zumba
- ¿seguro?
- Si, a zumbarme unos tacos, nos vemos
- Aaay ese tragón holgazán – se quejó Chuuya mientras Dazai se iba
- Ya sabes cómo es
- Basta del fodongo de mi esposo, háblame del tuyo
- Pues llego el otro día a decirme que quería que nos enamoremos
Mientras tanto, Dazai fue a buscar a Akutagawa lo encontró escapando de pilates - ¿mucho?
- Esas señoras y omegas son tremendos – se quejó. Dazai comenzó a reír
- Subamos un rato a las caminadoras y después vamos por nuestros esposos
- De acuerdo.
Fueron a las caminadoras donde comenzaron a hablar – entonces, cuéntame todo
- Realmente debería agradecerle, había notado a mi esposo tan ocupado, pero jamás note que tenía pequeños detalles a mi imagen, a mis negocios, a los niños, a sus cuidados. Todo solo lo daba por hecho, y luego usted llego a decirme que era un tonto, - suspiro profundo – solo me di cuenta lo tonto que he sido dejando de lado a mi esposo, estoy casado con alguien muy bueno, y debo hacer las cosas correctas por el momento, quiero enamorarlo, enamorarme profundamente y que el futuro llegue sonriente
- Ahora hablas como un hombre, me alegra, lamento haber sido algo duro
- Fue bueno, me gusta su visión
- Y a mi tu sentido – extendió su mano – hagamos negocios
Akutagawa sonrió – será un placer.
Más tarde fueron por sus esposos, Atsushi y Chuuya llevaban cinturones por el peso que llevaban, estaban sudados tomando agua y Chuuya les sonrió – hey, los alfas han llegado
- Vaya, Chuuya, ¿tú puedes dejar de verte sexy en algún momento?
- Deberías verlo justo cuando levanta la pesa, se pone totalmente rojo – hablo Atsushi burlón
- Atsushi, tuu
Dazai se carcajeaba mientras Chuuya bufaba molesto, Akutagawa se acercó a Atsushi y este lo miro – ah, perdón – dijo – me secaré y – Akutagawa tomo su muñeca y beso su mejilla sonrojándolo totalmente.
- Te vez lindo así de sudado
- Oh... my fucking... God – dijo Chuuya
Atsushi casi se desmaya tras ello, - va-vamos a las duchas – pidió Atsushi quitándose su cinturón haciendo a Chuuya reír
En las regaderas, Chuuya le sonrió a Atsushi – oye
- ¿sí?
- Tu esposo sí que es lindo
- Ya, me sorprende con besos, eso... e-eso es lindo
- Bastante, ¿Qué harás?
- Ryu me llevará a la cafetería y pasará por mí al medio día para almorzar juntos, después me iré a la sucursal
- Tengo que hacer unos documentos, iré a la sucursal más tarde entonces
- Perfecto
- ¿cenamos los cuatro?
- Oh, no, es jueves, Ryu y yo llevaremos a los niños de paseo
- De acuerdo entonces
- El sábado, ¿te parece?
- Le diré a Osamu
- Perfecto
Más tarde, todos limpios, se despidieron en el estacionamiento, Atsushi disfrutaba de su proteína y le acercaba al mayor la suya mientras conducía para que bebiese - ¿te parece que cenemos con ellos el sábado?
- Claro, no tengo inconveniente es nuestra noche de citas con negocios y amigos ¿no?
- Sip. Uh, espera, detente allí – menciono señalando un aparcamiento
- ¿Qué pasa? ¿Qué necesitas?
- No tardo ¿sí? Espera
- Ok
Atsushi salió del auto con su billetera y su proteína. Akutagawa mientras esperaba bebía la suya – esto si te llena después de ejercitarse – se dijo a sí mismo.
Atsushi apareció sonriente ocultando algo - ¿Qué llevas allí pequeña bolita de algodón? – Atsushi comenzó a reír. Saco un pequeño ramo de flores, 3 para ser exactos - ¿flo-flores?
- Para mi esposito, claro
El azabache se sonrojo – bien, va-vamos a la cafetería
- No te pongas nervioso
- No lo estoy
- Estás todo rojo
- Ya, déjame – pidió apenado
Atsushi no paraba de reír, y sinceramente, el también.
Lo dejo en la cafetería y fue a su oficina por un par de documentos. En la recepción ya lo esperaban – señor
- Higuchi, buen día
- Tiene 4 juntas, y unos documentos, todo listo para que termine un poco antes del medio día
- Perfecto, ¿recados?
- Un paquete de servicio le dejo flores – menciono
Akutagawa volvió a ruborizarse - ¿de?
- Un tal "Nakajima"
- Perfecto, que las suban a mi oficina
- ¿seguro?
- Y si alguien llamado así envía algo más, que pase, son de mi esposo
- Claro señor.
Para el medio día, Akutagawa subió a su auto, llamo a Atsushi para avisarle que ya iba así que, Atsushi lo esperaba afuera con un café. El azabache se acercó y Atsushi lo miro sorprendido un momento - ¿Qué pasa?
- No, nada – le sonrió - ¿café?
- Gracias
Tomo su taza para llevar y abrió la puerta del auto para Atsushi pero este no se movió - ¿no entras?
- Oh, sí, claro
Atsushi subió al auto y pudo sentirlo más, miro alrededor hasta que el azabache subió - ¿pasa algo?
- No, nada, nada. ¿Dónde iremos a comer?
- Hay un jardín de comidas, creo que te gustará
- De acuerdo
Atsushi fue callado todo el camino, el azabache lo notó, pero creía ser normal, aun así, sentía cierta incomodidad por ello, hace unas horas el silencio se sentía diferentes. Probablemente era cansancio.
Llegaron a un hermoso restaurante que estaba totalmente en un jardín decorado de flores, tomaron una silla y ordenaron, Atsushi suspiraba en grande y el azabache por fin lo noto - ¿Qué ocurre?
- No es nada, apresurémonos, debemos ir por mi camioneta y por los niños
- Si, claro.
Al terminar de comer, volvieron a casa, aunque Akutagawa notó que Atsushi dejo la puerta de su auto abierto un rato antes de entrar, usaba el celular, definitivamente algo pasaba. Llegaron a su hogar donde rápidamente fue por las llaves de su camioneta – gracias Jun
- Naomi, la cena de los niños
- Fruta, la tengo y verduras – dijo Naomi
- Iré por ellos, de allí me voy a la sucursal
- Oye, te iba a llevar yo – dijo el azabache
- Está bien, solo voy por los niños
Atsushi prácticamente huyo - ¿Qué le pasa? – se quejó el azabache
- Señor ¿todo bien?
- No lo sé, bueno, tengo una junta en línea, por favor avísame cuando vuelva
- Si, claro señor.
Atsushi fue por sus hijos y regreso con ellos a casa rápidamente. Los niños habían ido a buscar a su padre para saludarlo. – Naomi, me voy a la sucursal
- Claro el señor dijo que le avisara
- No, no le digas nada
- Pero Atsushi pensé que
- Si, yo también – menciono – otra vez olía a esa feromona
- ¿en serio? – pregunto desilusionada
- Solo un día va a la oficina después de una semana – menciono triste – y listo, otra vez esta con alguien más. No puedo soportar esto, no ahora, me sentía muy ilusionado... - sus lágrimas se acumularon – me voy a trabajar, te pido hacerte cargo, dales de cenar y... y... bueno, ya sabes... Gracias
- Si, claro
Atsushi salió de su casa en su camioneta justo cuando Akutagawa llegaba a la cochera - ¿Por qué no me espero? – cuestionó Akutagawa – solo vi a los niños y vine
- Señor, hay cosas que no puedo arreglar, y mucho menos cambiar – menciono – hare la merienda ¿quiere algo en especial?
- Higo
- De acuerdo.
Atsushi llego a su sucursal, suspiro profundo – bien, a trabajar... - entro y sonrió a todos – hola, chicas
Con el día más largo que pudo imaginar con todo y charlando con Chuuya, metió todo a su camioneta para ir a su casa. Reviso su celular, tenía varios mensajes de Akutagawa sin revisar, suspiro profundo. – No, ya me cansé de esto. Le pondré fin de una vez
Condujo hasta su casa, bajo del auto y miro a los chicos – Naomi, Jun ¿y Ryunosuke? – pregunto molesto
- En el despacho – respondieron confundidos
- Llévense a los niños, no hagan ruido que mi esposo no escuche nada.
- Pero señor
- Vamos Jun, Apúrate. Vamos al parque cercano
- O-ok
Jun y Naomi subieron por los niños rápidamente, Atsushi entro a su habitación, fue a buscar una maleta. Jun se escapó rápidamente al despacho antes de salir de la casa – señor
- ¿sí?
- Su esposo llego y no muy contento, debería ir
- Si, gracias
Jun alcanzo a Naomi quien le miro mal - ¿Qué?
- No te metas, si Atsushi nos pidió no hacer ruido es por algo, es grave
- Pero, aun así
Sacaron a los niños de la casa, Akutagawa iba al segundo piso viendo la ropa volando del ropero – Atsushi - Atsushi lo vio y siguió - ¿Qué haces?
- Me voy, vuelvo a casa de Chuuya o un hotel.
- ¿Por qué? ¿Qué pasa?
Atsushi seguía sacando su ropa, el azabache se acercó tomando su muñeca - ¿Qué pasa?
- Suéltame
- No, dime que pasa.
- ¿Qué pasa? – pregunto molesto – ya me cansé, estoy harto y fue el colmo.
- Pero ¿Qué paso?
- Un día, solo un día, no, unas horas que regresas a la oficina y vas a ver a tu amante
- ¿Qué? ¿amante? ¿de qué hablas?
- No te hagas tonto Akutagawa, hace 6 años fue lo mismo, y cada día es así, apestabas a ese mismo olor, no se quien sea tu amante, pero no me interesa saberlo, ni estar contigo así. Es el colmo que quisieras engañarme para ser un matrimonio – Atsushi reacciono - ¿es por los negocios verdad? Si solo me necesitabas para eso pudiste decirlo. Pero no te permitiré que vuelvas a jugar con mis sentimientos. Me voy, me llevo a los niños
- Atsushi yo no tengo ningún amante, a mí me gusta tu olor a canela
- A otro perro con ese hueso – menciono metiendo todo a la maleta
- Atsushi – volvió a tomarlo – te prometo que no estuve con nadie, puedes ver las cámaras de mi oficina, la única persona que entra es mi asistente
- Ja, y ahora me dirás que tu asistente es rubia
- Si, lo es
- ¡POR FAVOR! – grito molesto – debí saberlo, era lógico, la asistente y el jefe
- Atsushi, Higuchi y yo jamás, ella es beta por eso trabaja conmigo
- A otro perro con – Akutagawa le tapó la boca
- Hablo en serio, yo solo he tenido ojos para ti todo este tiempo, y si quisiera serte infiel, mi oreja se pondría roja y lo sabes, no podemos ir con otro. Y de hacerlo, dolería ¿Qué no recuerdas lo que es nuestra unión?
- No quiero ni escucharte, apestas a otro omega. Me voy
- No, no te vas - exclamo tomándolo con fuerza
- Akutagawa – le llamo molesto
- Atsushi, escúchame de verdad. Baja tu enojo y escucha
El menor forcejeo un poco, pero Akutagawa lo tenía de las muñecas con ambas manos, jalo tanto sus brazos hasta que empezó a llorar y se dejó caer de rodillas – suéltame
- No hasta que te relajes
- Ya, sueltameee – se quejó aún más – tonto infiel, grosero y, y malvado
Atsushi se quedó quieto mientras lloraba, Akutagawa se arrodillo frente a él esperando a que procesará todo. Cuando Atsushi dejo de llorar y comenzó a sollozar, tomo su celular marco y puso la llamada en altavoz. - ¿Si Akutagawa-senpai? – contesto Higuchi, Atsushi miro el teléfono
- Higuchi ¿me repites mi trabajo de hoy?
- Tuvo las 4 juntas programadas, 3 con inversionistas y la otra con el personal para el rendimiento correcto de sus funciones empresariales, y revisión de documentos
- ¿Cuántas personas vi hoy?
- A los de la junta señor, ¿Por qué? ¿falto algo? ¿algún comprobante?
- No, ninguno. Otra cosa
- ¿si Akutagawa-senpai?
- ¿usas perfume o algo así?
- Oh, sí. Un perfume que me regalo mi pareja
- Ya veo, es bastante fuerte
- Una disculpa, lo usare menos en horario laboral. ¿algo más que necesite?
- La junta de mañana cancélala y agrega una reunión para el viernes, no quiero que me molesten en todo el fin de semana
- Perfecto señor. Estará agendado de inmediato
- Por ultimo
- ¿sí señor?
- Quiero que anotes dos direcciones, y quiero que se manden flores en ambas direcciones cada que yo lo diga, así que serán registradas.
- Claro señor ¿puede dictarlas?
- Es calle XX, pastelería Sun&Moon, la sucursal está en av. 5, calle XXX. Es la empresa de mi esposo
- Correcto señor, está todo anotado y con recordatorio especial
- Gracias Higuchi
- Que tenga una buena velada.
Akutagawa colgó, miro al albino. – ella ha estado conmigo hace 6 años, pero jamás imagine que pasará algo así, tu aislamiento ¿fue por eso?
Atsushi comenzó a llorar de nuevo, tapo su estómago – me duele, me duele mucho...
- Tranquilo...
Akutagawa lo cargo acostándolo en la cama, Atsushi no paraba de quejarse y es que si, había llorado hasta el dolor.
...
¡Gracias por leer!
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