Capítulo 4.

Llegaron al nuevo bar, con lo recién sucedido Atsushi no quería bajar, así que miro a su esposo – Ryunosuke ¿te gustaría acompañarme un rato? – pregunto amable.

- ¿es por lo de tu ex? No me molesta

- ¿Seguro? Fue descortés

- Fue un accidente, además, no me importa. No es como si alfas y omegas marcados puedan estar con otros, no tengo que preocuparme por nada, es tu vida aunque estemos casados

Atsushi se sorprendió en grande de ello, nuevamente Akutagawa lo vio, aquellos ojos entristecidos. – tienes razón, pediré un taxi cuando quiera irme ¿sí?

- ¿seguro?

- Si, si, mañana tú te encargarás de los niños, así que duerme, yo la pasaré bien un rato

- Ok, cuídate

- Si

Atsushi bajo del auto, suspiro profundo y fue a buscar a sus amigos.


Akutagawa había vuelto a su hogar, estaciono su auto, ahora que lo pienso no he mencionado nada del auto que conlleva toda la historia. El auto de Akutagawa era un Honda Civic, Type R color negro con detalles en color rojo.

Volviendo al azabache, este fue a ver a sus pequeños, seguían durmiendo, entonces fue a la cocina viendo las flores – señor Akutagawa – le llamo Naomi

- ¿sí?

- Mi hermano no mando, ni tampoco recibimos flores de este tipo, ¿acaso usted...?

- Si, mi esposo creyó que eran para ti

- ¿Puedo preguntar el contexto del por qué?

Akutagawa se sentó – no lo entiendo Naomi, quizá puedas ayudarme

- Lo escucho

- Siéntate por favor.

Naomi se sentó. Y le sonrió – lo escucho señor

- El otro día me di cuenta de que mi esposo hace muchas cosas, cuida de nuestros hijos tan dedicado, atiende su negocio, y sigue viendo por mí. Has estado con nosotros desde que nos casamos ¿recuerdas como hacía el antes las cosas? El solía cocinarme

- Lo recuerdo perfectamente, Atsushi aprendía a cocinar conmigo en las mañanas y tardes, logro hacer el desayuno que tanto le gustaba y su cena favorita también. Una vez le cocino pavo a la naranja y ni siquiera sintió el sabor del cítrico

- ¿es en serio?

- Si, el creía que así podría cuidar un poco de usted.

- Naomi, ¿tú sabes por qué él dejo de hacer esas cosas?

- Bueno, el tiempo nos dio la respuesta de muchas cosas señor

- ¿Cómo cuáles?

- Usted no está enamorado y mucho menos ama a Atsushi.

- Bueno, sí, pero ¿Qué tiene eso que ver?

Naomi suspiro – señor, verá. Atsushi se casó con usted con la esperanza de que ambos se enamorarán algún día, es por eso por lo que él desde el principio se esforzó por hacer una relación. Atsushi mostro su gran dedicación, cada día, el mes paso a otro, y después de dos años Atsushi quedo embarazado – menciono y suspiro en grande – estaba bastante feliz de tener a su primogénito, pero usted no dijo ni una palabra ni por su bebé. entonces, cuando Akira nació, Atsushi solamente comenzó a darle esa dedicación a su hijo, y después a los mellizos.

- Pero si lo notaba, incluso lo recuerdo hoy

- Si señor, pero ¿Cuándo lo dijo? Siempre era su rostro serio o sin expresión, llegaba tarde cada noche, a veces oliendo a otros omegas

- Bueno eso era por el trabajo, pero no tiene sentido, no puedo ser infiel

- Su cuerpo no, pero su corazón sí. Atsushi llego al punto de entender que no era de su interés, y que probablemente estaba enamorado de alguien más

- No, yo nunca he tenido otra pareja o amado a alguien, solamente Atsushi.

- ¿alguna vez se lo ha dicho a él?

- No, realmente no. Nunca...

- No estoy segura hasta qué punto tomar de esta conversación, pero solo imagine señor, van a cumplir 10 años de casados, tienen 3 hijos y nunca ha tomado la mano de su esposo o hecho un obsequio

- Le mande flores y no lo notó

- Después de 10 años, sin ninguna nota o dándoselas usted mismo ¿Qué hubiera pensado usted?

- Tienes razón, igual hubiese pensado que eran para ti o Jun

- Señor ¿acaso le gusta su esposo?

La pregunta de Naomi fue respondida por el rostro de su patrón. Sus ojos se extendieron con maravilla, pero confusión. Sus nudillos se contrajeron y su rubor, aunque tenue se hizo presente – no estoy seguro

Naomi sonrió – señor ¿y si empieza por lo básico?

- Pues, ahora lo que hago es llevarlo a lugares

- Bueno eso es por la camioneta

- La camioneta ya quedo, está en la agencia guardada

- Señor, la camioneta es importante, es más segura para los niños, su auto pues es rápido

- ¿estarían más cómodos en la camioneta?

- Por supuesto.

- Entiendo, ¿Qué más?

Naomi no pudo evitar reír tiernamente – señor ¿quiere ayuda para conquistar a su esposo? Mi hermano y yo estaríamos felices de ayudarlos

- De acuerdo

- Empecemos por el inicio, hay que darle los buenos días y un beso

- Ya lo intenté y termino enojado

- Esto será difícil...


Por su parte, Atsushi y Chuuya se divertían con música estruendosas mientras Dazai los vigilaba en la barra – No puedo creer que se ha casado – menciono el pelirrojo de la barra

- Bien, así es, pero ¿acaso vez a su esposo aquí?

- Pues no, siento algo de pena por ese chico, Atsushi siempre fue tan lindo y atento, ¿en serio su esposo es un imbécil?

- Total. Nada más lo vino a botar

- Y Atsushi que soñaba por un lindo matrimonio

- ¿sabes de eso?

- Si, él siempre hablaba del matrimonio

- Te escucho Mark

- ¿Por qué?

- Podría ayudarte...

- Bien, solo si es así, el sigue igual de hermoso

- Anda, saca la sopa de una vez

- De acuerdo, de acuerdo.

Pasaron la noche platicando y bebiendo, acercándose a la madrugada, decidieron retirarse, aunque para mala suerte, Chuuya vomito en la parte de atrás del auto – maldición – se quejó Dazai – pediré un taxi para llevar a Atsushi y ¿conoces alguien que lave autos?

- Lleva a tu esposo a descansar, llevaré a Atsushi a su hogar – dijo el pelirrojo.

- ¿seguro?

- Si, claro.

- Gracias Mark, conduce con cuidado

Dazai acomodo a Chuuya, Mark llevo a Atsushi medio dormido a su auto estacionado, lo ayudo a subirse mientras reía aun mareado. – por favor, pon tu dedo para la dirección.

Atsushi puso su dedo en el celular así Mark pudo ver la dirección. Condujo con cuidado hasta el lugar, - Dazai dijo que su esposo se llamaba Akutagawa – dijo Mark buscando el contacto – oh, aquí.

Marco esperando una respuesta, y así fue, una voz molesta y ronco - ¿Qué sucede? – Mark casi le da algo al escuchar eso. Su esposo de fiesta, la hora que era y contestaba molesto por haberlo despertado.

Tu esposo te marca a las 3:23 después de irse a un bar con amigos, ¿Qué más podría suceder?

- ¿no vas a hablar? ¿Qué?

Mark respiro hondo – soy Mark Twain, he traído a Atsushi a su hogar.

- Ah, sí, claro. Voy.

Akutagawa fue a recibirlo en bata para ocultar su pijama, Mark esperaba fuera del auto – oh, es usted Akutagawa

- Si, así es.

Mark fue al otro lado y abrió la puerta – Atsushi, hey ¿puedes despertar? – pregunto, pero suspiro al verlo profundamente dormido. Cargo al chico con delicadeza en sus brazos, Atsushi estaba con el cuerpo flojo y totalmente dormido – señor, se lo entrego

- Déjalo en la sala por favor

- ¿eh?

- En la sala, el mueble

- Ah. Ah... si

Mark entro a la casa y acomodo a Atsushi en la sala, era amplia y bonita, volvió a salir, Akutagawa le entrego un billete - ¿y su celular?

- En su bolsillo

- De acuerdo, buena noche. Gracias por tu servicio

- ¿eh?

Akutagawa cerró la puerta, Mark se quedó pensativo un momento - ¿eh? ¿pensó que era un uber? – se cuestionó así mismo. – Es un imbécil de verdad

Su esposo llego a su lado en la sala, miro al chico profundamente dormido, busco su celular, si estaba. – oye, ¿Por qué elegiste un servicio de taxi donde el conductor se ve bien? ¿te gustan esos rostros? – se quejó.

Akutagawa volvió a su habitación a dormir.


Por la mañana, el ruido de los niños peleando hizo a Atsushi despertar, se asustó de verse en la sala y se levantó de golpe, el dolor de cabeza vino a él - ¡MAMÁ! – gritaron más los niños al verlo mientras bajaban las escaleras

- No corran, no corran – pidió Atsushi adolorido.

Saltaron a él abrazando – nos preocupamos

- No nos despertaste

- Si, lo sé es

- Má, hueles feo – se quejó Akira

- Ah... si, lo siento

- Aay por dios, no te había visto allí Atsushi – dijo Naomi preocupada. Miro al azabache quien bajaba - ¿lo dejo allí? – susurro

- ¿y a donde lo llevaba? Huele a alcohol

Naomi suspiro profundo, llego con Atsushi y toco su frente – Tiene la temperatura elevada

- Mami nooo

- Estoy bien niños – sonrió Atsushi levantándose – desayunen, tomaré un baño y los veo para la escuela

- ¡si!

- Pero Atsushi – le llamo Naomi preocupada

- Estoy bien, prepárame un té y vendré a desayunar después de dejarlos

- ¿kimchi o curry?

- Curry por fis

Atsushi subió las escaleras, ni siquiera volteo a ver al azabache, pero este a él sí, no se veía muy bien.

Los tres niños habían ido a sentarse a desayunar y Naomi miro a su jefe con mala cara - ¿Qué?

- Debió llevarlo a una habitación

- ¿Cómo iba a saber que iba a ponerse mal?

- Cualquiera sabe con la simple resaca – menciono Naomi - ¿Cuánto habrá tomado anoche para terminar así?

- Llego dormido

- Aaah, mi pequeño jefecito se desahogó, bien...

Akutagawa estaba curioso así que fue a la habitación, Atsushi estaba tomando una ducha, así que simplemente entro, jamás habían tenido algo así como pedir permiso o algo. – Atsushi.

- ¿Qué sucede?

- ¿estas bien?

- Si, lo estoy

- Tienes la espalda seca – menciono

- No tengo ganas de tallarme

- ¿te ayudo?

- No

- ¿en qué puedo ayudarte?

- ¿puedes llevar a los niños al colegio?

- Si, puedo.

- Gracias.

Akutagawa salió del baño, dudo un momento por dejar a Atsushi solo, pero prefirió ver a sus hijos, habían terminado de desayunar y lavaban sus dientes. Akutagawa se acercó – niños, los llevaré a la escuela

- Pero mamá

- Mamá me pidió que los llevará, lo verán al medio día

- Está bien

La seriedad de su padre no les dejo rezongar.

Ryunosuke bajo a la cocina viendo a Naomi cocinando – Naomi, Atsushi se quedará en casa

- Lo sabía, se siente mal. Ya casi termino su desayuno

- Haz el mío también por favor

- ¿regresa?

- Si, quiero pasar tiempo con él, quizá hoy sea el día.

- No creo que sea buena idea

- ¿Por qué?

- Tiene resaca, dolor de cabeza, garganta y sensibilidad a la luz.

- ¿hay algo para evitarlo?

- ¿Por qué no le trae una bebida hidratante?

- De acuerdo.

El azabache se llevó a los niños a la escuela, Atsushi por su parte fue a la cocina aun en bata – mi niño mira como estas

- Anoche fue genial. Baile tanto y grite tanto, me duele la garganta

- Qué bueno que te divertiste

- Aaah, hable tanto de Ryunosuke, me desahogue en grande

- Aay Atsushi... - tomo su mano – oye

- ¿sí?

- Esas flores

- Si, te las dieron muy bonitas esta vez

- Atsushi, estas flores son tuyas

- ¿mías? – pregunto sonrojado - ¿de parte de quién?

- ¿Quién más? Tu esposo

- ¡¿EH?! – grito y comenzó a toser - ¿mi esposo? – se quejó confundido - ¿creyó que iba a morirme o porque me dio flores?

- Atsushi, quédate abierto a las posibilidades

- ¿Cuáles?

- ¿y si le gustas a tu esposo?

- Para nada, él tiene una omega rubia por algún lado

- ¿sigues con eso?

- Y seguiré, probablemente Akira tenga algún hermano por allí perdido

- Atsushi...

Atsushi dejo medio curry – olvídalo, no tengo apetito, gracias, Naomi

- Descansa joven Atsushi.

Atsushi se acomodó en su cama, acostado boca abajo y tapo su cabeza con la almohada de Akutagawa.

Su esposo llego unos minutos después, fue a la habitación, viendo el bulto del menor, se acercó sentándose en la cama, pico su espalda para llamarlo. – Naomi, ahora no – se quejó saliendo de la almohada – no quiero nada – se volvió a quejar, despeinado y con marcas de cama en la cara. Vio al azabache sonrojándose por completo

- ¿sigues sintiéndote mal?

Atsushi se había tapado la cara de nuevo, tenían casi 10 años de casados y su esposo solo lo vio despeinado después de los mellizos, pues no tuvo oportunidad de peinarse antes de que entrará al lugar. - ¿Por qué estás aquí? Creí que irías a tu oficina

- No me pareció bien irme cuando estas así, además, te dije que tenía oficina en casa

Atsushi se levantó dándole la espalda, buscaba peinar su cabello, pero el azabache vio aquello - ¿Por qué jalas tu cabello así? ¿quieres un cepillo?

- Est-estoy bien...

Akutagawa se levantó, Atsushi suspiro avergonzado, entonces, solo llego Akutagawa detrás de él y comenzó a cepillarlo. Atsushi volteo a verlo, el azabache seguía igual de serio – Creí que querías cepillarlo

- Gra-gracias

Akutagawa solo cepillo su cabello arreglándolo, Atsushi seguía sin mirarlo – eem, Ryunosuke

- ¿sí?

- Disculpa lo de anoche, no sabía que era para mí, las flores

- No te preocupes, entiendo que no he sido nada predecible

- Pero gracias, son muy bonitas

- Qué bueno que te gusto.

- Pero ¿Por qué me las diste?

- Quería ver tu sonrisa por algo que hice

- ¿eh?

- sonríes a muchos cuando haces cosas, pero no te he visto sonreír porque yo haga algo, quería intentarlo

- Bien, lo que haces ahora me hace feliz, gracias.

- Claro.

Dejo de cepillar y lo miro – te compre bebidas hidratantes y unos chocolates

- ¿Por qué chocolates?

- No sé qué se le regala a un esposo

Atsushi comenzó a reír de ello, se voltio – dame la bebida por favor

Akutagawa busco la bolsa y le acerco la bebida, Atsushi estaba sentado en la cama aun, el azabache hizo lo mismo - ¿Qué estás haciendo estos días Ryunosuke?

- Acompañarte por que no tienes la camioneta

- Pero de nosotros, ¿Por qué las flores? ¿Por qué la bebida? ¿Por qué los chocolates y el llamarme esposo?

- Estamos casados

- Si, por casi 10 años y es la primera vez que me llamas esposo más de 5 veces en un día. ¿Qué paso?

- Como has dicho, han pasado casi 10 años, y nunca me detuve a verte. Eres un chico muy ágil, cuidas de nuestros hijos, tu propio negocio, aprendes, haces ejercicio, vas por los niños, tareas, todo. ¿hay algo que no hagas?

- No lavo la ropa, me choca, Naomi lo hace

- ¿pero sabes?

- Si, se hacerlo

- Lo sé, al inicio de nuestro matrimonio hacías todo, me hacías un delicioso desayuno que tengo años sin probar, ¿7 años? Bueno, también planchabas mi corbata perfectamente y me ayudabas a ponerla para que no se arrugará. Me esperabas en las noches, siempre olía a canela el baño, y tenías flores en la casa. ¿Qué paso con eso?

Atsushi dejo un pequeño respingo burlón – así que, ¿si lo notabas?

- Si, por supuesto

- Y solo lo ignorabas

- Bueno, si...

Atsushi tallo su rostro, y suspiro profundo dejando salir un grueso "AAh" de cansancio y frustración. – ¿Qué te ocurre?

- No es nada Ryunosuke, ya no es nada.

- ¿estas bien?

- No, quiero dormir un poco. Me quedaré en cama está vez ¿sí?

- Si, descansa.

Akutagawa salió de la cama, salió de la habitación logrando escuchar como algo se caía. Entro de nuevo solo viendo la bebida energizante en el suelo lejos de la cama, y más cerca de la puerta, Atsushi estaba acostado boca abajo nuevamente. Solamente cerró la puerta de nuevo y fue a su despacho. 


...

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top