Capítulo 3.
Akira dormía y Atsushi regresaba después de dormir a los mellizos, fue directamente al baño haciendo a Akutagawa simplemente revisar su Tablet. Atsushi solía bañarse con agua caliente y al finalizar, ponerse una bata de baño. No le gustaba interrumpir a Ryunosuke, así que tenía sus cremas en el mismo baño.
Estaba en ello cuando el azabache entro al baño - ¿interrumpo?
- No, ¿necesitas algo?
- Hablemos
- ¿sobre qué? – pregunto volviendo a su rostro
- Primero ¿Por qué usas esas cremas?
- Tengo 3 hijos y 26 años, quiero seguir viéndome joven.
- Te vez bien
- Si, por que uso mis cremas
- De acuerdo, bueno, la camioneta
- ¿ya fueron por ella? Mañana tengo un compromiso con la escuela de Akira y los demás padres
- Si, bueno, no, no está lista
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Parece que tenía unos imperfectos en los frenos
- Aay por dios, ¿y así anduve en la calle? Que peligroso
- Si, por eso... Le dije a mi asistente que me dejará libre, yo te
- No, ¿Cómo crees? Un día está bien, llamaré a una agencia, pediré un auto rentado por mientras
- Ya cancelaron mis citas, así que seré tu chofer
- Si cancelaste tus citas ¿no es más fácil que yo tenga el auto y tú te quedes en casa con la Tablet y eso? Ya sabes, office home y eso
- Ah... Es por que no conduces un auto hace mucho ¿y si chocas?
- En verdad, Ryu, puedo rentarlo, ni siquiera tienes que pagarlo tu si no quieres.
- Atsushi, yo, solo... Mmm... déjame hacer esto, ¿sí?
- ¿Por qué quieres llevarme y traerme? – pregunto preocupado
- Ver hoy a los niños, bueno... Me preocupo, creo que no paso tiempo con ellos, déjame verte a ti en acción y quizá logre algo por mi ¿no crees?
Atsushi suspiro – si así lo quieres – menciono.
Se levanto y lo miro - ¿Qué pasa?
- Voy a ponerme pijama
- Ah, disculpa
Ryunosuke salió del baño, y entonces se dio cuenta. Era cierto que ni siquiera había visto a Atsushi, si conocían sus cuerpos, pero solo por su Rut* cuando tuvieron a Akira y después en el celo* cuando tuvieron a los mellizos. Antes de que pudiera pensar si entrar o no, Atsushi salió ya con su pijama, aquella a juego que tenían - ¿Por qué sigues aquí? – pregunto confundido.
- Pensaba unas cosas
- Claro.
Atsushi salió de la habitación dejando nuevamente en duda a Ryunosuke, lo siguió.
Atsushi reviso las habitaciones, los niños ya dormían, después se asustó al ver a Ryunosuke detrás de él - ¿Qué pasa? – susurro – casi me matas de un susto.
- Quería ver lo que haces, te dije
- Si, pero no así – expreso susurrante – no los despiertes
- ¿ahora a dónde? – pregunto susurrante.
Atsushi solo camino por el pasillo, fueron a la lavandería donde Atsushi tomo su maleta del gimnasio y la llevo a la habitación de ellos - ¿sueles hacer tu maleta antes?
- Claro, los niños toman tiempo en la mañana
- ¿Por qué nunca te había visto?
- Sueles estar dormido o en tu despacho trabajando
- Si, tiene sentido.
Atsushi coloco su cambio de ropa y todo, entonces Ryunosuke lo miro – también lo mío – pidió con ropa entre sus manos
- ¿quieres que lleve tu ropa?
- Si, somos una pareja casada, se vería algo normal eso ¿no?
- No lo sé, usualmente los omegas toman clases y los alfas están en pesas así que deben llevar maletas separadas
- Yo quiero ir a clase contigo y a pesas
- Entonces, ¿no prefieres solo quedarte en el comedor?
- No, haré lo que tu
- De acuerdo... - Atsushi metió la ropa a la maleta y la cerro
Fueron a la cama donde se recostaron, cada uno de su lado, entonces una vez más se dio cuenta, la cama era tan grande que fácilmente tenían un metro de distancia. El azabache se giró mirando a Atsushi quien miraba hacia el techo - ¿fue duro lo que paso hoy con Akira?
- No, no tanto... puedo resolverlo.
- Los educas muy bien – menciono
- Si, gracias.
- Sobre lo que dijo de nuestro matrimonio y nuestros padres.
- ¿Escuchaste? No importa – suspiro - Tranquilo, no se dio cuenta
- ¿no te arrepientes de estar casado conmigo?
- Aunque pudiera hacer algo así, no tendría sentido. Tienes mi marca en tu oreja y yo tengo la mía de tu parte. No hay vuelta atrás.
- Suena a una condena
- No es así – menciono mirándolo – gracias a ti he logrado muchas cosas y tengo tres preciosos hijos, no eres una condena.
- Lo mismo digo, por lo menos tienes linda sonrisa
- ¿mi sonrisa es linda?
- Si, ¿por?
- Nunca habías dicho algo así
- Oh. Ooooh...
Atsushi sonrió – buenas noches
- Descansa.
Ryunosuke apago la luz, aun no podía dejar de pensar en el día que tuvo. Sus hijos eran totalmente liberales pero serios con él, su esposo podía hacer y deshacer todo en un instante sin si quiera pedirle o preguntarle algo. Simplemente no existía, era el hombre que llegaba con el dinero y ni siquiera era del todo necesario. Entendía algo, debía hacerse valer, quería ser parte de la vida de sus hijos y aun no entendía, pero quería ser parte de la vida de Atsushi.
Así que su plan comenzó con el azabache en vela viendo tutoriales en internet.
Por la mañana, Atsushi se despertó. Levanto la sabana que tapaba su cuerpo y se sentó en la orilla de su colchón para dar otro estirón a su cuerpo. - Otro día más. – sonrió – bien. Empecemos... - Ryunosuke tomo su brazo, estaba bastante desalineado
- Empezaré contigo
- ¿eh?
Akutagawa jalo a Atsushi para ponerlo en la cama de nuevo, el menor estaba totalmente sonrojado pero aquello lo había asustado - ¿Qu-qué haces? – cuestiono preocupado. El azabache tomo sus mejillas aplastándolas – Ryunosuke, me lastimas.
- Solo quédate quieto
- Espérate
Akira entro al cuarto, se le hacía raro que su mamá aun no intentará despertarlo. - ¡padre! ¡suelta a mami! – grito al verlos.
Ryunosuke se sonrojo y soltó a Atsushi quien cayó deslizado en la cama algo despeinado – mami, mami – le llamo yendo con Atsushi - ¿estás bien?
- Si, claro. No debes interrumpirnos así
- Es que no ibas a despertarme y me preocupe
Atsushi sonrió – despierta a tus hermanos, ahora voy
- Si
Akira salió de la habitación y Atsushi se levantó mirándolo - ¿Qué paso? ¿estás en tu Rut? Aun no es fecha
- No, nada de eso... Yo, bueno intentaba darte un beso de buenos días – menciono
- ¿un beso? Ryunosuke tu nunca haces eso
- ¡mami! ¡má!
- Maldición, es tarde
Atsushi salió corriendo, Ryunosuke se dejó caer en la cama mirando al techo - ¿Qué hice mal? – Atsushi volvió metiéndose al baño, - oye, déjame ayudarte en algo
- Ok, ok, cierto – Atsushi pensó y sonrió – asegúrate que Atsuke y Ryunushi se bañen, Atsuke jamás lava sus orejas, chécalo y así Naomi podrá hacer nuestros desayunos
- Ok
- Pero avísale a Naomi
- Ok
Akutagawa salió de su habitación, Atsushi tomaba una ducha, se asomó a la cocina – Naomi, sigue con el desayuno, vere a los mellizos
- Aay gracias al cielo
Ryunosuke volvió a subir vio a Akira buscando su uniforme - ¿necesitas ayuda?
- Má siempre me deja mi uniforme en lo que me baño
Ryunosuke busco en el ropero encontrándolo, Akira sonrió – gracias, padre – salió del cuarto y entro al baño. Atsuke estaba encima de Ryunushi
- Atsu, deja a Ushi – pidió
- ¡Papi! – gritaron ambos
Atsushi llego unos minutos después, seguía con su cabello mojado, pero sonrió de ver a los mellizos secándose felices con su papá – mami, papá nos bañó – dijeron alegres
- Qué bueno, sus uniformes están en la cama, y hay bombones si comen sus verduras
- ¡siii!
Los mellizos corrieron a su habitación, el azabache se acercó - ¿lo hice bien?
- Perfecto, Akira ya está desayunando, date un baño, arréglate. Estaré con los niños, tienes 15 minutos
- De acuerdo.
Ryunosuke fue a bañarse, y arreglarse, ya que estaría sin trabajos presenciales, uso un traje, pero sin corbata. Llego al comedor donde los niños iban a la mitad – vaya, que rápido
- Quería desayunar con ustedes – menciono Ryunosuke
- Atsushi, ¿seguro que sin proteína?
- Si, por eso desayuno, hoy Ryunosuke y yo desayunaremos después del ejercicio
- De acuerdo
- Naomi, pidan algo de comer para ustedes, les dejaré dinero – dijo Ryunosuke. – tómense el día. Los niños, Atsushi y yo saldremos a comer
- De acuerdo señor
- Gracias Naomi – le sonrió Atsushi.
Subieron al auto, Ryunosuke esta vez acomodo a los mellizos, Atsushi subió la maleta a la cajuela y subió al auto, Ryunosuke también.
Primero fueron a dejar a los mellizos, después a Akira. – Ryunosuke, debemos ir a hablar con la maestra de Akira, ¿vienes o te quedas?
- No, voy, quiero saber qué es lo que pasa con Akira
- De acuerdo, vamos
Akira tomaba la mano de Atsushi hasta su salón, beso su frente y el niño fue con sus amigos - ¡TÍO ATSU! – grito otro niño
Osuya corrió abrazando la pierna de Atsushi, este se agacho acariciando su cabello – Osuya, como has crecido, mira que lindo cabello
- Lo odio, es esponjoso como el de papá, quiero el liso de mamá
- Atsushi – le sonrió Chuuya – oh, el joven empresario Akutagawa, un placer verte de nuevo
- Un gusto.
Chuuya y Atsushi hablaban con la maestra, Akutagawa esperaba recargado en la ventana vigilando a ambos niños
- Akira, te digo en serio, seré tu padre
- No necesito otro padre, mejor quiere al tuyo.
- El tuyo nunca está en casa
- el tuyo por lo menos juega contigo
- El mío solo es un loco suicida
Ambos niños comenzaron a reír. Akutagawa los había escuchado, ¿Qué tan mal padre había sido estos últimos 7 años?
Es cierto que, después de su primer encuentro que tuvo como resultado el embarazo de Akira, no se emocionó. Si, estaba feliz por tener herencia, pero no fue gran cosa, ahora lo escuchaba y su corazón crujía en mal estar. La verdad, Akira no le levantaba tanto como lo hacían los mellizos, quizá porque eran más amorosos.
Atsushi apareció de nuevo y sonrió al azabache – Akira, entra al salón. – Akira le dio un beso a Atsushi y entro al salón - Ya podemos irnos
- ¿Qué quedaron?
- Parece que él y Osuya han estado peleando
- Escuche algo de su conversación
- ¿sí? ¿de que hablaban?
- Al parecer quieren al padre del otro
- ¿en serio?
- Si, ¿eso es malo?
- Eh... creo que, no lo sé...
- Me imagine.
Después de la escuela fueron al gimnasio, Akutagawa lleno los papeles para ingresar y le dieron su propia tarjeta de miembro, Atsushi le enseño el lugar en sí.
Atsushi y Ryunosuke se habían separado en el gimnasio, la verdad es que el azabache no soporto toda la clase, y termino en el comedor comiendo, allí algunos omegas se acercaron - ¿es cierto que eres el esposo de Atsushi-kun?
- Eem... si
- Escandalo – gritaron sentándose con él
- Soy Hyesung, mi alfa suele venir a pesas
- Mi nombre es Dong-Gyun
- Chicos, no quiero ser mal encarado, pero soy un alfa así que podría tener problemas
- Para nada, mi esposo debe estar feliz porque estoy platicando con alguien
- El mío es sobre protector, pero no es para tanto... la verdad es que teníamos mucha curiosidad por el esposo de Atsushi
- Nos ha hablado de ti en algunas veces, pero jamás una fotografía o algo, la curiosidad nos mataba
- Y, ¿entonces eres un empresario?
- Si, lo soy – menciono. - ¿Cómo es que saben tanto de mí? Cuéntenme
- Aay alfas – se quejaron
- Obviamente tu esposito plática con nosotros
- Si, eres un chico serio
- Con dinero
- Sabes lo que quieres
- Amable
- Y caballeroso
- Pero donde queda lo demás ¿no le compras joyas?
- Para Hyesung
- Como sea
Atsushi llego – oh, Hola chicos – sonrió Atsushi
- Hola ¿entraste a Yoga?
- Yo hoy hice pilates
- Yo no, solamente vine a comer hoy
- Me parece genial – les respondió Atsushi y miro a Ryunosuke – ya terminé, ¿vamos a desayunar?
- Pensé que querías desayunar aquí
- Ah bueno
- Deberían – dijo Hyesung
- Admito que jamás los vemos juntos
Atsushi estaba incomodo y el azabache lo notó – suena lindo que nos vean, pero tengo una sorpresa con trufas en un restaurante, ¿vamos?
Atsushi le sonrió – sí, claro.
Tomaron sus cosas y fueron al estacionamiento, Atsushi guardo todo y sonrió - ¿A dónde iremos por trufas?
- ¿eh? ¿si quieres? Lo dije solo para aparentar
- Oh, no, no está bien, ellos son lindos, pero a veces insisten demasiado
- Me imagino, lo noté en pocos minutos, bien ¿Qué desayunamos?
- No lo sé, ¿unos huevos americanos?
- De acuerdo, vamos a un restaurante entonces
Akutagawa comenzó a conducir, Atsushi por su lado abrió una app de pedidos, había pedido unas trufas y le envió un mensaje a Naomi. Aunque el restaurante al que llegaron era elegante, no fue nada de otro mundo, conocía a su esposo, le gustaba aquello.
Atsushi estuvo realmente incomodo sin hablar de nada, y al finalizar fueron a su cafetería, Akutagawa trabajo un rato online y entonces llego Dazai. – hola, amigo negociante
- Buen día Dazai-san
- ¿pasa algo? ¿Por qué acompañas tanto a Atsushi-kun?
- Nada, solo unas minivacaciones, quería ver a los niños.
- ¿y tu esposo?
- En la cocina
- No, digo, ¿Qué has hecho con tu esposo? ¿ya hicieron otra luna de miel?
- Eso lleva más días Dazai-san, solo desayunamos hoy y ya
- Ya veo, Chuuya a veces me cuenta cosas que habla con Atsushi-kun, y siempre afirman que tienen buena relación
- La tenemos, nos respetamos el uno al otro, es un chico sumamente capaz y habilidoso, nuestros hijos crecen con una buena educación y amor
Dazai comenzó a reír – oye, pero en serio ¿no salen juntos?
- No, siempre llego del trabajo y ya está todo hecho por él.
- Entonces ¿Qué haces aquí?
- Quería saber que tanto hace en su día, es remunérate
- Es un entretenimiento
- Si, algo así
- Aay, no pensé que Atsushi-kun estuviera casado con una persona tan estúpida
- ¿Qué? ¿estúpida yo?
- Si, tu
- Oye tu
- ¡Atsushi-kun! Ya llegué
Atsushi salió de la cocina – Dazai-san, bienvenido
- Holis
Un empleado entro con una moto – hola, soy el repartidor
- Uuy paquete – dijo una chica.
Era un paquete de trufas, las chicas gritaron alegres y miraron a Akutagawa – gracias, señor Akutagawa – dijeron. Atsushi las miro alegre, tomo unas fotos para las redes sociales de Sun&Moon.
- Vamos chicas, a trabajar, disfruten las trufas
- Yo quiero una por fis – dijo Dazai levantándose
Atsushi acerco unas cuantas – Atsushi-kun ¿Por qué compraste trufas?
- Oh, no para nada – le sonrió – mi esposo las envió para las chicas
- Que amable
- Si
Dazai volvió a sentarse a su lado, Akutagawa había vuelto a dejar su trabajo – oye
- ¿sí?
- ¿sabías que tu enviaste esto?
- ¿Qué es eso?
Dazai volvió a reír – son trufas que afirma Atsushi-kun que tu lo enviaste para sus empleadas
- Pero yo no lo hice
- Así es – volvió a sonreír – ahora entiendo, Atsushi-kun es tu protector por eso nadie sabe lo idiota que eres
- ¿puede parar de insultarme?
- No, ahora quiero hacerlo más.
- Pare por favor
- Atsushi-kun hace todo y tu solamente extiendes la tarjeta de débito y crédito
- No es así
- Entonces ¿por que pidió trufas para las empleadas de Sun&Moon en tu nombre?
- Seguramente por que lo mencione en el gimnasio, el creyó que íbamos. Debió idearlo allí
- Ya veo, resolvió un problema pequeño tan simple, es muy inteligente
- lo es ¿cierto? Estoy asombrado de su capacidad estos días.
- ¿lo amas?
- No es – El azabache se quedó callado, miro a Dazai
- Ni siquiera lo quieres, que escandalo...
- Ok, mire, mi matrimonio fue arreglado así que...
- Pero tienen 3 hijos, y están marcados
- Si, éramos jóvenes y solo obedecimos a nuestros padres
- Aay por dios...
- Lo sé
- Pobre Atsushi-kun
- ¿Qué?
- Atado a un imbécil como tú, ahora entiendo por qué te cuida tanto ante la sociedad. Que maldito eres
Las palabras de Dazai estuvieron el resto de la tarde en su cabeza, era el primero que le preguntaba si amaba a Atsushi, ¿Cómo podía responder eso? Ni siquiera lo conocía y su única vivencia diaria era verlo peinar su cabello y usar sus cremas antes de dormir. Si tenía que pensarlo, se veía bonito al hacer eso.
Cuando recién se casaron, Atsushi acomodaba sus corbatas, ya no recordaba porque lo dejo de hacer, se quedó pensativo el resto de la tarde, pensando en ello, Atsushi hacia aún más cosas.
Acomodaba su corbata antes de irse a trabajar, el desayuno lo preparaba el mismo cada mañana, y en las noches lo esperaba despierto con la excusa de entretenerse leyendo. También conocía su té favorito y cada cuanto necesitaba uno relajante. Sabia cuál era su maletín favorito y también solía tener el baño caliente y con un rico olor a canela.
- Papá, papá, ya despierta – se quejó Atsuke
- ¿eh? ¿Qué?
- Llevas toda la tarde medio ido – dijo Atsushi - ¿estás bien?
- ¿eh? Si, solo pensaba algunas cosas.
Miro alrededor, había juegos por todas partes y olía a niño por todas partes - ¿Dónde estamos?
- Ryunosuke condujiste hasta acá
- Estaba ido
- Es plaza fantasía, les dijiste que si a los niños de venir aquí
- Oh...
Ahora miraba esos detalles en Atsushi, pero bastante diluidos. Él sabía que ordenar para su gusto, sabia como acomodar a los niños, ocultaba su falta como padre y esposo. Ante la sociedad era perfecto, pero ante sus hijos un desconocido y ante su esposo, ya no sabía si era como menciono Dazai "Una mano extendida con una tarjeta de debito o crédito"
Los niños jugaban y regresaban por un pedazo de hamburguesa, incluso Akira estaba jugando y Atsushi reía en grande – hace mucho que no escuchaba tanta risa – menciono Akutagawa
- Ah, disculpa. Verlos así de felices y desestresados es bueno – menciono – gracias por aceptar traerlos
- No es nada, pero ¿Por qué estresados?
Atsushi suspiro mirándolo, recargo su mejilla en su mano - ¿aun no lo has notado?
- No
- Akira busca llenar tus expectativas, aunque ya le he dicho que no tiene nada por encima, siento que debe creer que si lo hace pasaras más tiempo en casa. Ryunushi prefiere ser bueno en matemáticas y Atsuke le asusta la idea de no lograr ser callado pues es muy escandaloso.
- Pero yo no quiero ver a mis hijos así
- Lo sé, aun trabajo en ello, hago lo que puedo
- Pero no tienes que hacerlo ¿Por qué no hablo con ellos?
- ¿funcionará? Nunca has hablado con ellos
- Puedo intentarlo, dime que decir
- ¿Cómo un ensayo?
- Si, las presentaciones de negocios se me dan bien
Atsushi bajo la mirada, Akutagawa lo notó, era tristeza y quizá algo de decepción – Ryunosuke, no te preocupes. Puedo lograrlo ¿sí?
- Eh... si, entiendo.
Obviamente Atsushi no quería que sus hijos se estresaran más teniendo una conversación empresarial en lugar de padre e hijos, no eran un negocio así que simplemente evadió el tema después de eso. Los niños habían jugado tanto que terminaron cargando de ellos. Akutagawa llevaba a Akira mientras Atsushi a los mellizos.
Conducía de vuelta a casa cuando Atsushi comenzó a recibir varios mensajes y a reír, aquello le incomodo – Atsushi
- ¿sí?
- Deja eso, la luz me molesta
- Oh, disculpa.
De nuevo en casa, Atsushi había bajado a sus pequeños uno a uno, acomodándolos en sus respectivas camas mientras el azabache había ido al despacho. Pensando en que hacer o como hacer, todo debía pensarlo y armar un plan perfecto.
Tomo su bolígrafo y papel blanco y comenzó a idear que hacer. – Primero que nada, el romance, compraré unas flores para Atsushi y una joya grande. Con eso estará feliz. Segundo, los niños, con dulces están felices, les daré dulces. No puedo fallar con eso – se dijo a si mismo.
Hizo un par de llamadas, salía del despacho a la habitación, allí Atsushi hablaba por videollamada mientras secaba su cabello estando en bata de baño. - ¿en serio? ¿vas a ir?
- Bueno, Ryunosuke estará en casa, ¿Por qué no? Hace mucho que no nos divertimos
- ¿Naomi y Jun no están?
- Si por eso no tengo miedo de dejarlos
Las risas de Chuuya eran grandes – bien, Osamu y yo te cuidamos, como siempre
- Los veo a las 9
- Nos vemos
Atsushi colgó y Akutagawa entro - ¿vas a salir?
- Ouy, me asustaste
- Disculpa...
- Si, iré con Chuuya y Osamu a un nuevo bar, es americano y dicen que los cocteles son buenos
- ¿seguro? ¿mañana no iras a dejar a los niños?
- Si, pero estas tú
Atsushi entro al vestidor por algo de ropa - puedes despertarlos y llevarlos a la escuela, y después nos vamos al gym. Es fácil si estas tu
- Entonces, si estoy yo ¿puedes divertirte?
- Si, algo así. No es como que no salga los fines de semana con ellos
- ¿sales?
- ¿no lo habías notado?
Akutagawa se sintio mal por ello, no, no lo habia notado.
Atsushi salió con un pantalón, unos zapatos de cuerda de ligero tacón, y una camisa de cuello alto sin mangas - ¿Qué tal? - Akutagawa se había quedado boca abierta sin una sola palabra, estaba en shock
- Ah, te vez... bien.
- Gracias – le sonrió - ¿Qué dices? ¿me llevas o me prestas el auto?
- Te llevo
- Ok
Se acerco nuevamente a su tocador poniéndose un par de aretes, aquellos tapaban su marca y eso por alguna razón molesto al mayor. – vamos – pidió alegre.
Bajaron y el timbre toco justo cuando Atsushi iba a la puerta así que abrió – entrega – dijo el chico. Era un enorme ramo de flores
- Vaya, que lindo
- Firme por favor
Akutagawa firmo y se sintió aliviado de ver como Atsushi sonreía por las flores, pero el gusto le duro poco cuando el menor fue a la cocina a ponerlos en un jarrón – Naomi, volvieron a mandarte flores
- ¿eh? ¿en serio? Aaah... Cada vez más romántico
- Lo sé, ¿Cómo consigues tanto romance? – pregunto burlón – saldré, el señor Ryunosuke se queda a cargo de mañana temprano, por fis ten un rico desayuno
- Diviértase y regrese con cuidado
Akutagawa estaba furioso en el auto, Atsushi tenía su celular conectado para la música, escuchaba Teenage Dream de Katy Perry cuando llego una llamada de Chuuya – Chuuya, ya voy en camino – dijo Atsushi
- Atsushi, no podrás creerlo, aquí está tu exnovio
- ¿¡QUÉ?! – grito Atsushi tomando su celular de vuelta
- Si, tu exnovio que me mostraste es un pelirrojo ¿no? Te mando foto. Es el barman del lugar
- No te creo, no puede ser
- Amigo, esta buenísimo. Ryunosuke debe tener algo encantador para cambi – Atsushi colgó
- Lo siento Ryunosuke, fue una falta
- Él no sabía que escuchaba, y, además, lo último podría tomarlo de halago
Atsushi reía por incomodidad.
...
¡Gracias por leer!
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