Capítulo 11

Había avanzado la semana, Ryunosuke no se hablaba con su papá, pero su mamá se acercó a ambos una vez más. Sus hijos estaban yendo a las clases que querían y sus ánimos estaban mejorando. Atsushi vigilaba a sus hijos jugar en su jardín con una pelota mientras se relajaba en una silla flotante de tela, tenía una mesa con limonada cerca de donde llegaban sus hijos como pequeños colibrís buscando néctar. Tomaban su agua y salían corriendo de nuevo a seguir jugando, estaba totalmente entretenido viéndolos.

Akutagawa salió de su despacho, había tenido una junta en línea, por suerte había sido algo de una hora, miro por la ventana a sus hijos jugando así que decidió salir. Jun y Naomi habían ido a su casa por el fin de semana, así que primero que nada fue con su esposo para avisarle – Atsushi – le llamo acercándose

- ¿sí?

- Voy a salir, comprare dulces y golosinas ¿quieres algo?

- Aay quiero un tiramisú por fis

- De acuerdo, volveré pronto ¿me preparas un café para cuando vuelva?

- Si, avísame cuando salgas de la tienda

- Gracias, amor

Beso su frente y fue a la cochera, subió a su auto y salió. Atsushi seguía vigilando de sus pequeños.

Un rato había pasado, Atsushi reviso su celular para saber de su esposo, pero no había mensajes, justo en ese momento, el timbre de la casa sonó – es papá – dijo Atsuke emocionado por los dulces

- Probablemente, debió olvidar su celular y llaves, Akira, vigila a tus hermanos, iré a abrirle

- Si ma

Atsushi fue a abrir la puerta con alegría quería su tiramisú, - amor ¿Por qué tardas.... – Atsushi se quedó callado al verlos, cabello perloso, ojos color morados y cabello negro de ojos color dorados. Trago saliva – mamá, papá ¿qu-que hacen aquí?

- Mi pequeño...

- Atsushi, cuanto tiempo...

Atsushi se quedó congelado un momento, en ello venia Atsuke corriendo – má, mamiii, papá llamaaa – gritaba con el celular en su mano

- Oh por dios... - dijo su madre – es idéntico a ti

- Es un pequeño Atsushi... - añadió su padre.

Atsushi reacciono, tomo el celular – Atsuke ve con tus hermanos, corre

- Si ma

Atsuke regreso, sus padres lo miraron con algo de tristeza, Atsushi entrecerró la puerta de su hogar para contestar a su esposo – Ryunosuke ¿ya vienes?

- Si, ¿quieres algo más?

- Ryunosuke... ven pronto – miro a sus padres – mis padres están aquí

- Voy para allá.

Colgó su llamada, y sus padres lo miraron – Atsushi, ¿no podemos pasar?

- No, no está mi esposo

- ¿Cómo te deja solo? A un pequeño omega como tú y con tu bebé

- Atsuke no es un bebé, ya es un niño, uno que no vieron nacer, ni crecer.

Las palabras eran crueles pero ciertas, su esposo llego a los pocos minutos, Atsushi no dejo a sus padres pasar, y el azabache al entrar por la cochera fue a ver a sus hijos primero – niños, Akira

- ¿si pa?

- Cuida tus hermanos, vayan al cuarto de Akira, todos por favor

- ¿Por qué pa?

- Hagan caso por favor, no salgan hasta que mamá o yo vayamos por ustedes

- Si pa

Los niños subieron, y entonces fue Ryunosuke a abrir la puerta de la casa donde Atsushi seguía sosteniéndola – Está todo listo - dijo

- Los niños – susurro Atsushi

- En la habitación.

Akutagawa miro serio a sus suegros – suegra, suegro. Buen día ¿Qué los trae por aquí?

- Ryunosuke ¿Cómo puedes dejar a mi hijo omega solo en una casa tan grande? Podría llegar un alfa y violarlo

Atsushi suspiro cansado – suegro, con todo respeto, no creo que ese tema sea adecuado, además, mi esposo no es ningún chico débil. Y volviendo al tema, ¿Qué hacen aquí?

- Queremos hablar con Atsushi – dijo su padre

- Atsushi, cariño. Pasamos por muchas cosas, estos 7 años han sido duros también para nosotros

- Ustedes tomaron su decisión – dijo Atsushi serio.

- Atsushi, jamás pensamos que te irías – se excusó su madre

- Si, sabemos que hicimos mal al culparte por algo que adelantamos, pero... Tu tampoco diste señales de seguir con este matrimonio arreglado que tienen

- Padre, madre, les sugiero que se alejen de mi casa, de mi esposo y mis hijos

- Espera ¿hijos? – pregunto su madre

- ¿tienen más? – pregunto su padre

Atsushi suspiro y entro a su hogar, Akutagawa se quedó frente a su puerta – suegro, suegra, sería bueno si se retiran y vuelven después, Atsushi no acepta esto

- Somos sus padres – dijo su suegra

- Queremos conocer a nuestros nietos – añadió su suegro – tú te aprovechaste de él desde un principio

- Probablemente sí, pero ahora tenemos un buen matrimonio – dijo el azabache serio – por favor, dejen a mi esposo descansar, regresen después ¿sí?

- Bien, nos iremos, pero volveremos

Ambos se marcharon, Ryunosuke suspiro y entro a su hogar, cerro bien la puerta y fue a buscar a Atsushi. su esposo estaba con sus hijos en la habitación, abrazaba a los cuates mientras Akira besaba su cabeza - ¿puedo unirme?

- Pa, haces falta – dijo Akira

El azabache llego abrazando a su esposo, Atsushi solo se recargo quedándose callado, pero solo suspiraba profundo.

Los niños volvieron a jugar y disfrutar de sus dulces, esta vez en la sala con videojuegos, Atsushi y Ryunosuke estaban en la cocina platicando mientras los vigilaban – entonces, ¿solo llegaron?

- Si, abrí la puerta pensando que eras tú que habías olvidado algo, si no, no les hubiera abierto

- Dijeron que querían conocer a los niños

- No, no quiero

- Atsushi...

- Ellos me dijeron que eras tu o sus inversiones, - se quejó – no pienso escucharlos

- Comprendo, los evitaremos

- Por favor

Por la noche, Akutagawa les contaba un cuento a los niños, esta vez de un libro, Atsushi sabía que su esposo no era muy creativo para cuentos infantiles. Cuando termino, llego a la habitación donde Atsushi limpiaba su rostro, se acercó sentándose a su lado – amor, tardaste

- Solo poquito – menciono poniéndose una banda para el cabello.

Atsushi tomo una crema y puso crema en el rostro de su esposo – que bueno que decidiste hacer esto

- Bueno, tu y mi madre llegaron casi obligándome a ir y resulto que necesito crema, quien lo diría

- Es divertido Ryu

- Lo es, por que es contigo

Atsushi termino dándole un masaje al mayor, al finalizar fueron juntos a su cama, quitaron la sabana y se acostaron. Atsushi puso alarma y el azabache tomo su cintura – ¿Qué pasa?

- Me gusta esto de los domingos solo nosotros

- Si, es lindo. Ahora a dormir por que mañana hay que ir a la escuela y trabajar

- No, ya no quiero trabajar - se quejó. Atsushi reía en grande escuchando a su esposo.



A la mañana siguiente, Atsushi terminaba el almuerzo para sus hijos, Akutagawa había dejado las cosas de los niños para que se bañaran y llevaba la maleta del gimnasio a la camioneta, los cinco se sentaron a desayunar cuando llego Naomi y Jun – buenos días familia

- Buenos días – respondieron.

- Atsushi, iré al mercado ¿algo extra?

- Oh, - hablo Atsushi con boca llena – necesito leche para Atsuke y la de Akira, también

- Amor, traga – dijo Ryunosuke

Atsushi trago y suspiro – perdón – menciono – también unas chuletas ¿puedes comprar unas frescas?

- Claro, con gusto

- Señor – hablo Jun – iré a checar la camioneta

- Si, gracias

Jun fue a ver la camioneta, los niños corrieron a lavar sus dientes, Atsushi dejo la comida y Naomi preparaba la proteína para sus dos jefes. Akutagawa lavaba los platos mientras Atsushi subió a lavar sus dientes también. Fue a buscar a los niños para cuando su esposo fue a lavarse también.

Habían llevado con éxito a los niños a la escuela, sus lunes ahora eran así, pero era increíble, iban al gimnasio platicando – entonces ¿Jun ira por ti?

- Si, ¿me disculpas? Higuchi me llamo hace rato

- Está bien, no te preocupes, paso por los niños y te veo en el atardecer

- Claro, discúlpame de nuevo

- Sabíamos que tendríamos momentos así, tranquilo, pero me invitas a cenar

- Siempre te invito amor

- Así es – respondió sonriente Atsushi

Su rutina era la habitual, gimnasio, regaderas, desayuno y al trabajo. Akutagawa dejo a Atsushi en su sucursal mientras él fue a su empresa.

Lamentablemente para Atsushi no paso tanto tiempo cuando las puertas de la tienda se abrieron – bienvenidos – dijeron las chicas.

El hombre se acercó – dos cafés negros por favor

- Claro

Las chicas comenzaron a preparar todo, ambos hombres se sentaron - ¿esperaras a que salga?

- Si, debe venir

- Cariño, no creo que debamos hacer esto, Atsushi es un buen chico, nosotros...

- Nosotros hacíamos todo por su bien ¿no recuerdas lo que nos dijeron los Akutagawa en ese momento? ¿Cómo iba a imaginar que mi hijo terminaría enamorado del hijo de esos nefastos? Luego Atsushi se enojó con nosotros, y no pudimos evitarlo. Quiero a mi bebé – se quejó el de ojos morados

- A veces eres un omega muy agresivo ¿sabes? – se quejó el de ojos dorados.

- Quiero recuperar a mi bebé, y además ahora tenemos 3 nietos, no 1 ¿entiendes? Pasaron 7 años

- Tranquilo, arreglare todo con Atsushi, lo prometo amor

- Esto me pasa por seguirte a todo – volvió a quejarse.

Atsushi salía de la cocina cuando los vio y suspiro, su padre fue el primero en levantarse, Atsushi dejo los cafés y se sentó con ellos – bien, ¿Cómo llegaron aquí?

- Buscamos en internet tu nombre cariño

- Mamá, papá, en serio ¿Qué quieren?

- Tu padre, cometió un error

- Déjanos explicarte como fueron las cosas

- Tomen su café – dijo Atsushi

Ambos adultos se miraron, tomaron un sorbo, fue su madre quien lo miro – Atsushi, esto...

- Si, es el café que me enseñaste a hacer – dijo Atsushi – aprendí muchas cosas de ustedes por eso logre esto – menciono - ¿Por qué me abandonaron? A mí, a mi bebé

- Mi pequeño bebé, no es así – explico su madre. – todo empezó con Toshizo Akutagawa – se quejó – el padre de Ryunosuke y tu padre comenzaron a hacer negocios

- No es así, me lo encontré en un club de golf – se quejó su esposo

- Papá, deja a mamá o lo cuentas tu

- Ya escuchaste Tabito, cállate y déjame hablar

- Mamá, papá solo no peleen

- Bien, cuéntalo tu Chiyo

- Como te decía cariño, - dijo su madre – empezaron a hablar, y entonces su madre Fuku y yo comenzamos a frecuentarnos también. Ryunosuke tenía unos 10 años y tu apenas unos 8. – suspiro – eran un alfa y un omega tan lindos, tú siempre andabas cuidándolo porque se lastimaba super fácil

- ¿Qué? ¿en serio? ¿nos conocíamos de pequeños?

- Si, así es – dijo Tabito. – tuve ese viaje de negocios a Europa y nos fuimos por algunos años, cuando regresamos, bien pues Ryunosuke era todo un alfa

- ¿ahora tu cuentas la historia? – se quejó Chiyo

- Aay perdón

Atsushi suspiro – esperen – dijo levantándose. Fue a la barra por un pastel – ayúdame con los platos

- Claro señor

Platos, pastel y café.


11 años atrás.

Era una casa mediana, pues el jardín lleno de flores, y arboles era lo grande, aunque claro, todo parecía una enorme montaña. Donde llego un lindo auto al que, bajo aquella familia, los Akutagawa, Toshizo un hombre alfa, Fuku una mujer omega, Gin una chica omega y Ryunosuke un joven alfa. Entraron al hogar. – bienvenidos – dijo una mujer de cabellos negros

- Toshizo – hablo Tabito alegre de ver al azabache – que bueno que vienes

- Ustedes fueron los que se fueron por tanto tiempo – explico el azabache

- Fuku que hermosa te vez hoy – dijo Chiyo – dígame adivinar ¿Gin y Ryunosuke? Como han crecido

- Gracias, tío Chiyo – respondió Gin

- Es un placer visitarlo – dijo Ryunosuke

- Atsushi, ven aquí – pidió Chiyo, el más joven se acercó – este es mi pequeño Atsushi

- Perfecto, que los niños jueguen, nosotros conversemos

- De acuerdo

Los adultos se habían ido a la sala, los niños, bien, Hanna, la mujer de cabellos negros llevo a los niños al salón, aunque Atsushi se fue de allí rápidamente, pues tenía una carta que redactar, los hermanos tampoco estaban muy llamativos, así que ellos siguieron estudiando con sus libros en mano.

- Entonces – hablo Toshizo - ¿te gusta mi hijo?

- Es precioso y una presencia alfa excelente – dijo Tabito - ¿Cómo lo educaste de esa forma?

- Mi esposa se ha dedicado al estar al pendiente de los niños por completo, el crédito es para ella

- Oh, cariño, gracias – dijo Fuku – es verdad que Ryunosuke es un chico con gran compromiso, pero Atsushi es una belleza, sus ojos parecen joyas ¿Cómo es así?

- El misterio de la ciencia – dijo Chiyo – mi pequeño bebé es en verdad hermoso.

- Oye Tabito

- ¿sí?

- Vamos a hablar en privado que los omegas hablen de niños como es costumbre

- Si, claro

Los Alfas fueron al despacho de la casa, allí ambos se sirvieron whisky

- Entonces, ¿Cómo van tus negocios?

- Las exploraciones ya no son tantas – menciono – la escuela que abrí va bien, pero para mantener una buena regla necesito más negocios

- Te propongo algo

- ¿Qué? ¿negocios conmigo?

- No, algo mejor – menciono – tu hijo es un chico precioso. Estudio en Europa ¿no es así?

- Claro, también se entrenó en varias artes, mi esposa y yo lo llevamos a hacer alpinismo, apenas tiene 15 años, pero ese niño sabe hacer investigaciones preciosas, su manejo de los idiomas es increíble, tiene un vasto conocimiento en artesanías, gastronomía, ciencias, música, mi chico tendrá una gran carrera, un genio prodigio de las arqueologías, quizá el próximo descubridor del todo perdido y

- Y esposo de mi hijo – interrumpió

- ¿Qué? ¿quieres que se casen? Pero acaban de volver a verse después de tanto tiempo, no se conocen

- Tu hijo tiene buenos genes, tú y tu esposo son increíbles en la materia y como dijiste, Atsushi sabe de arte, historia, practica, es un diamante pulido perfectamente; y va a ser perfecto para educar a mis nietos

- Toshizo no creo que mi hijo quiera un matrimonio arreglado

- Vamos, hagámoslo, haremos fortuna y ni dudes que mi hijo es el mejor de todos – tomo su hombro – piensa en el futuro de Atsushi, es un omega, será difícil aun siendo el más inteligente, al lado de mi hijo logrará grandes cosas.

- Bueno, tienes razón, pero...

- ¿Qué más necesitas dime?

- Un trato

- ¿trato?

- 3 años, si nuestros hijos no se enamoran, el matrimonio será disuelto

- Trato

Tomaron sus manos alegres. Fuku y Chiyo al enterarse de la boda se emocionaron, querían nietos obviamente, planearon todo en pocos meses.

Atsushi miro a su madre quien cosía algunos detalles en su traje blanco – ma – se quejó el menor - ¿Por qué me tengo que casar con ese chico?

- Se llama Ryunosuke, hay vamos amor, lo conociste ¿no es guapo?

- Sinceramente no lo recuerdo, preste atención a la carta que me dejaron esa tarde, Hanna me la dio y

- Mira escucha, papá está haciendo negocios con tu futuro suegro, pero hay algo que te ayudará

- ¿Qué hay?

- Si no te enamoras de tu futuro esposo, el matrimonio se cancelará después de los 3 años – menciono – y entonces... podrás ir con el chico que conociste en Europa, el de la carta

Atsushi se sonrojo - ¿podre ir con Robert? – pregunto – pe-pero tendré 19 y él tendrá unos 35 ¿no?

- Si, y podrás casarte joven y vivir de aventuras ¿no te gustaría eso?

Atsushi sonrió – sí, una aventura eterna con Robert... y de viejitos poner una cafetería donde contar nuestras historias

- Ese es mi pequeño bebé, ahora, solo intenta que esto funcione y si no, sabes que Robert te esperará ¿de acuerdo? Ayudemos a papá

- Si ma, daré todo de mi para ese matrimonio.

El día de la boda

Robert había llegado a hablar con Tabito – amigo, no puedes dejar que tu hijo se case – se quejó aquel hombre – Atsushi y yo teníamos esa conexión y lo sabes

- Tranquilo, mi hijo te quiere, pero Toshizo tiene razón, me ayudará en estos tres años con mis proyectos empresariales, te ayudaré también, así cuando se divorcien podrás cortejar a mi hijo, piénsalo.

- Pero Atsushi no es un trofeo

- Esto no es ser trofeo, recuerda donde vivimos, los omegas no son tomados en serio, lo sabes bien. Quiero que mi hijo tenga las mejores oportunidades, solo tres años le pedimos. Y su futuro será grande

- ¿estás seguro de esto?

- Claro, Atsushi está de acuerdo y emocionado

- Si eso dices... Esperaré por él.

- Gracias Robert.

En el salón.

Atsushi vestía un traje blanco con detalles en dorado, lo único que le molestaba era aquel velo que le puso su madre tapando su rostro, y si, no le dejaba ver bien a los demás.

Su futuro esposo a su lado se veía serio, aunque aquel traje blanco con detalles en dorado le quedaba muy lindo. La corbata de Ryunosuke era color gris y la de él era color coral.

Para cuando termino la ceremonia, intercambiaron anillos, y entonces fue cuando el azabache se acercó a levantar aquel velo, Ryunosuke se quedó completamente sorprendido por los ojos de Atsushi. Atsushi por su parte se quedó sorprendido de verlo, no recordaba que fuese tan apuesto. Atsushi sonrió tiernamente y el azabache trago saliva. Se acerco al menor besando sus labios tal como el protocolo lo indicaba y sus familiares aplaudieron.


Después de 2 años y 8 meses, Atsushi y Ryunosuke no habían tenido ningún avance, Toshizo estaba molesto, quería nietos desde el primer año, pero su hijo no tomaba la iniciativa. Por su parte, Tabito sabía que su hijo no quería seguir con el matrimonio, así que solo estaba esperando a los 3 años para ayudar a su hijo con el divorcio. – Tabito

- ¿si Robert?

- Tengo algo que informarte, es importante

- ¿sí? ¿Qué es?

- Me has ayudado tanto, y bien... - suspiro – tengo pareja

- ¿Qué?

- Si, bueno, apenas comenzamos a salir, pero es una chica linda, no pude evitarlo. Creo que nuestro trato se cancela

- ¿estas bromeando? Mi hijo espera por ti por hace años.

- Discúlpame, pero...

- Espera 4 meses más, estará divorciado

- Yo lo vi Tabito, Atsushi ha dado todo por su matrimonio, no tiene sentido, está enamorado de su esposo y yo debo continuar mi vida

- Robert... Atsushi y Ryunosuke ni siquiera están enlazados, tú sabes que

- Lo sé, pero esta nueva oportunidad no quiero perderla, no como deje que Atsushi se fuera, disculpa Tabito.

Esa noche, Tabito y Chiyo platicaban

- Lo arruine cariño, el futuro de Atsushi, lo arruine...

- No es así – menciono – amor, la verdad... Atsushi me dijo que se enamoró de su esposo, pero parece que este no es reciproco

- ¿en verdad?

- Si, le he dado algunos consejos, pero parece que su esposo no reacciona a ningún detalle, lamentablemente no habría marcha atrás, nuestro hijo sufrirá por amor no correspondido un tiempo...

- O sea que además de todo, ni siquiera su esposo ¿podrá amarlo? – tapo su rostro - ¿Qué he hecho? ¿Qué le he hecho a nuestro hijo?

- Atsushi estará bien, nos tendrá siempre a nosotros. Debemos ser fuertes, estaremos con él, llevémoslo a China a Palaos, el ama Palaos

- Tienes razón, yo protegeré a mi hijo, y en 4 meses volverá con nosotros, y nadie más podrá vernos la cara de nuevo.


Por su lado, en casa Akutagawa.

Toshizo fumaba una pipa mientras caminaba de un lado a otro – ya cálmate, vas a hacer un hueco en el piso

- ¿Qué le pasa a nuestro hijo? ¿Por qué aun no tienen descendencia?

- Tengo entendido que el pequeño Atsushi está por terminar la escuela – menciono – debe contenerse

- ¿Cuánto le queda?

- Según un calendario escolar normal... unas semanas

- Semanas...

- ¿Qué estas tramando?

- Nada mi amor, claro que nada – le sonrió. 


...

Aquí todo se revela, todo se aclara y todo se luce. 

¡Gracias por leer!

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