Disculpas

Marcus

El día había iniciado como cualquier otro, desde que llegue a la ciudad he estado en búsqueda de algo distinto. Intento salir de mi zona de confort. Siempre desde que me gradué, ejercí en una escuela; sin embargo últimamente me he sentido atrapado, como hipócrita. Se me hace difícil enseñar niños y llevar la vida que llevo. Aun no sé cómo unir esas dos partes de mi vida. La enseñanza y mis inclinaciones sexuales, así que decidí salir de la ciudad que me vio crecer; porque aún no estoy preparado para que me conozcan como soy. Mi ciudad es pequeña, aun no se acepta la homosexualidad, mucho menos me entenderían a mí. No estoy preparado para que me juzguen y vivir en el ostracismo.

Hoy me había referido un amigo de la universidad a una entrevista de trabajo, para poder asistir tuve que pasar por un montón de preguntas de un tipo que se creía policía. Aun no entendía porque tanta seguridad, sabía que la familia a la que iba referido era de mucho dinero; pero vaya esto es exagerado. Lo más interesante fue cuando el investigador saco mis inclinaciones sexuales me genero una gran sorpresa; pensé que hasta ahí llegaba mi oportunidad, por el contrario dijo que quizás yo sería el candidato mejor. No lo entendí, iba ser un tutor académico, ¿que tenía que ver esa área de mi vida?

Llegue a una de las zonas más cara de la ciudad, la mansión era apabullante. De inmediato me sentí fuera de lugar, y perdí toda esperanza de que me dieran el puesto. Fui recibido por una joven muy cortes, su mirada me aprobó de inmediato. Ella me indico el camino hacia el despacho de la que ella dijo era su amiga. Entre a una sala de espera donde solo había mujeres, eso me desubico mucho más que la casa. Todas se veían estiradas, parecían las dueñas de aquella casa, estaba seguro que no sería tomado en cuenta para el puesto. Y sentí lastima por la chica a la cual le tocara cualquiera de esas hurracas.

Pase dos horas sentado viendo lentamente como mi única oportunidad de empleo escapaba de mis manos, ya que si bien no hable con ninguna de las entrevistadas, ellas si hablaron entre ellas, así pude escuchar sus experiencias laborales. La verdad debo decir que eran muy buenas todas. Entraban altaneras y soberbias, salían con cara de que las hubieran insultado, no entendía que podían decirles que les molestara tanto. Por fin escuche mi nombre de los labios de la chica atenta que me abrió la puerta. Esta vez se presentó. Sharon, una chica realmente hermosa, aunque no es de mi tipo. Lo que es triste porque le gustaba se le notaba así que tenía mitad del camino recorrido. Suspire mientras entraba a la oficina de mi entrevistador.

Al entrar quede impresionado por la hermosa biblioteca de la oficina, era extensa, al menos debían haber unos mil volúmenes de libros, el olor a madera y tabaco me hizo sentir pequeño, como cuando mi padre me dejaba entrar a su biblioteca. Deje de lado los libros para centrarme en mi entrevistador; de repente fui distraído por la más hermosa mujer que alguna vez haya visto, sus cabellos azabache, su piel perlada, sus labios rosa. Cuando llegue a sus ojos todo cambio, estaban apagados y muy tristes, algo grave le había pasado. Es tan hermosa, espero poder ayudarla.

Volví a centrarme en mi entrevistadora, también una mujer hermosa, aunque está muy pálida y podría asegurar que demasiado delgada, tiene unas ojeras bien marcadas debajo de sus ojos. Ahora que las comparo ambas mujeres tienen la misma mirada, la mirada de abuso. En mis años en la escuela aprendí a reconocer esa mirada, en mis niños cuyos padres los maltrataban física y psicológicamente. Me senté, ella hizo la misma cantidad de preguntas que el investigador, luego de que respondiera sus preguntas, explico a detalle porque se necesitaba un tutor y fue allí donde mi mundo se cayó. Mi hermosa chica había sido abusada por más de seis años, ella no estaba acostumbrada a tomar sus propias decisiones por lo que aún no tenía permitido ir a una escuela normal. Con cada detalle de su vida, me llene de rabia e impotencia, quise preguntar quién y cómo le había hecho este daño, pero mi educación no me lo permitió. Por el contrario mis sentimientos estaban burbujeantes, deseaba cortar cabezas, escalar la torre y salvar a la princesa. El problema, ella ya había sido salvada.

Belinda, mi entrevistadora; fue muy clara con la situación, la relato a detalle. En algún momento percibí la mirada de mi chica hermosa, ella sentía interés por mí, lo sabía reconocer; de ser así no debía tomar este empleo, seria deshonesto y haría lo mismo que hicieron antes, abusar de ella. De repente y sin mediar palabra, mi chica hermosa se levantó de su silla y se retiró del lugar, dejándome un mal sabor de boca. Pensé que quizás de alguna forma le había ofendido, desee poder seguirla para saber que le molesto; más entendí que no tenía derecho y me quede congelado ante su reacción. Belinda me dio las gracias por venir y dijo que ella me contactaría en lo que se tomara la decisión. Decisión que tenía muy clara, yo no era el elegido.

Llegue a casa con un mal sentimiento, tenía la certeza que de alguna manera le había ofendido. Necesitaba disculparme, esperaría a que Belinda me comunicara lo que ya sabía que no era el indicado, en esa llamada aprovecharía para pedirle permiso para disculparme con ella. Aun no sé qué hice, pero no importa, deseo que no cargue con algo que no paso, sino solo en su mente.



Pasaron tres días, esos días no pude dormir, mi mente traía su imagen en cada momento. No lograba coordinar ideas, quería hablar con ella. Jamás me había pasado algo así con nadie, esta atracción enfermiza que me está consumiendo y solo la he visto una vez. Mi teléfono suena, se con certeza que es Belinda. En efecto es ella indicándome lo que ya sabía, no me habían elegido, de hecho no habían escogido a nadie. Al parecer ninguno de los entrevistados es adecuado para la educación de Anika. Escucho atentamente sus palabras, le doy las gracias por la llamada. Antes de colgar le digo que me permita disculparme con ella, la línea queda en silencio por un momento, de pronto me vi en la necesidad de revisar si no se había cortado la llamada. Belinda respondió, dijo que no entendía la necesidad de mis disculpas, insistí y al final me dijo que hablaría con ella, me llamaría con su respuesta. Y así me volví a sumir en mi desesperación


Hola mis amados lectores

Como les dije antes esta semana no estoy segura si podre cumplir con mis dos publicaciones que prometi. Hoy estoy saliendo de viaje al interior; pero decidi antes de partir y debido a su fidelidad dejarles el capitulo de esta semana. Espero que pueda publicar el sábado.

Gracias por sus comentarios, los aprecio muchisimo. Al igual que sus correcciones. Le quiero dar la bienvenida a mi nuevo seguidor: @02_forever_02

Le amo, nos vemos el Sabado. Recuerden comentar y dejar sus votos.

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