Desvirgada

Se acercaba la noche, mis nervios estaban a flor de piel. Sabía que no podría ser bueno, últimamente hasta le disgustaba mi presencia, no entendía que pude hacer para ofenderle, de pronto se comportaba como mi padre lo había hecho. Entonces antes de anoche Cristofer me había acorralado en un pasillo, en susurros me había dado unas pastillas y me había indicado que las bebiera antes de la fiesta. Mi cara de confusión debió de asustarlo pues solo dio "Confía en mí, es por tu bien" y sin más me dejo sola nuevamente.

De ahí en adelante me costaba concentrarme, las manos no dejaban de temblarme, al acercarse la noche una de las esclavas de mi amo me llevo a mi habitación donde me depilo, me baño y aceito cada parte de mi cuerpo. Temblaba cual gelatina, ella me miraba con un dejo de lastima, estaba claro que esta noche solo podía empeorar. Fui vestida toda de blanco, lo que me genero una risa frenética. El vestido era en transparencias, mi cuerpo estaba helado, sudaba profusamente, sin darme cuenta de mis ojos salían lágrimas.

Al anochecer la otra chica abandono la habitación, así que aproveche y tome las píldoras que Cristofer me había dado, después de todo ¿Qué podría ser peor? Con el pasar de los minutos mis latidos se fueron calmando, incluso puedo decir relajándose. Mis manos dejaron de temblar, deje de sudar y llorar. La calma llego a mí, me sentía como en una vacío donde no había ruido, ni luz, solo estaba yo. Todo lo escuchaba a lo lejos, no había dolor ni alegría, todo era somero y efímero. Pensé quizás si logre sobrevivir a esta noche.

La sala de fiesta estaba a su máxima capacidad, a donde miraras se veía alguna escena bizarra de desnudos y látigos, se escuchaban gemidos y suplicas, todos estaban muy bebidos. Leylan me llevaba como un trofeo, me iba presentando a los amigos que no me habían conocido, todos tenían algo sardónico que decir, estaban emocionados por la actuación de esta noche. Yo ya no era participe de la fiesta solo mera espectadora, eso me daba calma y paz. Llegado el momento fui llevada al escenario, de pie al lado de mi amo; Leylan poco a poco me fue desvistiendo entre gritos y fanfarrias, luego sucedió algo que no me esperaba, Leylan me pregunto a quien pertenecía, sin duda a él, respondía, algo que le di placer, pues su rostro mostraba alegría ante mi declaración. Me llevo a una mesa metálica, me ato las manos por encima de mi cabeza y me cubrió los ojos, entonces volví a sentir temor, ¿para qué lo haría? Si no fuera para prestarme a sus amistades, sin darme cuenta comencé a suplicar y mis lágrimas volvieron a salir, mi temperatura bajo, sentí como una pluma recorría mi cuerpo, era una sensación incomoda; pero me gustaba, mi respiración volví a regularizarse, deje que la calma me volviera invadir. Sin más sentí una boca recorrer mi pezón con pereza y luego introducirlo en su boca, el calor genero gemidos involuntarios en mí, cuando aún me estaba acostumbrando otra boca poseyó mi otro seno, esto estaba mal, sabía que él no haría esto solo, no era su costumbre. Me aterre y volví a suplicar, entonces le escuche en mi oído calmarme y decirme que solo deseaba que lo disfrutara tanto como él lo disfrutaría.

Decidí que como no tenía control sobre la situación, solo podía decidir ser una víctima o realmente disfrutar ya que mi amo así lo había planificado, y lo que más deseaba era complacer a mi amo. Así que me deje hacer, de momento solo escuchaba las succiones y mis gemidos de suplicas, pidiendo más, escuchaba de momento la risa de mi amo, la cual me hacía saber que el aun no me tocaba. Todo perdió sentido cuando sentí una tercera boca recorrer mi vientre, mis piernas fueron abiertas como quien va a dar a luz y ancladas con algún tipo de correa, lo que me hacía imposible cerrarlas.

La boca bajo mi vientre seguía pérfidamente recorriéndome con lentitud, las otras dos bocas me llenaban de descargas eléctricas que llegaban directo a mi clítoris, sentía que iba a explotar, mi mente estaba fuera de lugar, mi amo acariciaba mi cabello, como una niña pequeña. Ese solo toque me daba mayor placer que las bocas sobre mi piel, sin darme cuenta comencé a sentir una ola creciendo dentro de mí esperando explotar.

- Te ves hermosa cuando te acercas al orgasmo – Dijo mi amo, con fascinación – Ahora.

La boca en mi bajo vientre se fue directo a dentro de mis muslos, primero soplo su cálido aliento sobre mi clítoris, esto provoco una reacción en cadena, donde mi cuerpo intentaba liberarse para llegar más cerca de su boca, sin darme tiempo acostumbrarme la boca tomo plena posesión de mi clítoris alimentándose con ávida pasión, fue en ese momento cuando explote en un orgasmo maravilloso. Mis gritos era lo único que lograba escucharse en el salón, de repente sentí la introducción de un cuerpo entre mis piernas, solo pude decir "Amo".

- Entregate a mí, se mi humilde sirve, prometo cuidarte – dijo el. Esas palabras desbocaron en mí una respuesta de amor inmediata.

- Soy tuya, solo tuya – dije entre suspiros

Y fue así que me penetro de golpe, sentí como me rompía en dos. El dolor era más grande que el placer, me ardía, quería solo acurrucarme en posición fetal y llorar, esto era infernal, cuando ya estuvo totalmente dentro de mí se detuvo, intente relajarme para que el dolor disminuyera, me era imposible tenía un objeto extraño dentro de mí. Fue en ese momento que volví a sentir la acción de las tres bocas en mí, los senos, mi clítoris, las manos de mi amo en mis caderas. Todo inicio de nuevo de forma lenta y pausada él entraba y salía de mí, en un inicio me quejaba; pero pasado uno momentos el calor dentro de mi crecía, suplique por más, más rápido, más fuerte. Quería más de todo.

Las lenguas me hacían perder la cordura, estaba nuevamente remontándome en una ola de placer que no creía poder llegar a tener, mi amo sonrió, mi cuerpo le daba placer, eso era lo único que yo deseaba darle placer, que estuviera orgulloso. La boca de mi clítoris desapareció, me queje estaba muy cerca de otro orgasmo, cuando sentí como me pellizcaban el clítoris, fue doloroso, sin saber cómo ese acto de dolor genero un nuevo orgasmo más potente que el anterior, mientras aun bailaba sobre ese orgasmo, mi amo se movía con violencia dentro de mí y llegaba a su propio orgasmo.

- Ahora sí puedo decir que eres mía pequeña, nadie nunca podrá alejarme de ti – dijo con orgullo, yo me sentí amaba con esas palabras.



Aún recuerdo esa noche, en donde me creía amada. Que equivocada estaba, ahora llegaba Marcus, igual a mi amo - ¡Dios! hasta ¿cuándo voy seguir cayendo en el errar de llamarlo así? – queriendo ser mi dueño, aun no logro mantenerme libre, soy prisionera de mis años de enseñanzas, aun no logro controlar mis acciones. Viene él y promete lo mismo que Leylan; ahora que lo pienso Leylan nunca me prometió que no me lastimaría. No creo poder sobrevivir a esto nuevamente, debo hablarlo con mi doctor, estoy muy confundida.

Hola mis amados lectores

Bueno que puedo decirle intente que esta violacion, no se viera como tal. Espero haber hecho mi mayo esfuerzo. Quiero sus opiniones al respecto.

Gracias a mis nuevos seguidores de esta semana: @MemoriesInTheWords; @AlejandraMartinez427; @EditorialJackson; @EditorialFlores; @FuckingFat.

Gracias a la @EditorialJackson por su reseña, gracias por tus correcciones tomadas en cuenta.

Por ultimo estoy participando en un concurso de relatos eroticos y quiero que me ayuden, el tema es "Secretos Humedos", ideas. Tengo hasta el 15 de agosto para entregarlo, asi que espero su ayudita. Gracias Feliz fin.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top