Amarte


Anika

-¿Estas segura? –Pregunta mientras sus manos recorren mi rostro.

-Marcus, nunca tuve la posibilidad de decidir, mi cuerpo era usado como moneda de cambio. Yo quiero al menos una vez tener la decisión. Por favor, lo necesito –Y sin darme cuenta unas pocas lágrimas escapan de mis ojos, él las va recogiendo. Sigue mirando mis ojos intentando encontrar la respuesta en ellos.

Sin más toma mi rostro y lo acerca a su rostro, comienza a besarme, primero solo son roces de sus labios a los míos. Luego se vuelven más exigentes, su lengua entra en mí, comenzamos una danza erótica, que le da vida a todos mis sentidos. ¡Es maravilloso! Mi cuerpo nunca había reaccionado tan fácil a la interacción con otra persona. Amo sus besos, sus manos lentamente van a mi camisa, la cual es sacada con facilidad de mi cuerpo. Veo la sorpresa en su rostro, es cuando caigo en cuanta de las marcas tanto viejas como recientes que debe exhibir mi piel.

-¿De cuando son estas marcas? –Dice señalando las que aún están rojas, obviamente recientes, vuelvo a llorar, no quiero que termine este momento.

-Por favor, no hablemos de esto –Digo como una súplica. Me mira, se nota que le disgusta mucho. Intenta controlar su molestia. Inclina mi rostro me besa.

-Está bien, sólo te lo concedo por este momento –Luego toma mi rostro, me mira a los ojos- Pero Anika, debes entender. Si esto sucede, no podrás apartarme de ti. Yo no voy a estar contigo, para luego dejarte. Tú me vas a pertenecer y yo a ti. Así que espero que comiences abrirte, porque Anika no puedo ayudarte, sino hablas conmigo. ¿Entiendes?

-Si –Dije sabiendo lo que me estaba pidiendo y que no le podría dar. Sinceridad. Me vuelve a besar con pasión, como si este beso cerrara un pacto de amantes, me estremezco anticipando todo lo que va a venir. Mi piel arde, necesita su tacto, sus labios.

Toma mi cuerpo, como si fuera tan liviana como una pluma. Me coloca como una muñeca de porcelana acostada en la cama. Sus labios comienzan a recorrer mis mejillas, succiona mi oreja. Esa acción me hace reír. Continua su recorrido, se detiene en mi cuello reparte besos por mi clavícula, sin darme cuenta he comenzado a gemir. Esta experiencia es nueva para mí. Mi cuerpo, mi mente, mi corazón están al unísono deseando todo lo que Marcus tenga a bien darme.

Se detiene en mi pecho, en un movimiento rápido se deshace de mi brasier. Y se detiene para mirar mi rostro, buscando mi aprobación, solo logro sonreírle. Él hace eso en mí. Posa su boca en el centro de mi pecho, con su lengua lame alrededor de ambos senos, tentándome y desesperándome. Su forma de tratarme con suavidad, francamente me descoloca. ¡Vaya! Estoy a punto de tener mi primera vez, mis ojos se aguan de la emoción.

Succiona mi seno, aún están sensibles de la sesión de ayer. Ese solo pensamiento me revuelve el estómago. Él siente el cambio en mí y se detiene.

-¿quieres que me detenga? –pregunta dudando de todo.

-No, por favor –Dije casi en gemido. Mira mi rostro, me da un dulce beso en los labios.

Decide regresar a mis senos, esta vez solo los lame. ¡Dios! Este hombre me lee con mucha facilidad. Baja con su lengua y se detiene en mi ombligo, lo besa tiernamente. Mi clítoris palpita, pidiendo atención. Como si leyeras mis pensamientos quita mis pantalones con mi ropa interior, se detiene a mirarme, su rostro muestra el hambre que siente por mí, lo que sólo me humedece más.

Baja su boca a mi centro, se dedica a besarme con amor. Siento sus labios sobre mí, sus lamidas me enciende al punto de querer estallar. Mi cuerpo pide más. Hace círculos alrededor de mi centro, cuando siento, que voy a explotar se detiene, para comenzar a besarme desde los muslos. Suplico, quiero que siga; pero a la vez quiero poder llegar.

-Eres como un sueño, mi pequeña –Dice levantando su cabeza para mirarme con deseo- Sueño con probarte, escucharte gemir y poseerte desde el día que te conocí.

Esa declaración, acelera si se puede un poco más mi corazón. Este hombre me quiere, es todo lo que he pedido en mis horas de llanto, en mis noches de pesadillas. ¿Realmente lo voy a dejar? Mi cuerpo se estresa, el vuelve a notar el cambio, se detiene, se viene como una fiera de rodillas acercándose a mis labios.

-Ani, esto no es necesario, si no lo quieres –dice con tono de lamento. ¡Qué bien! lo había hecho sentir mal.

-Marcus, no es eso. Debes entender que es mi primera vez –Y lo miro con detenimiento, hasta que su cara se ilumina al caer en lo que le digo- Hay momentos en que a mi mente vienen las experiencias pasadas, por eso el cambio – Le tomo el rostro con ambas manos, le planto un beso en los labios –Por favor, no te detengas. Deseo entregarme a ti, es lo que he deseado desde el primer día. Sólo ten paciencia.

Me besa con calma saboreando cada parte de mí, su beso me enciende de nuevo, su mano recorre mi cuerpo y se detiene en mi centro, allí acaricia mi piel depilada -Desde que tengo recuerdo nunca he podido tener vello allí, cada mes tenía una atención completa de depilación en mi cuerpo. Ya después de un tiempo se convirtió en costumbre, ahora lo hago por mi cuenta- Con sus dedos riega mi humedad por mis labios y entrepierna, mi cuerpo se retuerce de placer, haciendo un arco con mi espalda. Es primera vez que tengo libertad de movimiento. Con dos de sus dedos me penetra mientras que otro de sus dedos hace círculos en mi clítoris. La sensación es alucinante, mis piernas se abren y cierran sin controlar mis reflejos. Mis manos pelean con las sabanas, estoy desesperada por llegar, justo cuando lo voy a lograr se detiene nuevamente. Estoy cabreada, me ha robado dos veces el orgasmo. Lo miro con odio, mientras él sonríe.

-Pequeña, aun soy un domino. Tendrás tu orgasmo cuando yo te lo permita, no antes –Eso solo me enciende más, ¿Por qué? Mi mente se confunde, ¿Cómo puedo amar este mundo si me ha hecho solo mal?, aun así mi cuerpo responde a su dominio.

Toma mis manos las lleva hasta el cabecero de la cama y me ordena que no lo suelte hasta que el me lo indique. Obedezco, deseo poder llegar. Vuelve a besarme, muerde mi labio inferior. Mi cuerpo está a punto de estallar, necesito ese orgasmo.

-Abre las piernas para mí, pequeña –Hago lo que me ordena, mientras me estremezco –Más –repite, así que lo hago hasta que mis piernas están tan abiertas, que puedes ver en mi interior –Buena chica.

Posiciona su cabeza en mis labios vaginales y comienza a probarme. Le oigo suspirar, comienza lentamente, cuando mi deseo es que sea más rápido; pero decido callar, no quiero que vuelva a detener mi orgasmo. Introduce dos dedos en mi vagina. Mientras su lengua hace fiesta en mi clítoris. Sin darme tiempo acostumbrarme, acelera los movimientos, comienzo a sentir una presione en mi cabeza como si fuese a explotar. Entonces sucede, mi visión se nubla, lagrimas salen de mis ojos. Grito sin darme cuenta su nombre. Mientras convulsiono en un orgasmo tan grande, que estoy segura que voy a morir en cualquier momento. Mientras aun disfruto de mi orgasmo, mientras mis oídos me zumban. Siento como me entra con fuerza, logrando que mi cuerpo se arquee, al punto de poder lesionarme mi columna.

-Mirame –Ordena, mientras suelta mis manos de la cabecera de la mano –Quieres que me veas todo el tiempo pequeña, no quiero que tengas dudas de con quien estas.

Y así inicia un vaivén de movimientos, que me devuelven a mi estado encendido de hace solo un instante. Por primera vez, pongo mis manos en su espalda, mientras clavo las uñas sobre su piel, mis piernas envuelven sus caderas. Quisiera que este momento nunca acabara, mi corazón pareciera que se fuese a salir de mi pecho. Mis sentimientos son tantos, jamás me sentí tan feliz, deseada y amaba.

Mi cuerpo comienza a prepararse para mi próximo orgasmo, el acelera el paso. Mientras me mira con amor. Me besa apasionadamente, mientras mis gemidos se pierden dentro de su boca. Exploto en fuegos artificiales en mi nuevo orgasmo, él toma mi cadera con fuerza mientras llega al suyo. Sigue sus movimientos con lentitud, mientras sigo disfrutando los estertores de mi orgasmo.

-Te amo, pequeña –sus palabras me toman de sorpresa. ¿Cómo puede amarme tan rápido? ¿Cómo puede saberlo con certeza? No logro decir palabras ante su declaración.

Él me observa detenidamente me besa con dulzura, sale de dentro de mí. Se levanta de cama, para limpiarse. Trae una tolla del baño y me limpia. Vuelve a la cama mientras aún estoy sorprendida por su declaración. Se acuesta y atrae mi cuerpo al suyo, quedando protegida entre sus brazos.

-Eres mi, pequeña. No permitiré que nada te suceda –Dice mientras la paz que me transmite su cuerpo me lleva por fin al descanso que tanto necesitaba. Me pierdo en los brazos de Morfeo...



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Amados lectores

Un nuevo capitulo llega hasta ustedes esta semana, que maravilloso regalarles uno a mitad de semana, casi llegan a diez estrellas en el anterior. Pense que esta semana hariamos historia por lo menos en mi perfil, publicando tres capítulos de la novela.

¿Qué les parece la primera vez de nuestros protas?, estoy ansiosa de escuchar sus comentarios.

Esta semana tenemos nuevos seguidores, asi que demosle la bienvenida: @Annabeth_Listilla; @anasabri; @temporaryfixed_

Esta semana voy a dedicar este capítulo a una lectora que me hizo sentir muy apreciada con sus comentarios, asi que gracias. Espero que te siga gustando mis historias.

Como siempre esta semana sigue el reto, si llegamos a doce estrellas, publicare otro capitulo antes del sábado. Si les gusta el capítulo dejen su voto; pero ya saben si lo aman hagan publicidad. No olviden pasar por mi usario en Face.

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