Pedí un deseo,
nunca se cumplió.

Respire el contaminado aire, tratando de juntar piezas rotas dentro de mi.

¿Qué perdí?
Me pregunto cuándo veo mi reflejo y se que algo falta.

Quizás sea esa mano que empuja el columpio.

Quizás sea ese gato que juega ajedrez mientras yo lloro

en silencio con mi demacrada letra cómo aliento.

Tal vez sea un ángel que olvido cómo era el paraíso y se perdió entre mierda mundana.
O caminar de puntillas despertó la ciudad entera en vez de no anunciar el incendio.

Sea lo que sea aún no encuentro ese secreto que me dijiste guardaba mi beso.

Perros y loros con extasiada inmadurez gritando a los mares que he probado del néctar más dulce a espaldas de las palabras de autoridad.

No lo entiendo.

¿Si soy tú Venecia, porqué dejaste de ser mi canal?

¿Si eras el que me exclamaba palabras, dime a dónde vas?