Capítulo 7
Capítulo 7
Chris se sentía mucho mejor luego de haber descansado casi todo el día, ya por la noche estaba recuperado, bajó en busca de su hermana pero ella no estaba, fue hasta la cocina y se encontró con sus padres. Ellos le observaban con culpa en el rostro.
Silencio.
―¿Saben dónde está mi hermana? ―preguntó mientras se rascaba detrás del cuello.
El silencio nuevamente apareció.
―Entiendo... ignoremos al maricón.
Raina levantó los ojos horrorizada, iba a decir algo pero nada salió de su boca. ―Será mejor que controles tu boca jovencito si no quieres que la limpie yo mismo ―respondió su padre con voz ronca y cansada.
―No te atrevas a decirme que hacer o decir cuando lo único que están haciendo es ignorarme, todavía no entiendo que hago aquí.
Chris tomó su chaqueta y se la colocó. ―¿A dónde crees que vas Chris? Tú no tienes edad para salir cuando se te venga en gana ―replico Carl amenazantemente.
―No puedo salir pero ¿Si puedo dejar que me ignoren? Si no quieren verme o hablarme, no veo el problema en salir, es más, no les estoy pidiendo su permiso solo lo haré.
―Chris no te atrevas ―gritó el padre.
Él le guiño un ojo y salió de la casa dando un portazo, escuchó el sollozo de su madre a lo lejos y corrió hasta su auto, se montó en él, visualizó a su padre salir de la casa. ―¡Chris detente, regresa ahora mismo pequeño mimado!.
―¡No soy un mimado, solo un gilipollas que tienes por hijo! ―gritó en respuesta.
Arrancó su auto para luego comenzar a llorar.
Luego de varios minutos había llegado al "The Cue Club" un Bar muy bonito del pueblo, Chris no estaba seguro de poder estar allí y aunque por primera vez anhelaba cualquier tipo de alcohol en su cuerpo para intentar pasar su rabia, sabía que seguramente no dejarían hacerlo, él aún era menor de edad y su rostro no ayudaba, siempre se veía un poco menor a su edad actual. Se acercó a la barra y una chica rubia muy hermosa se dirige hasta él con rostro preocupado y pregunta.
―¿Tienes edad para estar aquí especialmente a esta hora?.
―Oye solo necesito quedarme por unos momentos y que me traigas algo fuerte ―respondió suplicante.
― No lo creo jovencito. Será mejor que regreses a casa, tus padres deben estar preocupados ―Chris hizo una mueca pues sus padres parecían no importarles.
―¡Oye! Él anda conmigo solo dale lo que te ha pedido. Soy su tío.
Chris se vuelve hacia esas palabras, observa a un hombre alto de cabello oscuro corto, sus ojos eran de un color azul plata, con cejas pobladas, su tez blanca con mejillas ruborizadas quizás por el frío que le daban un aspecto hermoso, los labios también eran sensuales y estaban hinchados de color rojo y también a través de toda esa ropa se podía observar que era musculoso.
Él Observaba a la chica fijamente a los ojos y ella solo asintió sin pedir ningún tipo de identificación para comprobar que era verdad lo que el sujeto decía.
―¿Cómo has hecho eso? Hace un momento ella solo quería sacarme de aquí y simplemente te vio y obedeció... Vaya que el ligue si funciona.
Él sonrío y dijo:
―Creo que eso es un cumplido pero no le estaba ligando, quizás si le gusté mucho para que simplemente lo dejara pasar pero nada que me interese.
―Vaya sí que eres muy humilde para decir eso ―Chris respondió enviándole una sonrisa.
―Tienes una hermosa sonrisa chico... ¿Dime cómo te llamas? Y ¿Por qué un jovencito como tú está en este lugar? tus padres deben estar como locos buscándote.
―¿Mis padres? ¡Ha! No lo creo si por ellos fueran sería mejor que me perdiera, solo vine a este lugar como dirían los adultos "A desahogar mis penas" ellos están molesto por tener a un hijo maricón.
―¡Hey! Eso no son palabras para un chiquillo y con qué te gustan los chicos... ¿Padres homofóbicos?.
―Así parece pero sabes no sé si realmente me gustan los chicos jamás me había pasado algo así hasta ahora con un hermoso y perfecto hombre, el cual me gustaría que estuviera aquí, pero no sé dónde rayos está y ¿Por qué no ha venido? Espero que no haya sido por lo que le dije la otra vez.
―¿Y qué le dijiste? Claro si se puede saber, no quiero molestarte, es solo que me interesas.
Chris le observa un poco sonrojado y haciendo un bufido responde:
―Le dije que me dejara en paz, que no me buscara, pero sabes eso no era real, en realidad siempre quise que estuviera ahí, me gustaba verle allí...
―Vaya eres un chico complicado.
Chris sonríe con dulzura. ―Algo... me llamo Chris Fork.
Aquel hombre sonríe y toca la mejilla de Chris. ―Mucho gusto Chris... soy Kai Vilmort. Soy nuevo en la ciudad y quise conocer éste lugar para "desahogar mis penas" pero creo que fue bueno hacerlo, no sabía que me encontraría un chico tan lindo como tú.
Chris le observó ruborizado detallándole nuevamente, sí que era muy guapo, había algo en él que llamaba a su cuerpo, no tan intenso como le pasaba con Adams pero estaba allí.
Kai parecía un hombre de unos 30 años, algo mucho mayor para Chris pero no le importaba y aunque a decir verdad se veía amenazante y causaba un poco de temor, Kai había sido el salvador de su noche, consiguiéndole Tequila sin que importara su edad.
Chris al probarlo se arrepintió de haber pedido aquello, era muy fuerte para su paladar, sin embargo luego de tres tragos comenzaba a tomarle el gusto.
Las horas habían pasado demasiado rápidos, Kai era un buen acompañante para Chris pues le distrajo de todos sus problemas con leyendas históricas de monstruos que acechaban en el mundo, de todos ellas solo dos interesaron a Chris y era con respecto a los hombres lobos y vampiros, Kai sonreía ante el interés de Chris por lo que él decidió dejar el tema, solo para no parecer delante de Kai un loco supersticioso. Pero había aprendido bastante de Kai con respecto a ellos, supo que los hombres lobos podían morir con objetos de plata como las películas pero que no eran tan horribles como otras las describían, Kai los consideraba como creaturas hermosas y originales, le habló sobre su gran fuerza, sus oídos y olfatos muy sensibles, desmintió sobre que solo podían convertirse en luna llenas, él aseguraba que podían hacerlo en cualquier momento, aquellos que se trasformaban únicamente en luna llena eran licántropos, la diferencia entre ellos, es que los lobos no solo cambian cuando quieren sino que tienen raciocinio sobre sus actos mientras que los licántropos no y su transformación los vuelven más salvajes y en un ser de dos patas. Utilizó un término que llamó su atención para describir sus parejas y era "pareja de sangre" lo mismo que Adams había dicho, un frío recorrió su cuerpo cuando lo escuchó. A su vez desmintió lo mortal del ajo para los vampiros pero aseguró que solo podían hacerles daños con el fuego, habló también sobre la capacidad de controlar las mentes de sus presas, así como sus emociones intensificas y sus sentidos, pero explicó que habían seres inmunes a su control cuando su capacidad mental era mayor al de un humano normal. Aquello parecía real para Kai cuando lo mencionaba dándole un poco de temor al chico.
Ya casi iban hacer las 12 PM cuando Chris decide irse, pero al colocar sus pies en el suelo se da cuenta que no estaba en condiciones para manejar.
―Creo que mi pequeño amigo no puede manejar ¿Necesitas un empujón?.
―Necesito es una cama, y si, no puedo manejar, no estoy seguro de que me esté sosteniendo bien de hecho.
―¿Puedo ayudarte en algo?.
―No quiero arruinar tu noche. Además parece que tu sí estás acostumbrado a esto, yo al contrario estoy como la mierda, a ti el alcohol no te hace efectos.
―No has arruinado nada, al contrario has hecho que la noche sea más viva que lo acostumbrado, para mí sería un honor, ayudarte. Déjame hacerlo.
―Esta bien chico grande solo no me lleves a mi casa ―un hipo salió de boca para luego mostrar una sonrisa en su rostro.
Kai lo tomó y dijo en susurros ―Eres hermoso lo sabías, no entiendo por qué chicos como tu tienen que meterse en tanta mierda.
Kai llevó a Chris hasta el asiento del copiloto de su auto, quitó las llaves del chico y encendió el motor, llegaron en cuestión de minutos a un hotel donde extrañamente tampoco pidieron identificación a Chris. Entraron a la habitación, era un lugar hermoso, una enorme cama con aparentes sabanas y almohadas suaves, vidrios de colores que reflejaban luz mostrándolo como un lugar tranquilo, el resto de la decoración era entre beige y blanco. Chris tuvo que zafarse de los brazos de Kai para correr hasta el baño e ir a vomitar. Se sentía horrible nunca pensó que beber fuera algo tan abrumador, se arrepentía por completo de haberse emborrachado. Luego de varios minutos Kai entró y preguntó:
―¿Te sientes bien?.
―Si, ahora mejor, solo necesitaba sacar el licor de mi cuerpo, ha sido demasiado.
―Si, eso ya lo veo... ¿ha sido tu primera vez bebiendo?.
―Trato siempre de hacer lo correcto, quiero ser intachable en mi vida pero eso parece ser imposible. Y si, esta ha sido mi primera vez y creo que será la última vez.
―Joder me hubieras dicho. Nunca hubiese pedido tequila para ti sino algo mucho más suave Chris.
―Si, lo sé... soy el culpable de todo, últimamente me estoy equivocando en mis decisiones, eso no solía pasar a menudo sabes, soy de los que planifica todo pero joder últimamente no me siento tan equilibrado.
―Deja de culparte niño, es mucha carga para alguien de tu edad. ¿Algo más que deba saber que nunca hayas realizado?.
―¿El sexo cuenta? ―preguntó éste con una sonrisa.
Kai le mira extrañado ―¿En verdad eres virgen?.
―Sí, soy un bicho raro lo sé, mi hermana siempre lo dice pero ella también lo es, así que ambos los somos.
―Eres excepcionalmente especial. Si no lo sabías tienes que saberlo ―Kai dijo esto enviando un beso en la nuca de Chris, él se erizo ante su contacto pero no dijo nada.
Chris lavó sus dientes, tomó una ducha y salió del cuarto semidesnudo solo con un bóxer, una sonrisa torcida estaba en su rostro.
―¿Qué es tan gracioso? ―preguntó el hombre con una sonrisa pícara.
―Estaba pensando, que hoy va a hacer también la primera vez que voy a dormir con un hombre así semidesnudo, pero no creas que habrá sexo, parte de mi rareza es creer en el matrimonio.
―Si, que eres raro pero eso me gusta, no te obligaré a nada Chris puedes confiar en mí, me conformo con dormir contigo.
―Esta bien, solo ve a ducharte, debes oler a demonios ―respondió mientras caía en la cómoda cama, así como se veía se sentía, pensó Chris.
Kai se levantó y le hizo caso, al regresar de su ducha se encontró con que Chris estaba ya dormido, sonrió ante su imagen y dijo:
― Es tan inocente.
Se colocó al lado de Chris y le arrojó hacia sus brazos, le olio con delicadeza y se impresionó al ver la respuesta de éste. Chris se había sujetado al pecho de Kai acurrucándose como un niño sobre él, Kai besó sus labios y cerró sus ojos.
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