Capítulo 1
Capítulo 1
―Vaya, Allison, sí que has sido testaruda para bajar del auto. Estamos un poco retrasados ―dijo Chris, con su ceño fruncido, mientras su hermana desmontaba de su auto con una caja entre sus manos. Un hermoso auto a decir verdad. Un Caliber de color azul marino del año, recién comprado por sus padres, gracias a sus nuevos 17 años.
―Deja de decir tantas tonterías Chris ¿De verdad vamos a ir al colegio, hoy? ¿Justo cuando acabamos de llegar a este maldito lugar? ―refunfuño ella con expresión de asombro.
―No te estoy pidiendo permiso Allison, solo vamos a cumplir lo que mamá dijo que hiciéramos, además aquí no hay mucho por hacer, solo dejaremos estas cosas dentro de la casa, salimos, volvemos al auto y cumplimos con la escuela. Ya bastante difícil es con sencillamente ser los nuevos del colegio, como para llegar perdido mañana a clases.
Allison resopló con decepción pero no se enfrascó a lo que pudiese ser una pelea sin sentido, ella sabía que su hermano siempre iba a hacer lo correcto, es como si intentara cada día romper un nuevo record de perfección en su vida. Así era él, siempre sabía que decir o hacer; sus calificaciones siempre han sido excelentes, sus amistades fabulosas con esa capacidad de sociabilizar y agradar a todos sin ningún esfuerzo. Sin mencionar lo atractivo y dulce que es, aunque no tenía grandes músculos al contrario era delgado pero muy definido su cuerpo más bien parecía de un nadador tonificado, su cabello castaño con destellos rojizos que resaltaban sus ojos de un verde intenso con facciones masculinas y delicadas al mismo tiempo, labios carnosos, de cejas naturalmente perfectas, con una simetría única pero era en realidad su sonrisa la que agradaba a todo el mundo, era simplemente "Perfecta".
Allison, con tan solo 16 años no podía quedarse atrás aunque ella no era tan radiante en cuanto a su personalidad, pues siempre ha sido malhumorada, sarcástica, intolerante, impulsiva, fuera de orden, todo lo opuesto a su hermano pero igual de hermosa. A diferencia de Chris, ella poseía su cabello mucho más ardiente y su longitud llegaba por debajo de sus costillas, con un color rojo suave natural, sus ojos de un azul celeste con una mirada feroz, labios igual de carnosos y sensuales, con rasgos igual de delicados como su cuerpo, mientras Chris media un metro setenta y cinco, ella casi lograba medir un metro sesenta y ocho, sin ningún rastro de deformidad pero no era tan agradable como su hermano. Nadie duraría más de diez minutos con ella cerca al menos que fuera su familia.
Los hermanos al entrar en su nueva casa sintieron un poco de decepción, quizás porque aún no había llegado el camión de la mudanza por no mencionar que la casa era mucho más pequeña que la que tenían en Manhattan. Ambos suspiraron pero fue Allison quien dijo:
―Esto se parece a una mierda en comparación a nuestra casa anterior. Creo que tienes razón, será mejor marcharnos al colegio, esto hace que me deprima.
Chris solo asiente con preocupación.
Ellos se habían mudado a un lugar llamando Annandale, del condado Fairfax, Virginia. Era algo completamente diferente a lo que tenían en Manhattan. Los Fork no estaban seguros de acostumbrarse a este nuevo estilo de vida, pero no tenían elección. Carl el padre de la familia tenía un proyecto industrial importante de años en este lugar, tomando como algo necesario el traslado de todos, y aunque el principal motivo fue Raina, la madre de la familia, quien creía no poder estar separada de su esposo por tanto tiempo. Ella fue quien tomó la última decisión de trasladar su librería a este lugar con toda su familia sin importar el cambio drástico para sus vidas.
Los hermanos subieron a las habitaciones, donde Chris escogió una que daba al frente de la casa con vista a la calle principal. Su hermana decidió tomar la que tenía un balconcillo grande con escaleras que daba hacia el patio trasero. Lleno de un espeso bosque "Genial" pensó ella con una sonrisa en el rostro, era ideal para las largas noches de lectura que a ella le gustaba tener.
Luego de unos cuantos minutos ambos salieron del lugar dirigiéndose a su primer día de escuela. Sí que llegarían tarde, por lo mínimo 30 minutos de retardo. Los hermanos al llegar fueron directamente hacia la sala del director, que la secretaria al verlos observó el reloj de pared y les fulminó con la mirada acusándoles, lo cual indicaba que era muy tarde. Y sí que lo era, no se habían tomado 30 minutos sino una 1 hora, aquello era una locura. Esto había sido causa de Chris quien se había perdido.
Los siguientes minutos fueron peor para Allison, el Director duró por lo mínimo 15 minutos hablando de las normas del centro educativo y explicándole los planos de distribución de la escuela, donde tenían una zona prohibida que daba a lugar al bosque, aquello era extraño para ellos, pero no le dieron ninguna importancia. Chris verdaderamente estaba poniendo atención a todo lo dicho por el Director, él debía tratar de cumplir todo al pie de la letra, "ñoño" pensó Allison con una pequeña risa en su rostro mientras observaba a su hermano asintiendo con cuidado a toda la palabrería expuesta.
A pesar de sus diferencias, ellos se amaban como hermanos, se protegían mutuamente, siempre conversaban y se buscaban cuando algo les molestaba, más que hermanos eran mejores amigos.
Chris y Allison tuvieron la oportunidad de llegar a la segunda clase, mientras caminaban por el pasillo Allison estaba avergonzada y obstinada por las cantidades de miradas que les habían dirigido, sencillamente era demasiado. Un tonto hasta un beso le había lanzado, donde ella solo respondió levantando su dedo medio haciendo que el chico fuera objeto de burla por sus compañeros, "Maldición y pensar que me falta un año más, para salir de este lugar" pensó con una mueca en el rostro. Chris en cambio estaba fascinado por las miradas, saludaba a muchas personas con su perfecta sonrisa donde muchas chicas se interesaban con solo verle, para él esto era un buen comienzo y debía causar una buena impresión, pues era su último año en el colegio.
Al salir de clases, Chris buscó a su hermana en el comedor pero no logró observarla, así que, dándose por vencido luego de varios minutos de búsqueda, decidió sentarse en una mesa junto a dos chicos. El chico era un rubio con el cabello un poco alborotado con ojos de color marrón, tenía una expresión inocente y bastante tonta para Chris, pero le hacía ver un poco interesante.
Chris pidió permiso para sentarse, por lo que ellos simplemente asintieron. La chica era una morena esbelta, quizás latina, de cabello oscuro por debajo de sus hombros con rasgos exóticos, los ojos de color avellana intenso, la cual Chris observó muy bien apreciando que la chica era realmente hermosa. Él les sonreía mientras comía, sabía que su mejor arma de combate era su sonrisa, la cual cautivaba a más de una persona y sin importar su género. Aunque Chris nunca estuvo pendiente con respecto a su situación sentimental pues no le interesaba en absoluto, él sabía que lograba atraer tanto a las chicas como los chicos sean gays o heterosexuales, pero aun así él no dejaba deslumbrarse por ello, apreciaba todas esas respuestas de las personas hacia él, sin cuestionar su sexualidad porque él era heterosexual, aun así ninguna chica le era suficiente como para desviarlo de su objetivo de vida, quería ser Médico y eso necesitaba mucho tiempo y dedicación, la cual estando con una persona podría arrebatar de ese tiempo que necesitaría en un futuro.
―Oye, ¿Eres el nuevo, cierto? ¿Cómo te llamas? ―Preguntó coquetamente la chica exótica intentando llamar su atención.
Él sonrió ante su coquetería y respondió con gracia:
―Soy Chris Fork, y sí, desgraciadamente soy el chico nuevo.
―Todos hablan de ustedes al parecer han quedado deslumbrados con las nuevas bellezas que han llegado aquí, eso no sucede muy a menudo en este lugar. ¿Tienes una hermana, cierto? ―dijo la chica, esta vez con mucha ansiedad y gracia en su rostro.
―Si, se llama Allison. A decir verdad la estaba buscando, pero, no sé a dónde se ha metido y la he buscado muchísimo ―respondió éste levantando su mirada nuevamente, a ver si de pronto había aparecido ¡Pero no!.
La chica tomando el hombro de Chris para que éste le mirara, logra decir ―Soy Carla y él es Sam, somos amigos y cursamos el último año en éste lugar, por lo que seremos tus primeros compañeros ¿Verdad Sam?.
Sam quien le miraba desde hace rato, algo que ignoraba Chris hasta ahora, y lo cual no le molestaba en absoluto. Estaba acostumbrado a que muchos observaran su rostro buscando una pizca de defecto en él, eso sí era lo que le molestaba, que no lograran mirarle más allá de su exterior.
―¡Sí! Lo siento ―logró decir Sam, cuando Carla chistó los dedos tratando de quitar algún trance de su amigo. Él estaba avergonzado y sonrojado por lo que acababa de hacer.
―Eso ha sido raro Sam. Nunca te han dicho que no puedes mirar tanto tiempo a alguien, es descortés ―agregó Carla horrorizada.
―No tranquila, no es problema. Estoy acostumbrado a ello ―respondió Chris con dulzura.
―Sí, que eres lindo Chris y más cuando te pones todo razonable, me gustas, eres agradable ―respondió ella con sinceridad reflejada en su rostro.
Chris había terminado su comida y en ningún momento logró ver a su hermana. Durante la comida Carla no paro de hablar sobre los diferentes grupos de la escuela, los nerd, los fiesteros, los maltratados por el mundo, como ella le decía, los Gays y los típicos populares. Pero, estos populares no eran tan típicos. El reino de los que gobernaban éste lugar pertenecía a dos grupos, al cual Carla llamó como los Crew y los Housand, ambos grupos constituidos por una chica y dos chicos.
Chris no logró ver a los populares del cual hablaba ahora su parlanchín compañera Carla, pero eso no atrapó sus pensamientos, estaba cansado de esas tonterías de niños aunque él siempre había sido el popular de su escuela, pero sin ningún tipo de manada que aferrarse, solo él, y aunque siempre estaba con su hermana, ella no era tan ágil para sociabilizar, pero si muy experta para defenderse de cualquier ataque. Nadie le molestaba, con tan solo una respuesta de ella podía dar por sentado una muerte cerebral o un ataque del corazón a cualquiera.
Chris estaba en su casillero cuando Allison lo sorprendió por su espalda. ―¿¡Dónde te habías metido!? Me dejaste solo en el comedor, tú sabes lo horrible que es el primer día para alguien nuevo ―la quijada de Chris comenzaba a tensarse.
―¡Joder! Sí que estas molesto y fue precisamente por lo que acabas de comentar que no me he quedado en ese lugar, solo fui a buscar la comida y salí rápidamente a comer en la azotea de la escuela ―respondió ella con mucha franqueza y una mueca en su rostro.
―¿Sabes que eso es extraño? ¿Quién come en la azotea del colegio? ―dijo este con una mueca amarga en su cara.
―Lo que sea... no me importa, tú siempre has sabido que tienes una hermana rara, sensual, y completamente loca ―dijo ella mientras batía su cabello con sus manos, entusiasmo y arrogancia había en su voz.
Chris suspiro con una risa contenida. Adoraba ver a su hermana juguetona.
En eso el aire se sintió un poco pesado, una corriente de aire helada recorrió el pasillo con cierta delicadeza y de la nada alguien choca contra Allison golpeando su hombro, casi arrojándola al suelo, pero Chris la sostuvo. Mirando con desagrado a la chica que lo hizo que estaba aún de espalda. Ella estaba con dos chicos a su lado, ellos se vuelven a los hermanos y Chris logra ver los rasgos de todos ellos.
La chica era impecable en todos los sentidos, su tez blanca con ojos azules, usaba su cabello oscuro suelto de forma salvaje era mucho más alta que Allison pero menos que Chris, su sensual boca de color rojo dándole un aire amenazante, vestía una simple blusa blanca con faldas y botas altas, una bella escultura bien hecha. Uno de sus compañeros, sí que era enorme, no en lo ancho si no en lo largo de su cuerpo, aunque tenía una chaqueta abierta con una camiseta gris y vaqueros se podían ver unos músculos tonificados, su cabello era de un castaño claro con el color de ojos oscuros y unos labios que sonreían arrogantemente, se notaban dientes perfectos, En cambio, el otro tenía un rostro desinteresado pero que no quitaba su mirada de Allison, ojos azules de cabello castaño oscuro y con facciones en su rostro muy marcados y varoniles, al igual que el otro también era alto pero con mayores músculos marcados, usaba un simple sweater con unos vaqueros gastados. Los tres parecían demasiado perfectos para ser real.
La chica dice hipócritamente y con desafío en su mirada:
―¡Lo siento! a veces suelo ser un poco torpe el primer día de clases con los chicos nuevos, espero todo esté bien entre nosotras ―terminó colocando una mano sobre el hombro de Allison.
Chris sabía lo que venía, ésta chica no busco peor cosa que molestar a Allison.
―Te debería preocupar que lo torpe no se te quede. Al menos que sea algo de nacimiento y no lo hayas notado ―respondió Allison con una sonrisa irónica mientras quitaba la mano que sujetaba su hombro y con el mismo descaro desafiante de la chica.
Chris tomó el hombro de su hermana intentando alejarla de cualquier drama, pero ella no se inmuta para nada, la chica la miró de arriba abajo con una sonrisa mientras mordía su labio inferior y se acercaba mucho más a Allison, solo a centímetros de su rostro y logra responder:
―Será mejor que te vayas con cuidado chica en llamas, no logro tolerar los insultos, te salvas que ando de buenas y que hoy sea el primer día de clases porque de lo contrario te destrozaría en un segundo ―terminó esto último acariciando un mechón de cabello de Allison sobre su mano para luego dejarlo y alejarse de ellos.
Allison suspiró mientras se volvía a su hermano con un tono desagradable y ronco ―¡Genial ahora he hecho una amiga, viva! Es por eso que prefiero los balcones, son tan solitarios, tan para mí.
Los hermanos no sabían que habían sido vistos por casi todo el colegio, cuando de pronto alguien grito emocionado:
―¡Eso ha sido fabuloso!.
Todos comenzaron a aplaudir. Los hermanos estaban aturdidos ante aquella multitud que aclamaban alegría como si hubiese una victoria detrás de una guerra, al parecer estaban contentos por la forma en como Allison había destrozado a esa chica.
―¡Eso ha estado genial! De pronto siento que pueden ser mis hermanos ―dijo Carla quien apareció junto a Sam, al lado de Chris.
―¡Oh cielos! Hasta fan tenemos, esto va a hacer horrible. Te espero en el auto Chris. ―dijo su hermana mientras miraba con asco a todos.
―¿Y a ella qué le sucede? ―preguntó por primera vez Sam.
―Tranquilos ella siempre es así, no es de esperar que hiciera eso con esa chica, lastima ella se metió con la menos indicada.
― No chico, tu hermana ha sido nuestra heroína el día de hoy, todo el mundo ha querido enfrentarse de esa manera a esa perra pero nadie ha sido capaz. Bueno... solo los Housand. Ella no es cualquier chica es una de los Crew, unos de los grupos populares que controla este lugar y aunque ella es espeluznante tu hermana ni se inmuto ante su presencia, siempre estuvo desafiante ante ella. ¡Es fenomenal!.
Chris suspiró un poco extrañado ante la fascinación de Carla y justo cuando se iba a despedir de ella, otro grupo de chicos se acercó a él con alegría en sus rostros.
Al igual que el grupo anterior había una chica y dos chicos. La chica quien sonreía era una rubia de cabellera larga con ondas que le daban un aspecto fascinante, sus ojos verdes y su sonrisa agraciaban su rostro, era de tez blanca pero bronceada, con el sol, era la típica chica sureña pero con mirada deliberante, usaba un vestido con un color pastel y lindas zapatillas. Ella estaba tomada de la mano de uno de los chicos, quien miraba interesantemente a Chris quizás era su novio, alto, enorme, en todos los sentidos, quizás un metro noventa y cuatro con músculos bien macizos, ojos azules y cabello oscuro, de cara muy limpia con una barba queriendo crecer, usaba una franela blanca que marcaba todo cuerpo con unos vaqueros gastados, y botas. El otro permanecía atrás con una mirada desafiante, era igual de alto como el otro chico pero menos musculoso sin dejar de serlo, ambos con piel bronceada y sus ojos eran de un color como la miel con mucho brillo, tenía sus brazos cruzados sobre su pecho y sobre él una franela negra con vaqueros nuevos y unas botas oscuras.
―¡Joder! ¿Qué sucede con ustedes? Ahora ellos vienen aquí ―dijo Carla entre susurros y nerviosa al igual que Sam pero ninguno se movía del lugar, ellos estaban expectante a lo que sucedería.
La chica observando a Chris e ignorando a los chicos habla con malicia en sus ojos y pregunta:
―¿Tú eres el chico nuevo junto con la chica en llamas?.
¿Chica en llamas? ¿Se refiere a Allison? ¿Que se supone que es eso? ¿Y por qué rayos ahora siente un olor dulzón en el ambiente? ― Sí ―respondió él, con un suspiro para luego mostrar su encanto sonriendo.
―¡Vaya! Que linda sonrisa tienes chico... ―la expresión del novio se tensó al escuchar eso haciendo que Chris tocara detrás su cuello de forma nerviosa. ―... Escuchamos lo que ha sucedido en el pasillo, sí que son chicos valientes, pero si lo rumores son ciertos creo que pueden sentarse con nosotros en el almuerzo mañana, aún tenemos espacio para dos chicos más ―ella guiñó un ojo a Chris para luego apartarse de ellos.
―Eso ha sido increíble ―responde esta vez Sam con mucho entusiasmo y brillo en sus ojos. Sorprendiendo un poco a Chris pues no había visto hablar mucho a Sam, éste solo le miraba, a él lo cual era extraño. Pero Chris logró detallarle ante su reacción observando ese brillo peculiar del rubio que le hacía ver bastante atractivo de actuar siempre así podría enamorar a cualquier chica. ―No puedes perder esa oportunidad les han dado la posibilidad a ti y a tu hermana de sentarse con los Housand, ¡En tan solo un día! ¡Es sencillamente increíble! ―prosiguió el pequeño rubio, ahora saltarín.
―Relájate Sam conozco a los chicos populares y créeme ya mañana se olvidaran de nosotros ―respondió Chris ahora de forma muy seria haciendo relajar a Sam.
―Bueno no sé si eso será verdad pero disfruten su momento de popularidad, a nosotros los mortales no nos suceden cosas así ―espetó Carla con ironía.
Chris le lanzo un sonrisa por lo que ella suspiró. Fue el sonido de una bocina que hizo que Chris se volviera hacia él, era Allison bastante estresada quien le indicaba que se marcharan, ya desde su auto. Él corrió y tomando el control del volante se alejó.
Y Así había terminado su primer día en el colegio, una oportunidad más, en un estado completamente diferente para ser populares, pero algo inquietante sentía Chris sobre los Crew y los Housand, ellos tenían un aire irreal, para el que causaba que se erizara su piel.
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