Adams, Chris y un chico quizás de unos quince o dieciséis años, de cabello oscuro con flequillo y ojos miel, estaban en el hotel donde se hospedaban Sam y Kai.

Estaban sentados todos en la pequeña mesa del comedor, por primera vez la habitación se sentía muy pequeña para Sam. El chico tenía los brazos cruzados sobre su pecho con una mirada obstinada, mientras Chris y Adams veían a Kai con formalismo.

―Verás Kai, te hemos buscado porque necesitamos un favor tuyo.

―Debe ser importante por qué estoy seguro que sería la última persona que vendría a ver para una ayuda ―dijo Kai con una sonrisa intuitiva.

―Aunque no lo creas no confió en más nadie, y la razón es porque me ayudaste a salvar a Chris ―respondió con voz ronca.

―¿Dime en que puedo ayudarte? ―preguntó mientras veía al chico adolescente obstinado.

―Verás, ayer éste chico... ―Señaló al adolescente― ...fue atacado por Douglas y no solo eso, mató a sus padres y los llevó a un riachuelo del bosque, donde encontramos casi 30 cuerpos, a todos ellos se les dio ayer mismo sepultura.

―¡Oh Dios mío! ―dijo Sam tapando su boca con una de sus manos.

Sam entendía porque el chico estaba tan obstinado, Pobre pensó.

―Lamento mucho eso, chico. ―dijo Kai con pesar en el rostro observando al chico, éste solo perdió su mirada al paisaje que se veía a través de la ventana de la habitación. ―Todavía no entiendo cómo ayudarte Adams.

―Bueno, necesito que cuides de éste chico, Douglas ahora va ir tras Chris pues vio su transformación, él sabe que de cierta manera le pertenece, y él es un alfa y querrá reclamar a mi pareja.

―Entiendo, solo quieres que le cuide, pero como verás, este espacio en muy pequeño, no puedo tenerle sin que se interponga en mi intimidad con Sam.

Sam le miró horrorizado y ruborizado, Chris soltó una risita para luego presionar el brazo de Adams, éste le miró y asintió.

―Verás ya hemos pensado en ello, es por eso que también vine a entregarte esto. ―Un juego de llaves es colocado en la mesa―. Es la llave del apartamento que compré en el "Ravensworth Towers" quiero que lo uses de ahora en adelante, ese apartamento será suficiente para que convivan los tres y tengan su respectiva privacidad. Todo esto es mientras podamos resolver los acontecimientos con Douglas, será un problema para el pueblo si sigue asesinando personas.

―Ese desgraciado, le dije que dejara el pueblo si no quería problemas, es una lástima que aún cuando su especie está casi extinta, él sencillamente quiera desperdiciar su vida. Está bien Adams voy ayudarte, protegeré a ese chico. ―Kai se dirige a él―. ¿Cómo te llamas?

El chico le mira con un poco de temor. ―Me llamo Max, yo le dije que no necesitaba de vuestra ayuda, pero como siempre los lobos de controladores, no tuve otra opción que venir aquí, si de verdad voy hacer una molestia para ustedes no se preocupen por mí, yo me las arreglaré solo.

―¿Qué dices Max? ¿Estás loco? Solo eres un chiquillo, no vas a sobrevivir tú solo, además déjame ayudarte te debo eso por haberte hecho daño.

El chico voltea su rostro apenado sin contestar. Sam se preguntaba que le había hecho Chris, para que estuviera tan arrepentido, pero luego le preguntaría.

―Max quiero que sepas que no es un problema para nosotros, más bien gracias a ti, ahora tenemos un departamento nuevo... ―Guiñó un ojo a Chris― ...trataremos de ser una familia para ti. ―Sam tomaba el brazo de Kai quien le dio una sonrisa mientras decía estas palabras.

―Bien, entonces está decidido, y como dijo el chiquillo. Soy un lobo controlador, es por ello, que esto no está a discusión te quedaras con ellos y si intentas escapar solo significa que no valoras tu vida, ni el esfuerzo de tus padres en protegerte, así que, piénsatelo mejor.

―¡Bien! ―respondió éste con su mirada en el suelo.

*

Sam estaba organizando todo lo que estaría en su nuevo hogar, realmente el lugar era inmenso, hermoso y con mucho lujo.

―Debo admitir que el lobo tiene buen gusto, éste lugar es genial ―dijo Kai con una amplia sonrisa.

Max miraba el lugar igual impresionado, pero había enmudecido desde hace un buen tiempo. ―¿Cuál será mi habitación? ―preguntó obstinadamente.

Sam le miró con preocupación, observó las habitaciones, poseía tres habitaciones y le indicó que se quedara con la segunda de ellas, una que daba su vista hacia la ciudad. Max se fue a su habitación y trancó la puerta con cerradura, algo que Kai logró escuchar.

Sam tenía miedo por no saber cómo ayudarle, Kai envolvió sus brazos alrededor de él, desde su espalda besando su cabello y dijo:

―No tengas miedo, solo debe pasar el luto, sus padres han muerto. Debemos darle espacio para que salga todo su dolor, no sé cómo criar a un adolescente pero lo resolveremos.

Sam solo asintió sintiendo una tranquilidad infundada por la presencia de Kai, él sabía cómo calmarle con solo su voz.

*

A la mañana siguiente, Sam se levantó temprano mientras Kai aún dormía, para preparar el desayuno, no pudo dejar de pensar en Max y en cómo tratar de ayudarle en esta nueva etapa de su vida y en el dolor que había sobrevenido en su vida. "Pobre chico" pensó él mientras suspiraba tomando un sartén para hacer unos huevos revueltos.

La mesa estaba servida para cuando Kai y Max se habían levantado.

―Huele bien ¿Qué es? ―preguntó Kai frotando sus ojos.

―Solo son unos sándwiches de huevos ―respondió Sam sonrojándose un poco.

Kai se acercó a él para envolver sus brazos alrededor de su cintura y le besó.

―Solo díganme que no van hacer eso siempre que éste cerca de ustedes, es un poco repulsivo ―dijo el chiquillo desde el otro lado del comedor.

Sam separó bruscamente rojo de la vergüenza y fue hasta la cocina a buscar el café para acompañar la mesa. Kai le observó desafiantemente y dijo:

―Si vuelves a molestar a mi chico, solo porque está cerca de mí vas a lamentar quedarte en éste lugar, es mi pareja y eso espero que lo entiendas.

―Ok, solo bromeaba chico, ya he entendido no les molestaré más ―respondió colocando los ojos en blanco. ―Será mejor que me lleve esto a mi cuarto. ―Tomó su plato y la reciente taza de café que había traído Sam y se la llevo con él.

Sam le miró extrañado, la expresión de Max le indicaba que algo había sucedido, reprendió con la mirada a Kai y dijo:

―¿Qué has hecho?

―Solo es un malcriado, le dije que no te molestara.

―¡Kai! Es solo un chico además sus padres han muerto, no solo puedes llevar las cosas con calma con él, no tienes porque ser un idiota.

―¡Hey! ¿Qué ha ocurrido? Me he perdido de algo o creo que debiste agradecerme por defenderte, eres mi pareja y a él no le debe molestar que te toque y solo se lo deje claro.

Sam puso los ojos en blanco y resignándose dijo:

―Vaya ahora debo agradecer que arruinaras lo que pudo haber sido un buen desayuno, sabes qué creo, que comeré en el cuarto también.

―¡Sam espera...! Lo siento... no sabía...

Sam le ignoró, sin terminar de escuchar su frase tomó su plato y su café, para luego tocar la puerta del cuarto de Max, éste le indicó que entrara, éste lo hizo cerrando la puerta detrás de él y se sentó en la cama junto con la comida, observando que el pequeño chico iba por la mitad de su comida, tenía un apetito voraz, Sam hizo una nota mental de ello.

―Lamento lo que ocurrió allá afuera, Kai a veces es un tonto dominante.

―Tranquilo Sam, lo entiendo es parte de su naturaleza, él simplemente es depredador.

Sam asiente, recordando que el chico también era un cambia forma conejo, y él comprendía mucho mejor la naturaleza salvaje de Kai.

―Oye sé que no lo he dicho, pero gracias por todo esto, sé que no deberían hacerlo y que parezco no estar agradecido, pero realmente lo estoy, no sabría que hacer yo solo en las calles, mis padres jamás se hubieran permitido vivir en un lugar como éste. Si estuvieran vivos estarían felices de ver un lugar como éste. ―Una lagrima comenzó aparecer en el rostro de Max.

―Tranquilo chico, solo has pasado por mucho, no tengo idea de cómo ayudarte y estoy segura que Kai tampoco, pero trataremos de hacerlo lo mejor posible, siéntete como tu casa, venos como una familia, sé lo que es estar solo en este mundo y lo que es no tener padres. Mi madre murió cuando aún era un niño y mi padre sencillamente desapareció de nuestras vidas.

El chico asintió y se tensó al sentir el contacto de Sam sobre él, nunca pensó que el chico le abrazaría y de la nada comenzaron a salir brotes más largos de lágrimas en sus ojos, un gemido soltó sin poder controlar nada de lo que estaba ocurriendo. ―Está bien, solo suéltalo ―dijo Sam con mucha ternura. Max le había hecho caso sumergiéndose sobre su regazo.

*

Sam salió de su casa junto con Max mientras Kai iba investigar un poco el paradero de Douglas.

Carla estaba en el auto manejando, llevando a los chicos a la casa de Allison, era un día el cual Carla llamó "Reencuentro temprano." Sam tuvo que mentir a Carla sobre quien era Max, diciéndole que era un primo de Kai, el cual ella acepto rápidamente. Durante el viaje Carla estuvo hablando sobre lo bien que iba su relación con Robín, que había conocido su numerosa familia y la enorme mansión donde vivía toda la familia Crew.

Al llegar Carla se apresuró a tocar la puerta, para mostrar a Allison con pijama. Donde Max sonrió con energía al ver a la chica hermosa. Parecía interesado. ―Pasen chicos.

Entramos sin dudar subiendo las escaleras hasta llegar al balcón del cuarto de Allison, Carla y ella estuvieron ruidosas hablando sobre todo y sobre nada al mismo tiempo, Max solo contemplaba la belleza de Allison, al parecer al chico le iban las chicas, haciendo sonreír a Sam pues sabía que iba a tener muy buena suerte con ellas, él era hermoso.

Sam pasó las siguiente horas hablando de como Chris le había ofrecido su antiguo hogar, haciendo enojar a Allison un poco, pues decía que ya casi no hablaba con su hermano, culpando a sus padres por ello.

Las conversaciones siguieron como si cada minuto que pasaba recordaban algo que contar. Todo esto fue interrumpido cuando de pronto Max se levantó temblando, tumbando un objeto que estaba en la esquina haciéndolo añicos.

Allison, Carla y Sam se preocuparon ante la extraña reacción de Max.

―¿Qué sucede Max? ―preguntó Sam intentando tranquilizar al chico.

―Estamos rodeados, son depredadores están aquí. ―Sam inhala el aire y continua―. Son cuatro en total.

―¿A qué te refieres Max? ―preguntó Allison horrorizada. Carla solo estaba boquiabierta y confundida.

Un ruido se escucha proviniendo del interior de la casa, Sam sabía a lo que se refería Max, sin pensar mucho tomó la muñeca de Max diciendo.

―Salgamos de aquí.

Los cuatro chicos bajaron el balcón dando hacia la parte trasera de la casa sumergiéndose en el bosque. Cuando tres gruñidos hicieron detenerles, eran de animales feroces. Max temblaba junto a las chicas y Sam intentaba tranquilizarles envolviéndoles sobre sus brazos que ahora se veían cortos ante la multitud.

De la nada apareció un enorme oso delante de ellos, haciendo que Carla emitiera un grito corto, Allison apretó a Max sobre sí, y Sam inmediatamente quiso retroceder cuando vio a Douglas detrás de ellos junto a dos personas más, uno de ellos era un chico de cabellera larga rubia y ojos oscuros que saboreaba sus labios, su aspecto era intimidante por su tamaño y su mirada penetrante, a su lado estaba una chica con una sonrisa maliciosa, de ojos grises y su cabello castaño y piel morena, la apariencia era letal.

―Oye chiquillos, pensaba que no le encontraríamos, nunca dejo ir una presa y aunque solo venia por ustedes dos ―señalaba a Sam y a Max―, debo decir que no está nada mal tener a dos hermosas chicas.

Allison mira confundida a Sam, Carla estaba tan atemorizada que estaba muda. ―Sam ¿Qué está sucediendo? Ese tipo habla como si les conociera ―dijo Allison en susurros.

―Así es, Allison ellos nos atacaron a Max y a mí, hace poco tiempo, asesinaron a los padres de Max, son personas peligrosas y aunque no se los he contado a partir de ahora verán cosas muy extraña.

Allison miró a Max expresando también su dolor, mientras que Carla le observaba horrorizada, pero no era momento para hablar de ello.