Capitulo Unico
Mira por la ventana de su oficina hacia la luna, desde la blancura de la misma, hasta la luz propia que alumbra las penumbras de cada anochecer.
<<Al igual que él>>.
Su mirada se posa sobre el gran jardín de la mansión, sus pensamientos taladrando su cabeza, dirigidos hacia solo una persona.
Suspiro mientras regresaba a su silla tras el escritorio, tomando asiento y mirando su siempre presente tablero de ajedrez, con las piezas acomodadas y listas para dar el jaque mate.
<<Si fuera así de simple>>.
Se queda mirando a la reina blanca, completamente absorto en ella, sus ojos brillantes mientras se perdía en sus fantasías.
Kuran Kaname era alguien inmortal, un ser nocturno y viejo que protegía con todo su ser a su pequeña hermana Yuuki; cuidándola, y preparándola para lo que sea que venga, convirtiéndola en lo que solo un ser con la sangre Kuran corriendo por sus venas debía ser: un ser completamente perfecto.
Kaname siempre a puesto a Yuuki por sobre todos, hasta de él mismo, protegiéndola de todo lo malo de su mundo, escondiéndola de la obscuridad, amargura y crueldad de lo que conllevaba ser un vampiro, dejándola vivir cierta parte de su vida como una simple mortal.
La amaba, y ahora que estaba a su lado, se sentía feliz, por tenerla a su lado y tener el poder completo de protegerla como se debía, pero no estaba satisfecho, no estaba menos vacío de lo que ha estado desde hace muchos años.
La amaba como la hermana pequeña, como la dulce niña y amiga que era, pero no la amaba como a la persona que deseaba lo acompañara por toda su eternidad.
Ese titulo ya lo poseía la única persona que Kaname quería.
Aquella que le repudiaba, odiaba y deseaba matarle.
— "Kiryuu Zero" — saboreo el nombre, sus ojos Borgoña brillaron al imaginar su figura, y su corazón comenzó a latir.
La sed lo volvía a consumir.
Los colmillos crecieron, y su boca se seco, deseando el dulce néctar de ese único ser que no se doblega ante él sin antes darle pelea.
Llevo su mano hacia el primer cajón y lo abrió, tomando el pastillero color negro con el emblema de los Kuran en rojo.
Se tomo la mitad, con completa frustración y enojo al no sentirse mejor.
Se removió un par de mechones castaños, soltando un segundo suspiro y cerrando los ojos para intentar tranquilizarse.
— "Que le has hecho a Yuuki" — Zero le apuntaba con su arma, mirándolo completamente enojado, mirándolo solamente a él.
Sonrió con sorna, limpiando la comisura de su labio, quitando la sangre que le quedaba.
— "Nada que no tuviera que haber hecho" — eso solo logro enfurecer aun mas al cazador, quien presiono mas el arma en su pecho.
— "No juegues conmigo, maldito vampiro" — miro las joyas amatistas que tenia por ojos, deleitándose con la mirada sobre su persona que aun persistía.
— "No lo hago, pero me encantaría divertirme contigo, Kiryuu-kun" — El menor miro hacia la figura silenciosa de Yuuki, quien mantenía su mirada de tristeza hacia el suelo.
Su mano desocupada tembló, negándose a aceptar la realidad.
— "Yuuki" — hablo suavemente, con ternura, alentando a la menor a mirarle, para callar a aquella voz en su cabeza que le repetía una y otra vez lo que en realidad pasaba.
La castaña tembló un poco, apretando ambos puños a un lado de su cuerpo, sollozando un poco, y levantando lentamente la mirada.
Fue como en cámara lenta, como la cabeza se levantaba hacia su dirección para dejar de ver el suelo, contó los segundo, sin perder de vista los lentos movimientos de la mujer que amaba.
Ambos ojos chocaron.
Zero dejo de respirar, mirando los rojizos ojos de Yuuki, quien no podía parar de llorar.
Zero se desconecto del presente, para revivir recuerdos dolorosos de una casa en silencio, con los cuerpos de sus padres sin vida en el suelo manchado de su propia sangre; el temblor en su cuerpo al mirar hacia el peligro que representaba la causante de su miedo, mirando la sonrisa, que se extendía tétrica mente en el hermoso rostro, mostrando los dos filosos y grandes colmillos que minutos después lo mordían dolorosamente, convirtiéndolo en un monstruo.
El peliplata dejo de apuntar hacia el mayor, bajando lentamente su brazo, su mirada contemplo unos segundos mas a la castaña, para después mirar hacia el suelo, darse la vuelta, y caminar hacia la ventana abierta.
— "Yuuki" — esperanzada, camino unos pasos, para abrazar al peliplata, quien la hizo parar en seco, para soltar con completa frialdad. — "La próxima vez que te vea............. Te matare" — y sin mas salto hacia afuera.
Kaname solo miro a su hermana caer al suelo, mientras sollozaba la perdida de su mas querido amigo y hermano.
Abrió los ojos, fastidiado por recordad otra vez esa escena que no hacia mas que aumentar su enojo para consigo mismo.
Por que ese recuerdo, solo era un recordatorio de todo lo que le había quitado a Zero, de todo con lo que lo había lastimado...... Y los impedimentos para tenerlo.
Zero lo odiaba.
Le había quitado su humanidad.
Le había quitado a sus padres.
Le quito a su hermano.
Le quito a la mujer que amaba.
Lo humilló innumerables veces al hacerle beber de él.
Apretó ambos puños, tratando de soportar el dolor que sentía en el pecho.
Arrepintiéndose una y otra vez el haberse cegado por tanto tiempo creyéndose amar a Yuuki.
Tanto tiempo que perdió de estar junto a Zero.
Se odiaba a si mismo.
<<Zero>>.
Quería tenerlo a su lado, quería besarlo, abrazarlo, hacerle el amor, cuidarlo, contemplarlo, amarlo....
Pero no se le tenia permitido, él mismo se impidió lograr hacer eso.
Quería que Zero lo amara.
Sonrió con amargura.
Desafortunadamente Zero no lo hacia. El peliplata lo odiaba con todo su ser, siempre que se encontraban se lo decía, y aunque no lo hiciera, lo demostraba.
El menor no olvidaba todo lo que le hizo, Zero nunca lo perdonaría.
Cuantas ganas tenia de pedirle perdón, pero no eran necesarias, Kaname sabia que aunque las pidiera, jamas seria perdonado.
Lo único que obtendría de zero seria su odio; y aunque doloroso, eso es lo mínimo que obtendría de Zero, y estaba bien, él aceptaría todo lo que Zero le ofreciera, aun si no es mas que eso, Kaname ya tiene en claro que nunca tendrá a Zero.
Aunque ese sea su mas grande deseo.
Que tal?. Ahora un KanaZe, por que amo también a esta pareja, he leido muchas historias de ellos dos, estoy muy feliz por que todavía sigan sacando mas cosas de esta hermosa pareja, así que tenia que escribir algo.
Saludos
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