∞[20]∞

La puerta se abrió y no se podía ver nada, estaba muy oscuro, volvió a mirar el mapa que tenía en sus manos. No tenía sentido, se suponía que debían estar aquí, ¿Acaso tomo la hoja equivocada? - Maldición - apretó la hoja debido a la rabia que estaba conteniendo, algo malo podría estarles pasando a sus tíos y el como un idiota se había perdido.

Trato de relajarse, todo lo que tenía que hacer era relajarse, tenía que meterse eso en la cabeza. Algo en su manga se sacudió, aquel repentino acto lo desconcertó saco de su manga aquella flauta de Bambú de los túmulos funerarios - ¿Chen...qing? - nombró confundido mirando la flauta, podía oír susurros proviniendo de ella, no era algo raro en realidad, solo que le sorprendía ya que hacía años se habían dejado de escuchar voces que provienen de ella.

- H-ho...L-la...? - Sizhui levantó la mirada en dirección hacia la oscuridad de la habitación, había oído una voz, pero una muy débil.

- ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? - se adentro a la habitación luego de prender un talismán de fuego, volteó a ver todos lados y con cuidado de no chocar con algo - ¿Hola? No te voy hacer daño, si necesitas ayuda puedes decírmelo - trato de entablar una conversación para guiarse con la voz - ¿Cuál es tu nombre? El mío es Lan Sizhui -

- ...W-we-en N-n-ni... - a penas podía escuchar lo que decía el otro, al parecer tenía la garganta muy dañada, lo bueno es que no tardó mucho en encontrarlo. Aunque casi se le cae el talismán al ver lo que tenía frente, esto tenía que ser una muy mala jugada de su mente.

Jin Ling quería entenderlo, quería entender el por qué de sus acciones, pero no podía. Ya qué aún recordaba las palabras de su tío pequeño en el funeral de su madre, cuando lo consoló ¿Todo era una estúpida broma de mal gusto? Por qué no era gracioso, apesar de que creció sin padre durante un tiempo siempre tenía la cálida sonrisa de su madre, que a pesar de estar muy enferma siempre le daba un cálida bienvenida.

No lo podía perdonar, no le importaba cuáles eran sus razones. No tenía derecho, no tenía derecho a quitarle a la gente que más amaba, por qué el aprendió que solamente podía vivir en un mundo donde estuvieran ellos.

Jin Guangyao se encogió de hombros solo para suspirar cansado de esta conversación, ya podía saber que era lo que estaba pensando su sobrino por algo no fue uno de los que lo cuido todo este tiempo. Le hizo un señal a Su she para que lo inmovilizara cuando antes.

- Ya que sabes la verdad, Jin Ling, no puedo dejar ir - comento mientras se acercaba a los menores, sobretodo a Jingyi - Los Lan tienen buena sangre y una apariencia atrayente, como la mayoría de sus discípulos son omegas pueden venderse bien en los burdeles - Analizó la cara pálida de Jingyi, tenía bonitas facciones un par de años más y será toda una belleza.

- ¿¡Qué?! - se escuchó un grito, Jin Guangyao lo ignoró y paso a analizar a Yue.

- Como el segundo hermano dejó escapar a la gran cantidad de los rehenes tendré sumar a los de yummeng, pero con ellos será más complicado si se presentan como Alfa o beta - Suspiro agotado, tendrá que hablar con sus contactos - Pero, bueno uno de ellos es hijo del Patriarca y del Jade de Yiling, por lo que valdrá para todos. Tu tampoco estas mal - Paso a ver a otro de los discípulos - Si hubiera sobrevivido el otro cuando condenaron a los Wen sobrevivientes también pudo haber sido un buen candidato, lastima que haya muerto no era parte de mi plan - Siguió hablando para si mismo - Dime hermano Xi-

Apenas pudo reaccionar, sus ojos se dirigieron hacia la zona donde podía sentir un dolor punzante. La sangre corría a chorros manchando la túnica dorada que poseía, se dio la vuelta de golpe solo para encararse con el Primer Jade de Gusu que estaba a solo unos pasos de él con su espada desenvainada goteando sangre.

- Deja de hablar de los muertos - La mira que Lan Xichen era tan fría y cortante, que jamás pensó verlo así. Esa expresión le hacía recordar a Lan Wangji, sería, fría y cortante. Con una aura llena hostilidad que si no te dabas cuánta era por qué eres un idiota sin cerebro.

Lan Xichen le cortó el brazo derecho, dio un salta para atrás cuando lo vio moverse, ni la sangre en su cara lo hacía tambalear sus movimientos. Jin Guangyao se mordió la lengua y se preguntó en donde estaba Su she cuando se lo necesitaba, la pregunta se le respondió sola. El líder de la secta Su, Su she. Se encontraba colgado por una viga en el techo de este almacén por Zidian, maldito seas Jiang Wanyin.

- Podrás meterte conmigo todo lo que quieres, incluso manipularme, pero has cruzado un límite líder de la secta Jin, has sido capaz de atacar a mi Omega e incluso hablas libremente sobre el destino de mis cachorros - Soltó un gruñido, sus iris cambiaron de color, estaba furioso, incluso la persona más calmada y amable tenía un límite. Lan Xichen es capaz de asesinar sin remordimientos en ese estado.

Jin Ling ayudaba a su tío Jiang en mantenerse de pie. No podía saber en qué momento fue que sucedió, pero sabía ya no era prisionero y que la herida de su tío era profunda. Encima del increíble esfuerzo que hacía luego de haber parido y estar al borde de la muerte, necesitaba un respiro.

- Ve por los demás - le pidió al Jin menor, este se mostró reacio al inicio - Es una orden - el menor solamente dejo a su tío apoyado en una columna y fue a desatar al resto.

Solo necesitaba acabarlo estaba indefenso y aquellos hilos sorpresa ya no lo detendrían, una estocada en el corazón y listo. Es era por todos los que hiciste sufrir alguna vez, por las perdidas a causa tuya, por todo el sufrimiento ajeno hoy será el día en que pagues.

Solo una maldita estocada, ¿Por qué su espada no se mueve? Ya no tenía su energía espiritual sellada, entonces ¿Por qué no puede matarlo de una vez?

- Xichen -  el mencionado parpadeo un par de veces antes de entender de qué su espada había sido bloqueada por un sable, gruñó molesto dando un salto para atrás.

- Primer hermano... - saludo al que había intervenido ¿Es que acaso esto no puede terminar de una vez? - ¿Qué se supone que haces aquí? -

- Líder de la secta Nie - nombró Jiang Wanyin sorprendido, no había podido sentir su presencia en ningún momento, al segundo frunció el ceño al notar una cosa.

- Primer hermano ¿Por qué proteges al tercer hermano? - Fue lo que pregunto un molesto Xichen, ya que el Nie estaba frente a él con su Sable extendido defendiendo al Jin que estaba tras su espalda. - ¿Qué significa esto? ¡¡Responde!! -

El Nie no se movía ni un solo milímetro como su supiera que al mínimo movimiento la persona detrás suyo sería atacada, mantuvo su mirada fija en el Lan - El que debería hacer las preguntas soy yo, Xichen -

- No tengo nada que responder. - frunció el ceño, pero se dio un momento para respirar un poco  - Tu fuiste uno de los primeros en sospechar de él, así que dime ¿Qué te hizo cambiar de opinión? -

- Las cosas no deben ir de esta manera, Xichen. Necesita un juicio justo - No podía encubrir los delitos del Jin, pero quería que por lo menos este tuviera un juicio y una condena adherida a la gravedad de sus crímenes.

La mano en donde estaba Shouyue tembló - ¿Un juicio... Justo? ¿¡Acaso alguna vez les diste un juicio justo a los demás?! ¿¡Por qué el debería tenerlo?! ¿¡Ah, dime?! ¿¡Acaso no sabes lo que cometió?! ¿¡Sabes cuánto tiempo estuve callado mientras él vivía libremente?! - No lo merecía, No lo merecía en absoluto - Secuestro a mis discípulos, y a MI hijo, incluso estaba a punto de venderlos a quien sabe donde. Dime ¿Cómo responderás a esto? -

-... - Se quedó callado por unos momentos, para luego decir - Hablaremos de esto en Qinghe - Pero un rayo morado detuvo todo movimiento.

- Responde a la pregunta - un golpe de Zidian hizo eco en toda la sala mientras está se enrolla a como una serpiente alrededor de los menores que estaban a su lado, protegiéndolos.

- Creí que serías más sensato, Líder Jiang - comentó seriamente volteando a ver de nuevo a su amigo de casi toda una vida - Se que Jin Guangyao no está limpio, pero tu y tu esposo también son culpables de varios crímenes y si te preguntas, claro que tengo las pruebas necesarias -

Hubo silencio en la sala, pero a diferencia de lo que esperaba definitivamente está reacción tan indiferente no era una de ellas, quería hacer que su amigo entrar en razón. Qué el también tiene que pagar, pero no parecía arrepentido, ¿Cuándo fue que ocurrió esto? ¿Acaso era el único que nunca había cambiado?

- Si es así, deberías saber lo que hicieron aquella personas antes de toparse con nosotros - respondió vagamente, Nie mingjue chasqueo la lengua. Sintió un peso repentino en su espalda, A-yao se había desmayado por la pérdida de sangre.

- ¿Sin un juicio? ¡¿Asesinar a varias sectas pequeñas y al antiguo consejo de tu secta te parece poco?! - Exclamo molesto.

El ambiente cada vez era más pesado, pero el Nie se mantenía firme en su decisión mientras cargaba al líder de la secta Jin. Lan Xichen ya no podía soportarlo ¿Acaso se mejor amigo de toda la vida prefería ponerse de lado de un jodido asesino manipulador? ¿Dónde estaba él cuando él estuvo solo? Cuándo casi perdía la movilidad de sus brazos ¿Dónde estaba? Debido a Jin Guangyao vio a su familia destruirse y sufrir durante años.

Una espesa energía maligna se sentaba en el suelo del lugar, poco a poco se empezaba a notar. Zizhen y Yue lo notaron de inmediato, se estaban empezando a preocupar ya que parecía ser una gran cantidad de resentimiento acumulado, el primer mencionado vio a su padre caminar hacia el cuerpo inerte del Líder Su, y con un corte de su espada dejo que la túnica de la parte superior fuera destrozada mostrándonos a todos unas horribles marcas en forma de agujeros.

- La maldición de los cien agujeros... - susurro el Líder Nie sorprendido, ya que esa es una de las causas por la que se condenó al patriarca Yiling, se supone que el esta muerto, ¿Cómo...? Volteó a ver al Jin que  estaba en su espalda y al cuerpo del líder Su, una y otra vez para entender.

- Es verdad, mi cuñado fue inculpado de aquel suceso. Te lo dije, ¿No, Nie mingjue? Pero no me escuchaste - contó, se sentía abrumado por los recuerdos, incluso Jiang Cheng podía sentir como suyo aquel sentimiento - Luego ocurrió el incidente del camino Qiongqi, ¿Sabias que después de eso mi cuñada A-Li y el joven Jin Zixuan habían salido vivos pero llegaron con una herida mortal al muelle de loto. Jin Zixuan con su último aliento dio su testimonio contando lo que pasó, pero aún así no fue suficiente, eliminaron la evidencia - aquellas palabras estaban llenas de rabia, los menores se quedaban atónitos por aquella información que Jiang Cheng tuvo que continuar con la explicación.

- Mi hermano y su esposo escaparon, luego de que asesinaran a su gente sin piedad en donde había solo ancianos, civiles y niños, NIÑOS, había un niño entre todo ese grupo de cadáveres, y encima era el hijo de mi hermano, MI Sobrino, ¿Acaso hicieron algo las sectas presentes? ¡No! ¡Ocultaron los hechos e inculcaron a mi hermano! ¡Cobardes! -

- "hijo de mi hermano"... - repitió Jingyi, rato el líder de la secta Jin había dicho algo parecido, eso quiere decir ¿Qué tuvo otro hermano? Necesitaba consultárselo a Sizhui, Pero si era eso cierto, ¿Por qué no le dijeron nada? ¡Maldita sea su falta de memoria! Si pudiera recordar aunque sea algo...

- Nie Mingjue, yo siempre te he considerado alguien justo y con una buena moral, pero nuevamente me has demostrado lo equivocado que estaba - Inmediatamente Nie Mingjue esquivó el ataque de Xichen de un salto, pero el ataque no era para el. Lo supo cuando lo vio atrás suyo con la espada alzada, había apuñalado a Jin Guangyao.

- ¡Lan Xichen! ¡Ya para, si sigues así no habrá vuelta atrás - Sabía que Lan Xichen y Jin Guangyao eran cercanos, tal vez el no pueda perdonarle al Jin algunas cosas por haberse corrompido, pero quiere creer que aún puede haber algo por eso necesitaba al Lan. El era quien entendía al Jin y que se estén matando ahora.

Lan Xichen chasqueo la lengua - Parece que aún no entiendes la situación ¿Tan cegado es tu amor por el Jin? Pues no es mi problema ¡Wen QiongLin! ¡Sé que estás ahí! - El mencionado se encontraba tratando las heridas del líder Jiang, Nadie lo había visto acercarse, este solo alzó la cabeza para ver al líder Lan he hizo una señal que estaba escuchando.

- Ese no es... El general fantasma - soltó a penas el hermano mayor, se supone que estaba muerto, habían quemado sus restos junto al resto de los Wen.

- Joven maestro Wen, por favor - el general fantasma entendio y cargo al líder Jiang para sacarlo de allí, era quien más necesitaba tratamiento, la herida que tenía en el pecho era muy profunda, era sorprende de cómo podía seguir manteniéndose en pie mientras defendía a los jóvenes de la espesa energía resentida que se había formado.

Esta vez estaba más tranquilo, pero vio como el hermano mayor trato de detener al Wen a toda costa por lo que se puso al frente recibiendo un corto de su sable en el brazo - Parece que sigues odiando a los Wen -

- Yo... - trato de explicarse pero el sonido de melodía lo interrumpió, entre la espesa energía resentida se dio paso Lan Sizhui mientras tocaba a Chenqing de manera tranquila, controlandolo. - Cultivo Demoníaco, Xichen ¿Acaso caíste tan bajo como para enseñarle a un niño algo tan peligroso? - Esto no podía ser cierto, Lan Xichen ya no era el adolescente que lo ayudo a estudiar en Cloud Recesses.

En cambio el Lan inclinó la cabeza observando al menor, y no pudo evitar sonreír. Era igual a sus padres - Sizhui, entiendo tu molestia, pero no te sobre exijas - la melodía paro, y Lan Sizhui abrió los ojos, eran rojos.

- Mató a mis padres... - susurro - Y te han lastimado... -

Sonrió feliz ante la preocupación del menor, volteó a mirar a sus antiguos hermanos jurados y luego a los jóvenes que se quedaron. Puso una mano en la cabeza de Sizhui y lo acarició, y susurro - Ya está muriendo y con la energía negativa que reunirse harán que las almas inocentes que asesinó lo persigan si es que sobrevive hasta que caiga a la locura -

El menor dudó en bajar a Chenqing, las voces le decían que siguiera y los haga sufrir hasta que se quede grabado en su alma el dolor que sintió, pero las manos de su tío cubriendo sus oídos le dio a entender que es todo por hoy. - Recuperemos el legado de tus padres -

Jingyi, se acercó a su hermano tomándolo de la mano aún algo atónito por todo lo que pasó. Zizhen se lanzó hacia su padre, haciendo que este jadeara de dolor por la herida, Yue mantuvo la mirada hacia los líderes he hizo una reverencia para luego seguir al resto. Jin Ling tenía una mirada vacía mientras agarrada la manga de Lan Xichen.

- ¡Xichen! - Llamo de nuevo, esto aún no termina, no aún no termina.

El mencionado se detuvo - A partir de ahora, la alianza entre la secta Lanling Jin y Qinghe Nie, se termina - Lo volteó a ver - Nie Huaisang puede seguir visitando a Jiang Cheng, y podemos hablar sobre asuntos importantes en las Conferencias. Pero ya no somos hermanos Jurados, que tenga un día Líder de la secta Nie, usted ya escogió un lado -

Se retiró tomando de la mano a Jin Ling y al gemelo menor. Tendrá que hablar más tarde con ellos sobre todo este asunto, pero quiere que descansen tanto mentalmente como físico. Han sido muchas verdades reveladas por un día, además de que ahora la secta Jin querrá muerto a su sobrino para que ya no sea el heredero, ancianos corruptos.

Se arrodilló enfrente de la cama en donde su esposo reposaba. Este tenía a sus pequeños gemelos descansando a su lado, disfrutando del aroma dulce del Omega. Era curioso como ellos si podían llegar a sentir su aroma, era algo que aliviaba demasiado al Jiang.

- Perdoname - volteó a ver a su esposo  - No se cómo Jin Guangyao se enteró, pero te juro que yo nunca le diría sobre eso, pero no me voy a poner si decides castigarme -

El Jiang lo miraba analizándolo, el mayor secreto de sobre el primogénito del líder de la secta Jiang había sido revelado, no culpaba a su esposo por qué sabía que esté nunca hablaría a espaldas suyas. Las feromonas llenas de tristeza invadían la habitación, a Lan huan siempre se le complicó regularlas, lo que siempre delataba cómo se sentía. Aún así lo amaba demasiado.

Soltó un suspiro y cargó a uno de sus cachorros en sus brazos - Levántate, aún no has cargado correctamente a tus hijos - era verdad, con todo este revuelo a penas y había podido verlos por lo que se levantó del suelo y Jiang Cheng lo colocó en sus brazos.

Podía verlo dormir tan tranquilo, tan pequeño e indefenso. Le dejó un pequeño beso en la frente - No importa que seas, Alfa, beta o Omega. Tu papá te va a proteger - susurro mientras lo arrullaba.

Jiang Cheng no pudo evitar sonreír,  - No te culpo, Jin Guangyao siempre ha sido una rata escurridiza, por qué no tienes nada de que disculparte - esperaba que finalmente pudieran ser felices, pero esto es solo un paso más. Aún tenían muchas cosas pendientes

Este asintió aún dudoso, aunque le dijera eso haría todo por compensar aquel martirio que fue la torre koi. Ya que ese era un tema muy delicado y no le gustaba ver a su esposo sufrir.

- ¿Eh? Qué raro... - volteó a ver a Jiang quien estaba un poco inclinado observando al gemelo menor de los bebés.

- ¿Qué ocurre A-cheng? - se acercó un poco mientras seguía meciendo al mayor.

- A- Huan, mira sus ojos - el Lan confundido miro al pequeño, según creía aún debían faltar algunos días o semanas para que los abriera, pero al verlos se sorprendió.

Los ojos de Lan Lian, eran dorados.

Notas:

No me quedo como esperaba, pero estoy conforme,espero disfruten del capítulo

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