Idea escrita completamente por  Dianna-HQ
Muchas gracias por haber decidido aportar tu granito de arena a este lindo fandom (y por salvarme de volverme loca con esta idea en específico jajaja)
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Resumen: Tenías mil formas de destruirme y elegiste la más cruel de todas.

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Le da un sorbo a su copa, sus ojos se humedecen una vez más esa noche con lágrimas reclamando escapar de la prisión de sus orbes, sin embargo no cederá, su mente vuelve a divagar con todo el caos desatado horas atrás.

***

—¿Ya te vas? —le había preguntado esa misma tarde.

—Sí. —Elle ni siquiera lo volteó a ver mientras terminaba de arreglarse frente al espejo— Ahora salgo tarde del trabajo, no deberías esperarme.

—No te preocupes, planeaba reunirme con unas amigas más tarde. Tal vez regresemos al mismo tiempo.

—Sería lindo, ten cuidado y mucha suerte.

La despedida había sido escueta, algo a lo que no le dio importancia en ese momento.

***

Da un trago más mientras mira ese cuadro tan especial que tomó de la mesita en la sala, una foto de ambos abrazados y sonriendo mutuamente sin contener el amor que sentían por el otro. Tantos recuerdos no solo impresos en papel sino también marcados en su memoria...

***

—Te traje un café y todas las bolsas de azúcar que pude tomar con la mano. —Dijo Light, entrando a la habitación y yendo a saludarlo con un beso en la mejilla.

—Que detallista ¿acaso buscas algo de mí? —Elle sonrió mientras dejaba de lado su computadora por un momento.

—Solo el premio al mejor novio del mundo, oh... espera, ese premio ya lo tengo.

—Sigue alardeando, Yagami, todos saben que yo me llevo ese premio desde que te llevé al concierto ese que tanto querías.

—Cierto —asintió con una sonrisa ladina, tomando asiento en el regazo de su novio—, pero te recompensé por eso ¿recuerdas? —le dio un delicado beso que a medida que se alargaba se convirtió en uno más apasionado y necesitado.

—¿Cómo vas con el trabajo?— preguntó mientras separaba sus labios de los del pelinegro.

—Algo cansado, la empresa quiere que le envíe mi informe mañana, pero he logrado adelantar gran parte así que estaba pensando en que podíamos ir al cine o a cenar, lo que tú quieras.

—Opino que ambas cosas están bien.

—Está decidido entonces. —Comentó con una sonrisa.

Apenas llevaban seis meses de novios y ya lo amaba, su forma de ser tan aparentemente seria y amante de todo aquello que llevará dulce, la forma en la que lo trataba y lo hacía sentir. Lo quería para él y lo quería para siempre, sonaría exagerado pero no soportaba imaginar que esta relación pudiese tener un final, imaginar que Elle se enamorará de alguien más le rompía el corazón.

***

Voltea el cuadro con cierto temor del latir de su corazón ante el recuerdo, dolía demasiado pensar en el pasado y sin embargo se abalanzaba sobre él como una fuerza invisible que le aplastaba el corazón y amenazaba con convertir su dolor en hilos torrenciales llamados lágrimas.

«Te amo Light.», esa frase... su debilidad cuando su novio se la susurra al oído.

Un sollozo escapa de sus labios haciendo doler su pecho. Con manos temblorosas sirve otra copa de champagne derramando un poco del líquido en el proceso.

***

—Ya llevamos mucho tiempo sin tener una cita. —Comentó Light.

—Ya llevamos mucho tiempo sin estar juntos en general.— Espetó Elle un tanto molesto.

—Sabes que han habido inconvenientes y no he sido solo yo, sé que he estado ocupado con mis estudios pero te recuerdo que es mi último año y que además tú también has estado ocupado en tu trabajo. —Dijo y supo por la mirada de Elle que se venía una discusión la cual él estaba dispuesto a seguir.

—Estoy intentando mantenernos a ambos por si no te das cuenta.

—Te ayudé el año pasado pero por ser mi último año el tiempo no me alcanza, creeme que cuando termine estás últimas materias tendré más tiempo y dejaré de ser una carga como tanto me consideras. —Exclamó con reproche en su voz.

—Jamás he dicho que seas una carga ¿quieres dejar de ponerme como el villano?

Light supo por la forma en la que Elle lo vió que en verdad no pensaba eso de él, que no quería seguir peleando y sin embargo no se detuvo, estaba cansado, estresado y aunque esa no era excusa para desquitarse con alguien simplemente quería hacerlo.

—No quiero hablar con alguien que piensa que su trabajo es más importante que su pareja.

***

La discusión había sido tonta si lo piensa, y como esa había habido muchas, lo normal en las parejas.

Deja la copa de lado y a pesar de que el sabor no es del todo dulce siente el paladar demasiado amargo, quizá debido al producto de sus emociones evocadas de sus memorias. Su teléfono vibra por octava vez esa noche, no debe siquiera verlo para saber quién es el que le llama, por eso mismo y aunque sea otra persona no contestará, quién esté al otro lado de la línea respetará su soledad quiera o no.

***

—¿Cuando vuelvas podrías pasar por las compras? Se nos han terminado algunas cosas.

—Claro, deja la lista en la mesa. Solo tomo café y me voy.

***

Llevan dos años siendo novios, un año viviendo bajo el mismo techo y tres meses bajo su propio mundo. Han dejado de convivir como una pareja y con el pasar de los días parecen volverse compañeros de vivienda. Su contacto se limita a tres temas: necesidades informales como compras de la casa, discusiones y por último algún contacto que más parece por necesidad que por amor, los cuales escasean cada vez más.

Ama a Elle pero tener pareja es desgastante cuando tiene que estudiar y trabajar a medio tiempo y sabe que Elle siente lo mismo dado que él también trabaja hasta tarde. Ninguno odia la compañía del otro y muchas veces existen gestos lindos entre ambos pero todo es tan rutinario que realmente no hay química que haga de ambos una pareja enamorada.

Había hablado del tema con Misa, una amiga que conoció en la escuela y con la que aunque estudiara una carrera completamente distinta aún mantenía un contacto demasiado cercano; ella le había aconsejado hablar del tema con Elle para intentar "avivar la pasión" que se había perdido o intentar tener más detalles y generar momentos juntos pero a pesar de que sería algo razonable de hacer Light se negaba a hacerlo.

«¿Entonces por qué no lo dejas?» Había dicho Misa. Porque lo amaba ¿No era obvio? Ambos estaban enamorados y las parejas también tenían su rutina, lo había visto en sus padres, la monotonía de sus vidas siendo la misma película cada mañana y sin embargo seguían juntos.

A veces no podía evitar sentir que no compartía un lazo único con su novio, de vez en cuando tenía algún tiempo libre o salía antes del trabajo y aunque sabía que podía utilizar ese espacio para dedicarle tiempo de calidad a su novio realmente no deseaba hacerlo, se odiaba por pensar en ello como una obligación y no como un regalo, entonces salía con algún amigo o consigo mismo, solía sentirse culpable por ello pero sabía que Elle hacía lo mismo. Sin embargo se amaban, ya que al final del día volvían a su apartamento al lado del otro, eso los hacía una pareja de verdad, ¿no?

Habían tocado el tema un par de veces, Elle se había acercado con preguntas como ¿qué pasaría si terminamos? Pero él siempre evitaba el tema siendo claro al expresar lo mucho que lo amaba y que no podía estar sin él, que aunque sus horarios estuvieran ocupados siempre estarían para el otro. Los días siguientes a la conversación solían llenarse mutuamente con muestras de afecto, pero a la semana la rutina acostumbrada volvía como un viejo fantasma y se apoderaba de sus vidas.

Pese a ello, jamás soltaría a Elle, era su lugar seguro, su hogar, él no se imaginaba al lado de nadie más. A pesar de todo era muy feliz con él.

«Te lo pido Elle no te enamores de alguien más.»

Se lo había pedido tantas veces, hasta el hartazgo, como un miedo latente en su corazón, aún así... Elle estaba enamorado de alguien más.

La copa está vacía y ha empezado a beber de la botella misma mientras siente un nudo en la garganta que le hace cada vez más difícil respirar.

De cierta forma ya lo sabía, siempre supo que algo no andaba bien, los pocos momentos de amor que solían haber estaban cada vez más en peligro de extinción desde hace un tiempo, Elle era más esquivo con él, solía llegar más tarde a casa y mentirle sobre lo mismo, y él lo sabía así como sabía que las preguntas de Elle sobre terminar la relación no eran por curiosidad sino por algo más pero simplemente no había aceptado la idea, él creyó que sí se quedaba Elle lo elegiría a él, que se quedaría con él siempre así como él estaba dispuesto a quedarse con Elle.

Pudo ser casualidad, destino o quizá hasta a propósito pero vio a Elle con aquel chico en ese bar y no fue el beso que compartieron lo que destruyó su corazón sino la forma en la que lo miraba, sus orbes negros veían a aquel muchacho como la cosa más maravillosa del planeta, sonreía cada que hablaba o se reía, lo amaba y era obvio para quien lo viera incluyendo a su corazón que en ese momento latió con una fuerza que le hizo recordar lo ingenuo y cobarde que fue al pensar que Elle jamás se iría de su lado para encontrar lo que en él ya había perdido: amor.

Un sollozo escapó de sus labios pero está vez contener las lágrimas fue una tarea imposible y las gotas retenidas cayeron como gruesas cascadas dejando marcados surcos a su paso. El dolor en su pecho aumentó y supo que era su corazón el que estaba reclamando por causarle tanto dolor y alejar a la persona que amaba de su lado.

El ruido del cerrojo le alertó la llegada de alguien más pero no se movió de su sitio.

—Quería hablar contigo antes de verte en persona pero has ignorado las veinte llamadas que te hice.— Comenta Elle tratando de sonar divertido a modo de relajarlo, notando de inmediato que nada podría calmar a Light y que finalmente tendrían que tener la conversación que tanto tiempo estuvo evitando.

—Light ... —continúa al no obtener respuesta—, ni siquiera sé qué decirte, en serio lo lamento .—Y era cierto, realmente quería decirle en lugar de que se enterarse por él mismo pero nunca juntó el valor necesario.

No contestó de inmediato, tomó una bocanada de aire, hablar le era difícil y sabía que su voz temblaría debido al esfuerzo y los sollozos no soltados.

—Te enamoraste de alguien más ¿verdad?— Dijo mientras un silencio incómodo inundaba el lugar.

—...Sí. —el castaño se mordió los labios al escucharlo. Ya sabía la respuesta pero necesitaba oírla de sus labios, necesitaba destruirse completamente.— Light, en serio te tengo mucho cariño, llevamos juntos más de dos años y a pesar de que solo vivimos un año juntos realmente sentí como si fuera más, todo lo que viví contigo es algo que atesoraré por el resto de mi vida.

—Pero ya no me quieres en tu vida. —Espetó. ¿De que le sirven todas esas palabras decoradas en ese momento cuando lo había visto con alguien más?

Elle suspira, dándose cuenta que no tiene sentido alargar lo inevitable.

—.... No. —Es tajante, y esa respuesta sentencia por completo el final de su relación.

Las lágrimas surcaron por sus mejillas nuevamente pero se mantuvo lo más firme que sus fuerzas le permitieron.

—Pudimos haber estado juntos durante mucho tiempo, pudimos serlo todo —traga saliva para que su voz no flaquee, pero sabe que su aspecto en general es el de alguien a quien el mundo se le acaba de venir abajo—. Tenías mil formas de destruirme y elegiste la más cruel de todas porque jamás pudiste amarme como yo te amé, no me amas lo suficiente para quedarte y eso me duele más que tú infidelidad.

Todo el enojo y dolor que había acumulado durante ese año de decadencia en su relación se marcaron en cada una de las palabras de aquel párrafo.

Elle sabe que no fue así, Light no puede asegurar de que él no lo haya amado lo suficiente, porque lo amó y mucho. Sin embargo también comprende del daño que acaba de provocar con su cobardía, por no terminar las cosas a tiempo cuando se dio cuenta de que ese amor se había extinguido. Así que esta vez no quiere corregirlo como lo hubiera hecho en cualquier otra de sus discusiones.

—En serio lo siento. —Murmuró con dolor en su voz y lágrimas silenciosas porque aunque la ruptura era algo inevitable y se debió llevar a cabo hace mucho, Light no merecía eso y le rompe el corazón verlo así.

—Una última noche... —suspiró, pasándose los puños por las mejillas y levantando el mentón— ¿podemos dejar todo de lado y tratarnos como si fuéramos amantes una última vez? Solo te pido un último abrazo y un último beso como despedida, no importa que lo finjas para mí será real, por favor, Elle. —Su voz sonó lastimera aunque intentó controlarse.

Su petición carecía de sentido, una estúpida ilusión, Elle ya tenía alguien más y cabía la posibilidad de que lo rechazara. Sin embargo, Elle no se negó y sin decir nada se acercó y lo envolvió en sus brazos dejándole cobijarse en ellos para que encontrara protección en él. Y aunque su corazón ya latía por otra persona, él también encontró consuelo en Light. Lo abrazó con fuerzas, como si hubiera extrañado ese simple contacto y hundió la nariz en esas hebras castañas para embriagarse con su olor una última vez.

El pecho de Light se llenó de calidez, ¿cuándo había sido la última vez que se sentía de esa forma entre los brazos de Elle? No obstante, eso era el inicio de una despedida anunciada, por lo que no pudo evitar terminar de romperse y temblar mientras las lágrimas que había luchado por contener, se abrían camino cuesta abajo por sus mejillas. A Elle no le importó la húmedad en su camisa, comenzó a acariciarle la espalda para calmar a su novio, porque eso era: su novio, y lo sería hasta que el sol alzará sus primeros rayos.

La madrugada transcurrió lenta, se abrazaron todo el tiempo tratando de no olvidar la figura del otro y trazaron delicados besos por sus rostros y manos, dormitaron un par de veces y eso les brindaba la fuerza para seguir con su ritual de despedida y cuando al fin la mañana comenzó a asomarse y ambos supieron que con ello el fin de su vida en pareja tomaron un acuerdo de no volverse a ver siendo Light quien dejaría por completo el apartamento para estar con su familia y amigos. El momento de la separación definitiva había arribado.

Un último abrazo y un beso en la frente.

—Cuídate mucho, Light, buena suerte.

—Te amo, Elle Lawliet. Gracias por todo.— Dió un último apretón suave a su mano y finalmente le soltó, y como respuesta Elle se marchó dejándole solo en el apartamento que ahora se sentía tan pequeño para toda la historia que tenía que contar.

Limpió sus lágrimas y se dispuso a empacar para iniciar una nueva vida, una dónde Elle ya no formaría parte de ella.