Resumen: Aunque las mentiras parezca sólidas, pueden comenzar a desmoronarse, dispuestas a pasar factura. 

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Las luces de las pantallas se reflejan en los enormes ojos insomnes de L, apenas y parpadea, temiendo perderse algún detalle si lo hace. Hace mucho un caso no lo emocionaba tanto. Un asesino en serie llamado Kira le está quitando la paz no solo a un país, sino que al mundo entero.

Aterrizó en Japón hace unas semanas, tenía mucho tiempo sin pisar tierras niponas y no creyó que iba a volver a hacerlo luego de lo que vivió en dicha nación.

A pesar de que la policía Japonesa se ha puesto a su servicio desde que llegó, los ha mantenido al margen; sí, alguna que otra reunión a través de una computadora y un modificador de voz solo para hacerlos sentir parte del caso, pero realmente no necesita ayuda. Él sabe quién es el asesino y lo único que debe hacer es acorralarlo.

Debe darle créditos a su hermanito, pasar de ser un asesino que pone patas arriba una ciudad, a ser el asesino más temido y alabado por el mundo entero es digno de reconocimiento. Pero hasta aquí llegó su jueguito, no le va a dar el gusto que la humanidad lo vea como un Dios, lo único que quizá le da un poco de pena es que sabe que él y su exesposo tiene algún tipo de relación extraña, y si ya lloró por un hermano, ahora a Light le tocará también llorar por el otro.

L toma un poco más del pastel que está sobre el escritorio, sin embargo le parece escuchar un ruido detrás de él. En el edificio de investigación solo se encuentran él y Watari, por lo que voltea pero no ve nada. Encoge los hombros, creyendo que fueron ideas suyas y devuelve la mirada a las pantallas.

—Deberías considerar cambiar a tu equipo de seguridad, hermanito.

El detective da un respingo y voltea de nuevo, viendo a su gemelo salir de entre las sombras de una esquina con una sonrisa siniestra.

—Beyond... —murmura con calma, dejando su posición habitual de cuclillas y bajando los pies descalzos al piso— Diría que me sorprende verte pero ambos sabemos que estoy aquí por ti.

—Oh, ¿ahora si soy digno de la atención del mejor detective del mundo? —Se lleva una mano al pecho, fingiendo ternura.

L suelta una risa breve y menea la cabeza.

—¿Admites que lo haces solo por llamar mi atención? Que lindo... —aprieta los labios formando un puchero mientras se pone de pie despacio, evitando movimientos bruscos— Hace seis años, pocas víctimas fueron las necesarias para deducir que se trataba de ti, y supe de inmediato que la clave para detenerte era ignorándote, y no me equivoqué, aunque has cometido asesinatos aislados, nunca nadie los relaciona entre sí. Pero con esto no puedo ignorarte, no cuando pones en peligro al mundo entero.

—Error... —responde arrugando la nariz en un gesto de asco— este caso si te infla lo suficiente el ego como para ignorarlo, unos cuantos muertos en los Ángeles no fueron suficientes para ti, de atraparme habría sido noticia en América pero no en el resto del mundo. Lo haces para que hasta en los continentes que no hablan tu idioma te reconozcan como un héroe.

—¿Acaso tú no buscas lo mismo al desear que todos te vean como algún tipo de justicia divina? —retrocede un poco de forma disimulada, llevando una mano a su espalda para buscar con ella un botón ubicado en la parte inferior del escritorio— Esto me lleva a preguntarte, ¿deseas que te siga llamando Beyond o prefieres que te llame Kira?

L sonríe de lado al sentir el botón en sus dedos, sin embargo nada sucede tras presionarlo.

—Creo que no podrá atenderte.

Una voz adicional irrumpe en la habitación, emergiendo desde las sombras y lanzando algo a los pies del detective. Elle suelta un jadeo y retrocede al ver la cabeza pálida y ensangrentada de Watari.

—Tardaste más de lo esperado, lindura. —Comenta Beyond, cruzando los brazos y apoyando el trasero contra uno de los muebles, sin inmutarse por la cabeza decapitada en la habitación.

—Perdón, el vejete me las debía. Además, creí que necesitaban un poco de tiempo a solas para su reencuentro entre hermanos. —Responde el recién llegado sin una pizca de emoción en su rostro, sacando una pistola de su gabardina manchada de sangre y apuntando hacía el frente.

L se mantiene ajeno a la pequeña conversación, sus dilatados ojos fijos en la mueca de dolor estampada en el rostro de su ayudante, el hombre que lo vio crecer y a quien consideró como un padre. Vuelve a soltar un jadeo y sus pupilas comienzan a ir de forma errática entre la cabeza de Watari y el hombre que lo apunta con un arma.

—Light... —murmura tras tragar saliva, irguiéndose un poco para mostrarse calmado.

—Error... Kira. —Corrige, con una voz mucho más carrasposa de la que L recuerda.

El castaño nota que aunque el otro intenta disimular, está sorprendido de que esté ahí.

—Por tu expresión, me doy cuenta que no esperabas que yo fuera Kira —avanza un paso sin bajar la pistola—. Claro, cómo el pobre iluso al que le jodiste la vida iba a salir del hoyo en el que lo dejaste, ¿verdad?

—¿Y lo mejor que se te ocurrió fue aliarte con Beyond? —suelta una leve risa y observa de reojo a su gemelo, quien de la nada ha sacado un frasco de mermelada como si estuviera poniéndose cómodo para presenciar un espectáculo.

—Me encantaría responder todas tus dudas pero esto no es una visita amistosa, mi vida —sonríe de lado, una sonrisa perversa como llena de entusiasmo. Ha esperado este momento por demasiado tiempo—. ¿Así que por qué no empiezas con arrodillarte y pedirme perdón? Si lo haces bien quizá logres que te perdone.

Sí, quería al infeliz ese a sus pies, humillado y rogando. Solo imaginarlo le provocó escalofríos y una erección, sus pupilas se dilataron por un segundo, sin embargo...

—¿Qué...? —La respuesta de L es inmediata, llena de confusión e ironía junto a una risa sarcástica.

E igual de inmediata es la reacción de Light. Una detonación deja en silencio la habitación, un silencio que se rompe cuando las rodillas del detective chocan contra el piso frío. L rechina los dientes y se lleva las manos al agujero en su pierna, donde la bala atravesó.

—Uy, hermanito, lo siento —Beyond ríe, luego de lamerse un dedo lleno de mermelada—, aún le estoy enseñando a apuntar. Lindura, levanta un poco más los codos para la siguiente.

—¿Insinúas que fallé, B? —Light lo observa de reojo, su mirada brillando de una manera deliciosa. Beyond se relame los labios, oh sí, el sexo luego de esto será grandioso—. Quizá el gran L debió hincarse cuando se lo pedí amablemente —se acerca unos pasos más, el arma no tan en alto pero sin bajarla por completo—, aún puedes reivindicarte y comenzar a rogar por perdón.

Elle se muerde los labios y mantiene una mirada desafiante aunque a pesar de la posición deba verlo hacía arriba.

—¿Y crees que voy a hacerlo?

El rostro de Light se torna sombrío y forma una mueca de asco al verlo con desprecio.

—Por supuesto que no. Para pedir perdón por lo que hiciste deberías conocer el concepto de la palabra integridad, y si fuiste capaz de fingir tu propia muerte porque te faltaron pantalones, ¿qué más podría esperar de ti? Si por ti fuera, me hubieras dejado morir de tristeza sin saber la verdad.

—¿Acaso cambiara algo al reconocer que probablemente cometí un error? —Intenta ponerse de pie, a pesar del dolor.

—No. —Dice sin más, encogiendo los hombros.

—Entonces supongo que esto acaba aquí, ¿no? —se yergue un poco y de nuevo intenta alcanzar un botón de emergencia en su escritorio— Con un disparo en... ¿la cabeza, tal vez?

Duda salir vivo de esa pero si al menos puede alertar a la policía para que ese par no llegue lejos.

—Oh... ¿esto? —agita el arma, haciéndola dar una vuelta con su dedo en el guardamonte—, no, no... es muy divertida, debo admitir —vuelve a apuntar y dispara sin dudarlo, mandando a L de vuelta de rodillas al atravesarle la otra pierna— pero un disparo te evitaría vivir la experiencia completa. —Sonríe, lanzando el arma hacía una esquina de la habitación.

—Lo único que podemos agradecerte, hermanito —dice Beyond tras aparecer por detrás de Light y abrazarlo por la cintura—, es que gracias a ti conocí a esta lindura, ¿no te parece hermoso?

Elle chasquea la lengua mientras intenta en vano detener la hemorragia con las manos.

—Deja de ser tan cursi, B, y préstame tu cuchillo —Light se remueve y extiende una mano hacia un lado. Está trabajando, los arrumacos vienen después—. Dejé el mío enterrado en el vejestorio ese. —Agrega, dándole una leve patada a la cabeza decapitada con el lateral del pie para hacerla rodar un poco hacia un lado y apartarla de su camino.

—Como ordene su majestad —dice con ironía mientras se saca el arma de la pretina del pantalón para dárselo—. ¿Pero estás seguro que quieres hacerlo tú? Lindura, tampoco vale la pena que te manches tus preciosas manos.

El castaño sabe que su... ¿amante? Solo dice eso porque está impaciente por escuchar el filo atravesando esa piel pálida. Sin embargo, desmembrar el cuerpo del gran Elle Lawliet dejó de ser solo sueño de Beyond Birthday desde hace mucho tiempo.

—Si deseas tú lo terminas —responde Light, tomando con firmeza el mango del arma y levantandola en alto—, pero yo comienzo.

Sin dudarlo, Light deja caer la mano con bastante fuerza, clavando el cuchillo cerca de las clavículas y sacándolo sin darle tiempo de procesar lo que acaba de ocurrir. L grita y por inercia se deja caer sentado para empujarse hacía atrás con los pies, su rostro denotando terror por primera vez.

—Un disparo hubiera sido muy fácil —le habla a su exesposo, dándole otra apuñalada, esta vez a un costado. Intenta evitar partes que puedan provocar una muerte instantánea—, pero tú te mereces vivir al menos la tercia parte del dolor que me causaste —respira agitado, riendo con los ojos muy abiertos. Cae sobre el cuerpo del otro a horcajadas para evitar su patético intento de escape, y L de inmediato intenta defenderse de manera torpe mientras ese líquido carmesí abandona su cuerpo a borbotones.

A Light le duele el brazo en algún punto pero no se detiene, continúa con emoción reflejada en su rostro, una felicidad que no se le veía hace mucho. Está fascinado con el sonido de los músculos rasgándose, excitado con la mueca de dolor de L y embriagado con el olor a sangre que le salpica en la cara.

—¿Y no... —L jadea, consciente de que está perdiendo mucha sangre—... no quisieras escuchar... mi versión? —no está pensando correctamente, ni siquiera sabe qué pretende lograr, ¿ganar tiempo? ¿De que le serviría en este momento?

—Lo único que me interesa es que pagues por lo que hiciste, tus motivos ya los sé —otra puñalada—, he tenido el tiempo suficiente para pensar en ellos —el cuchillo vuelve a caer, esta vez en el abdomen del detective—. Nunca me amaste, Ryuzaki —usa ese mote con el que solía llamarlo de cariño—, otra opción es qué tal vez lo hiciste pero te diste cuenta que casarnos estuvo de más, y en lugar de hablarlo como un hombre adulto, preferiste armarte toda esta escenita. Y...

—La última opción es en la que ambos más creemos —interrumpe Beyond, acuclillándose a un lado de la cabeza de L, quien con la mirada cansada y perdida intenta enfocar el rostro de su hermano—, solo fue uno más de tus experimentos. Así como lo hiciste con Alex, ¿recuerdas? —sonríe de lado mientras le dibuja unas líneas ascendentes con la mermelada en la comisura de los labios, para simular también una sonrisa— Quisiste ver qué ocurría si ponías en una sola persona la presión de ser tu sucesor, y claro, tus otros peones ayudando con tu juego, atormentandolo con la idea dia y noche hasta que Alex no lo soportó más y se suicidó. Recuerdas, ¿verdad?

Elle no dice nada, aunque escucha a Beyond sus palabras parecen lejanas y aunque lo intentara su cuerpo no responde. Solo suelta un jadeo cuando una nueva puñalada cae en su pecho, quedando el cuchillo ahí.

—¿Querías ver qué ocurría si jugabas con la mente de un hombre que te había entregado su corazón? —dice Light, sintiéndose excitado ante el déjà vu de estar sobre su ex esposo como cuando lo montaba— Si te hace sentir mejor... —se inclina sobre él, tomándole el rostro con ternura a pesar de tener las manos llenas de sangre—...lograste tu objetivo, porque mi corazón murió y se fue contigo el día que abrí los ojos.

Beyond carraspea la garganta, quizá un poco celoso por la escena , aunque mentiría si dijera que no le excita ver a Light así. Luego de esto le recordará en la cama a qué hermano pertenece ahora.

—Bueno, va siendo mi turno, ¿no?, me interesa que el malnacido todavía respire.

—Claro, todo tuyo —el castaño levanta una pierna para apartarse, pero antes de quitarse por completo, vuelve a inclinarse sobre L—. Espero que no lo tomes personal, mi amor —murmura con una sonrisa ante de darle un beso en los labios—. Lo único que quiero es darte una tumba donde realmente pueda llorarte. Me entiendes, ¿verdad? —Le da un último beso y se hace a un lado.

Tan pronto como Light se quita, Elle suelta un jadeo cuando un peso nuevo cae sobre su abdomen lastimado.

—Hola hermanito —Beyond toma el cuchillo que había quedado incrustado en el pecho y sonríe—, ¿listo para jugar un rato? 

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Notas de autor: Y aquí termina el angstuary. Hubo otros temas que me gustaron pero ya no me daba la vida escribirlos. Quizá en el futuro agregue aquí alguno que otro tema que me gustó pero lo dudo mucho. Así que por el momento es todo. Honestamente siento que muy pocos leyeron jaja y si son sincera eso desmotiva, pero soy aferrada como perro siguiendo una motocicleta, así que les agradezco infinitamente a los tres pelones que me estuvieron leyendo y les agradecería si me dejaran algún pequeño comentario. No quiero preguntar cuál fue su oneshot favorito por miedo a morir ignorada JAJA, pero con que me digan que les gustó la idea del Angtuary en general me alegraría mucho. 

Eso es todo por el momento. Cuidense mucho y muchas gracias!