Prompt: Alucinaciones.

Sinopsis: Rojo. Todo a su alrededor estaba pintado de aquel color.

Bajó la mirada a sus manos, sintiendo su estómago revolverse ante la visión carmesí.

Sus manos estaban llenas de sangre, y justo en una de estas sostenía un cuchillo.

Rojo. Todo a su alrededor estaba pintado de aquel color.

Bajó la mirada a sus manos, sintiendo su estómago revolverse ante la visión carmesí.

Sus manos estaban llenas de sangre, y justo en una de estas sostenía un cuchillo. Asustado soltó el arma mientras intentaba hacer memoria.

Lo último que recordaba era haber estado acostado escuchando el último disco de su banda favorita junto con Sock, para que al momento de abrir los ojos se encontrara en...ese lugar.

Era extraño, la habitación se parecía demasiado a la de sus padres a excepción por todas aquellas manchas carmesí.

—Debe ser una pesadilla.—murmuró el adolescente para sí mismo, comenzando a salir de su shock inicial mientras que algo llamaba su atención.

Parecía haber algo en la cama.

Lentamente se acercó. Conforme cada pasó que daba, un abrumador olor a metal llegaba a su nariz haciéndole arrugarla por el desagrado. Cuando finalmente se detuvo al lado de esta, un grito de terror escapó de sus labios mientras que sus piernas perdieron la fuerza haciéndole caer al piso.

—No...No puede ser...—murmuraba aterrado, con los ojos fijos en el colchón a pesar de no poder ver lo que había sobre este pero no era necesario.

Dos cuerpos adultos con señales de múltiples apuñalamientos.

Las sabanas teñidas de rojo.

La manera que los ojos de sus padres revelaban el terror que habían sentido en sus últimos momentos.

A pesar del shock Jonathan fue capaz de unir rápidamente los puntos, sobre el cuchillo en sus manos y los cuerpos inertes de sus padres.

Su estomago se revolvió ante la realización de la situación, apenas pudiendo inclinarse antes de comenzar a vomitar bilis. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras que en su interior se libraba una lucha entre la realidad y la conveniencia de la ignorancia.

No podía ser. No podía haber asesinado a sus padres mientras dormía.

No dejaba de repetírselo, una y otra vez esperando que esto funcionara como una especie de hechizo.

Aunque sus padres le habían llegado a descuidar por sus trabajos, estos jamás habían hecho algo que llenara a Jonathan de odio.

—No puede ser...debe ser un sueño.

—Jo...nathan.

Jonathan fue capaz de distinguir esa voz, a pesar de sonar algo ronca y débil, la reconocería en cualquier lugar. Era la voz de su madre.

—Jona...than...Tu...

El terror se extendió por el cuerpo del adolescente, era imposible que la mujer siguiera viva dado la condición en que Jonathan la había visto.

—¿Mamá?—preguntó con un hilillo de voz.

—Jonathan...—La voz de la mujer ahora sonaba diferente, como si estuviera enojada.

El adolescente trago saliva, estaba por tomar nuevo coraje para levantarse del piso cuando un súbito movimiento en la cama le hizo parar.

Su madre, con sus pijamas rotas y cubiertas de sangre se encontraba al borde de la cama con una sonrisa desquiciada y las cuencas de sus ojos vacías.

—¡Asesino! ¡Hijo inservible!—conformé gritaba, la mujer bajaba de la cama con movimientos erráticos, acercándose cada vez mas a él. —¡Debí haber sabido la basura de hijo que tenía! Por eso Ash es nuestra amada hija, tu solo eres una desgracia.

Jonathan tenía a la mujer justo frente a él, había sido incapaz de huir al verse consumido por el terror. Solo pudo reaccionar al sentir un dolor punzante en su pecho, bajó la mirada solo para encontrarse con la mano de su madre atravesando su pecho.

—Mamá...no...

—¡Jonathan!

Abrió los ojos, sintiendo la manera en que su corazón latía desembocado por el miedo. Dio una mirada a su alrededor, solo pudiendo suspirar al notar que se encontraba en su habitación.

—Jonathan, ¿estás bien?

Era la voz de aquel molesto demonio que no dejaba de seguirle por todos lados, y por quien, para su desgracia, ahora tenía ciertos sentimientos especiales.

—¿Qué pasó?—preguntó sentándose en la cama, pasando una mano por su rostro.

—Eso quisiera saber yo, —murmuró el castaño flotando a su lado.— de repente te pusiste a gritar y a llorar. ¿Estás bien?

Jonathan pensó un momento antes de suspirar. Últimamente había estado sufriendo de alucinaciones, pero creyó que estas podían deberse al estrés aunque ninguna había sido tan cruda como esa.

—Nada, solo...un mal momento.

—¿Quieres un abrazo?

El demonio ni terminó su pregunta cuando ya se encontraba abrazando al adolescente.

El abrazo le trajo a Jonathan una extraña sensación de alivio, por lo menos tenía a Sock a su lado.

Por su parte, Sock sonrió en medio del abrazo. A como veía las cosas, no faltaba mucho para que Jonathan "perforara su propio boleto". Debía agradecerle a Mephistopheles por el nuevo poder, solo necesito usar un poco de los miedos de Jonathan y combinarlo con la escena que vivió tras haber asesinado a sus propios padres mientras dormía.

—Tranquilo, siempre estaré contigo.

Nunca pensé que volvería a escribir de Welcome to hell :0 igual hay muchas cosas que no recuerdo, a pesar que me volví a ver la animación (ojala salga pronto la segunda parte) y en un principio quería ponerle el título de "Una pequeña muerte nunca ha matado a nadie" pero no quedaba xD. En fin, muchas gracias por leerme 💖