D I E C I S I E T E
FALLAS
Luna:
Jamie y Beck llegaron mucho antes que nosotros, nos ven un poco mal, sobre todo Beck, creo que no le gusta verme con Lucas, en cuanto a Jay, creo que él me mira mal porque no soporta la ansiedad. Esto se pondrá sumamente incómodo y bastante agitado, Beck parece estar a punto de saltarle encima a Lucas y sin importar como lo diga Jay va a comportarse como el hermano sobreprotector que es.
Ingreso todo el aire que mis pulmones soportan, será mejor soltar lo que sucede.
—Lo primero que quiero decirles es sobre mi teoría con respecto a los demonios —Mojo mis labios—. Creo que el aumento de demonios es mi culpa.
—¿Podrías ser más clara? —Beck parece de muy mal humor.
Veo como se cruza de brazos molesto y se pone a la defensiva, ¿está así por lo que dije o por que llegué con Lucas?
Me pongo a analizar lo que dije y creo entender el mal humor de Beck, mis palabras se pueden malinterpretar de muchas maneras y no creo que entienda a lo que me refiero.
—No es lo que piensas —Me defiendo—, tienes razón, debí ser más clara contigo, tal parece que no entiendes nada —Lo veo directamente a los ojos—. Alguien está persiguiendo a mi ángel, su presencia está atrayendo a los demonios y creo que fracturé las barreras cuando llegué.
Jay asiente, es el único que entiende lo que está pasando aquí. Lucas y Beck nos miran ansiosos, están esperando que les digamos que es una broma o que les expliquemos la situación, será mejor explicarles para que entiendan, al menos espero que lo entiendan.
—Deberías ser aún más clara, Luna, ¿a qué te refieres con eso de fracturar las barreras? —La voz de Beck suena bastante segura y fuerte, se nota lo estricto que es.
No me agrada para nada la frialdad que hay en sus ojos, busco apoyo en cualquiera de mis otros amigos, Jay levanta los hombros y Lucas parece asimilar todo.
—Luna tiene más poder angelical que los tres juntos —explica Jay por mí, por eso amo tanto a mi mejor amigo—, su poder suele causar... fallas o desordenes.
Veo ansiedad en la cara de Beck, presiento que desea preguntarme algo que terminará dañándome o haciéndome enojar.
—¿Esa es tu excusa para dejar con vida a la Nefilim? —dice con todo el veneno de su corazón.
No me gusta para nada la forma en lo que lo dijo, se nota el veneno que inyectó en ellas, como si deseara intimidarme.
Yo te dije que era una mala idea dejar con vida a ese monstruo.
¡Angel!, digo con alivio. Por fin regresas, ¿pudiste averiguar algo?
No tanto como me habría gustado, Midael me interrumpió a la mitad de mi búsqueda, me regañó un largo rato, pero recordé algo que no te gustará en lo más mínimo.
Dime que es, quiero saberlo, Angel.
—¡Te hice una pregunta, Luna! —grita Beck.
Me muerdo la lengua antes de responderle, mi conversación con Angel es más importante que su estúpida rabieta.
—Dejé vivir a Malena porque me demostró que cambió, ella me salvó de un demonio cuando no tenía ninguna obligación de salvarme, ¿te supone algún problema?
Me sonríe con demasiado cinismo, no le conviene hacerme enojar, acabará perdiendo.
—¿A caso la Elegida con más poder angelical no puede matar un demonio? —se burla.
Detesto su cinismo, este tipo es un... un... un imbécil, ahora entiendo porque Leo lo odia tanto.
—Puedes preguntarle a cualquiera de ellos si soy o no capaz de matar a un demonio —Lo encaro.
No voy a permitir que un niño mimado me diga de lo que soy capaz de hacer.
Ya hemos hablado de la diferencia entre ser valiente y temeraria, Luna. Si yo fuera tú cuidaría mis palabras, ese niño es el Elegido de Anael.
Me tiene sin cuidado quien sea su ángel, no voy a echarme para atrás, aunque fuera el Elegido del mismísimo creador lo enfrentaría, no voy a disculparme por mis acciones y mucho menos dejaré que me haga menos.
Te recuerdo que mi hermano es casi un arcángel, dice en tono de advertencia.
Me tiene sin cuidado que su ángel sea sumamente poderoso, no voy a permitir que un machito engreído me trate como le plazca. Descubro que estamos más cerca de lo que imaginaba, me viene perfecto, así podré soltarle un golpe para que nunca me olvide.
—Eres mucho más hermosa de cerca.
Entrecierro los ojos, este sujeto no sabe controlar sus emociones y eso me fastidia.
—Querías saber porque dejé viva a Malena, ¿no? —Me alejo de él—. Te daré otro motivo, ella ama a la familia Knight y al amor siempre hay que darle una oportunidad de crecer, ¿me equivoco, Anael?
El ceño de Beck se frunce tanto que sus cejas se tocan y sus ojos brillan llenos de furia, me gustan sus ojos, son... hermosos. Sonrío satisfecha, mi provocación fue perfecta.
—Voy a demostrarte lo equivocada que estás con esa familia, los Knight no son los mártires que tú piensas —Me toma por la cintura y me atrae a su lado—. Y cuando lo demuestre tendrás que almorzar conmigo todos los días.
Me libera para darse la media vuelta y regresar por donde vino, esto salió peor de lo que imaginé. Me giro hacia mis amigos, pero ellos parecen estar inmersos en sus pensamientos.
—Beck está demasiado seguro de lo que dice —dice Jay sin despegar la mirada del suelo.
No me sorprende que apoye a Beckha, a Jay no le agrada Leonel, pero a mí no me interesa si ellos no confían en él, yo confío en Leo, él no puede ser malo, sé que él no es malo.
Puede que el muchacho no sea malo, pero Malena es un caso aparte, me quedo helada. Quiero que te alejes de ella, hay una muy alta probabilidad de que sea Malena quien me quiera muerta, yo envié a su padre al infierno.
Noto como la presencia de mi ángel se evapora, giro mi brazo para ver el estado de mi marca, no brilla como siempre, pero al menos sigue aquí.
Me temo que estoy metida en un lío bastante grande, mi ángel solo tiene dos enemigas, una es Lilith y la otra... la otra es Malena.
Después de un buen rato lleno de discusión decidimos ir a ver las barreras, que es lo que más me preocupa, no participé mucho en la plática porque mi cabeza seguía dándole vueltas a lo que Angel me dijo. Nuestra prioridad ahora son las barreras, ya no podemos seguir confiándonos, ya estamos arriesgando demasiado a la gente de aquí, nuestra misión es traer la paz a este lugar y eso es lo que haremos.
No puedo dejar de ver el suelo, no puedo sacarme de la cabeza que mi amiga quiere hacerle daño a mi ángel, no quiero aceptarlo.
—Vas a caerte si sigues tan metida en tus pensamientos —me regaña Jamie.
Agito ligeramente la cabeza para salir de mi estado de ensoñación, detesto que Jamie me haga esto, está bien que sea torpe, pero no por eso me caeré siempre. Mi querido amigo comienza a jugar con su estúpido arillo, detesto esa cosa en su boca, lo peor es que lo hace para fastidiarme.
—Estaré bien, Jay...
Me detengo y llamo a Odigós, lo digo tan rápido como mi lengua puede moverse, casi al mismo tiempo que la espada cae sobre mi mano un demonio sale de la tierra, debí suponer que estas cosas no nos dejarían ir más allá. De la boca del demonio salen algunos tentáculos y uno se enreda sobre mi tobillo, que desagradable.
—Cui...
No dejo que Lucas termine y le corto el tentáculo a esta cosa, el demonio suelta un grito lleno de dolor e intenta alcanzarme con su garra, pero falla por mucho. Este demonio no es de los peligrosos, es impulsivo y bastante idiota, acabaré con esto demasiado rápido.
—Un ángel —Gruñe mostrando su asquerosa lengua—, delicioso.
Salto hacia atrás antes de que otro de sus tentáculos me alcance, veo como Jamie se recarga sobre un árbol mientras yo golpeo al demonio con la empuñadura. Me concentro en el demonio, quiero terminar esto antes de que lleguen más atraídos por mi poder.
—Yo no lo haría si fuera tú —Alcanzo a oír a Jamie—. Si estas cosas sienten más poder angelical no llegaremos más lejos.
Le hago un pequeño corte sobre el pecho, me encantaría que ellos siguieran y vieran las barreras, yo sé cuidarme sola.
Vuelvo a lanzarme contra el demonio, pero parece que ya se acoplo a mis movimientos y me cuesta más trabajo golpearlo. Escucho algunos pasos, esto es frustrante, hizo esto para ganar tiempo, no quieren que nos acerquemos.
Escucho la voz de un niño mientras le bloqueo el golpe a esta cosa y poco después a Jamie llamar a Serif, los demonios no tardarán nada en acorralarnos.
Escucho como Jamie se lanza contra el niño y después suelta una maldición, debería entender que eso solo empeora nuestra situación. Poco a poco voy sintiendo cada vez más la presencia demoniaca por todos lados, esto me fastidia demasiado, le corto la cabeza al demonio y me giro para ver la cantidad que viene hacia nosotros.
Doy un paso al frente para proteger a Lucas, suelto un grito para poder atravesar un demonio con forma de gusano, esa criatura desaparece de la tierra, pero deja quemado el lugar. Los demonios que vi por fin nos rodean, llegaron antes de lo que supuse.
—Hay algo muy malo tras de esto —digo alarmada.
Un demonio con forma de espanta pájaros da un paso al frente, creo que tenemos aquí al líder de los demonios, pero no consigo ver nada de su señora, solo noto una cortada en su pecho, parece hecha con una espada celestial.
—Que reconfortante situación —Sonríe—, los dejaremos ir si nos dicen quién es el vínculo de un ángel llamado Angel.
Aprieto con más fuerza mi arma, me desagrada la voz de esta cosa, prefiero morir antes de delatar a mi ángel. A Lucas parece desagradarle tanto como a mí la idea porque arruga la nariz.
—¿O qué? —dice Jamie cerrándose un poco.
Si estos dos me ponen detrás de ellos sabrán que yo soy a quien buscan, aunque estaría bien cerrarles el paso porque si se acercan otro poco sentirán el poder de Angel dentro de mí.
—¿Cuatro Elegidos en una sola ciudad? —Su cuello parece dislocarse y su cabeza cuelga a noventa grados, eso es repugnante—. Creo que Miguel comienza a tener muchos de ustedes —Sonríe a pesar de tener la cabeza hacia abajo—. Les tengo otra propuesta, nosotros nos vamos de la ciudad en cuanto decidan entregarnos a su amiga.
Noto como mis amigos se tensan, no estamos aquí para negociar, si no quieren irse los sacaremos a la fuerza. Aprovecho el momento y me fijo en las barreras... esto es peor de lo que pude imaginar.
—Dile a tu señor que preferimos morir antes que traicionar a uno de los nuestros, si quieren guerra... les daremos guerra —Lucas extiende sus alas y sale volando.
Jamie hace lo mismo y me veo obligada a dejar el lugar repleto de demonios. Me siento impotente, frustrada, no pude eliminar a al menos la mitad de ellos cuando sé que tengo toda la habilidad para hacerlo, si pudiera usar el arco sin duda alguna habríamos acabado con todos ellos, pero no puedo usarlo y dudo que alguno de ellos pueda hacerlo, su poder no les dejaría crear flechas tan rápido como yo puedo hacerlo.
A penas llegamos al límite del bosque Lucas se pone a dibujar una barrera que servirá para contener a los demonios por un tiempo. Lucas dibuja cada vez más profundo, si sigue así no le quedará poder para terminarlo.
En menos de cinco minutos Lucas termina su poder angelical, necesitamos esta barrera urgentemente, ellos no saben a lo que nos enfrentamos. Doy un paso al frente y golpeo un poco su hombro.
—Usa el mío para terminar.
Cierro mi mano alrededor de la suya y libero a Odigós para darle todo mi poder si hace falta, puedo sentir como mi poder angelical fluye a través de él, me concentro en poder ampliar su poder, al igual que hice con Jamie. Después de cinco minutos Lucas consigue terminar el sello, suelta su arma y los dos recuperamos nuestra forma humana, veo el sello irse apagando hasta fundirse con la tierra. Esta barrera es temporal y, en vista del número de demonios que tenemos, no durará mucho, necesito levantar las barreras.
—Creo que tenemos un buen lío ahí dentro —Jamie se tira al suelo y libera a Serif—, son más que la última vez.
Me quedo plantada en mi lugar viendo como poco a poco se va levantando el poder angelical, necesito buscar respuestas, formular un plan para poder levantar las barreras y tiene que ser rápido. Siento como una mano se coloca sobre mi hombro, no me giro tengo que poder hacer algo más, tengo que regresar ahí dentro y hacer mi trabajo.
—Luna...
Esta vez me giro, no soporto no tener alguna idea para hacer esto, estoy molesta y temo hacer algo de lo que podría arrepentirme.
—Tú y Beckha son unos tontos e irresponsables —Lo empujo un poco—, esta barrera no durará ni una semana —Golpeo su pecho, quisiera golpear a Beckha también—. ¿Cuál de los dos hizo las barreras? —digo cansada.
La cara de Lucas me dice que está preocupado, debería estarlo, los cuatro deberíamos estarlo.
—Olvídalo, ya no importa cuál de ustedes lo hizo —Me giro de nueva cuenta—. Voy a regresar mañana por la tarde, sola, tengo que levantar las barreras.
—¡No! —los dos nos giramos para ver a Jamie—. No voy a dejar que entres al bosque sola, ¿acaso no viste todos los demonios que hay ahí dentro?
Aprieto los puños, él no entiende, él no pudo verlo, pero yo sí y sé que tengo que hacer esto sola.
—Ustedes no podrían entenderlo —Arrugo la nariz—. Ninguno de ustedes pudo ver lo que yo vi, el bosque no solo tiene a ese pequeño grupo de demonios, todo el bosque esta infestado y lo peor de todo es que ambas barreras están rotas, si no actuamos rápido esas cosas van a...
Agacho la cabeza, no puedo dejar que salgan de aquí, tengo que proteger a mis padres y a Leo, haré esto sola lo quieran o no.
—¿A cuántos demonios viste ahí dentro? —dice Jamie por lo bajo.
Lucas parece confundido, es cierto que él no conoce mis habilidades por ser una Elegida, ni siquiera yo conozco las suyas.
—Puedo dejarlos solos si eso quieren.
Esta vez soy yo quien sujeta a Lucas por los hombros, tengo que detenerlo, él tiene todo el derecho a saber lo que pasa.
—Tengo... —Niego agitando la cabeza—. Al ser la Elegida de Angel adquirí una habilidad única que le pertenece a mi ángel, ya sabes, la habilidad que adquirí consiste en poder ver un área en específico sin importar si hay luz o no, es una especie de rastreador.
Sonrío un poco, mi habilidad es bastante útil para este tipo de casos, pero también es el motivo de muchos de mis momentos impulsivos.
—¿Qué fue lo que viste, Luna? —pregunta temeroso.
—Vi a por lo menos cien mil demonios ahí dentro, tal vez sean más, como ya te dije solo puedo ver un área limitada.
Veo a Lucas entrar en estado de shock, me fijo si Jamie puede ayudarme a controlar la situación, pero mi querido amigo perdió todo el color de su cara. Esto es fantástico, voy a tener que pedir refuerzos para poder hacer lo que tengo en mente, estoy consciente de que solo somos cuatro niños tratando de parecer adultos, pero somos lo único que mantiene a salvo este lugar, no voy a dejar que los demonios se salgan con la suya, tal vez Malena esté dispuesta a ayudar y tendríamos que incluir a Beckha, lo cual me desagrada un poco.
Se nota que tenemos las probabilidades en contra, quisiera poder tener un plan para hacer esto, pero no tenemos tiempo, no sé cuántos de ellos lograron entrar a la ciudad antes de que descubriéramos que el bosque se convirtió en un nido de demonios. Hay que ganar esta batalla, si lo conseguimos podremos ganar la guerra que nos está declarando la mujer que está cazando a mi ángel.
—Lo que es mi prioridad ahora son las barreras —Me giro a ver el bosque, tengo que liberar ese lugar—, si no llegamos a contener a todos los demonios...
Perderé a todas las personas que quiero y por increíble que parezca solo consigo pensar en Leo, es lo que más miedo me da perder.
—Debo ser yo quien levante las barreras —Me giro a verlos y Lucas da un paso hacia mí—. Soy la única que puede hacerlo —No le permito hablar—, soy la única que tiene el suficiente poder para levantarlas en un par de horas y lo saben, si no hago esto todos morirán.
Los dos desvían la mirada, claro que saben que soy la única que puede hacerlo, pero les aterra dejarme hacer mi trabajo, creen que no les ganaré a unos cuantos demonios que intenten impedírmelo.
—¿Qué planeas hacer si te atacan? —Jamie trata de persuadirme.
Sabía que esa era su más grande inquietud, pero no deben tratarme como una bebé, yo sé muy bien que podría patearles el trasero a los tres juntos.
—Pelearé si hace falta —digo sumamente orgullosa—. Tú mejor que nadie sabe que no le temo a unos cuantos demonios y mucho menos si la vida de las personas que amo están en riesgo.
Lucas parece estar discutiendo con su ángel al igual que Jamie, no voy a retroceder, sé muy bien cuál es mi misión y voy a cumplirla.
—Tienes razón —Jamie mira con horror a Lucas—, eres la única que puede conseguir tal hazaña.
Me alegra que confíe en mí, no voy a decepcionarlo, voy a demostrarles a todos de lo que soy capaz para que no vuelvan a menospreciarme.
—Pero no lo harás sola —Me sorprenden las palabras de Lucas—, tengo un plan al que ninguno podrá decirle que no.
~*~
Hooola, buenas noches mis angelitos del cielo, aquí les dejo el último capítulo de la semana, espero retomar todo el martes de la próxima semana.
Espero que les guste esta nueva versión, me encantó narrar todo esto desde el punto de vista de Luna.
Bueno nos leemos pronto.
Besitos 😘😘😘.
~Hachii.
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