Porqué...
Recuerdos...
Escoger esa carrera había sido una de las mejores decisiones de su vida, Angelo había logrado disfrutar cada año de estudios. Los expertos aseguran que, a la hora de escoger una carrera, hay que asegurarse la disfrutaras de esa manera, no lo verás como un trabajo, sino distracción.
Observa su primer diploma, títulos honoríficos y el de excelencia en la mesa al lado del tiquete de vuelo, hay también la recomendación de sus profesores. El plan inicial era terminar la carrera, sacarle copias a su diploma junto con todos los títulos obtenidos y estampar toda la casa con ellos.
Ya no era así y no quería ir a casa, quería algo distinto. Toma el sobre con las recomendaciones y la tarjeta que le han dado.
—Russo —lee el nombre del apellido del dueño de los cruceros.
Trabajar en un crucero, conocer el mundo, darle un buen uso a la sarta de idiomas que su madre ha insistido en que aprenda.
—Aún te faltan dos años de estudios —comenta el tío William detrás de él.
—La práctica hace al monje —responde tomando las llaves y dando media vuelta. —¿Por qué te vas en realidad?
Al darle el frente le encuentra en la puerta de la habitación, en traje oscuro y con el maletín de siempre. Ha llegado a visitar a su tío en América y se ha encontrado con la noticia que se va a radicar en Moscú. Alexis Ivannov, su padre, se radicó allí desde hace un par de años y desea ese ambiente para sus hijos.
A él no acaba de convencerle, no hay manera que sus tíos, William y Verónica, prefieran Moscú antes que América o Grecia.
—Necesito protección para Veca y tus primos —confiesa.
—¿Malas decisiones?
La curiosidad ha tomado terrenos pantanosos y pueda que su tío le mande al diablo o simplemente no le responde. Ninguna de esas opciones sucede, lo que si es que entra del todo a la habitación y cierra la puerta tras si pasando seguro.
—¿Sabes a lo que se dedica mi padre?
Lo piensa un poco y recuerda haberlo visto en un bar (que nunca se llenaba) con tipos tatuados hasta las pelotas y actitud de matones.
—Lo sospecho.
—Axelia no le va a gustar lo que estoy por decirte.
Eso le hace más atractivo para él y en respuesta sonríe al tiempo que se sienta en una silla, William ocupa otra frente a él. Todo empezó cuando su abuelo Giorgio le dijo quien era en realidad o le dio una idea.
—Solo me dijo que no era un Vryzas real, en ese punto yo sabía que no era hijo de Demitrius —Angelo afirma y lo ve suspirar mirando hacia la ventana —mi acta de nacimiento decía que era hijo de William York y Carla Vryzas y lo creí hasta que decidieron debería tomar la empresa. Antes de eso, yo hice muchas preguntas al abuelo, una de ellas era las razones por las que vivía con él y no con mamá, porque el apellido distinto ¿Quién era mi padre? ¿Por qué el tío Otis me odiaba?... en fin.
Estaba próximo a casarse en un matrimonio arreglado al que no le prestaba mucho interés, su futura esposa era hermosa y había química.
—Lo suficiente para emprender el viaje de casados—sigue y su sobrino sonríe. —Giorgio se sentó conmigo, tomó mis manos y me dijo la verdad antes de tomar el control de todos los bienes. Había estudiado para ello, me preparé para serlo... pensé que era un Vryzas y lo merecía.
—Eres un Vryzas —le aclara seguro —más que Ivannov...
—Ahora lo sé, en aquel entonces y con todo lo que supe... —se encoge de hombros.
¿Qué pudo decirle para hacerle sentir inferior? Le pregunta y niega un instante antes de seguir. Antes de casarse quiso saber quien era y de donde venía.
—Tu tío Demitrius escuchó también que no era un Vryzas y que mi verdadera madre vivía en Moscú.
—Lo escuché ¿Qué tiene que ver quien eres con irte de aquí?
Antes de casarse quiso saber la verdad, la primera parada fue en Sur América, Allí encontraría a Veca que estaba de vacaciones. Le dice, no dará detalles que él ya conoce de como conoció a su tía Verónica y lo que ella sufrió por causa de su Demitrius, su tío.
Las pistas me llevaron a Moscú, Verónica ayudó con ello. Confiesa que entre más averiguaba sobre su madre, más turbio veía su pasado y más asco le producía su imagen.
—No pudo ser tan malo...
—Te falta mucho por descubrir Angelo... —le interrumpe —el hombre que ves ante ti, es el resultado de una violación... Christine York fue mi madre y mi padre William York
—Tu abuelo es realidad...
—Lo es...—le calla ante la imposibilidad de hablar de ese tema pese a pasar tantos años —necesitaba dinero, tu tío había iniciado el proceso de quitarle el Vryzas. El esposo de mi madre y quien creí era mi progenitor estaba preso por asesinato.
Para hablar con él debía pedir un permiso, que casi nadie podía darle, y Alexis se negaba a recibir visitas distintas a las que enviaba Vladímir Levenev y a él recurrió. Pidió una audiencia sin tener idea de quien era y diciendo que era hijo suyo.
—De pronto, me dejaron pasar, yo solo di mi nombre —le dice —estaba con una visita, yo había visto a ese hombre en la prensa. Epson Frederick.
—El magnate —afirma antes de seguir.
Epson conocía el resto de historia, era muy amigo de Alexis. Le brindó ayuda y le prometió hacer algo más que una simple visita a la cárcel. Le dijo que era abogado desempleado y próximo a quedar sin apellido.
—Su heredero era un nieto que se negaba a tomar el control de su compañía Jason Frederick, hijo de Marck Frederick —sigue—era el dueño de una empresa de Vino junto con un italiano Pierre D'angelo. Pierre era hijo de Geraldine York, hermana de mi madre y mi única hermana trabaja allí... yo solo debía comprar la compañía con dinero que ambos me dieran.
—Blanquear —interrumpe su sobrino —y lo seguiste haciendo.
—No enseguida Verónica y Giorgio necesitaban de mí —se encoge de hombros — Cuando Alexis saliera de prisión, ese dinero debía entregárselo. Mientras ello ocurría me darían protección y estaría al lado de mi hermana
Solo que no al salir y conocer la verdad, no quiso recibirlo. Le dio el apellido y el control de cierta herencia dejada por su madre que administraban los D'angelo. Aprendió el exquisito arte de mezclar el dinero bueno con el malo y le iba realmente bien.
—Tan bien que debes huir...
—No voy a huir —le increpa molesto —el negocio se ha expandido, aquí es fácil ser dañado. Hace unos años Davis Rogers, esposo de la hija de Vladímir, fue secuestrado y torturado.
—El Pelirrojo, ¿Por eso?
Afirma levantándose, su esposa vive asustada desde entonces y no tiene una noche de paz cuando lo sabe por fuera de casa o en alguna reunión.
—La ciudad no hará la diferencia si no cambias de empleo —sigue atacándole —¿Por qué no dejas eso en otra mano?
—¿A qué crees que voy a Moscú jovencito? Tendré personal que haga el trabajo sucio y yo solo viajaré muy de vez en cuando —Angelo afirma sin mucha emoción.
Sigue siendo un trabajo arriesgado, uno que tomaría solo si estuviera aburrido de la vida. Toma el morral, guarda sus cosas en el interior y su tío le ofrece llevarlo al aeropuerto. Al salir, el tema de conversación ha cambiado, sus primos corretean en el jardín con un grupo de chicos y al verle con su equipaje todos se abalanzan sobre él.
—¿Ya te vas? —pregunta una chiquilla de cuerpo delgado, Brakets y sonrisa hermosa.
—Me voy —responde tomando sus trenzas de forma distraída y sin verla en realidad.
—¿Te volveré a ver?
Pero no le responde distraído, toma en brazos a sus primos ignorando el rostro risueño que añora ser abrazada igual.
****
La decepción de no encontrar al dueño en la isla era enorme. Que rechazaran su currículo sin verlo y le criticaran ser muy joven lo hizo aún más difícil ¿Cómo hallaría experiencia si nadie le daba oportunidad?
Más molesto que decepcionado entra al primer bar que encuentra, va directo a la barra y pide un coñac. Lanza el currículo en la barra y apoya ambas manos en su frente. No quiere regresar a Atenas y que Alexia le restriegue lo perdedor que es. "—Vas a necesitar de tu apellido para conseguir empleo... te acordarás de mí". Parece escucharla.
—¿Un mal día? —pregunta una voz masculina en un italiano perfecto y resopla —San Juan de los vientos, suele recibir a todos con brazos abiertos.
—Al parecer, odia a los griegos en búsqueda de empleo. —responde alzando el rostro y buscando al dueño de la voz. —Angelo Savvidis—se representa dando solo su segundo apellido, el mismo que está en su currículo.
El desconocido recibe su mano y se queda viendo la carpeta blanca que ha dejado en la barra. Le señala si puede verla y asiente, más por levantar el ego y que viera todo lo que ha logrado en tan poco tiempo, que por qué crea puede ayudarle.
Es un hombre un tanto mayor, con la contextura propia europea. Alto (no tanto como él), de cabello oscuro y ojos grises, lleva puesto un traje Armani y un reloj de pulsera con lo que imagina es diamantes incrustados.
—¿Fuiste con Filipo Russo? —le pregunta.
—No estaba y para el de recursos humanos era muy joven, al parecer.
El desconocido sonríe sacando una pluma dorada, firma algo en la primera hoja y al enfrentarlo su sonrisa aumenta.
—Axel Russo Conti...
Dos días después, tras verificar todos los documentos y pasar la prueba con el Chef jefe en uno de los cruceros, Angelo hacia su primer viaje. Duró mucho tiempo sin ir a casa, se comunicaba con sus hermanos por móvil o a través de postales que enviaba desde diferentes lugares.
****
Axel Russo se convirtió en lo más cercano a un hermano. Creció una amistad basada en el apoyo que el italiano le brindó y los siguientes encuentros. Vivía más a los Russo que a su familia, estaba más en la mansión de sus jefes que en la suya, era más querido allí que en casa y era una verdad que no le dolía.
En uno de los tantos viajes se topó con una compatriota, una chica bastante hermosa y de comportamiento alegre. Fue fácil en la primera cita abrirse, la dejaba en la puerta de su camarote y al llegar al suyo ya la extrañaba. Estaba haciendo ese viaje por placer y luego de reunir dinero de su trabajo.
Volvió a Atenas por ella, regresó a su casa y compartió con los suyos, ella lo hizo posible, porque no soportaba estar lejos de ella. Los viajes los hizo cada vez más cortos, Axel se burlaba de él al verlo enamorado.
Artemis Del Pino era su nombre, hija de Donatello Del Pino, un marinero que hizo honor a lo que decían sobre ellos "Un amor e hijo en cada puerto.
—¿Por qué no quieres conocer a mis hermanos?
—Todos conocen a Axelia Vryzas, no quiero que piense, estoy contigo por interés —suspira al no poder negar aquello.
Su progenitora le pondrá cualquier tipo de excusas o defecto a su novia. El día de hoy está nerviosa y mira constantemente la puerta, ha llegado de sorpresa, pues había recibido la noticia de regresar a casa.
—Estará ocupada con Demitrius.
La pequeña sala de la casa le ahoga y su cuerpo queda incómodo en el mueble, por lo que se levanta. Avanza hacia la modesta mesa de comedor diciéndole que se lo ha dicho sus hermanos.
—No me extraña, mamá lo adora a él y a Miles por ser perfectos.
Toma un sobre blanco que ve en la mesa al leer el nombre Artemis en él y un laboratorio. Preocupado por su salud, pues la ha visto delgada y su hermana Argelia le ha confesado no come bien, lo abre. Está de espaldas a ella, por lo que es imposible ella note lo que hace.
—Estoy embarazada —comenta al posarse a su lado—No lo busqué —le dice en medio del llanto —no quiero que pienses esto fue a propósito.
¿Cómo lo creería? Ambos se cuidaban y esas cosas sucedían. Lo vio como una manera hermosa que tuvo el destino de hablarle. Más de dos años de relación y darle un hijo fue suficiente para saber la quería como esposa.
—Debo confesar que mi llegada que quise aprovechar para hablar contigo —revela pasando sus dedos por la prueba y la escucha sollozar, toma sus manos antes de seguir y las aprieta —¿Quieres ser mi esposa?
—Angelo... —murmura con rostro inquieto. —esto es...
—¿Necesitas más pruebas que estamos destinados a ser uno solo? —le dice alzando la prueba sonriente —no soy lo que se dice pobre...
—Un hijo no es suficiente para formar un hogar —fue su respuesta y frunce las cejas porque no era solo eso.
Recibe el mensaje de Miles, pidiéndole aprovechar el tiempo de la reunión que organizó su madre en el almuerzo para presentar a su novia. No le responde al no saber de qué habla y tiene más interés en que Artemis entienda la ama en verdad.
—No es solo por el niño, que debe nacer en un hogar establecido... te quiero y lo sabes —le dice.
—Necesito pensarlo —dice entre sollozos, mismo que imagina es por la sorpresiva noticia —debo decirle a mi nuevo jefe, estoy en embarazo.
—Dile de paso que no vas a trabajar —sugiere y ella alza una ceja molesta —no lo vas a necesitar.
Mira el móvil y puede notar su pulso tiembla ligeramente. No le gusta hacer de novio celoso o posesivo, le gusta darle su espacio, pero ella parece haber recibido una mala noticia. Sin embargo, al alzar el rostro sus ojos tienen un brillo diferente.
—Debo arreglarme para ir, mi turno empieza en dos horas ¿Podemos hablar de esto en la noche?
Acepta sin problemas y él creyó, su negativa era por no entregarle un anillo, hacer una velada con rosas, velas y demás. Fue por ello, hoy mismo le pediría matrimonio como se esperaba. Era la madre de su hijo y desde siempre se le enseñó a honrar y respetar a quien ostentaría ese puesto.
Aquella mañana salió en búsqueda de uno, no estaría en casa para el almuerzo familiar. No lo invitaron y no lo pensó relevante estaba seguro era para nombrar a Demitrius como jefe. Nunca había pensado en que heredaría algo de los Vryzas y las riendas de la empresa estaba claro, eran para Demitrius.
Angelo no era un hombre de estar en un solo sitio, ser lameculos de nadie o tener por jefe a sus tíos. Su temperamento violento lo haría expulsar en la primera dificultad y su hermano mayor se lo merecía, como también ser feliz y casarse.
Se baja el auto con la caja en sus manos y sonríe mientras la guarda en su chaqueta. Miles, Eros, Giorgio y Otis, están en la piscina al verle le llaman.
—Te perdiste con la chica misteriosa otra vez —comenta Eros. —no estuviste en la comida.
—No fui invitado y solo me enteré por Miles —responde mirándolo —y cuando me enviaste un mensaje.
Le hicieron un resumen de lo que había sucedido. Demitrius dio la noticia que tenía al fin novia y habían fijado fecha de bodas, Axelia aprovechó para ceder su puesto en la empresa. El arribo de su hermano tomado sonriente, con su madre, les hace a todos guardar silencio.
—¿De dónde vienes? —Angelo mira a su madre y luego a sus hermanos —¿Y bien? —insiste.
A sus hermanos no les gustan los enfrentamientos entre él y su madre, desde pequeños es así. Solían escabullirse al verlos enfrentarse y llegaron a adultos con la misma maña. No los juzgaba, eran ellos los que le veían a diario, pues Angelo siempre estaba lejos por alguna razón.
—Creo que olvidaste decirme mamá y estaba comprando un anillo de compromiso —les dice sacando una caja.
El grito de alguien dentro de la casa alerta a Demitrius, quien corre rumbo al interior. Angelo le sigue a pocos pasos, pero su madre le detiene antes de entrar.
—Compórtate como lo que nunca has sido... Un buen hermano. —No lo entendió y se quedó viéndola sin entender
Solo cuando lo ve con la mujer en sus brazos, inconsciente y con rastros de sangre en su entrepierna, puede entenderlo. Demitrius tiene el rostro pálido y besa la frente de la mujer inconsciente mientras le susurra.
—Todo estará bien agápi mou, nuestro hijo y tú estarán bien...
—Demitrius ama a esa mujer... Esto fue lo mejor. —la escucha decir detrás de él —lo siento... pero tuve que escoger entre el más fuerte, tu hermano no soportaría este golpe.
Era Artemis, la mujer que hace unas horas no quiso darle el sí. Traía en su dedo el anillo de compromiso, una joya familiar. Sobraba en ese lugar, no quiso verla a los ojos nuevamente y su madre le prohibió hablar con su hermano. La disputa en esa piscina tomó terrenos oscuros al punto que su madre le dio la frase que lo alejaría de casa por mucho tiempo.
—Me gustaría tener el poder de volver al pasado y no tenerte.
—Ten cuidado con lo que pides mamá...
— Mi vida sería feliz sin ti—explota y puede ver la vena en su cuello inflarse —eres un paquete molesto al que no pude por más que lo intenté lograr que no nacieras.
Se largó de casa y no volvió a Grecia sino años después. Perdió contacto con sus hermanos y se refugió en el único sitio que sabía, era amado sin saber lo que esa decisión le traería a su vida.
Moscú, Rusia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top