22: Parte de ti.
31 de julio.
Hoy nos despertamos más temprano de lo usual, así que básicamente Karly no durmió más de una hora, cuando se quedó dormida llego Liam una hora después diciendo que salíamos en media hora. Iríamos a visitar el Puerto Darling. El señor Hullbert dijo que lleváramos todo lo necesario porque estaríamos ahí hasta que oscureciera.
De la noche anterior, no le mencioné nada a Karly, ella pareció asustada cuando vio su diario abierto en el escritorio, tal vez maldiciéndose a sí misma por dejarlo ahí. Solo lo guardó sin decir nada.
De hecho, no habló hasta que ya nos íbamos a ir para preguntarme si estaba Listo, después comenzó a hablar de otros temas, tal vez para tratar de que yo olvidara lo que había pasado, pero no lo iba a hacer, iba a hablar con ella pronto. Aun cuando sacaba temas triviales, la sentía más callada de lo usual.
Al llegar vimos un puerto que parecía una calle larguísima. Estaba rodeado de restaurantes y tiendas y había demasiadas personas. Había también un desfile.
— Nadie se separe si no quiere perderse— Escuché al señor Hullbert.
Seguimos caminando entre la gente un rato, hasta que un puesto de Limonadas llamó mi atención, hacía demasiado calor. Así que caminé hasta ahí y pedí una mientras sacaba mi billetera.
Cuando me la entregaron se me hizo agua la boca. Tenía escarchada la orilla del vaso con Limón, sal y chile en polvo, no estaba acostumbrado a comer chile, pero cuando estaba en polvo no me resistía.
Tomé un poco de la Limonada mientras me daba la vuelta, y me asusté al darme cuenta de que ya no había nadie conocido ahí.
Nadie se separe si no quiere perderse, sonó en mis pensamientos, y claro, como siempre yo debía hacer lo contrario de lo que me ordenaban las personas.
Caminé un poco en la dirección en la que íbamos todos en grupo, esperanzado de que pudiera ver a alguno de los chicos. Mientras tanto seguía tomando mi Limonada.
Seguí caminando hasta que llegué a un punto donde ya no había más puerto, era un jardín y había un pequeño estuario, todo estaba rodeado de árboles y estaba todo tan verde y vivo. Pero me asusté, así que regresé por el camino que había venido.
— Oh Dios por favor ayúdame— Susurré cuando empecé a caminar de nuevo entre las personas que veían el desfile.
Vi otro puesto de snacks, y me estaba dando un poco de hambre, y mi miedo aumentaba si tenía hambre, así que compré una bolsa pequeña de papas y le puse un poco de aderezo. Luego seguí caminando. Todo era muy Lindo y animado pero no podría concentrarme si estaba perdido.
Ni siquiera veía el camino por donde estaba el auto donde habíamos llegado.
Mi celular vibró, entonces lo saqué rápidamente y vi que era un mensaje de mi hermana.
"No puedo hacer llamadas al estar en otro país, pero sí mensajes, así que no puedo gritarte. Solo dime ¿dónde rayos estás?"
Rápidamente escribí una respuesta que le podría ayudar a dar conmigo.
"No tengo idea"
Le respondí en el mensaje. Yo tampoco podía hacer llamadas.
"Dime qué ves a tu alrededor"
Miré fijamente al frente y me topé con la imagen de un pato de hule en el agua, al lado del puerto, fruncí el rostro. Estaba tan preocupado en encontrar a todos y comer que no vi al enorme pato de hule de tal vez siete metros de altura en frente de mí.
"Solamente veo un pato de hule gigante frente a mí"
Unos segundos más tarde me respondió: "No te muevas, vamos para allá"
Tenía sed de nuevo, pero no me moví, no quería no estar cuando ellos llegaran y que ahora ellos se perdieran.
Esperé unos minutos más hasta que vi la cabellera rubia de mi hermana, luego vi su rostro, y estaba más que rojo, venía caminando rápidamente dejando a los demás atrás. Cuando llegó hasta mí me miró enojada y me dio un pequeño golpe en la cabeza.
— Por tu culpa estamos retrasados para entrar al zoológico— Me regañó.
— Lo siento, yo... quisieron raptarme y...
— ¿Quién va a querer raptar a un supuesto hombre de veinte años? — Preguntó cuando todos llegaron a donde estábamos nosotros.
— ¿Qué? — Preguntó Karly preocupada— ¿Quisieron raptarte? Pero ibas a mi lado, ni siquiera me di cuenta cuando ya no estabas ahí, de un momento a otro desapareciste.
— Em, yo...
— ¿Y qué son esas papas? — Me preguntó mi hermana viendo el plato en mis manos.
— Me dio hambre mientras los buscaba—Murmuré.
— No vuelvas a darnos un susto así muchacho— Dijo el señor Hullbert y para mi desgracia me sonrojé.
— Lo siento mucho, todos, lo siento— Dije.
— Bueno ya, vamos si no queremos que sea más tarde— Dijo el señor Hullbert.
Todos asintieron, y continuamos caminando. Creo que en este viaje he caminado más por gusto que en toda mi vida.
***
En el zoológico vimos bastantes animales en un recorrido que duró casi dos horas. Vimos los típicos animales, jirafas bebés que era lo más tierno que había visto alguna vez, leones, orangutanes, avestruces, etcétera.
Pero lo que me fascinó ver fue a los canguros y a los koalas, jamás en mi vida había visto a esos dos animales en persona.
El canguro era enorme, el guía nos dijo que medía un metro con sesenta y cinco centímetros y pesaba noventa kilos. Su pelaje era muy bonito y suave, no permitieron tocarlo un poco para que no se desesperara, y nos tomaron una foto con él.
El koala por su parte era un bebé, cabía en la palma de la mano del guía, y su pelaje era mucho más suave que el del canguro. Lucía tan tierno, también nos tomamos una foto con él.
Y la verdad es que no me gustaba que los animales estuvieran en cautiverio, pero verlos y convivir con ellos también era una experiencia muy interesante, así que estaba en un debate conmigo mismo.
***
Cuando salimos del zoológico seguimos viendo el desfile que por sorpresa aún no terminaba, pero estaba a punto de hacerlo. Y Karly me tomó algunas fotos con el pato de hule de fondo. Seguramente pondría alguna de foto de perfil de Facebook, cuando tuviera Internet algún día, ya que en el hotel era un costo extra.
Mientras oscurecía, todos caminamos hasta la orilla del puerto y nos sentamos ahí para comer un sándwich que habíamos comprado cada uno. Liam y Karly comenzaron un juego, de qué parte de sus cuerpos serían. Ella había empezado a hablar un poco más, ya no estaba tan callada, estaba distraída de lo que le estaba preocupando, y eso era bueno.
Liam eligió el cerebro y Karly el corazón.
— Harry— Me habló Liam—¿Tu qué parte de tu cuerpo serías?
— La verdad no tengo idea— Le respondí dándole otra mordida a mi sándwich— Pero sé cómo puedo ser parte de Karly.
— Espero que no sea un comentario desagradable— Dijo ella.
— No, si pudiese ser una parte de ti, elegiría ser tus lágrimas—Le dije.
— ¿Por qué? — Preguntó ella confundida.
— Porque tus lagrimas son concebidas en tu corazón, nacen en tus ojos, viven en tus mejillas... y se mueren en tus labios—Le dije acercándome mientras ella sonreía.
Cuando estuve lo suficientemente cerca, tomé sus mejillas con mis manos y le di un pequeño beso, luego me separé un poco y vi como ella sonreía aún con los ojos cerrados. Así que me acerqué de nuevo para besarle un poco más.
Me sentía como un niño, Literalmente un niño. Sin saber que hacer, inexperto. Sus labios eran tan suaves que me olvidaba completamente de todo. Ella giró su cabeza y entonces pude profundizar más el beso.
Jamás la había besado de esta manera, tan apasionado pero al mismo tiempo seguía siendo tierno. La escuché suspirar mientras colocaba sus brazos por detrás de mi cuello. Luego todo se esfumó cuando una voz habló.
— Sigo aquí— Dijo Liam.
Al verlo a los ojos, me di cuenta de que me miraba de la misma manera que cuando me dijo que debía tener cuidado, como advirtiéndome.
perdida y se M+
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top