27 de Julio.

Bondi Beach.

— Creo que debimos haber ido a una playa nudista—Le mencione a Liam.

— No me gusta esa idea, la arena se metería en tus partes y da comezón— Respondió caminando más deprisa.

— Sí, aparte que asco— Dijo Karly.

— No creo que sea asqueroso, en realidad solo vería a una persona en la playa entera, no andaría viendo a los demás— Dije.

— ¿Y a quién verías?

No respondí pero levanté una ceja y sonreí. Ella rodó los ojos y rio.

— Pervertido.

***

Finalmente después de veinte minutos de caminar, llegamos al lugar que habíamos rentado en la playa. Teníamos un pequeño asador y había mesas y sillas.

— En unos momentos llegará nuestro chef—Dijo el señor Hullbert.

— ¿Chef? —Preguntamos todos a la vez.

— Sí, he contratado a un chef, pueden pedir lo que quieran chicos, es gratis—Dijo—Mientras que él lo tenga en su menú, claro.

El chef llegó diez minutos después y así fue como comenzamos un juego que termino en batalla al ver quién podía comer más. Gemma había ido a vomitar porque le había causado asco que comiéramos tanto Liam y yo. Pero Karly también estaba comiendo. Al final ganó Liam, yo ya no pude más.

Estuvimos mucho rato jugando a eso, después fuimos a nadar un rato. Era divertido porque los cuatro éramos competitivos y todo lo tomábamos como a ver quién era mejor.

Mi hermana fue la que más aguantó bajo el agua sin respirar. Yo fui el que llegó más sin que se asustara de que podía haber tiburones. Liam fue el que nadó más rápido y Karly la que encontró más almejas.

Dieron las ocho de la noche y aún estábamos todos en la playa, solo que ahora estábamos esparcidos por la orilla, ya que no había muchas personas ahí ya. Yo estaba tomando un poco de comida mientras Karly estaba sentada en la orilla con una toalla en su espalda y veía a una pareja joven bailar en el agua. Me acerqué a ella y vi que la miraba fijamente, me senté a su lado y la observé también hasta que ella habló.

— Muchas veces me he preguntado cómo le hacen para tener tanta personalidad y ser inteligentes a la vez— Dijo.

— ¿A qué te refieres?

— Mira a esa chica, sabe bailar tan bien y el chico...

— No te entiendo.

— O cómo ellos tienen suerte y yo la estoy teniendo ahora pero de pronto toda la suerte se va a ir.

— Karly ¿de qué estás hablando?

Ella miró hacia el mar unos segundos y después sacudió su cabeza y rio.

— Olvídalo, a veces digo cosas sin sentido cuando es de noche.

—Yo pienso que eres más inteligente de noche.

— Ja ja— Murmuró.

Luego tomó un poco de su jugo y suspiró, después me miró con su rostro fruncido. Yo comencé a pensar que le habían puesto algo a su jugo. Estaba actuando muy raro.

— Harry, ¿te parezco bonita?

Su pregunta me tomó desprevenido, pero sonreí.

— ¿Por qué lo preguntas? — Cuestioné.

— Tomaré eso como un no quiero responder porque no lo eres —Dijo.

— ¿Qué? No cariño— Me sorprendí a mí mismo llamándole así — Belleza, eres la ninfa que deleita a los mortales con su hermosura.

Levantó su mirada y sonrió. Me sentí feliz porque de verdad se veía que era una sonrisa sincera. Sus ojos se hicieron pequeños y su único hoyuelo se marcó.

— Eres el único hombre que conozco que utiliza ese tipo de frases para Ligar— Respondió.

— Bueno, eres la única chica inteligente y hermosa que conozco a la que se lo puedo decir y me entiende— Le dije—A parte ¿quién dijo que yo estaba Ligando?

Ella rio y tomó mi mano, empezó a pasar uno de sus dedos por donde se marcaban mis venas. Su toque me causaba escalofríos.

— Me gusta cuando las venas de las personas se marcan, sé que es raro pero no lo sé, sólo me gusta... tal vez soy una vampira.

Después de decir eso se levantó de un salto aun tomando mi mano e hizo que me levantara también.

— ¿Quieres bailar conmigo? — Preguntó viendo que la pareja de antes se iba.

— No hay música— Respondí nervioso— Yo no sé bailar.

— La música la hace el mar, y no te creo, tu hermana me contó que siempre vas a fiestas.

— Pero... bailo solo, no en pareja, yo...

— Cállate y sigue mis pasos.

— Okay.

Era un completo desastre, y más porque se adentró en el mar. Ella se movía Libremente pero yo apenas podía mover los pies por la presión del agua.

Ella rio y en ese momento una ola grande vino empujándonos a los dos y haciéndonos caer. O al menos eso creí, pero solo yo me había caído. Ella seguía riendo. Cuando me levanté ella comenzó a correr así que la perseguí hasta que ella tropezó, yo me burlé hasta que vi que hizo una mueca de dolor, entonces me acerqué rápidamente.

— ¿Te pasó algo? — Pregunté y ella movió su cabeza en dirección a su rodilla. Tenía un caparazón roto enterrado. Hice una mueca.

Ella solo se lo quitó quejándose un poco, pero dijo que estaba bien. Solo salió un poco de sangre que se Limpió con la toalla que traía.

— ¿Estás bien? Podemos ir a ver si tienen un poco de alcohol y gasas para...

— Estoy bien, Harry—Ella sonrió.

Yo no quería que le doliera, así que me acerqué más a su rodilla y la vi, no se veía muy profundo pero muchas veces las heridas pequeñas eran las más molestas.

— Harry...

Levanté la mirada y vi que Karly estaba muy cerca de mi rostro, se fue acercando poco a poco, pensé que me iba a besar pero solo me abrazó. Pero después yo tomé su rostro y uní mis labios con los suyos. Ella era tan preciosa.

— No puedo creer que mi novia sea tan bonita— Dije aún en sus labios, ella se separó.

— No recuerdo haber dicho que sí cuando me preguntaste si quería serlo, tampoco recuerdo siquiera cuando lo preguntaste.

Yo reí nervioso y ella sólo sonrió.

***

28 de Julio.

Abrí mis ojos y vi en el reloj de la habitación que eran las seis de la mañana. Escuché una voz que susurraba. Era Karly, hablaba con alguien en el baño. Fruncí el rostro.

— No mamá— Dijo ella.

Entonces me di cuenta de que hablaba por teléfono. Se escuchaba un poco molesta o desesperada.

— No voy a hacer eso, aún queda mucho tiempo, no... déjame hablar— Dijo ella aun susurrando pero un poco más alto— ¡No voy a hacer eso! ¡No voy a dejar eso cuando tú me estás diciendo! — Dijo y suspiró, se escuchaba molesta—Habíamos acordado otra cosa, mamá por favor... ya ni siquiera sé si quiero eso, yo no, yo... está bien.

Y después ya no escuché nada. Así que me levanté y toqué la puerta del baño, solo escuché un sollozo. Abrí la puerta sin más y vi a Karly sentada en el suelo con su cabeza baja. En ese momento me asusté mucho.

— Karly ¿qué pasa?

Ella solo sacudió su cabeza sin levantar la mirada. Me acerqué y la abracé fuerte, ella seguía llorando.

— Shh, no pasa nada, tranquila, cariño.

— Lo siento, Harry— Dijo entre sollozos. No sabía por qué se disculpaba pero no pregunté, sólo quería que se tranquilizara.

Así fue como pasé quince minutos con ella encima de mí llorando y yo con mis brazos alrededor de ella y dándole pequeños besos tratando de calmarla. Lucia tan desesperada y triste a la vez que temía la razón de su comportamiento. Sólo quería que estuviera bien.

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