1: Bienvenidos.

Caminé rápidamente entre la multitud, no quería llegar tarde al lugar donde iba. Mi sueño estaba a punto de cumplirse, mi respiración era acelerada al igual que mi pulso, iba a conocer a Emma Watson. Entré al pasillo y caminé derecho hasta la habitación donde ella se encontraba. Di un par de toques.

—Adelante.

Santo cielo era su voz, giré la perilla lentamente y empujé la puerta despacio. Estaba sudando, iba a conocerla en un segundo.

—Harry —Dijo ella expectante a que abriera completamente la puerta, luego repitió mi nombre —Harry.

Esperen ¿cómo sabe mí nombre?

—¿Emma?

Pude ver la mitad de su cuerpo y cuando abrí la puerta completamente ella tenía una expresión de enfado. Santo cielo no quiero que esté enojada cuando estoy a punto de hablar con ella ¿acaso está enojada conmigo? Ella se levanta del sofá donde descansaba y me mira fijamente.

—Harry —Repite una vez más —¿No piensas levantarte?

—¿De qué hablas Emma? —Pregunto confuso.

—¡Harry ya levántate! —Me grita.

Y entonces de un segundo a otro me levanto asustado mirando a mi alrededor. Está la luz encendida la cual es muy molesta, y me doy cuenta de que estoy en mi habitación ¿cómo demonios llegué aquí? Miro a mi derecha y Gemma está parada a mi lado viéndome con burla. Me había despertado de mi sueño con Emma y me lo iba a pagar.

—¿Qué quieres? —Le pregunté molesto y luego miré el reloj —¡Son las seis de la mañana!

—Exacto, es hora de que te levantes y hagas tus maletas, inútil —Me dijo —¿Por qué esa expresión, tenías un sueño húmedo?

—Jódete —Le dije.

—Igualmente, hermanito —Respondió.

Rodé los ojos cuando ella salió de la habitación. Maldición, ahora tengo que levantarme y hacer las maletas. Y así lo hice y en menos de veinte minutos mis cosas estaban listas. Tenía una maleta y una mochila donde tenía mi celular y cargador, esas cosas que siempre uso.

Salí de mi habitación y dejé las cosas junto a las de mi querida familia. Luego me tiré en el sofá y me cerré los ojos dispuesto a dormir unos minutos más.

—Levántate Harry, ya nos vamos — Dijo mi mamá cuando apenas toqué el sofá.

—¿Tengo que ir, enserio?

—Tú eres el causante de esto, obviamente vas.

Maldecí interiormente y me levanté del sofá con una cara de pocos amigos.

—Harry ven y ayúdame a subir las maletas —Dijo mi papá.

Acabamos de subir las maletas y justo cuando ya habíamos subido todos al auto sentí la necesidad de ir al baño.

—Mamá — Le llamé desde los asientos traseros donde Gemma iba conmigo —¿puedo ir al baño?

—Harry siempre haces lo mismo —Dijo exasperada —Ve rápido.

Fui corriendo y regresé cinco minutos después, luego mi papá puso en marcha el auto y de pronto estábamos en camino hacia ese "asombroso" lugar. Nótese el sarcasmo.

Me quedé dormido y tres horas más tarde me desperté, sentía mucho calor, vi como había salido el sol ya y se reflejaba en la ventana. Miré hacia la carretera de mi lado y luego del lado de Gemma. Lo único que veía era trigo, trigo y más trigo. El estómago se me revolvió al ver tanto color amarillo pasando rápidamente al lado del auto.

Veinte minutos más tarde en la que me pasé escuchando música, mi papá condujo hacia un puente, cruzamos el puente y al salir vi alrededor del auto a unos cuantos metros, montones de ganado y sembradíos. De solo verlo me dolía la cabeza, ojalá haya Internet.

Nos acercamos a una reja en donde se leí en un cartel pintado muy bien a mano Angelic Organics. La reja se abrió automáticamente y mi papá avanzó, luego llegó a un tipo de estacionamiento dónde había más tractores que autos.

—Llegamos, ahora vamos con el guía —Anunció mi papá.

Caminamos hasta una casa de madera que estaba arreglada con muebles rústicos, siendo sincero era una casa muy bonita. Nos topamos con una oficina pequeña donde estaba un muchacho escribiendo en una computadora. Al escuchar nuestros pasos nos miró y luego nos dio la sonrisa más grande que había visto nunca.

—¡Hola! —Dijo con mucho entusiasmo —¿Ustedes son la familia...?

—Styles Cox —Dijo mi mamá.

—Familia Styles Cox, sean bienvenidos, llamaré a la guía para que les muestre el lugar completo, sus habitaciones y alguna ropa que si desean pueden usar.

—¿Nos darán ropa? —Preguntó Gemma emocionada, el chico asintió.

—Obviamente es ropa de granja, no queremos que ensucien sus ropas —Dijo él— Oh, lo olvidé por completo, lo siento, mi nombre es Liam Payne ¿cuáles son sus nombres?

—Él es mi esposo Robin y yo soy Anne —Dijo mi mamá, luego nos miró para que respondiéramos.

—Gemma —Dijo mi hermana.

—Harry —Dije de mala manera.

—Bien, ahora llamo a su guía — Dijo el tal Liam y tomó un teléfono y marcó un sólo número — Hey Karly, sí soy Liam ¿puedes venir a la oficina? La familia Styles llegó, claro y gracias, adiós — El tipo colgó y nos miró — En un momento viene.

Y tres minutos después pasos detrás de nosotros se hicieron presentes. Todos nos giramos para ver a la guía y comenzar el recorrido. Pero mientras todos sonreían y yo me quedé helado al verla. Era simplemente hermosa, no de una manera como una supermodelo, más bien tenía una belleza natural y hogareña. Si todas aquí lucían como ella, Ojalá me quede aquí para siempre.

Su cabello castaño y con ondas estaba recogido en una coleta, sus ojos eran color caramelo y tenía una bonita y tímida sonrisa. Llevaba unos jeans con tirantes y una blusa blanca en la que se traspasaba un poco su sostén verde. También llevaba unas botas de hule.

—Buenas tardes —Nos saludó — Bienvenidos a Angelic Organics, mi nombre es Karla y espero que la estancia sea de su agrado.

—Me gustan tus botas — Le dijo Gemma y ella sonrió.

—Gracias querida, a mí me gusta tu saco.

Gemma rio y yo rodé los ojos. Mujeres. Mi mamá quiso hacer su acto de presencia y se presentó al igual que mi papá y Gemma, luego todos me miraron esperando a que hablara. Puse mi mejor sonrisa.

—Harry Styles, cariño —Le dije y mi mamá me dio un codazo —A tus servicios.

—Gracias — Dijo ella — Ojalá que todos estén, no a mi servicio, si no al del lugar, porque trabajaran arduamente, si son tan amables de seguirme.

Caminamos detrás de ella, y me fue imposible no ver su trasero meneándose mientras caminaba, tenía una manera graciosa y a la vez elegante de caminar. Por cierto, tenía un trasero muy bonito. Llegamos a otro edificio en donde entramos y nos dijo que esperáramos un segundo, entró a un cuarto y después salió diciendo que pasáramos.

—Pueden elegir la ropa que gusten —Dijo.

Todos comenzaron a elegir menos yo, no me pondría nada de eso. Mi mamá me lanzó una mirada amenazante pero no le hice caso. Karla llegó a mi lado y me tendió unas botas de hule.

—Entiendo que no quieres usar esa ropa, pero usa estás, te van a servir mucho de verdad —Me dijo ella.

Le sonreí, podía usar eso. Me las puse y esperé a que todos se cambiaran mientras Karla escribía algo en una computadora en la esquina de la habitación. Eso me recordó que llevaba mi celular conmigo. Lo saqué de mi bolsillo y maldije al ver que no tenía señal. Luego comprobé el Wifi y no había más que una red con muy poca señal y contraseña. Gruñí molesto y Karla me miró con una expresión divertida.

—Aquí no hay Wifi — Me dijo —La única señal que hay está en las oficinas y es sólo para empleados.

—Yo seré un empleado ¿pueden darme la contraseña?

—Buen intento, Harry — Dijo —Pero no eres empleado, eres ayuda comunitaria.

Rodé los ojos, molesto, y ella rio, aunque me caía mal por no darme la contraseña admito que tenía una linda risa.

—¿Y de dónde vienen? —Me preguntó cortando el silencio — El registro dice que, de Chicago, pero tienen un acento británico.

No respondí, no estaba de humor. Ella notó eso y sólo se giró para seguir escribiendo en la computadora. Pero me di cuenta de que tenía un acento muy extraño pero lindo y me dio curiosidad, tal vez así hablan aquí por ser del campo.

—¿De dónde eres tú? —Le pregunté, pero ella no contestó.

Esta chica era orgullosa, estaba a punto de preguntarle de nuevo pero mi mamá salió completamente cambiada de ropa y segundos después mi papá y Gemma.

—Ahora sí que están listos vamos —Dijo ella.

Fuimos todo el camino atrás de ella. Primero llegamos a una especie de parque donde había un monumento de quién sabe quién. Ella nos dijo que ese era el centro de la granja y nos comenzó a explicar.

—Angelic Organics fue fundada en 1998 por el granjero John Peterson, es una de las mayores Comunidades de Agricultura sostenida —Nos dijo — Provee la alimentación de más de 1400 familias, es decir de más de 5000 personas.

—Fomenta la alimentación ecológica, de conformidad con los principios de agricultura biodinámica desde 1990 y ha funcionado como una CSA desde 1993 —Siguió hablando, pero casi todo lo que decía se me olvidaba al segundo.

—Los participantes, conocidos como accionistas, reciben semanalmente una caja de 3 / 4 de verdura fresca y hierbas, entregado a más de 20 sitios de la zona de Chicago.

—Escuché de ella en un documental —Dijo mi mamá.

—Así es —Dijo — Esta granja fue destacada en el premiado documental The Real Dirt on Farmer John.

—Eso es genial —Dijo Gemma —¿Tú sales en él?

—Lamentablemente no, llegué un mes después de que lo grabaron.

Nos enseñó el área de siembras. Las hortalizas, enredaderas, guías, los árboles de frutos etc. También nos mostró el área de animales donde había desde pollitos hasta toros. También había un área turística donde había piscinas, bancas y una tienda de comida y otra de recuerdos.

Nos mostró dónde estaban las oficinas, aunque ya sabíamos y los cambiadores. Al final nos mostró la enorme casa donde se quedaban los de ayuda comunitaria. Nos explicó que los empleados no viven ahí sólo los comunitarios y los empleados más principales, de los que ella formaba parte.

Las habitaciones eran muy grandes y bonitas. Y para mi buena suerte tenía mi propia habitación. Gemma tenía la suya y mis papás otra. Me enteré de que la habitación de Karla estaba en el piso de arriba justo encima de mi habitación. Nos llevó a las oficinas de nuevo, donde el tipo llamado Liam nos dio nuestros horarios.

—Karly les enseñará que hacer mañana —Nos dijo.

¿Por qué la llamaba Karly? Dejé eso de lado y me concentré en poner mala cara. Tal vez así nos iríamos más pronto y no todas las vacaciones. Miré mi reloj y ya eran las seis de la tarde. Karla nos llevó a nuestras habitaciones de nuevo.

—Les recomiendo que no se duerman más allá de las ocho de la tarde porque mañana se levantarán muy temprano en verdad —Nos dijo —De nuevo espero que disfruten su estancia y Bienvenidos a Angelic Organics.


***

Pd: En multimedia Harry con sus botas de hule.

-K. xx.


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