El bien y el mal
No se sabe de donde proviene la energía, la energía de lo que está hecho todo, la naturaleza, los humanos, los ángeles, el cielo, la Tierra y el infierno, el mismísimo señor de los infiernos...y quién sabe, hasta nuestro creador. ¿Será que tanto los sentimientos y los deseos, están hechos de esa energía? Solo una cosa sé, el bien y el mal, los dos existen por un solo motivo y una sola energía; donde haya bien siempre habrá mal y donde haya mal siempre habrá bien. De esto, se dividen dos energías, la pura, característica de aquellos que aún siguen al creador, que solo existen para mantener la paz a su alrededor, para que todos sean felices; y la oscura, característica de aquellos que solo buscan hacer sufrir a los demás, que encuentran placer en destruir todo a su paso. Por estas razones el bien siempre ha estado en contra del mal, y el mal siempre busca oportunidades para acabar con el bien.
Aquellos seres celestiales están divididos entre estas dos energías, nombrándolas bandos, y cada bando tiene habilidades tanto en común como diferentes. Por ejemplo, los oscuros tienen la habilidad de crear y manipular el fuego, ya que vienen de lo profundo del infierno, así como poder ver en la oscuridad; tanto los dos tienen la habilidad de manipular el clima, como crear fuertes tormentas eléctricas, de nieve, hacer llover, crear neblina o simplemente ocultar el sol, la luna y las estrellas. Otra diferencia está en su apariencia, ya hemos visto que los puros poseen alas blancas y que los oscuros, alas negras, pero esto no es todo, los oscuros poseen unas garras en vez de uñas, y sus ojos son completamente negros, mostrando una mirada escalofriante; los puros son solo energía, pero aun siendo desterrados a la Tierra conservan aquel aura pura y celestial. Ambos pueden almacenar mucha energía en las palmas de sus manos, por lo que gracias a esto pueden crear armas y una especie de escudo, también curar y hacer daño. Otra similitud, es que tanto oscuros como puros, pueden ver el pasado de los humanos simplemente con tocarlos; ellos mismos pueden curar sus heridas con su propia energía de una manera muy rápida, pero a la hora de intentar curarle la herida a un humano esto puede tardar horas, sin embargo, pueden en un segundo quitarles el dolor con su habilidad de hipnotizar, hablando de esta habilidad, solo los ángeles más poderosos, pueden meterse fácilmente en la mente de los humanos, convirtiendo sus ojos en un color rojo intenso; los puros a pesar que pueden hacer esto, han decidido nunca hacerlo. También pueden cambiar de apariencia, envejecer o convertirse en niños; los oscuros son más poderosos en la noche puesto que se alimentan de su oscuridad, una oscuridad que debilita a los puros, en cambio, estos son más poderos en el día puesto que se alimentan de la luz y los rayos solares, energías que debilitan a los oscuros. Por último, sin dejar a un lado, los ángeles son más rápidos que el tiempo y tienen una agilidad incomparable.
Cuando el sol ya se estaba ocultando, Leonard y Annabel se dirigen al sitio del concurso.
-Y preciso tuvo que ser de noche, más motivos para no dejar que cometas una locura-
-Leonard, ya hablamos de eso, además la noche no me va a impedir proteger a mucha gente inocente -
-Y de eso ya lo hemos hablado, no todos los que están ahí son personas inocentes, se merecen lo que les vaya a suceder, créeme-
-Sí, pero no son todos, y los inocentes no van a pagar por los pecadores, también van a ir niños, los niños son las criaturas más inocentes en este mundo-
-Pero luego se van a convertir en personas desagradables y ruines-
Annabel no le dice nada, simplemente revisa su celular.
-Elizabeth y Erin, también están en camino-
Por un segundo Annabel se asustó al escuchar un ruido en la capota del auto, pero se tranquilizó cuando Leonard la baja para que entre Benjamín, él oculta sus alas y se sienta en la parte de atrás.
-Vaya, Leonard bonito auto, mañana mismo voy a comprarme uno, pero lo quiero todo rojo-
-Solo lo hay en negro-
-Pues yo obligo a que me lo hagan completamente rojo- Benjamín le dirige una sonrisa a Annabel
Ella no podía creer, que pasaran todo el camino hablando de autos.
-Podemos hablar de otra...-
Al mirar por la ventana, vio una camioneta y una cara conocida, era Elena, que solo volteó a ver a Leonard, luego aceleró, Leonard le siguió el paso, pareciese como si estuvieran haciendo una carrera.
Al llegar al sitio, esperaron un rato a que llegara Elizabeth y Erin; Elena salió de su auto, se quitó la chaqueta y quedó con el uniforme de porristas, luego se dirigió a la entrada.
-Voy a dar una ronda por los alrededores, Benjamín quédate con Annabel- dijo Leonard, no sin antes darle un beso a Annabel en la frente
-No puedo creer que Elena nos va a ayudar-
-De igual manera, el concurso es de cuatro ¿no? Necesitaban una más-
Al instante Benjamín se queda observando una camioneta vino tinto, y de esta se bajan Elizabeth y Erin.
-Preciosa, al fin la compraste- dijo Benjamín mientras la agarra por la cintura y le da un beso
-Y ¿ese auto, Elizabeth?-
-Le dije a Eli que se comprara un auto más pequeño- dijo Erin
-Es un regalo de mí para mí- sonrió Elizabeth mientras le ponía la alarma a su nuevo auto
-Bueno, vamos a inscribirnos... gracias Erin por ayudarnos, sé que no te gusta esto- dijo Annabel, mientras agarraba a sus dos amigas
-No, esto es diferente ustedes dos pueden estar en peligro, no las podía dejar solas-
-Bien, vayan a inscribirse, yo iré a unirme con Leonard...no bajen la guardia-
Cuando se estaban inscribiendo, Elizabeth queda sorprendida.
-¿Qué? ¿Elena va a estar en nuestro equipo? No lo puedo creer-
-Elizabeth no vayas a empezar, ella nos va a ayudar- dijo Erin
-Nos va a ayudar... pero a que nos convirtamos en cenizas-
Mientras se estaban cambiando a sus uniformes, Annabel sale a la terraza y se queda contemplando la noche.
-La noche es igual de hermosa que el día, ¿no lo crees?- Elizabeth aparece al lado de Annabel
-Sí... pero lo más lindo son las estrellas, se ven tan pequeñas, pero en verdad son enormes, de todo lo que nuestro Señor creó son lo más bello- dijo Annabel
-Erin, se fue a buscar a Elena... ¿crees que nuestro señor están enfadado con nosotras?- continuó Elizabeth después de un silencio
-No... no lo sé, pensaba que cuando un ángel es expulsado, todos sus recuerdos de los cielos serían borrados, pero nosotras aún recordamos los cielos, lo único que no recordamos es sobre qué sucedió después de aquella guerra... pero la verdad, en este punto ya no lo sé, hay mucho que no entiendo-
-¿Te puedo confesar algo? Acá soy mucho más feliz, puedo experimentar los riesgos...-
-¿Te refieres a Benjamín? Lo conociste desde que llegaste a la Tierra, en Alemania ¿cierto?-
-Sí, con él, me siento libre, siempre me gustó desde que lo vi-
-¿Sabías que era un oscuro?
-Sí... eso creo, pero nunca me importó-
-Annabel, Elizabeth- Las llamó Erin, y junto con ella estaba Elena
Las cuatro se dirigieron a la pista, donde estaban llamando a todos los grupos. Cuatro hermosas chicas entraron, y todos quedaron admirados por sus bellezas, pero estas, estaban más ocupadas, observando al grupo de al frente, Annabel se percató que entre ellas se encontraba aquel oscuro de cabello negro y mechones azules.
-Vaya, vaya, todas las de su equipo son oscuros, esto será interesante- dijo Elena entre sí
La competencia comenzó, después de tres grupos, se dirigieron al centro de la pista el grupo de los oscuros, todos quedaron sorprendidos, Elizabeth estaba muy enojada, una de los oscuros la mira de una forma retadora. Después de que los jueces quedaran sorprendidos y todos aplaudieran, entra el próximo equipo; Elizabeth, Annabel, Erin y Elena comienzan a hacer sus movimientos, los oscuros se percatan que el público y los jueces han quedado más admirados por ellas, así que de la rabia rompen todos los bombillos del lugar, dejando todo en una profunda oscuridad. Todos comienzan a gritar, pero Benjamín y Leonard aparecen y con flamas iluminan un poco; Annabel les pide que saquen a toda la gente, Leonard simplemente la mira, y se da vuelta para hablar con Benjamín.
-Saquemos a toda esta gente-
-Bien-
-Escuchen todos, van a salir, calmadamente y se van a ir en sus autos hacía sus casas, el concurso acabó, no pudieron comenzar por un problema de energía, así que se aplazó para la próxima semana-
Mientras Leonard y Benjamín sacaban a todas las personas, las chicas estaban cara a cara con las que habían realizado todo ese show. Elena podía ver fácilmente en la oscuridad, Annabel, Elizabeth y Erin emanaron un brillo que iluminó todo el escenario, la pelea había comenzado, cuatro contra cuatro; Annabel quiso encargarse de aquel oscuro que le había dejado la invitación, Elizabeth se encargó del oscuro que la había retado con su mirada, Erin peleó contra una chica de piel oscura y unos rizos rubios y Elena se encargó de la más baja de las cuatro, pero con una cara muy perturbada.
-Vaya, vaya, pero si eres un oscuro como nosotras-
-Sí, ¿y qué? Eso no va a impedir que acabe ustedes-
Leonard y Benjamín habían acabado, y cuando se disponían a entrar, cuatro oscuros se los impide.
-Leonard, pienso que las chicas se harán cargo, nosotros acabemos con estos-
Benjamín mira a Leonard que ya había sacado sus gigantes alas negras y sus ojos estaban completamente negros, y de su cuerpo emanaba un aura oscura y maligna. Mientras tanto, Annabel estaba peleando con su arco, todas habían sacado sus armas, al igual que las oscuras, que tenían cada una, un especie de florete.
-Deben ser oscuros de bajo nivel, sus armas son patéticas- dijo Elizabeth mientras atacaba con su daga
-Tu daga, no me hace nada- rio aquella oscura, mientras esquivaba cada ataque
-Te vas a arrepentir por haberme retado-
Elena estaba atacando con su boomerang, pero la oscura, logra que sea interceptada por una de las flechas de Annabel, Elena cae al suelo, aquella oscura se acerca rápidamente a ella con una cara muy diabólica, pero antes de que pudiera tocar sus alas, Erin le lanza sus agujas, obligándola a retroceder y alejarse de Elena.
-¿Te encuentras bien?-
-Estúpida, no necesitaba tu ayuda-
Elena gritó, volvió a expandir sus alas y sus ojos se oscurecieron, volviéndose completamente negros, de inmediato aumentó su velocidad y en un segundo con su boomerang le partió las alas al oscuro, convirtiéndola en cenizas. Elizabeth al ver eso, se motiva y logra acabar con la otra oscura, luego se dirige a ayudar a Erin, y entre las dos derrotan a la tercera, quedando solamente una, que huye, Elena iba a ir tras de ella, pero Annabel la detiene.
-Elena, esta es mi pelea- dijo mientras desaparecía
La oscura queda acorralada en la terraza, Annabel saca su arco y le apunta con una flecha.
-Vamos, acaba conmigo, así te darás cuenta lo mucho que te pareces a nosotros, ustedes los puros hablan del perdón y la misericordia, pero simplemente son palabras, al final son igual que nosotros, les gusta la guerra y la destrucción-
-No confundas... el perdón y la misericordia son para aquellos que en verdad se arrepientan de sus pecados, que en verdad están dispuestos a dejar de cometer males- Annabel estaba a punto de lanzar la flecha
-No por favor, sí, ahora con lo que me dijiste, estoy dispuesta a cambiar, ayudaré a los pobres, a los niños, a los ancianos, me encargaré de mostrarle un camino de misericordia a los ladrones y violadores- Cambió su expresión en el rostro a una más delicada
-En verdad...- Annabel oculta su arco
-Sí, les mostraré a todos el camino de la redención...- su rostro volvió a tomar aquella expresión maligna y de su mano sacó su arma
Leonard aparece detrás de las dos chicas, y con su espada negra le corta las alas a una de ellas, convirtiéndola en cenizas.
-Leonard...-
-Eres una tonta, casi fuiste engañada-
-Yo... no sé qué me pasó, antes no hubiera permitido ni que hablara, pero al verla... me acordé de ti, ahora sé que los oscuros también pueden cambiar-
-Pero es porque te amo, no todos sienten eso, si no fuera por ti, estaría cometiendo las mismas atrocidades- Leonard estaba muy furioso
Al instante llegan todos.
-¿Se encuentran bien?- dijo Erin
-Creo que es mejor dejar a la pareja del año hablar, vamos- Benjamín se lleva a Elizabeth y Erin
Antes de que Elena saliera, Annabel la detiene.
-Elena... muchas gracias, sé que no somos de tu agrado, pero...-
-Tienes razón, y no pienses mal, no son de mi agrado, simplemente recibí ordenes- Elena observa fijamente a Leonard y desaparece
Por fin, Annabel y Leonard volvieron a quedar solos y simplemente se pusieron a ver el cielo.
-Sé que ni para ti, ni para Ben y Elena, es fácil, acabaron con los de su propio bando, hubiesen dejado que nosotras nos encargáramos de ellas...-
-No me importa, acabaría con todo aquel que quisiera hacerte daño, sé que somos tramposos y embusteros... eres muy fuerte, pero no podía dejarte ir sola- Leonard se le acerca más hasta que sus brazos se tocan
-Traicionarías a tu Señor por mí... es muy triste... por mi culpa tienes que hacer cosas que no te agradan- Annabel baja su mirada hasta el parqueadero del edificio
-Yo... solo quiero que me regales una sonrisa, eso compensaría todo-
Annabel comienza a emanar de su piel un resplandor, alza su cabeza, mirándolo fijamente a sus ojos y con una sonrisa le dice:
-Te prometo que seré la estrella que te ilumine eternamente-
-Y yo prometo que te entregaré mi vida-
El Infierno
En las profundidades del infierno, dos oscuros estaban frente a frente.
-Leviatán, disculpe las molestias, es para informarle que Nelkael y otros siete de los nuestros fueron eliminados...pero el problema es, que en su destrucción participaron tres ángeles oscuros-
El oscuro sale de las sombras, dejando ver sus enormes alas negras, y sus ojos llenos de odio e ira.
-¡Búsquenlos! Y ¡elimínenlos!-
Al solo pronunciar aquellas palabras, todo el infierno se estremeció.
-Estúpido hermano- dijo entre sí
24 de Diciembre del 2015
Una mañana muy fría, pero por fin paró de nevar, a lo lejos en el bosque, tres chicas se bajan de una camioneta vino tinto con unas cajas en sus manos. Elizabeth estaba a punto de cruzar la puerta de esa enorme casa, pero en frente de ella aparece Elena, cuyo brazo le impide el paso.
-Explíquenme que estupideces están haciendo-
-Tranquila que no nos vamos a mudar, nunca viviría en un mismo techo contigo, solo queríamos decorar esta casa, así que apártate-
-¿Decorarla de navidad?- Elena soltó una carcajada- no me hagas reír, nunca hemos decorado nada de navidad, eso son solo estupideces, dime que gracia tiene poner luces y malditos adornos-
-Haber... simplemente me parece muy lindo, esta casa es muy aburrida... bueno, tu eres muy aburrida, así que no te lo repetiré, quítate de mi camino-
Annabel y Erin simplemente se quedaron observando la pelea de Elena y Elizabeth, ya se estaban acostumbrando; alguien llega en una moto, Annabel pensó que era Leonard, pero estaba equivocada.
-No seas aguafiestas Elena, por una vez podemos poner lucecitas, eso no le hace daño a nadie- dijo Benjamín mientras se bajaba de la moto- Yo le permití a Elizabeth que adornara la casa con guirnaldas y todo eso...ya, vamos, déjala entrar-
Benjamín logra que Elena se aparte, pero esta, estaba muy furiosa.
-Eres un tonto, Benjamín, cuando Leonard se entere te va a matar, él odia estas cosas-
Justo un segundo después de que Elena terminara de regañar a Benjamín, por la puerta entra, esta vez Leonard, y en sus manos traía un enorme pino. Elena se enfureció aún más, y desapareció sin pensarlo; todo el día se la pasaron adornando la casa, a pesar de que Leonard no le encontraba sentido y odiaba cada adorno que le ponían a su casa, se sentía bien, porque disfrutaba cada segundo que pasaba con Annabel y lo feliz que ella era. Todos se fueron a la cocina, y Elena vuelve a la casa. Al ver todo decorado, le trae buenos recuerdos, se sienta en un sillón y comienza a ver todo a su alrededor, luego por su mente aparecen horribles recuerdos, se para, y con un soplo tumba el árbol de navidad. Elizabeth llega de inmediato y ve su hermoso árbol destruido.
-¡Tú! Ya te he soportado por mucho, he tenido mucha paciencia pero ahora, se acabó-
Elizabeth estaba muy furiosa, Benjamín llegó, justo a tiempo para impedir que Elizabeth peleara con Elena, la tomó por su cintura.
-Vamos, Eli, cálmate, sabes que eso es lo que ella quiere-
-Ups, fue un simple accidente- Elena mira fijamente a Elizabeth con una sonrisa en su rostro
-Elena, no la molestes más- continuó diciendo Benjamín
De un momento a otro Benjamín y Elena cambian de expresión, Leonard cruza la puerta y les hace una seña, a los dos para que salgan, rápidamente Benjamín y Elena extienden sus alas.
-¿Leo, que sucede?- dijo Annabel muy preocupada
-Siento energías oscuras, muy cerca de aquí, quédense acá-
Leonard extiende sus alas y desaparece junto a Benjamín y Elena.
-Nosotras también debemos ir- dijo Elizabeth
-No, es mejor que nos quedemos, dejémosle ese asunto a ellos- dijo Erin
-Elizabeth tiene razón, no podemos ocultarnos y dejar que nos defiendan- intervino Annabel
Las tres extendieron sus alas.
Cinco oscuros estaban rondando los bosques, hasta que sienten una presencia, al frente de ellos estaba Benjamín.
-¿Están perdidos, compañeros...?-
-Simplemente estamos merodeando por aquí, esa casa a lo lejos... ¿es tuya?-
-Sí, este es mi territorio, y odio que entren a él sin mi permiso- su expresión amigable cambió a una expresión de enojo
-Háganle caso, no querrán verlo enojado- arriba, sentada en la rama de un árbol se encontraba Elena
-Tranquilos, solo pasábamos por aquí, es que... sentimos una energía pura... y...-
Antes de que pudiera terminar, Leonard ya estaba justo detrás de ellos, y con su espada, le corta las alas a tres de los oscuros, de los otros dos se encargaron Benjamín y Elena, y se los llevaron a Leonard.
-Ustedes tres... -
Elena no permitía que uno de ellos pudiera hablar, hasta que Leonard le hizo una seña para que lo soltara.
-Ustedes tres son los que estamos buscando, tienen a todo el infierno buscándolos, fueron órdenes del alto mando-
-Leviatán...- susurró Leonard
Cuando Leonard les iba a dar el último golpe, llega Annabel, e impide que Leonard cometa su acción, ya que ella misma con su arco acabó con esos dos oscuros.
-Te dije que te quedaras en la casa, ahora están tras de nosotros, las cosas se volverán más peligrosas-
-Es por eso que necesitan toda la ayuda posible-
Todos regresan a la casa, mientras que Elizabeth y Ben volvían a decorar el pino, Annabel y Leonard se quedaron afuera; Annabel jugaba con la nieve, Leonard la observaba sentado en las escaleras de la entrada, ella comienza a tirarle bolas de nieve, y él va detrás de ella, la alza para besarla y ella quiere impedir que él la coja, así que comienzan a jugar como dos pequeños niños, dos enamorados, luego ella cae acostada y él se acuesta encima de ella, roza sus labios pero sube hacia su frente y le da un beso, luego se levanta con una sonrisa en su rostro.
-Eres realmente malvado- Al instante, Annabel se monta en la espalda de Leonard, lo abraza por el cuello y pone el mentón en su cabeza.
-Dame un beso- dijo él, mientras giraba su cabeza hacia un lado
Annabel le besó una mejilla, y de inmediatamente se baja al percatarse de que Elizabeth les estaba tomando fotos.
-Saben, con esto pueden hacer un álbum del amor-
-¡Elizabeth! Dame eso-
Mientras que las tres chicas estaban jugando en la nieve, Elena estaba acostada en el techo mirando hacia el cielo, y Leonard y Benjamín estaban sentados platicando seriamente.
-¿Tú hermano, sabrá que eres tú?-
-Estoy seguro que sí... me debe muchas explicaciones-
-Conociéndolo, te va a dar en lo que más te duele, hará lo necesario para hacerte perder el control-
-Puede ser mi hermano mayor, lo puedo admirar más que a nada, pero no permitiré que le haga daño...-
Cuando ya estaba bien de noche, y deciden entrar, Leonard le pide a Annabel que lo espere dos segundos, y fue así, en un segundo desapareció y en un segundo llegó, junto a una caja negra muy antigua, la abre y de ahí saca un collar, y se lo entrega, Annabel queda sorprendida.
-Leonard...pero pensé que lo había destruido ese día...-
Annabel coge el collar con el dije que le regaló Leonard hace mucho, el día cuando se enteró que Leonard era un oscuro, se lo quitó y lo tiró fuertemente.
-Lo encontré tirado, estaba partido por la mitad, no quise arreglarlo, pensé que era mejor así-
Annabel se percata que al dije le faltaba una parte; el dije original era un par de alas, una blanca y la otra negra, este dije era solamente la parte blanca.
-¿Tienes la parte negra?-
Leonard se revisa los bolsillos y saca el dije negro y se lo entrega.
-¿Me puedes regalar esa cadena, Ben?-
-Por supuesto-
Annabel coge la cadena de Benjamín y le pone el dije de la ala blanca, a la cadena que le regaló Leonard le pone el dije de la ala negra. El dije blanco se lo abrocha a Leonard y el dije negro se lo entrega en sus manos.
-¿Me lo abrochas?-
Mientras Leonard le abrochaba la cadena, Annabel continuaba diciendo:
-Quiero que tengas el dije blanco para que siempre te acuerdes de mí, y yo tendré el dije negro para siempre recordarte, y cuando estemos viviendo en paz por toda la eternidad, algún día los uniremos otra vez- Annabel se acerca a los labios de Leonard, era una de las cosas que más le atraían de él
-¡Qué cursi!- interrumpió Elizabeth
Leonard la mira de re ojo.
-Es mejor que subamos, me prometiste que dormiríamos juntos después de lo de ayer-
Leonard y Annabel subieron rápidamente.
-Benjamín, ¿por qué no me regalas cosas así? para demostrar tu amor por mí-
-¿Quieres que demuestre mi amor por ti?-
Benjamín la cargó entre sus brazos y la llevó a su habitación, dejando la sala completamente vacía, cuando Elena se dispuso a salir por la parte de atrás, Erin la detiene.
-¿Por qué te vas? ¿No es esta también tú casa?-
Elena simplemente la ignoró y salió, pero Erin la siguió; Elena aterriza en la punta de una montaña.
-Dime, porqué me estás siguiendo, es demasiado molesto, si vienes a advertirme que deje de molestar a tu amiguita, pierdes el tiempo-
-No... no es eso, sé que tú y Elizabeth, pueden llegar a ser buenas amigas, el problema está en que las dos tienen el mismo carácter, y es por eso que sé, que en verdad no eres tan mala como aparentas ser, Elizabeth tiene un carácter fuerte, pero como la conozco, puedo decir que ella también tiene sentimientos que la pueden derrumbar-
-Tú y tú psicología barata... no me compares con esa-
-A veces, hablando puedes sanar tus heridas-
-De que hablas, niña tonta, yo no tengo ninguna herida, nadie me puede herir-
-Sé que lo amas, darías tu vida por él, le entregarías tus propias alas, es por eso que no soportas que ame con esa misma intensidad, pero a Annabel-
-¡Cállate!-
Un trueno acompaña el grito de Elena.
-Vaya, creo que se me adelantó- Elena observa a Erin-qué te parece si me acompañas-
Las dos quedan cara a cara, Elena saca su boomerang.
-Cuando estoy aburrida, me gusta venir aquí, crear una tormenta y entrenar con mi boomerang, creo que esta vez tu Señor nos regaló esta tormenta- Elena mira hacía el cielo- he visto tus agujas, y no son tan débiles como aparentas-
-Entonces... ¿quieres que peleemos en este mismo instante?-
-No, simplemente quiero saber que es más fuerte, si tus agujas o mi boomerang-
El viento soplaba más fuerte, Erin saca tres agujas de entre sus dedos, y después de un suspiro los tira hacía donde Elena, esta también arroja fuertemente su boomerang, las agujas y el boomerang se chocan, provocando una honda de energía, las dos armas estaban peleando, por cuál era la más poderosa, estaba una contra la otra, y aquella honda de energía fue creciendo hasta explotar, mandando lejos a Erin y Elena. Cuando Elena recuperó la conciencia, Erin estaba parada en frente de ella, igualmente lastimada, pero le extiende una mano, Elena lo piensa, pero de todas formas acepta la ayuda de Erin.
-Y pensar que eres toda tímida, mosquita muerta- dijo Elena, mientras se apoyaba en los hombros de Erin para poder caminar
2 de Enero del 2016
Annabel se despierta, por un ruido fuerte que viene de afuera, mira por la ventana y es nada más ni nada menos que Leonard, que le traía una sorpresita.
-Leonard, pero si es fantástico, gracias-
Leonard le entrega las llaves del Mini Cooper azul que tenían en frente
-Qué te parece si manejas hasta mi casa-
-Bien, aunque hace tiempo que no manejo-
-Menos mal que tengo alas, si algo, salgo por la ventana-
-Gracias por tu apoyo- dijo Annabel, sarcásticamente
Después de una hora, Leonard y Annabel llegan a la casa en el bosque, ahí los reciben Elizabeth y Benjamín.
-Anna, pero que carro tan tierno- Elizabeth salió de la casa muy rápido
-Te dije que me dejaras conducir como quería, a mi velocidad-
-Solo quería llegar algún día, contando tu velocidad y que a cada segundo se te apagaba el auto, hubiésemos llegado en dos semanas-
-¡Hey! Tan temprano y ya están peleando- intervino Benjamín
-Dile a tu amigo, que quiere siempre tener el control-
Annabel y Elizabeth se sientan en el sofá, Benjamín fue al garaje y Leonard se sirve un trago.
-Anna, mira, Benjamín me regaló una tarjeta de crédito, que te parece si vamos a estrenarla-
-Leonard, ya terminé con el auto, quedó brillante- Benjamín se sirve otra copa
-Que les parece si vamos a dar una paseo por la ciudad- Elizabeth se para, le quita la copa a Benjamín, se la toma y lo agarra de la chaqueta hacía la salida.
-Bien, yo manejo- dijo Annabel, dirigiéndole una sonrisa a Leonard
Leonard simplemente suspira muy afondo, y sale con la botella en la mano.
Después de haber comprado en tres tiendas, Annabel y Elizabeth aún seguían midiéndose ropa, mientras que Leonard y Benjamín las esperaban sentados y aburridos. La mayoría de chicas que se encontraban en la tienda los estaban observando, ellos se percataron que eran los dos únicos hombres en todo el lugar; una de ellas se le acerca a Benjamín.
-Disculpa, me puedes ayudar con el cierre de este vestido-
-Con mucho gusto- Benjamín mira a Leonard con una sonrisa
Mientras Elizabeth se estaba mirando al espejo, ve como Benjamín y Leonard estaban hablando con varias chicas muy risueños.
-Annabel, me gusta mucho estos vestidos, llevémoslos y vamos ya- Elizabeth le hace una seña en dirección donde Leonard y Benjamín
-Disculpen niñas, pero ya nos tenemos que llevar a nuestros novios- Elizabeth le entrega las bolsas a Benjamín y lo hala afuera de la tienda
Annabel y Elizabeth iban adelante, mientras Leonard y Benjamín iban atrás con todas las bolsas.
-Fue muy divertido ¿cierto? Hace rato no salíamos de compras- dijo Elizabeth, mientras miraba de una forma coqueta a un chico que pasaba por ahí
-¡Oye!- Benjamín estaba molesto por la forma en que aquel chico le devolvió la mirada a Elizabeth-Si, fue tan.... Divertido- dijo Benjamín en forma sarcástica, mientras Leonard caminaba a su lado con gafas oscuras y una expresión seria- como nosotros fuimos los que cargaron todas sus bolsas
-Vamos, no te quejes, si estabas muy contento con todas esas arpías-
-faltó Erin- Intervino Annabel
-Sí, pero como vez está ocupada en su nuevo club de artes...-
De inmediato, Annabel y Elizabeth pararon de caminar y se miraron entre ellas.
-¿Qué sucede?- preguntó Leonard
-Una energía pura... la acabamos de sentir y aún la seguimos sintiendo- respondió Annabel
Benjamín y Leonard las siguieron, entraron a un callejón y luego se saltaron una pared, en frente estaba el cementerio.
-¿Qué hace un puro en un sitio tan deprimente como este?- se preguntaba Elizabeth
Después de caminar un rato por aquel cementerio,lograron encontrar aquella energía, junto a una lápida se encontraba unapequeña niña, completamente desnuda.
Erin Multimedia
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