Extraño (Mark/Ranpo ft. Poe )

[One-Shot/Semi Au]

"Donde Ranpo lleva un tiempo sospechando sobre algo y recoge pruebas"

🔔 Mención a la muerte de un personaje 🔔

—Ah, Ranpo-kun, ¿ya te vas?—preguntó Poe al ver que Ranpo se dirigía al recibidor de la casa y se comenzaba a colocar sus zapatos.

—Sí, Akiko dice que como salga muy tarde de tu casa, luego no sabré llegar a la mía—contestó el azabache mientras se colocaba su capa sobre sus hombros—. Y no puedo quedarme hoy a dormir en tu casa porque luego me va a arrastrar a no-sé-dónde.

Poe sonrió antes de acercarse a su novio y tomar un pendrive que había en el recibidor, junto al cuenco de las llaves.

—Quizá lo que te pido es mucho, pero como te pilla de camino a tu casa, ¿puedes llevarle esto a Mark? Me lo pidió hace unos días y ya lo tengo—dijo el americano.

—¿De verdad quieres confiar en mi sentido de la orientación? Qué adorable de tu parte, Ed-kun—Ranpo sonrió mientras tomaba el pendrive y se comenzaba a dar la vuelta para salir de la casa—. Pero vale, iré a la casa de Twain... ¿Era ese bloque de edificios con las paredes amarillas?

—Sí, el mismo. Primer piso, primera puerta a la izquierda. Aunque con ir al primer piso, ya sabrás cuál es por cómo ha decorado la puerta.

Ranpo asintió, y antes de tomar el pomo de la puerta, sonrió, se giró y se puso de puntillas para besar a Poe, para después, abrir la puerta y marcharse corriendo, dejando a su novio con una sonrisa de ternura dibujada en los labios.

—¿Mark? Soy yo, Ranpo—dijo el detective mientras llamaba/aporreaba la puerta de Mark—. Ed-kun me ha mandado con un recado para ti.

Unos pasos se escucharon al otro lado de la puerta, y pronto, Ranpo vio el rostro de Mark al otro lado del umbral.

—Ah, Ranpo. Supongo que te refieres al pendrive, ¿cierto?—preguntó el chico mientras miraba al detective—. Thank you por traerlo. ¿Quieres pasar a tomar algo?

Ranpo iba a negarse, puesto que tenía que irse a su casa, pero le pareció ver una especie de altar en el recibidor, y debido a la curiosidad, finalmente asintió. Mark le hizo una seña para que pasase mientras él se metía de nuevo en la casa. El detective pasó por el pasillo tras quitarse los zapatos y caminó por el parqué, con los ojos abiertos para centrarse en los nuevos detalles.

En el recibidor de la entrada, como le había parecido ver, había un altar, aunque no de los típicos japoneses: había una foto en el centro, y sí, había varillas de incienso, pero decorando los marcos de las fotos había varias cruces y un rosario, y a cada lado de la foto había una imagen/figura de la Inmaculada y otra de San Pancracio.

—¿El patrón de los niños?—susurró Ranpo antes de acercarse a ver la foto: en ella, se podía ver a un chiquillo de unos diez años, de ojos azules y cabello marrón anaranjado.

Antes de poder pensar nada, la voz de Mark desde la cocina lo sobresaltó:

—El salón es la primera puerta a la izquierda conforme sales del recibidor. What do you want, té, galletas, maybe hot milk...?

—Eh, un té con pastas estaría bien—dijo Ranpo mientras entraba en el salón, que se encontraba un poco en la penumbra.

El detective encendió la luz, y cuando lo hizo, recibió unas protestas de Tom y Huck, que se encontraban leyendo algo debajo de la mesa grande que había en el otro lado de la habitación.

—¡Apaga la luz, que estábamos leyendo algo que no deberíamos leer!—protestó Tom antes de que Huck le tapara la boca, aunque un poco tarde.

—¿El qué?—Ranpo se acercó a las dos personitas, y con facilidad les arrebató los papeles que estaban leyendo.

El detective se acercó los papeles al rostro pero tan pronto leyó las primeras líneas, tuvo que hacer un esfuerzo para no soltarlas de la impresión.

—¿De dónde habéis sacado esto?—preguntó el azabache, mirando a Tom y Huck.

—Lo tenía Mark en una caja con el nombre "Henry"—contestó Tom, ganándose esta vez un capón de parte de Huck.

Ranpo abrió los ojos como platos mientras leía a toda prisa el resto de las hojas, que resultaba ser un informe policial de hacía diez años.

Al escuchar pasos viniendo de la cocina, Ranpo devolvió los documentos rápidamente a la habilidad de Mark, y con total sigilo, se sentó en el sofá con cuidado; justo en el momento en el que Mark entraba en el salón con una bandeja con dos tazas de té humeantes y un surtido de pastas de té.

—Cuidado con el té cuando lo bebas, it burns a little, 'kay?—dijo el americano mientras dejaba la bandeja sobre la mesita baja frente al sofá.

Ranpo asintió antes de tomar su taza, soplar sobre la superficie y probar un poco del té; no quemaba mucho, diría, pero por el bien de las papilas gustativas de su lengua, decidió dejar de nuevo la taza en su sitio y tomar una de las pastas.

—¿Qué es lo que le habías pedido a Poe?—dijo el detective mientras le extendía el pendrive a Mark, que lo tomó con su diestra.

—Oh, nothing, just información para mi autobiografía y para el cuento que estoy escribiendo—contestó el americano mientras se guardaba el pendrive en el bolsillo de su pantalón.

—Ah, ¿estás escribiendo un cuento? ¿Y de qué va?—preguntó Ranpo antes de morder la pasta ya añadir, con la boca llena—: ¿Es un cuento como los de Ed-kun?

—No, no; es un cuento para niños y adultos. Es sobre un niño que vive en Hannibal durante el periodo antes de la Guerra de Sucesión Americana—explicó Mark mientras sonreía y hacía movimientos con las manos conforme hablaba—. Es un poco pilluelo y dice algunas cosas un poco fuerte para su edad, pero creo que es una historia que merecerá la pena leer.

Ranpo miró a Mark, específicamente, al brillo de su mirada que había desaparecido desde que habían ido al puerto. El detective recordó lo que había leído en el informe policial, y rápidamente, comenzó a unir cabos.

—Quizá... quizá esté bien leer tu libro—contestó Ranpo mientras seguía pensando.

Mark sonrió, agradecido, antes de fijar su vista en Tom y Huck, que seguían debajo de la mesa.

—Hey, guys, what are you doing there?—preguntó el americano mientras se ponía en pie y se acercaba a las personitas que conformaban su habilidad.

Ranpo engulló su té de golpe antes de tomar otra pasta y seguir pensando. Pensando en el informe policial del accidente que había puesto fin a la vida del hermano de Mark, el que tenía el altar en el recibidor.

Tercera parte de cinco de esta serie de shots :D

Ya nos vamos acercando al desenlace 😈