CAPITULO 6
Zoe: Después de hablar con Annia, me convenció de decirle a Alonso lo que sentía, además de decírselo a Freddy y me dijo que a Alan, aunque no entendí porque. Llegue a casa de Alonso y no estaba, al parecer aun no llegaba. Me senté en las escaleras a esperar a que llegara. Me había quitado el suéter, lo había guardado en mi mochila, miraba mis cortadas y las ganas de llorar me inundaban. Luego de unas horas, unas luces me cegaron, levante la mirada y vi a Alonso llegar. Me puse de pie y luego de que abriera la casa le dije.
Estaba sentado en el sofá con las manos sobre su rostro, no me decía nada solo me miraba y negaba.
-Es que no es posible Zoe...
-¿Por qué no es posible? No sé porque te lo dije, es obvio que alguien nunca se fijaría en alguien como yo... una sui...
-Yo también lo soy... lo era, y créeme que somos los más sinceros... es que me tomaste por sorpresa.
-¿Por qué te sorprende? Cualquier chica se enamoraría fácilmente de ti... fui una de ellas...
-Es que...
-Yo no seré como Margo Farell.
-se puso de pie-. ¿Quién te conto de ella?
-Eso no importa... Alonso-tome su mano-, no solo siento atracción por ti... es algo más.
Me acerque, me puse de puntillas y lo bese, él estaba inmóvil, pero aun así me correspondió. Puso sus manos en mi cintura y comenzó a retroceder, mis manos estaban acariciando su cabello por detrás, topo con el sofá y se sentó, haciéndome sentarme sobre él, me asuste así que me aleje pero no me quite de encima.
-¿Qué pasa?-dijo-.
-Es que... esos recuerdos...
-beso mi cuello-. Olvídalos, yo no te lastimare-dijo en un susurro-.
-De eso estoy completamente segura.
Lo atraje hacia mí para volver a besarlo. Él empezó a subir mi blusa y a besar mi cuello, mi corazón se acelero más de lo que pensé. Se alejo.
-¿Puedo?-me dijo tiernamente-.
-¿Qué?
-Ver tu cuerpo.
Sonreí y asentí. Quito lentamente mi blusa, acaricio mi abdomen, estaba helado.
-reí-. Lo siento, es mi temperatura normal.
-No importa... yo te abrigo.
Lo volví a besar, mientras él me acariciaba la espalda sin tocar el broche de mi sostén. Fue demasiado tierno e inocente lo que dijo, pedirme permiso para quitarme la blusa fue... lo mejor. Me levante, tome su mano.
-Llévame a las estrellas.
-Vamos a la nave.
Reí; subimos las escaleras y entramos a una habitación, yo cubría mi cuerpo con mis manos, escuche como cerraba la puerta, y puso algo de música, sonó sin bandera, hace mucho no oía esa banda, sonreí, luego sentí sus frías manos en mi cintura, esto me hizo sobresaltarme un poco, realmente era frio en todos los sentidos. Me gire y desabotone su camisa, la deje abierta y acaricie su bien formado abdomen, lo mire a los ojos y él, tomándome por las mejillas, me volvió a besar echándome hacia atrás en la cama, sin dejarme caer de golpe, se separo y bajo sus besos a mí cuello, mis pechos hasta llegar a mi abdomen, arquee un poco la espalda; sentí sus manos en mi pantalón, respire aceleradamente, supongo que se dio cuenta, pues solo acaricio la orilla del pantalón, se quito la camisa dejándola a un lado de mí y se puso sobre mí apoyando sus manos a mis lados, lo mire sin parpadear y se agacho para tomar mis labios nuevamente, luego de un momento, pase mis manos desde sus hombros, por su pecho, abdomen y tope con su cinto, encontré la manera de desabrocharlo y lo hice, él se alejo y me miro. No dijo nada pero lo entendí, asentí, se puso de pie y me ayudo a sentarme, desabroche el pantalón, estuve indecisa en bajarlo así que recargue mi mejilla en su abdomen y lo mire. Tomo mis manos y haciendo que me parara, me beso y acariciando mi espalda desde la orilla de mi pantalón, llego al broche del sostén, me aleje, como un rayo lo que Bryan me hizo apareció, negué.
-Shh, soy yo, calma...
Sonreí y asentí, me hizo que lo abrazara, colocándose en mi cuello, susurrando...
-Que, todo el mundo cabe en el teléfono, que no hay distancias grandes para nuestro amor, que todo es perfecto... cuando te siento... tan cerca aunque estés tan lejos....
Podía sentir su respiración en él, luego desabrocho mi sostén, no dejo que me alejara, solo me miro, haciendo que mi pecho se oprimiera con el de él. Beso mi cuello lentamente y bajo los tirantes del bra, haciendo que callera, pero sin mirarme, me hizo caminar un poco y apago la luz hábilmente, solo la luz de la ciudad y de la Luna nos alumbraba. Se acerco, me tomo nuevamente por la cintura y me llevo nuevamente a la cama, me recostó como anterioridad, sin dejarme caer, sentí las almohadas de su cama. Se quito el pantalón e hizo lo mismo con el mío; se acerco, toco mis piernas y beso mi vientre, cerré los ojos, sentí que paso sus manos por un costado sin tocar mis pechos, fue raro, luego lo vi frente a mí.
-Eres muy hermosa.
-No es verdad,
-Escucha, para mí lo eres.
Me volvió a besar, mientras lo hacía sentí que sus manos empezaban a jalar de mi ropa interior, ahora no me rehusé a nada, pase mis manos por su espalda, mientras él bajaba sus besos a mí cuello, y, aunque no me tocaba los pechos, sentía su aliento en ellos. Bajo nuevamente y quito mi ropa interior, supuse que hizo lo mismo con sus bóxers, no veía nada. Se recostó a un lado de mí, sosteniéndose con su brazo, me acerque recargándome en sus perfectos músculos, tomo mi mano y la entrelazo con la suya, sentí sus labios en ella luego en mi frente.
-¿Quieres hacerlo?
-lo mire, sus ojos brillaban con la luz de la Luna-... Sí... si quiero hacerlo.
Me hizo ponerme sobre él y se sentó besándome de nuevo, mientras yo acariciaba su cuello y sus hombros. Me puso de nuevo en la cama, escuche como rompía un paquete.
-Dime si quieres que pare.
-Okey...
Se acerco y lo sentí entrar poco a poco en mí, trate de controlarme pero no pude.
-A-Alonso... ah...
-¿Me detengo?
Pensé por un momento, pero no pensaba con claridad, así que dije que no, lo que menos quería era que parara. No hizo movimientos bruscos como me imagine que lo haría, no fue como Bryan, solo se movía de vez en cuando y muy lento. Aun así, me hizo disfrutar. Me besaba para calmarme, de repente me daba por recordar aquella horrible noche y lloraba. Luego de unos minutos, se alejo e hizo que me metiera bajo las cobijas, la noche empezaba a enfriar. Me acomode a su lado, recargada en su pecho, lo acariciaba mientras él me abrazaba. Tomo mi mano que estaba sobre su pecho y la levanto, toco mi brazo, sintiendo las cicatrices que lo abundaban. Luego me miro.
-Promete que no lo volverás a hacer.
-¿Qué?
-Promételo por esta noche, por favor.
-asentí-... Lo prometo.
Se acerco y me beso. Luego de unos minutos, caímos en un profundo sueño.
**
La luz del Sol me despertó, mire hacia todos lados. Mire un vaso con una rosa en la mesa de noche, había una nota ahí. La tome.
-"Fui a dar una vuelta, no tardo. Te quiere, Alonso."
Abrace la nota. No había sido un sueño, me entregue a Alonso.
-Dios mío...
En eso escuche que la puerta se abría. Me levante y me vestí en tiempo record. Termine de ponerme el pantalón cuando recordé que mi blusa se había quedado en la sala, en eso la puerta se abrió.
-sonrió-. Hola.
-Hola-me abrace a mí misma-. ¿Todo bien?
-Claro, solo fui a caminar, como todos los fines de semana. Ah, tu blusa.
-la tome-. Gracias.
Ya no vestía la misma ropa del día anterior, de hecho, se veía algo desarreglado, con uniforme deportivo, tenis y el cabello despeinado, aun así se veía guapísimo.
-Creo que debo irme, les dije a mis padres que pasaría la noche con Annia.
-Te llevo.
-También debo explicarle a ella, porque no llegue.
-Eso será... incomodo.
Reí y negué ante lo que dijo.
-¿Quieres desayunar antes?
-No tengo hambre, gracias.
-Vamos, entonces.
Caminamos hasta afuera y subimos a su auto; me llevo a casa de Annia, al bajar del auto, ella iba saliendo. Abrió la boca y se cruzo de brazos, esperándome en la entrada. Me recargue en la ventana del lado del piloto.
-Ya sospecha.
-Pues como negar algo que fue maravilloso.
-me sonroje-. Te veo el lunes.
-Eso espero.
Bese cortamente sus labios y corrí hasta Annia y la abracé, entramos a su casa y nos encerramos en su habitación.
-Me tienes que contar que paso.
-Fue... fue maravilloso Annia... Alonso y yo...
-No.
-Hicimos el amor.
Se tapo la boca y empezó a dar brincos y gritos por toda la habitación.
-Cálmate.
-Dame detalles.
-Solo te diré que... fue hermoso.
Alonso: De regreso decidí pasar a ver a Jos, estaba un poco confundido, nos sabía que hacer, era... extraño.
-Alonso, pasa.
-Gracias, tenemos que hablar.
-¿Qué paso?
-Le hice el amor a Zoe.
-Aguarda, aguarda, tuvieron sexo o... realmente sentiste que le hiciste el amor.
-Le hice el amor, Jos.
-Y ¿Qué problema hay?
-No lo sé, siento que la voy a lastimar mucho.
-No lo hagas, ella es una chica delicada, y lo sabes, cualquier desplante la hará... lastimarse.
-Es lo que temo... no quiero lastimarla Jos, la amo.
Me ayudo mucho que me escuchara pero no me dio ningún consejo. En mi camino a casa, tuve presente la noche anterior, cada beso, cada caricia, sentir su hermosos cuerpo, fue único ese momento. Por un momento cerré los ojos y un auto se atravesó, frene de golpe, casi me golpeo con el volante pero no fue así. Baje del auto.
-¡¿Qué te pasa, idiota?!
-Lo siento-dijo bajando de su auto-... no te vi.
Esos ojos, esa sonrisa, esos labios...
-¿Margo?
-Alonso...
No dije nada, solo me devolví a mí auto y arranque. Llegue a mí casa y me encerré.
-Era ella... Margo.
Escuche el timbre, me gire y me asome por la mirilla de la puerta, estaba ahí.
-Mierda.
-Alonso, sé que estas ahí, ábreme.
-¡Vete de aquí!
-No me iré sin hablar contigo.
-Ponte cómoda.
-Alonso...
Luego de minutos de rogarme le abrí. Se quedo ahí, sin decir nada, solo sonreía.
-¿Qué quieres?
-¿Cómo estás?
-Muy bien, ¿tú conciencia como esta?
-Alonso, por favor... eso paso hace dos años, ¿Okey?
-Cabe decir que no lo he olvidado.
-Eso quiere decir también que no me has olvidado a mí.
-Que tontería, no pretendo recordar a alguien que solo me lastimo.
-Te convertiste en un gran hombre, Alonso, y muy apuesto.
-Que bueno que no te desilusione.
-Me dijo Bryan que intentaste suicidarte dos veces...
-Solo una valió la pena, y fue la de mis padres.
-Por favor, Alonso, acepta que aun me amas.
-Pues no es así, ya tengo a alguien.
-Claro, la pequeña niña suicida, por favor, ¿es una broma?
-Largo de aquí.
-Espero que no te arrepientas, Villalpando, y espero que esa niña sepa en que terreno se está metiendo.
Cerré la puerta con seguro, mire por la ventana como se alejaba y subía a su auto para irse de ahí.
Zoe: Luego de contarle a Annia lo ocurrido salimos a dar un paseo. Desde lejos miramos a Bryan conversando con una chica. Voltearon a vernos y se acercaron.
-Así que es ella.
-Sí.
-¿Yo que?
-No eres gran cosa, aun no creo que Alonso este contigo.
-¿Quién eres?
-Soy Margo Farell.
Era la ex-novia de Alonso, ¿Qué hacia aquí?
-No comprendo cómo es que compiten por estar con ella.
-¿Compiten?
-Alonso y Freddy, si ya te metiste con Bryan que tienes que andar buscando con ellos.
-Para empezar yo no me metí con Bryan, él me violo que es diferente, y no busco meterme con ellos, yo quiero a Alonso y tú ya eres parte del pasado.
-La que será parte de su pasado serás tú, yo sé que Alonso me ama y no voy a descansar hasta tenerlo comiendo de la palma de mi mano, de nuevo.
Se dio media vuelta y se retiro con Bryan.
-No le hagas caso.
-Es verdad, Alonso aun la quiere.
-No puede ser que digas eso, Zoe, te hizo el amor, no puedes decir que estuvo pensando en ella.
-Es que...
-Oye, confía en él.
Asentí y seguimos caminando. Cerca de las seis de la tarde me regrese a casa.
-Hija, ¿Cómo te fue con Annia?
-Amm... bien.
-Te vino a buscar un chico.
-¿Qué chico?-dije rápidamente-.
-Amm, Freddy Leyva-dijo mirando un papelito-.
-¿Freddy?
-¿Alguien especial?
-Es un amigo.
-Hija, me preocupa que no tengas novio.
-Mamá, estoy bien.
-¿En serio no te atrae nadie?
-Pues... hay alguien, se llama Alonso.
-¿A si? ¿Y?
-Me gusta mucho, mamá, ya se lo dije y... supongo que... le sorprendió, no me dijo nada.
-Ya se dará cuenta de que eres una chica muy especial, dale tiempo.
-Sí, estaré en mi habitación.
Subí las escaleras y llame a Freddy.
-¿Hola?-se escucho en la otra línea-.
-Hola Freddy.
-Zoe, llamaste.
-Mi madre me dijo que viniste a buscarme.
-Sí, anoche y ahora.
-¿Para que?
-Quería invitarte a salir, pero tu mamá me dijo que te habías ido a casa de Annia.
-Sí, bueno... Freddy, ¿Qué sientes?
-¿Sentir?
-¿Qué sientes por mi?
-Muchísimo afecto, eres una chica perfecta.
-Pero...
-No hay pero alguno, te quiero.
-Escucha... Freddy, estoy enamorada de Alonso, lo siento.
Hubo silencio por un momento, luego escuche como Freddy colgaba el teléfono. Me sentí muy mal por él pero aun así intentaría mantener amistad con él. Recordé a la tal Margo, no dejare que se salga con la suya, peleare por Alonso.
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