CAPITULO 5

Alonso: Me deshice de la ropa de Alessa rápidamente, estaba a punto de obtener lo que tanto ansiaba desde hace algunos años. No dejaría pasar esta oportunidad, la haría mía. Baje mis manos y me deshice de lo que me impedía hacerla disfrutar. Entre en ella, gemía fuerte, demasiado como para no ser su primera vez, de hecho, demasiado fuerte. Sabía que la estaba matando con mis movimientos, me lo decía a gritos, sentía sus uñas pasar por mi espalda, mientras mis besos pasaban por su cuello y sus pechos. Luego de 20 minutos me tire a un lado de ella, su respiración estaba demasiado acelerada y sudaba. Me levante y entre al baño, dejándola dormida en mi cama. Junte agua con mis manos y moje mi cara, me mire al espejo, tenía los ojos súper rojos, luego recordé... cosas que hace mucho no venían a mí mente.

Flashback.

-Alonso, tenemos que hablar.

-¿De qué, Margo?

-Estoy embarazada.

-¿Cómo?-sonreí-.

-No creas que lo tendré... necesito 5 mil pesos.

-¿Qué? ¿Para que?

-Para el aborto, idiota.

-No vas a abortar.

-Mira niño, es mi cuerpo, es mi hijo y yo decido si lo tengo o no, si no me darás ese dinero se lo pediré a tus padres.

-P-pero...

-Siempre creí que eras un imbécil pero nunca pensé que tanto... bueno, iré a hablar con tu papá, el cual creo que no le convendría que su hijito estuviera en boca de toda la ciudad, obvio me dará el dinero, chao.

Fin del flashback.

-Maldita seas, Margo Farell... maldita.

-Alonso-escuche a Alessa-...

-salí-. Ale, vete por favor.

-¿Cómo?

-Necesito estar solo.

-Después de...

-¡Sí, después de cogerte necesito estar solo!

-Está bien.

Se levanto y se vistió, luego salió con la cabeza baja. Me recosté y puse algo de música, el rock siempre fue mi música favorita.

Flashback.

Llegue corriendo a la oficina de mi padre, Margo ya iba saliendo.

-Me dio 20 mil dólares, creo que quiere que desaparezca de tu vida.

-Margo por favor no abortes.

-Tú no decides, no tienes poder sobre mí, el poder siempre lo tuve, ¿creíste que te quería? Cariño de no ser por el dinero no me habría metido contigo. Ahora déjame en paz.

Fin del flashback.

Cerré los ojos y una lágrima salió de cada uno de mis ojos, las limpie con coraje y mire mis muñecas. Los guantes no estaban, mire mis cicatrices como hace tiempo no las veía.

-Joder, ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?

Zoe:

-Hija, hija despierta-la mire-... perdón por perdernos todo el fin de semana, tu abuela no se sentía bien.

-Está bien, mamá.

-¿Pasa algo?

-No, estoy bien.

-Necesitas levantarte, ya vas tarde a la escuela.

-Ya voy.

Me levante y me arregle para ir al colegio. No tenía hambre así que no desayune y me fui caminando a la escuela.

-Hey, Zoe.

Me detuve mientras el auto de donde provenía esa voz se estacionaba, abrió la ventana y mire quien era.

-Hola Freddy.

-¿Te llevo?

-No, gracias.

-Anda-se bajo del auto-, déjame llevarte.

-No, es que...

-Vamos no te haré daño...

-Aja.

-Si quisiera hacerlo lo habría hecho aquella noche ¿no crees?

-Puede ser.

Abrió la puerta del auto y me subí. Condujo hasta la escuela, cuando llegamos mire a Alonso a lo lejos.

-¿Sigue molesto?

-Un poco, lo mejor será que dejes que las cosas se enfríen.

-Se está peleando.

-Demonios.

Bajo rápidamente y corrió hacia Alonso, yo hice lo mismo pero la bola de gente no me dejo pasar.

Alonso: La mire llegar en el auto de Freddy, no sé que trame.

-Hey, ¿te enseño como debes cortar para morir? Ni para eso sirves.

-Cierra la boca.

-Oblígame-me empujo-.

Deje caer la mochila y le tire un golpe en la cara, se regreso y se abalanzo sobre mí, tirándome al suelo. Logre ponerme sobre él y golpearlo, no tenía idea de quién era, pero no le aguantaría más insultos. Luego sentí, que alguien me alejaban de él, eran los chicos, Jos y Freddy me tomaron a mí y Bryan detuvo al otro.

-¡Eso es solo una advertencia idiota, a la otra te mato!

-Cálmate Alonso.

-Vámonos-me soltaron luego de que ese tipo se fue-.

Todos empezaron a irse, me acerque a tomar mi mochila y no estaba, levante la vista y mire a Zoe con ella en las manos. Se veía tan tímida y llena de miedo. La mire y me acerque, ella retrocedió un poco.

-Hola-dijo-. ¿Cómo estás?

-Bien-tome mi mochila, se la arrebate-. Adiós.

-Alonso-me detuve-... ¿podemos hablar?

-¿De qué?-la mire-.

-Quiero... quiero que me perdones.

-¿Qué te perdone?

-se acerco-... Yo... no quiero perder tu amistad.

-Sabes lo que es no confiar en nadie, deberías comprender.

-Eres muy cruel conmigo...

-Lo cruel te enseña a ser fuerte... y yo trate de que tú lo fueras y al contrario me hiciste débil a mí.

-¿Qué?

-Debilitas mi voluntad-le acaricie la mejilla-... te quiero.

-Pero no me conoces...

-Sé lo suficiente... tus demonios los conoceré luego.

Tome sus labios con los míos, ya no aguantaba más no besarla. Sus labios eran tan dulces que... podría pasar todo la eternidad besándolos.

Zoe: Me beso, Dios mío esto es un sueño, tiene que ser un sueño.

-Alonso yo...

-Shh... Perdón, no debí hacerlo.

-Eeh... ¿p-porque lo hiciste?

-Eres tan inocente-sonrió-... te veo luego.

Se retiro dejándome completamente confundida. Camine hasta la cafetería, donde siempre se encontraban Alan y Annia. Llegue y me senté con ellos si decir nada.

-Hola.

-Hola...

-¿Estás bien?

-Sí, ¿Por qué?

-Te noto... extraña.

-Annia ¿podemos hablar?

-Claro.

-Ven.

Tome su mano y la lleve al baño. Me cerciore de que estuviéramos solas.

-Antes prométeme que no dirás nada... mucho menos a Alan.

-... Claro, dime.

-Alonso me beso.

-¿Cómo?

-Me beso... no sé como...

-Aguarda, es... en serio. ¿Cómo fue?

-Estábamos hablando y... me dijo que me quería, le conteste que no me conocía, dijo... lo suficiente... tus demonios los conoceré luego y... me beso. No sé porque lo hizo.

-Es obvio que le gustas, Zoe.

Una risa me interrumpió.

-¿De verdad crees que Alonso está interesado en ti? Por favor, niña, Alonso solo busca sexo.

-Nadie te dijo que opinaras Alessa.

-No estoy hablando contigo, zorrita.

-¿De qué hablas?

-Anoche tuve relaciones con Alonso, y en la mañana me corrió, es obvio que es lo mismo que busca contigo.

-Lo dices como si haber estado en la cama de Alonso fuera un orgullo.

-De hecho lo es... Alonso Villalpando es el hombre más guapo de toda la preparatoria... y estar en su cama es uno de los placeres más exquisitos de la vida.

-Y dime ¿tienes que dar detalles?

-la tomo del cabello-. No te metas-la aventó y esta topo con la puerta-. En cuanto a ti... aléjate de Alonso, maldita inadaptada... y para que te quede claro...

Me golpeo fuertemente en la sien, wow, ardía horrible. Salió del baño, Annia se me acerco.

-¿Estás bien?

-Sí, no fue nada, estoy bien.

-Vamos.

Salimos del baño y todos notaron el enorme moretón que se formaba en mi mejilla. Mire a Alonso con Freddy y Jos; Alonso se me acerco pero jale a Annia y corrimos lejos de él. Escuche la voz de Freddy pero no pare, hasta que nos alcanzo.

-Hey...

Me tomo del brazo y lo mire.

-¿Qué te paso en la cara?

-Freddy no quiero hablar de eso... nos vemos luego, tengo clase.

Me retire con Annia.

***

El resto de la semana evite a toda costa toparme con Alonso, el solo verlo me causaba tristeza. Llego la hora en que tenía clase con él, así es, deportes. Mi entrenadora sabía perfectamente mis defectos así que me dejaba en la banca sin problema. Estaba sentada en las gradas con mi suéter que era de Scott y un short, hacía calor y de esta manera no se sentía. Mire como los chicos se quedaban viéndome y se susurraban cosas, mire a Freddy platicando con Alonso, Alonso me miraba completa, cosa que me incomodaba, lo único que podía hacer era ocultar mi rostro lo más que pudiera. Escuche el silbatazo de la entrenadora y las chicas entraron a jugar. Todos se retiraron a los vestidores. Luego de un rato, escuche su voz.

-Hola perrita.

Levante la mirada y lo vi, no traía camisa y me miraba con esos ojos de lujuria que tanto me asustaban.

-Te ves bien-se sentó-, claro que... no es la primera vez que veo estas piernas-me acaricio-, he tenido mejor vista de ellas.

-Déjame...

-No deberías ponerte esos shorts, ocasionaras un problema... aunque-se acerco a mí oído-... me encantaría ver esas piernas abiertas de nuevo.

-Aléjate de ella, Mouque.

Mire a Alonso, traía una toalla en el cuello y el cabello mojado, tampoco traía camisa. Bryan se puso de pie y se fue en dirección a los vestidores. Aunque no quería, no pude quitar mis ojos de aquel cuerpo. Bryan era un cuero.

-Hey-me dijo sacándome de mi mundo-... ¿Qué pasa?

-¿De qué?

-¿Crees que no me he dado cuenta? Llevas toda la semana evitándome ¿Por qué?

-No quiero problemas con nadie.

-¿A qué te refieres?

-¿Es verdad que te acostaste con...Alessa?

Bajo la cabeza y suspiro profundamente, entrelazo sus manos, no traía sus guantes de siempre así que contemple sus cicatrices. Levanto la mirada y la conecto con la mía, mire esos profundos ojos azules penetrantes, hermosos. Esta vez yo quise besarlo, pero baje la cabeza.

-Sí... me acosté con ella.

-¿Cua...? perdón, no es de mi incumbencia.

-El día de la fiesta-lo mire-... necesitaba desahogarme...

-¿Desahogarte? ¿De qué?

-Hay ocasiones en que uno necesita cariño... Alessa siempre ha querido conmigo y... supongo que me aproveche de eso... me afecto muchísimo que le dijeras a Annia... sobre...

-¿Tus cortadas? No es algo de que avergonzarse, son marcas de una guerra ganada.

-Nunca muestres tus cicatrices... te tacharan de loco, enfermo y dirán que solo quieres llamar la atención.

-¿Cómo supiste que yo lo hacía?

-Tienes la misma actitud que yo cuando lo hacía.

-¿Por qué me besaste?

Entreabrió la boca pero no dijo nada, miro hacia el piso. Yo veía como mordía su labio y lo lamia después de eso, eso me enloquecía, intente ver hacia otro lado y pensar en otra cosa.

-No lo sé-me miro-... te tenía cerca, mire tus labios-acaricio mi mejilla-, me di cuenta de que... desde el día de la fiesta quería hacerlo.

-Me pediste que me alejara...

-Estaba molesto, traicionaste mi confianza... pero quiero que sepas que a pesar de eso... te quiero, en serio.

-Yo también te quiero... pero, preferiría que el cariño sea de amigos.

-No hay problema, al fin y al cabo ya hay otro interesado en ti y apuesto que tú en él también.

-¿De qué hablas?

-De Freddy.

-¿Freddy?

-Los vi platicar en la fiesta y los vi llegar juntos.

-Solo somos amigos... ha sido muy amable.

-Demasiado diría yo.

-Alonso...

Sonreí y apostaba a que estaba sonrojada.

-Me encanta tu sonrisa-lo mire confundida-... no te preocupes no te volveré a besar nunca... le interesas a Freddy y él es mi amigo, no traicionare su amistad... nos vemos.

Se levanto y se retiro a los vestidores, luego de unos minutos salió con su mochila y su ropa normal. No lo volví a ver hasta la salida.

Alonso: Freddy me confesó que le gustaba Zoe, cosa que complicaba un poco las cosas, él era mi amigo y no estaba dispuesto a perder su amistad, vale más que cualquier mujer, aun si es Zoe. Sí, lo acepto, ella me gusta pero... hay algo que me dice que la lastimaría. Llegue afuera, los chicos planeaban ir al cine con Megan y Alessa, yo les dije que no tenía el humor de salir al cine, pero siguieron insistiendo.

-Hey, Alonso-escuche a Bryan-. ¿Iras?

-No, Bryan, no estoy de humor.

-Vamos, Alonso solo esta vez-dijo Alessa con mirada insistente-.

-No, Alessa, es mi última palabra.

Metí mi mochila a la cajuela del auto y subí. Vi como se retiraron en sus autos y luego de un momento me retire yo. Fui a un terreno baldío a dar unas vueltas en mi auto, era adicto a la velocidad y la adrenalina. Cuando llegue a casa mire a alguien sentado afuera de mi casa, me estacione y mire bien quién era, Zoe.

-¿Zoe? ¿Qué haces aquí?

-Quiero hablar contigo.

-¿De qué?-me acerque a abrir la puerta-. Pasa.

-Es algo tonto, no creo que quieras oírlo.

-Nada de lo que dices es tonto.

-Es que... Alonso tú me gustas.

-¿Cómo?

-Me gustas tú, no Freddy.

Me deje caer en el sofá, ¿es en serio?


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