Estaba en el estacionamiento esperando a Zoe. No la vi en todo el día. ¿Dónde se habrá metido?

-Hola Bryan.

-¿Qué quieres, Lily?

-Hablar contigo, como en los viejos tiempos-acaricio mi brazo-.

-No lo creo-me aleje-, eso ya se acabo, Lily.

-No porque salgas con la idiota de Zoe vamos a dejar de vernos, Mouque.

-¿Qué más quieres de mí? ya sales con Villalpando, ya déjame en paz.

-Eres como una droga, ¿lo entiendes?

-Pues entonces ve a un centro de rehabilitación.

-Escucha, es horrible estar con Alonso. Me trataba mejor cuando sabía bien quién era.

-Y ¿Qué quieres que haga? Ni modo de decirle a Zoe que vaya y le recuerde todo porque ambos perderíamos. Yo la amo, Lily.

-No lo dices en serio ¿o sí?

-Lo digo muy en serio. Me enamore de ella y eso ni tú ni nadie lo va a cambiar.

-Eres un idiota, no puedes amar a alguien como Zoe.

-¿Por qué no?

-Porque... ¡¿Por qué mierda todos se desviven por ella?! ¡¿Qué carajo tiene para que todos mueran por estar a su lado?!

-Liliana Collins, ¿le tienes envidia a Zoe?

-¿Qué? por supuesto que no, ¿Qué te pasa? ¿Qué le puedo envidiar a esa?

-Pues no sé... tú dime.

-Eres un idiota Bryan Mouque.

-¿Ahora porque?

Se quedo callada, se acerco y me tomo por la nuca plantando un beso en mis labios. No duro mucho porque sentí como la alejaron de golpe de mí. Zoe.

-¡Aléjate de mi novio, maldita zorra!-la traía por el cabello-.

-Zoe, calma...

-¡Cállate! Estoy harta de que te la vivas de arrastrada con todos los chicos con los que salgo.

-Suéltame idiota-la dejó-. ¿Cómo te atreves a ponerme una mano encima?

-Mira que ya no te tengo miedo, Liliana.

-Pues deberías, no porque ahora Alonso ya está conmigo dejare de hacerte la vida imposible.

-¿Por qué me odias tanto?

-Yo no te odio. Ni siquiera eso siento por ti. Eres solo una arrastrada que anda teniendo sexo al aire libre. Zorra.

No alcance a detener a Zoe, cuando me di cuenta ya estaba sobre Lily golpeándola y jalando su cabello.

-¡Ya basta, Zoe, déjala!

En eso vi a Alonso a lo lejos, se acerco, tomo a Zoe por la cintura y la aventó fuertemente contra mi auto. Me acerque y le di un golpe.

-¡¿Qué te pasa idiota?!

-¡Maldita gata te voy a matar!-grito Lily-.

-¡Ya basta, dejen de pelear!

-¡Ella fue la que empezó, besando a Bryan!

-¡¿Qué?!

-Claro que no, ella me agredió sin razón.

-Eres una...

-¡Zoe, vámonos!-dije tomándola de la cintura-. ¡Zoe!

La hice que subiera al auto y luego me subí yo, arranque y la lleve a mí departamento.

-Llévame a mí casa ¿Okey?

-No-me miro-, ya habíamos quedado.

-Bryan no estoy de humor.

-tome su mano-. Le diste duro-hizo que soltara su mano-. Escucha-frene de golpe-, yo no soy como Alonso ¿Okey? A mí sí me mandas a la mierda me da igual, tú lo viste, no eres la única que muere por estar conmigo.

-Estas actuando como un idiota.

-Bueno tú empezaste. Zoe soy tu novio pero eso no significa que dejare que me pisotees como lo hacías con Freddy.

-Bry...

-Él se dejaba hacer mierda, Zoe, yo no, él se callaba si mirabas con deseo a Alonso yo no, ¿entiendes? Si vas a estar conmigo quiero que lo estés en todos los sentidos, no solo cuando Alonso te haga enojar y quieras desquitarte o sentirte querida. Porque déjame decirte que si cuando te haga el amor vas a pensar en él mejor olvídate.

-Lo siento... es que... Lily te beso, ni siquiera tiene que ver con Alonso este asunto.

-No me beso, Zoe, bueno si lo hizo pero...

-Si no hubiera llegado ¿La hubieras alejado?

-Es lo que le estaba explicando, que estoy enamorado de ti, que ella ya no es nada.

-Ni siquiera merezco que rechaces a alguien tan perfecta como Liliana, ella es linda, a comparación de mí.

-Claro que no. Nadie, es más hermosa que tú, ¿Okey?-acaricie su cabello-.

-Necesitas lentes.

Sonreí y me acerque para besarla.

-¿Vamos?

-Está bien.

Puse en marcha el auto y nos dirigimos a mí departamento. Llegamos y al entrar nos empezamos a besar. La levante del piso y la lleve a la habitación, la recosté en la cama y la empecé a desvestir mientras ella hacía lo mismo conmigo. No sé cómo pude aguantar durar tanto tiempo sin ella, sin tenerla en mis brazos, sin acariciarla.