Llevo 20 minutos aquí sola. ¿Por qué lo espero? Mire la mesita de centro, en esta estaba su celular. Lo tome y desbloquee, entre a fotos, solo de nosotros. Entre a llamadas, 40 llamadas a un mismo número los últimos 15 días. Anote el número en mi móvil y seguí viendo. Mensajes, un solo mensaje. De una tal Jessica.

-leí-. Espero volver a vernos, pase una noche increíble, ¿me encanta como lo hiciste? ¿Qué?-entre a detalles, ese mensaje fue enviado hace dos meses-. ¿Por qué lo guarda?

Lo escuche salir de la habitación, deje el celular en la mesa y me cruce de brazos, se sentó a mí lado y prendió el televisor, me moví lejos de él, estaba molesta, no quería tenerlo cerca.

-Eres una estúpida, Zoe.

-¡¿Qué?!

¿En serio lo dijo? El idiota me llamo estúpida.

-No debiste fijarte en mí, te meteré en problemas.

-¿Eso que importa? Me enamore de ti, no de tus asuntos.

-Exacto, son mis asuntos, nada que ver contigo, ¿Por qué preguntas por ellos?

-Necesito saber de tu vida, tú sabes todo de la mía, yo no sé nada de ti.

-No necesitas saber nada, eso te hará alejarte.

-Jamás me alejare de ti-me acerque y tome su mano-. Te amo, ¿entiendes? Te amo.

Me miro con algo de indiferencia.

-¿Sabes que? Al carajo.

Me levante y camine hasta la puerta, antes de abrir, sentí como su mano me sostenía por la cintura y me giraba hacia él para besarme. Lo abrace por el cuello y él me levanto haciendo que enredara mis piernas en su cintura. Camino hasta el sofá, y se sentó, me quede sobre él, sentía su desesperación, inconscientemente me empecé a mover sobre él. Me beso y mordió mi cuello fuerte, apuesto a que dejo una marca. Me quito el suéter, abajo no traía nada, así que quede en sostén. Comenzó a besar mis pechos y yo eche mi cabeza hacia atrás. Con el paso de las veces, nos habíamos vuelto más salvajes. Desabrocho mi sostén y lo lanzo lejos de nosotros, cayó cerca de las escaleras. Me aleje y le quite la camisa, sentí como una de sus manos acariciaba uno de mis pechos, esto era demasiado, demasiada excitación.

-Espera, aun no estás perdonado.

-Yo creo que sí-cubrió ambos pechos con sus manos-... te amo, Zoe.

-mire sus manos y luego sus ojos-... Te odio.

Sonrió y me volvió a besar.

-Vamos a mí cuarto.

Se levanto y subió las escaleras, entramos a la habitación y nos entregamos nuevamente.

**

Cuando desperté, Alonso estaba a mí lado, acaricie su rostro y aparte unos cuantos mechones que había en su cara. Abrió los ojos lentamente y me miro. No dijo nada solo sonrió.

-Hola-dije-.

-¿Ya me perdonaste?

-sonreí-. Quizás.

-beso el dorso de mi mano-. Te amo tanto.

-Si me amaras no me mentirías.

-No empecemos Zoe.

-Es la verdad.

-No te quiero involucrar en esto.

Mire su brazo, le habían retirado los puntos hace dos días.

-¿Quién es Jessica?

-¿Qué?-dijo sentándose-.

-Jessica.

-¿Husmeaste en mi celular?

-Estaba desesperada, necesitaba saber que pasa contigo.

-No pasa nada... mira, era una compañera de cartas, ella y yo íbamos al bar donde te encontré y jugábamos cartas, era muy buena.

-¿En serio?

-Sí, en serio.

-Tengo que irme.

-¿No te quedaras?

-No, necesito ir a cambiarme a casa, tenemos clases-me levante y me empecé a vestir-.

-Te llevo-hizo lo mismo que yo-. ¿Ya no estás molesta?

-No.

En eso el timbre sonó. Alonso se puso la camisa y bajo. Yo termine de vestirme y cuando baje. Alessa. Retrocedí "¿Qué estás haciendo? Esa zorra quiere quitarte a tu novio y tú no haces nada, ¡enfréntala!".