Desde temprano en el día siguiente despertó con ánimos suficientes para hacer su maleta, tal vez no iban a ser las vacaciones soñadas pero al fin y al cabo era un tiempo lejos de la ciudad, de las personas entre otros tantos complementos de ésta. 

Rei despertó un poco más tarde que él, al verla despierta Shinji fue a preparar el desayuno para los dos. Algo evidente en el castaño era su sentido de responsabilidad cuidando de su hermana, de la casa y de sus estudios, aunque no fueran siempre al cien eran cargas que él tomaba. Rei comió en silencio después de agradecer al igual que Shinji, el mayor de ambos le recordó que debía hacer su maleta en respuesta la castaña sólo asintió retirándose al acabar.
Ayudó a su hermana menor a hacer la maleta después de acabar la propia.

Las horas se pasaron como en un día cualquiera, no fue hasta las cinco y veinte de la tarde que un hombre alto de cabello largo amarrado en una cola baja apareció en el umbral de su puerta dando un saludo vago con una sonrisa confiable, su mirada tenía cierta calidez extraña alguien que se veía seguro de sí mismo y simpático. Saludó a ambos niños presentándose bajo el nombre de Ryoji Kaji, el hombre al que sus padres le habían confiado la tarea de llevarlos. — ¿Están preparados? — En respuesta Shinji asintió sonriendo con los labios cerrados, Rei siendo más desconfiada le tomó la mano a Shinji y ya que éste tenía una mano ocupada le tocó cargar la maleta de Ikari.

El camino a la estación de tren fue tranquilo, Kaji hablaba de lo hermoso que era Hokkaido, de su plantación de sandías allá, del ambiente tranquilo, el aire fresco, etc. El adolescente había escuchado a sus padres conversar acerca de diversos temas y entre ellos salía a flote el nombre de Ryoji por lo que no era un total desconocido. Ikari escuchaba en tranquilidad hasta que llegó el momento de abordar el avión que los llevaría a la isla de Hokkaido. Llegaron por la noche únicamente a dormir, la casa del señor Kaji era espaciosa y cálida con un primer piso, aparte de la planta baja, sala grande según había contado hasta el trayecto donde sería su habitación eran por lo menos dos cuartos grandes con dos baños, el baño para las visitas estaba en el pasillo.

Kaji había prometido darle un paseo por el lugar y la casa en la mañana, Shinji se giró para ver a Rei durmiendo plácidamente quedando dormido unos minutos después.