5. Objetivo.
—¿Entonces…?—cuestiono.
Los ojos de Skye me miran un momento y deja escapar una risita de diversión.—¿Entonces qué…?
—Oh, vamos. Dímelo.—respondo.
—Un tatuaje.—anuncia apartando la mirada.
—Oye…un tatuaje no tiene nada de malo, Skye.—inquiero tomando mi propio vaso.—Yo tengo la fiel creencia de que los tatuajes son arte y si a ti te gusta el arte y quieres llevarlo en tu piel no entiendo cuál es el problema con eso...
Los ojos azules de Skye se posan en mí y deja escapar una risita de diversión.—Mi papá...
—¿Tu papá es el problema?—adivino.
—No.—responde de inmediato.—Mi papá se moriría si viese que me hago un tatuaje…esas cosas a él no le gustan...
—Y como a él no le gustan a ti tampoco tienen que gustarte.—agrego. Los ojos de Skye me vuelven a mirar y deja escapar un resoplido.
—Es mucho más que eso…
—Yo no cuestiono la manera en la que te ha criado tu padre.—hago una pausa volviendo a dejar el vaso sobre la mesa.—Pero si cuestiono las cosas que él cree que son correctas. Skye; que una persona tenga tatuajes no lo convierte en una mala persona…
—Lo sé…
—¿Quieres que te muestre algo?—cuestiono y ella traga pero asiente débilmente.
Me pongo de pie y de un solo movimiento de me deshago de mi campera. Los ojos de Skye se abren con total sorpresa cuando finalmente mis múltiples tatuajes quedan delante de ella.—¿Cómo has hecho para que mi padre no los vea?
—Supongo que el clima fresco de Stowe me ha ayudado mucho pero para ser sincero no me importa una mierda mostrar que tengo los brazos repletos de tatuajes ¿sabes? Me gusta el arte y no me molesta en absoluto llevarlo en mi cuerpo. La opinión de los demás se puede ir a la mierda.—respondo encogiéndome de hombros.—¿Me ves como una mala persona?—niega lentamente.—¿Lo ves? No tiene nada de malo...
—Nunca he hecho nada malo como para tener que lidiar con la furia de mi padre.—murmura.
—Bueno…siempre hay una primera vez para todo ¿no?—cuestiono guiñándole un ojo mientras tomo asiento de nueva cuenta.
—Christopher.—se ríe.
—Mira…yo no quiero ser una mala influencia para ti.—miento porque es precisamente todo lo que quiero ser para ella.—Solo digo que tienes que dejar de pensar en lo que piensan los demás y comenzar a vivir lo que de verdad quieres vivir. Si quieres hacerte un jodido tatuaje en la frente, háztelo. Si quieres vestir con mini faldas y escotes pronunciados, viste con mini faldas y malditos escotes pronunciados.—replico tratando de mantener las imágenes de Skye vestida así lejos de mis pensamientos.—Si quieres follar con la persona que tengas al frente, fóllatela.—Skye suspira.—Se supone que la vida se trata de hacer lo que realmente quieres, no se seguir estúpidas reglas todo el tiempo…
—Supongo que tienes razón.—susurra.
—Las reglas se hicieron para romperse, Skye.—agrego y ella cierra sus ojos un momento.
—¿Qué no se hicieron para seguirse?—jadeo.
—¡Diablos, no!—responde de inmediato.—A simple vista se ve que eres el tipo de persona que sigue todas y cada una de las malditas reglas pero creo que es momento de cambiar un poco el panorama ¿no crees?
—Para ser honesta nunca lo había pensado.—anuncia sincera. Los ojos azules de Skye vuelven a mirarme un momento y niega lentamente.
—Pues ahora estoy acá…—anuncio tendiéndole mi mano. Una risita se escapa de sus labios y la toma lentamente.
—Caíste del cielo como una bendición, Christopher.—bromea.
—Y caí solo por ti, Skye…
(…)
—Me gusta este.—anuncia Skye pegando su nariz en el cristal. Me rio.
—¿Una mariposa?—cuestiona.—¿Es en serio?
—¿Entonces qué quieres que elija?—murmura alzando una ceja.
—Ven acá…—decido tomando su mano para conducirla dentro del local.—Hola…—saludo al tipo detrás del mostrador.—Eh…necesito una mariposa con fuego…—Un gemido de sorpresa escapa de los labios de Skye pero me propongo ignorarla.—¿Puedes hacerme un diseño, cierto…?
—Ese es mi trabajo.—responde el hombre de aspecto aburrido detrás del mostrador.—Una mariposa con fuego para la señorita… ¿o me equivoco?
Alzo una ceja.—¿Tengo aspecto de querer tatuarme una jodida mariposa?—pregunto sin dejar de mirarlo.
—Te sorprendería ver las cosas que las personas suelen tatuarse…—anuncia con indiferencia.
—Pero tenemos un pequeño problema…—prosigo ignorando sus palabras.—Verás…ella es Skye y te prometo que es una de las personas mejores portadas que aun quedan en el mundo.—hago una pausa.—Y es un poco reacia al dolor aunque tiene pequeños toques de rebeldía y querer tatuarse es uno de ellos…—explico y la mano de Skye se posa encima de mi antebrazo sin saber que su piel quema la mía y no es de forma literal. Un alma pura de alguna manera tiene poder sobre una alma corrompida, de eso hablaba Zabdiel.
—Supongo que será temporal entonces.—anuncia y yo asiento.—Es por acá…
—No dolerá.—agrego en dirección a la ojiazul a mi lado.
—Christopher yo no creo que…—elevo una de mis manos lentamente y ella guarda silencio.—Pero es que…
—No dolerá, lo prometo.—respondo de nueva cuenta colocando mi mano en su espalda baja para empujarla suavemente y hacerla caminar detrás del hombre.
La escucho suspirar y luego camina junto a mí. El estudio es pequeño pero es lo suficientemente grande para tomar asiento junto a la silla. Los ojos de Skye se posan en los míos mientras permanece en total silencio esperando a que el hombre aburrido termine de preparar absolutamente todo lo que necesita para comenzar. Le ofrezco mi mano y ella la toma de inmediato obsequiándome una pequeña sonrisa.
—Veamos…—comienza él.—¿Dónde quieres tu nuevo tatuaje…?—cuestiona.
—En la clavícula.—responde de inmediato.
—Buena elección.—anuncia.—¿Podrías…?—la señala.
—¿Qué?—susurra.
—Tu ropa, Skye. Tienes que quitarte la blusa para que él pueda hacer su trabajo limpiamente…—sus mejillas se sonrojan de inmediato.—Oye…—la llamo atrayendo su atención.—Está bien. ¿Sí? Yo voy a cuidarte, por eso estoy aquí…
—De acuerdo…—murmura soltando mi mano para sacarla. Mis ojos caen de inmediato en sus pechos pero me obligo a apartar la mirada porque Skye todavía es pura y mantener mi atención en ella podría ser contraproducente para mis planes.
Me quedo en silencio una vez más mientras él comienza con su arte. Los ojos de Skye de vez en cuando me miran pero la mayor parte del tiempo su atención permanece fija en los movimientos de las manos del hombre pero no dice absolutamente nada. Su mano todavía está en la mía y mi pulgar no ha dejado de moverse sobre su piel dejando pequeñas caricias en ella.
—¡Terminamos!—anuncia la voz de Joe. Los ojos de Skye me mira un segundo y una amplia sonrisa se forma en sus labios.
—¿Y bien…?—pregunta estirando sus labios.
—Creo que luce increíble.—respondo.—Se mira jodidamente increíble en ti…
—Obviamente solo te durará un tiempo pero si cambias de opinión y quieres que sea permanente solo tienes que decírmelo y convertiremos esta obra de arte para que se quede en ti para siempre.—anuncia sin despegar sus ojos del cuerpo medio desnudo de la chica y ella se ríe.
—Bueno…supongo que eso tendré que pensarlo.
—¿Pasamos a la recepción para liquidarlo?—pregunto lanzándole una mirada fulminante porque absolutamente nadie tiene derecho a ver su cuerpo. Él asiente.—Te dejaremos para que te vistas de nuevo…
—Christopher…—me llama en voz baja.
—¿Sí?
—Gracias.—susurra.
—Créeme que no tienes nada por que agradecerme…
Skye deja escapar una risita de sus labios, inspira con fuerza y se acerca a mí. Sus labios se posan encima de los míos y cuando mis manos se aferran a su cintura atrayéndola más hacia mí un pequeño jadeo de sorpresa escapa de su garganta. Su piel todavía desnuda hace que las puntas de mis dedos hormigueen y que ligeras punzadas vayan directamente a mi polla.
Nuestros labios se mueven en sincronía y a pesar de que sé que estoy podría echar a perder todo lo demás y alejarme parece ser una mejor opción también descubro que no quiero hacerlo. No quiero alejarme.
Los labios de Skye en mi boca se sienten tan malditamente bien que no me importaría tener que ir a cualquier jodido lado siempre y cuando ella esté ahí para besarme.
—Lo siento, yo…
Coloco mis dedos sobre sus labios para obligarla a guardar silencio y niego lentamente.—Supongo que no tiene demasiado sentido mentir diciendo que no quería ese beso cuando es más que obvio que lo deseaba con toda mi maldita alma…
—También lo deseaba.—susurra.—Mucho en verdad…
—¿Estás bromeando conmigo?—se ríe Penny.
—Nope.
—Te hiciste un tatuaje...
—Sí.—asiento.
—Espera un momento. ¿Es en serio?—exige Mara sin despegar sus ojos pardos de los míos.
—Pues…sí.
—Oh, joder.—celebra.—Dios, Skye…creo que lo que te hacía falta a ti era sin duda alguna liberarte del hijo de puta de Luke.—anuncia sin dejar de mirarme.—Estoy tan feliz por ti…
—Y que conocieras a alguien como Christopher.—añade Penny en medio de una risita de diversión.—Pero ahora estás rompiendo las reglas y eso es jodidamente divertido sin duda alguna…¿o me vas a negar que hacerlo no se sintió jodidamente bien?
—Bueno…supongo que sí.—me rio.
—Vamos, Skye…—me anima Mara.
—Nos besamos.—murmuro mordiéndome los labios. Dos pares de ojos me miran fijamente.
—¿Qué?—exclama la pelirroja.—Por el amor de Dios ¿Quién eres tú?—me rio.—Dios, Skye…es como si con el puro hecho de quitarte ese jodido anillo de castidad además de eso te hubieses quitado un peso demasiado grande de encima y eso no nos lo puedes negar…
—Es como si un espíritu pecador te hubiese poseído y ahora estuvieses dando rienda suelta a todos los deseos internos que realmente tenías y que siempre trataste de suprimir…—Penny se ríe.
—Mara tiene razón.—asiente.—Pero creo que justo ahora hay algo más importante que toda la filosofía…
—¿Qué cosa…?—pregunto.
—Que nos cuentes que tan buen besador es Christopher…—me echo a reír de inmediato y niego un poco.
—Oh. Vamos, Skye.—protesta Mara.—Queremos saber que tan buen besador es…en verdad…
—No sé muy bien cómo explicarlo pero sin duda alguna el beso de Christopher no se sintió como ningún otro que haya recibido a lo largo de toda mi vida.—cuento en voz baja mientras ellas siguen mirándome como si les estuviese contando la mejor anécdota de mi vida –aunque en realidad sí que lo es-.
—¿Te puedes dar una idea?—pregunta Penny.—Si besa así solo quiero que te imagines como debe follar…
—¡Penny!—exclamo y las tres nos reímos.
—Punto para Penny.—añade Mara encogiéndose de hombros.—No te voy a negar que Christopher es demasiado atractivo pero puedes estar completamente tranquila porque a nosotros no nos atrae de esa forma.
—Ew, sí.—asiente Penny.—Nosotros nunca te traicionaríamos, Skye. Lo sabes perfectamente bien. Adoramos la idea de que seas libre y feliz y si Christopher significa y representa eso para ti, nosotros seremos las más felices…aunque claro, si alguna vez nos quieres contar detalles pequeños como…que tan bueno es follando o cuanto le mide estaríamos más que encantadas de escucharte…
Me rio.—Oh vamos.—me burlo.
—Son los pequeños detalles, Skye.—agrega Mara.—Siempre son los pequeños detalles…
—¿Ese no es tu hombre?—cuestiona Penny señalando al frente. Llevo mis ojos a la dirección que señala su mano y entrecierro mis ojos un poco para tratar de ver mejor.
—¿Ese no es el rubio del otro día?—pregunto en voz baja.
—Oh, claro…—asiente Mara.—El misterioso con el que Chris estaba hablando el otro día.—hace una larga pausa.—Y parece que ahora viene con otro amigo, eh…
—Dios, ¿de dónde demonios salieron esos hombres que parecen creados personalmente por el mismísimo Dios?—pregunta la pelirroja mordiéndose los labios.
—No tengo ni idea pero ellos parecen realmente inmersos en una discusión…—comento.
—¿Qué no se suponía que Christopher no lo conocía…?—murmuro.
—Pues querida amiga, parece ser que Chris nos mintió solo un poco...
—Okay…existen millones de razones por las que Chris podría estar hablando con ellos, no necesariamente él tuvo que haber mentido.—comienza Mara.—Vamos, Skye…tú mejor que nadie sabes que Christopher no tiene ni amigos ni familia aquí, has vivido con él durante dos semanas… ¿no crees que él si tuviese a alguien por aquí entonces ya lo sabrías…?
—Supongo que sí.—asiento lentamente.
—Lo ves…—susurra.—Deja de pensar cosas locas y no te desenfoques de tu objetivo y tu objetivo en este momento es seguir adelante ahora que eres libre y ser muy feliz; solo eso…
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top