4. Anillo de castidad.
Dejo salir un largo suspiro de mis labios al tiempo que un par de golpes se hacen presentes en la puerta de mi habitación. Me cubro con los edredones refugiándome una vez más entre el purpura de mi cama. Cierro mis ojos un segundo fingiendo dormir y cuando la puerta se abre ni siquiera tengo que preguntar de quién se trata.
—¿Skye…?—me llama la voz de mi padre. No respondo.—Vamos, mi amor…¿me puedes decir que te pasa…?
—Me siento mal.—susurro finalmente.
—Sí, eso es lo mismo que me has ducho durante toda la semana y la verdad es que me estás comenzando a preocupar en serio.—inquiere en voz baja.—Skye… ¿puedes mirarme, por favor…?
—Solo me siento mal, papá.—agrego.—No es nada importante…
—Llevas ausente de la universidad toda la semana.—me recuerda.—Eso es algo realmente preocupante.—hace una pausa.—Mara y Penny han llamado preguntando por ti…
—No tengo ganas de hablar con nadie.—respondo.
—¿Peleaste con Luke?—la mención de su nombre trae a mi cabeza una vez más las imágenes de él besándose con Isabella y mi corazón duele automáticamente.
—Terminé con Luke.—respondo saliendo de mi escondite finalmente.
—¿Qué…?—pregunta.—Esto lo explica, supongo. ¿Por qué?—añade.
Mis ojos se encuentran con los de papá y niego lentamente.—La verdad es que prefiero no hablar del tema, hacerlo todavía me duele y ciertamente yo…—suspiro.—No tengo ánimo alguno para hacerlo…
—De acuerdo.—susurra.—Pero, mi amor…tienes que volver a la universidad ¿sabes? No puedes simplemente quedarte aquí.—hace una pausa.—Entiendo que te duela porque sé cuánto querías a Luke pero la vida tiene que seguir. No puedes simplemente quedarte aquí todo el tiempo, además…esto va a afectarte en tus notas… ¿no crees?
—Si voy a la universidad; él estará ahí.—murmuro.
—Estudia ahí.—me recuerda.—Pero vas a tener que ser lo suficientemente valiente como para lidiar con eso sin que te afecte. ¿Lo sabes, verdad?
—¿Christopher te lo contó, no?—pregunto alzando una ceja.
—No.
—Oh, vamos.—susurra.—Sé perfectamente bien que Christopher te lo contó.
—No me contó nada, Skye.—hace una pausa.—De verdad. ¿Por qué él lo sabía, en primer lugar?
—Porque Christopher estaba ahí cuando…—niego lentamente.—No importa de todos modos.
—Bueno…pues de todos modos sigo creyendo que tienes que salir de esta habitación e ir a la universidad.—se queda en silencio un segundo.—Sé que te duele que su relación haya terminado pero como ya te dije no puedes quedarte aquí y de todos modos; que vayas servirá para que te despojes un poco. Después supongo que puedes ir de compras con las chicas al centro comercial, no es bueno que te quedes aquí, Skye…
—¿Echas de menos a mamá?—cuestiono sin más.
—Todos y cada uno de los días de mi vida.—responde.—Pero sé que ella nos está mirando desde el cielo y se siente muy orgullosa de nosotros…
—Espero que sí.—susurro lentamente.
—Vamos.—anuncia dejando un beso sobre mi frente.—Ponte de pie, toma una ducha y deja de pensar en cosas malas. Sé que tener el corazón roto puede llegar a ser un verdadero dolor de cabeza pero la vida tiene que continuar, amor.—hace una pausa.—No pienses en eso ¿de acuerdo?—asiento lentamente.
—Te quiero.—murmuro.
—Yo también te quiero…
(…)
—Buenos días.—saluda Christopher en cuanto me ve entrar en la cocina. Lo miro un momento mientras él permanece con la cadera apoyada en la encimera de mármol llevando su taza a sus labios.—¿Te sientes mejor?
—Buenos días.—respondo.—Y sí, me siento mucho mejor.
—Que bueno.—susurra.
—Gracias.—comienzo. Los ojos de Christopher vuelven a posarse sobre los míos y sus cejas se fruncen ligeramente.
—¿Por qué estás dándome las gracias?—pregunta alzando una ceja.
—Por no contarle nada a mi papá sobre lo que pasó con Luke…—murmuro y él niega de inmediato.
—No lo hice porque simplemente a mí no me correspondía hacerlo, Skye.—hace una pausas.—Esos son temas que únicamente te conciernen a ti y ya…
Los ojos de Christopher vuelven a encontrarse con los míos y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.—Pues gracias de todos modos.
—¿Hoy si vienes a la universidad?—pregunta.
Me río.—Sí, definitivamente sí. Mi papá habló conmigo y para ser honesta creo que tiene toda la razón.—hago una pausa.—En algún momento tengo que volver a la universidad y no puedo pasarme la vida entera encerrada en mi habitación lamentándome por lo que pasó… ¿Verdad?
—Me parece justo.—responde él.—Creo que tienes que seguir con tu vida.—hace una pausa.—Perdón que te lo diga pero ningún hijo de puta que sea capaz de engañarte merece que pierdas el sentido de vivir solo por él. ¿Lo sabes, verdad?—pregunta sin dejar de mirarme.
—Supongo que tienes razón.—susurro.
—Oye… ¿Qué te parece si después de la universidad te invito a comer?—cuestiona ofreciéndome una pequeña sonrisa.
—Christopher…
—Es en plan de amigos, Skye.—responde de inmediato.—Anda, te va a hacer bien salir de casa ¿no crees?—hace una pausa.—No conozco bien la ciudad todavía pero Mara y Penny me han estado dando instrucciones de cómo llegar a distintos puntos en los días en los que no has estado asistiendo…
—Vaya, no sabía que tenías tan buena relación con Mara y Penny.—inquiero y una risita lo abandona.
—Mara es un poco más reservada.—hace una pausa.—Penny es muy extrovertida y me gusta que sea así, quiero decir…es divertida; aunque si te soy sincero algunas veces tengo la impresión de que le gustaría follarme…
Mis ojos se abren y una carcajada escapa de mis labios.—¡Christopher…!
—Lo digo de verdad.—responde.—Es la manera en la que me mira.—se ríe.—De todos modos no importa… pero vamos… encontré un restaurante de hamburguesas, probablemente lo conoces pero a mí me gustaría ir…—me mira.—Escucha…no tienes que guardar luto por Luke, lo que él hizo contigo fue algo realmente bajo así que no creo que tengas cualquier tipo de compromiso con él. Solo tienes que dedicarte a disfrutar y ya…—me sonríe y mi estómago se revuelve automáticamente ante la sonrisa tan confiada que él me está ofreciendo.—¿Entonces vienes…?
—Supongo que me gustaría.
—Excelente.—susurra.—Ahora… ¿podemos irnos de una vez?—cuestiona.—Se está haciendo tarde…
—Claro, andando…
(…)
—¡Es un gran hijo de puta!—exclama Mara frunciendo sus cejas.—Dios, Skye es que te juro que la impotencia que siento en este momento es mucho más fuerte que yo, en este jodido momento podría ir hasta él y arrancarle las bolas y frenar su jodida descendencia…
—Ya no tiene caso.—respondo encogiéndome de hombros.
—¿Qué no tiene caso?—chilla ofendida.—Claro que tiene caso. ¡Luke es probablemente el hombre más imbécil en toda la jodida universidad! Dios, ni siquiera sé cómo es que me caía tan bien.
—Luke le cae bien a todo el mundo.—le recuerdo.
—Claro que sí y es solamente porque es el hijo del rector.—reclama entornando sus ojos con una mueca de fastidio.—Pero vamos…supongo que tienes razón cuando dices que ya no tiene caso.—hace una pausa.—Ahora lo importante es que tienes que venir con Penny y conmigo a emborracharnos.
—¿Qué?
Se ríe.—Claro que sí.—asiente.—Haremos una pijamada en mi casa y beberemos hasta que perdamos la conciencia…o hasta que vomitemos en la ridícula maceta rosada de mamá… ¡lo que sea que pase primero!
—Oh, no podría ver a tu madre a la cara nunca más.—respondo haciéndola reír.
—¡Eres una estúpida!—se burla.—Pero me agradas...
—¿Se puede saber por qué diablos no apareciste en la universidad una semana completa?—cuestiona Penny acercándose a nosotras.—Te llamamos un millón de veces porque estábamos preocupadas y te juro que la última vez que me preocupe por alguien fue por aquel hombre lindo que comenzó a trabajar en la cafetería de Ritchie cuando yo también lo hice por aquel castigo ridículo de mi madre…
—Pero solo se preocupó por él porque era quien la follaba detrás de los refrigeradores de la cafetería cuando todo el mundo se iba…—agrega Mara.
—Una buena follada no se le niega a cualquiera.—responde.—Pero ese no es el punto.—me rio.—El punto es que no apareciste en una semana completa y en serio estábamos preocupadas.—hace una pausa.—Tratamos de persuadir a Christopher para que nos contase que fue lo que pasó pero el muy hijo de puta sabe mantener un secreto así que no nos dijo nada, en su lugar nos invitó a salir…
—¿A salir?—pregunto.—Vaya, no tenía ni idea…
—Resulta que además de ser odioso, misterioso e irónico. ¡También es condenadamente agradable y divertido cuando quiere por no hablar de lo increíblemente sexy que es!—se ríe.—Es todo un estuche de monerías, eh…
—No tenía ni idea de que habían salido con Christopher…
—Bueno, quería conocer la ciudad y en vista de que su guía turista estaba debajo de su cama lloriqueando por un hijo de puta, nos invitó.—exclama Mara.
—¡Alto ahí!—anuncia Penny.—¿Qué es eso de que estabas debajo de la cama lloriqueando por un hijo de puta?—cuestiona alzando una de sus cejas.—¿Qué fue lo que pasó…?
—Terminé con Luke.—suelto sin más.—Y la verdad es que preferiría no hablar más del tema. Es lo suficientemente doloroso y humillante la manera en la que pasó que ni siquiera me siento lista para aceptarlo…
—De acuerdo, de acuerdo.—susurra elevando sus manos en señal de inocencia.
—Por eso le he dicho a Skye que hoy haremos una pijamada para emborracharnos.—añade la voz de mi amiga rubia. Los ojos de Penny van hasta ella y una amplia sonrisa se abre paso en sus labios.
—Oh, sí. Acepto.—decide cruzando sus brazos por encima de su pecho.—¡Suena como el mejor de los planes!
—Hoy no puedo.—anuncio en voz baja.
—¿Qué?
—Hoy no puedo.—repito.—Christopher me invitó a comer así que iré con él.—murmuro lentamente y cuando sus miradas se encuentran una sonrisa maliciosa se forma en sus labios.—Oh, no. conozco esa mirada y esa sonrisa…no depara nada bueno.
—Oh, vamos. No seas tan mala.—se burla Penny en medio de una risita.—Mira…lo que tienes que hacer ahora que Luke y tú no son más pareja es seguir adelante…
—Lo sé.
—Con Christopher.—jadeo.
—Oh, no.—niego.
—Oh, sí.—asiente la pelirroja.—Skye…basta de seguir siendo la santa que tu padre quiere que seas, no puedes complacerlo en todo lo que él dice ¿sabes?—hace una pausa.—Te estás perdiendo de lo mejor solo por hacer algo que ni siquiera quieres hacer…
—¿Qué se supone que no quiero hacer?—cuestiono alzando una ceja.
—Lo sabes a la perfección.—responde.—No quieres seguir llevando ese anillo en el dedo y está bien…
—¿Otra vez el tema del anillo?—pregunto dejando escapar un prolongado suspiro.—Dios, chicas… ¿pueden superarlo…?
—No hasta que te lo saques.—decide Mara.—Skye…solo piénsalo un momento… ¿Qué pasa si un chico gusta de ti y no se acerca por miedo…?
—¿Miedo?—repito frunciendo mis labios.
—Llevas un jodido anillo de castidad en la mano.—hace una pausa.—De alguna manera eso asustaría a cualquier chico…
—Creo que Mara tiene razón.—añade Penny.—Mira…solo queremos que seas feliz, que disfrutes de la vida, que experimentes todo lo que una chica de nuestra edad experimenta…
—¿Cómo tener sexo?—pregunto.
—Entre otras cosas pero sí.—asiente.—Creo que sería divertido y con todo el respeto del jodido mundo hacia tu padre; creo que a tu madre no le hubiese gustado que te perdieses de todo esto solo por seguir las reglas de tu papá…—me quedo en silencio un momento.—Escucha…Christopher parece un buen chico…
—Así que por ahí va todo esto.—respondo.
—Pues sí.—asienten ambas.
—¿Por qué no te das una oportunidad con Christopher?—propone Mara sin dejar de mirarme. Mi corazón se acelera de inmediato.—Creo que podrías intentar conocerlo un poco más…conocer sus puntos de vista y tal vez así descubras que una relación amorosa puede ir mucho más allá de Luke Powell…—hace una pausa.—No tienes que follártelo si no quieres…
—Aunque deberías de querer…—agrega Penny ganándose una mala mirada por mi parte.
—Pero creo al menos deberías de darle una oportunidad…ser amigos, conocerse más y tal vez descubras con el tiempo que Christopher te gusta mucho más de lo que admites, que te inspira confianza y que con él te sientes completamente segura y querida como para entregarle tu cuerpo…
Jugueteo con el anillo de castidad en mi dedo y me muerdo los labios antes de deslizarlo fuera de mi dedo anular bajo el escrutinio de mis dos mejores amigas. Los ojos de Penny se abren con total sorpresa cuando se lo tiendo lentamente y lo toma sin decir nada más aunque con la sonrisa y la mirada de orgullo que está obsequiándome las palabras en este jodido momento salen sobrando sin duda alguna.
—No quiero llevarlo más…—anuncio en voz baja.
—¡Esa es mi chica!—celebra la pelirroja.
—¿Te gusta Christopher, verdad?—cuestiona Mara lanzándome una amplia sonrisa.
Me muerdo el labio inferior.—Me gusta Christopher…
—¡Lo sabíamos!—repone ella.—Era obvio,la manera en la que lo miras...
—Hablando de eso...por la manera en la que tú lo miras Christopher cree que quieres follar con él.—Mara se ríe y Penny suspira.
—Y cree bien.—Asiente.—Pero es tuyo así que por mí está bien. Ya habrá alguien a quién si pueda follar después...
—Penny...—la llama Mara y las tres nos reímos.
—Yo no sé que sería de mí sin ustedes...—murmuro.
—Una santa, Skye...serías una jodida santa...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top