3. Feliz cumpleaños
Peor que meterte en el cuarto de un chico en tu primer día de clases, es hacerlo acompañada de tu madre.
-Mamá, en serio...no creo que debas hacer esto-digo, una vez que estamos a un par de puertas de la habitación de Ángel. Esta guerra de niños comienza a sacarme de mis casillas en verdad.
Ella mira de reojo a los chicos que pasan a nuestro alrededor, se abraza los codos y los esquiva como si tuviesen alguna clase de peste. Por mi parte, pienso que están bastante bien.
Santo cielo, casi he soltado ese comentario en voz alta. De hecho, lo exclamó mi mirada al examinarlos indiscretamente al pasar.
-Esto no es...como lo recordaba-dice ella con la voz en alto cuando la aparto para no pasarme peor vergüenza de la que ya traigo frente al chico que me está dando la bienvenida.
-No-contesto entre titubeos-, definitivamente...no lo es. Y eso no debiera ser un problema. Simplemente los adolescentes de hoy...no somos como en tu época.
Ella frunce el entrecejo.
El peso de la mirada de Ángel quien aguarda afirmado a la puerta de su cuarto me resulta intimidante.
-¿Qué clase de comentario ha sido ese, Azul?
Su tono en esfuerzo de reprenderme hace que presione los puños. Mi nivel de tensión está alcanzando estados monumentales.
Desde que papá se fue de casa, mamá se ha convertido en una especie de ser asfixiante que debe medir absolutamente todo lo que yo hago. Quedé presa de su odio hacia su ex marido, mi padre. Mi presencia debe recordarle todos los días que su matrimonio perfecto (a vista de los demás) fracasó. Entonces debo ser perfecta para la mirada de otros. Cosa que nunca podrá suceder.
-Simplemente que...los otros chicos nos miran, ¿acaso ves que otra persona venga a su habitación del brazo de su madre?-murmuro.
-Porque estos cuartos son de chicas. No puedo creer que tengan a ese director, mira la indicación que dio-ella se cruza de brazos, es obvio que se está refiriendo a mi non grato compañero-. No cabía esperar otra cosa de una persona como él...
Levanto una ceja y la miro con sospecha. No es momento de ponernos a discutir de qué clase de problemas solía meterse su viejo conocido, mucho menos delante de Ángel quien cruza un pie tras otro mientras bosteza exageradamente para recordarnos que sigue ahí.
-No se preocupe, señora Rizé-le grita Ángel-, no tengo otra cama para su hija en mi cuarto. Ya está ocupada.
Mamá se pone tensa de solo imaginarnos lo que él acaba de sugerir: estaré en la misma habitación con dos chicos.
Las venas en el cuello de ella se marcan mientras le dirige un vil vistazo a Ángel.
-Lo que sucede-agrega él-, es que puede dormir conmigo, si le apetece.
Ay, no...
-¿Cómo rayos es que quedaste en el Comité de Bienvenida?-le contesta ella. Debo sujetarla de un brazo para que no arremeta en su contra.
Él se encoge de hombros y contesta:
-Por mis encantos, ¿no es obvio?
-Mamá-intento que se vuelva y que me mire a mí-, estaré bien. Puedes irte tranquila, ya estamos aquí y...necesito que confíes en que podré hacer esto-le pido con un hilo de voz apenas.
Admirada de haberme animado a decirle eso, espero que se conmueva o diga algo notando la importancia que tiene lo que acabo de confesarle.
-En mis tiempos, había que hacer grandes méritos para poder enseñarle la escuela a un nuevo alumno-contesta, enfrascada en su propia conversación interior. Ni siquiera ha notado lo que acabo de decirle...pero debo resignarme, estoy acostumbrada a que siempre intente ignorar o taponar qué es lo que quiero, ella "sabe" lo que está bien para mí.
-Ya estoy acá-confieso, observando la valija que hemos bajado del auto y descansa sobre la pared lateral a la puerta-. Esta situación creo que es una enorme prueba. Me iría contigo, pero-"debo admitir que Ángel me parece sexy y divertido", ouch, no es algo que pueda decir-, creo que tenías razón con eso de tener que afrontar seriamente mi futuro.
Por otro lado, si la máxima autoridad de esta escuela piensa que estoy a salvo con el idiota que espera a unos metros, es porque tendrá razón, ¿verdad? Estaré a salvo con él...supongo.
Mamá vuelve a dirigirme un vistazo de "no te creo del todo". Debo darle la derecha en lo que respecta a que no estoy cien por ciento segura al quedarme en este sitio, pero Ángel ha sido la primera persona en el mundo que exterioriza todo lo que piensa respecto del pegoteo imposible de criticar que mamá tiene conmigo.
-Es importante para mí que puedas confiar en que...podré arreglármelas haciéndome valer-le digo por fin-, te avisaré de todo, me iré hoy mismo si encuentro algo que no me gusta, te llamaré, lo prometo.
-Te vas esta noche si el...director no te asigna la habitación que mereces en la residencia estudiantil para mujeres.
Esa debe quedar en el ala opuesta al edificio.
-Está bien-suspiro-, pero tranquilízate. Debo ir a conocer el resto del campus. ¿Sí?
-Bien...-ella parece renunciar a algunos prejuicios que la tienen clavada al suelo-. Estaré pendiente de todo.
No sé si lo dice con intención protectora o amenazante, pero toma mi mano para dejar una cajita pequeña lo cual interpreto como su consentimiento a despedirse. Por supuesto que no me abrazará como hacen las madres de verdad, ella es una versión bastante fría que me he encargado de reproducir.
-Feliz cumpleaños. Úsalo cada día...por favor.
¿Ha sido percepción mía o puede que su voz se haya quebrado apenitas con la última palabra?
Quedo helada, sin saber si abrirlo o no. Acto seguido mamá le echa un vistazo a mi compañero, donde saltan chispas antes de marcharse finalmente. "Chau, mami. Te quiero". Intento decirlo en voz alta, a veces creo que ella también intenta decirlo, pero ninguna de las dos nos animamos.
Me guardo la cajita en el bolsillo del saco del uniforme y me dirijo mi valija, la tomo por el mango y luego me voy hasta Ángel.
Este mantiene una sonrisa maliciosa en dirección a mi madre quien se marcha acongojada.
-¿Es tu cumpleaños, bomboncito?
-¡Cierra la boca!-le digo con un dedo índice en alto. Quizá con mi madre me inhibo, pero no frente a la posición amenazante de un chico estúpido, estos los hay en todas las escuelas lamentablemente. ¡Además que ha herido a mamá! Creo que también me he pasado al no defenderla-. Ahora verás.
Abro la puerta, agarro del brazo a Ángel y lo empujo dentro del cuarto. Es probable que esté resentida porque mi mamá no me abrazó antes de marcharse.
-Grrr, qué salvaje, nen...
-¡Cállate!
Cierro la puerta a mis espaldas y él se planta al suelo ya dentro de la habitación. La valija cae a un costado.
Ángel se posiciona tan cerca de mí que las solapas de mi saco y las de él quedan rozando.
-Y no te atrevas a llamarme "nena"-mi voz suena determinante.
Él se roza los dientes con la lengua.
Es terriblemente sensual y ya siento que lo odio con todo mi ser...
...hasta que alguien se aclara la garganta dentro de la habitación.
Miro tras Ángel y hay sobre una cama que da a la ventana, un chico con rastas rubias y barba incipiente yace tocando una guitarra.
-Consíganse un motel-dice él.
Santo...cielo.
-¿Eres nueva?-dice el chico.
Y deja la guitarra a un lado para venir hasta mí, con Ángel a su lado. Ambos miden al menos quince centímetros más que yo y me han acorralado contra la puerta que yo misma cerré...
-Es su cumpleaños-dice Ángel-. ¿Por qué no hacemos una fiestita?
Su amigo lo mira.
Y luego a mí.
Oh, oh... ¿Qué es "una fiestita"?
__________________
#ÁNGEL #Wattpad
__________________
Hola bellxs Angels 👿❤ Muchas gracias por permanecer al otro lado.
A ustedes qué les está pareciendo? Y qué tal les parece nuestro bellezo de Ángel?😈😂
Nos leemos pronto, les adoro 🙆♂️
Bsss,
L.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top