Mansión Morningstar, biblioteca.

En sus 100 años, Charlie nunca había estado aquí, pero desde que comenzó a hacer sus investigaciones por curiosidad, comenzó a pedirle a su padre unos libros con dichos temas, sin embargo, era la primera vez que venía aquí, sintiéndose casi como una invasora en su propia casa, la biblioteca de la mansión.

Tan grande , con libreros , escaleras normales y con ruedas, dos pisos , un par de chimeneas, mesas y varios sofás para una persona o puff, que bien podría ser una biblioteca pública.

Mientras se movía por los estantes, viendo tanto libros de ficción como de historia y conocimiento, sin estar segura de que era lo que buscaba, se puso pensativa de porque nunca había venido aquí, no es que tuviera prohibido el acceso.

Entonces ve el libro que trae bajo el brazo, 'la historia del infierno' , que había sido muchas veces la respuesta a sus preguntas.

Mientras veía lo libros de los muchos anaqueles , reconoció algunos por las clases que sus padres le habían dado. Había todo un librero con libros sobre patos, sin duda de Lucifer. Ella se rió un poco antes de pensamiento.

Entonces vio uno cuyo título de llamo la atención: 'Los Imps granjeros de Ira'.

Al ver ese título, Charlie recordó que en sus clases, Lilith le había enseñado sobre la fertilidad del anillo de la Ira y como era el principal proveedor de cultivos infernales, pero nunca le enseñó nada sobre los que se encargaban de dichos cultivos.

Decidió tomar ese libro para comenzar.

Mientras se sentaba en uno de los puff y comenzaba a leer, no se dio cuenta de que desde el segundo piso de la biblioteca, Lucifer la veía.

Lucifer estaba con pensamientos conflictivos, su hija nunca había entrado aquí y ahora lo hacía sin siquiera avisar o algo. Sus manos aprietan levemente el barandal con un pensamiento en mente.

" Adam. ¡Maldito! ¡Sabía que ibas a ponerla en nuestra contra! ¡Respondiendo tantas preguntas innecesarias y ahora duda de sus padres! ¿¡Acaso buscas que se entere de cosas que no debería!? " Gritó en su mente con gran ira mientras veía a su hija.

Y a la vez le llegó un recuerdo de algo que lo avergonzaba.

Flashback, 10 de Septiembre.

Lucifer, con su elegante atuendo lleno de sangre de pecador, estaba volando frente al portal del cielo, esperando.

Mientras espera, ve de reojo a la ciudad, claro, siempre había destrucción por ahí, pero su vista se enfocó en algunos lugares específicos.

Entonces una mancha blanca y dorada que venía desde su mansión fue la señal para mostrar más veneno en su mirar.

Y la figura de Adam detuvo su vuelo frente a Lucifer, ambos viéndose fríamente, sin ocultar su odio mutuo.

Lucifer se cruza de brazos, directamente preguntó. "¿Qué mierda le dijiste esta vez, con la intención de que se revele contra nosotros?"

Adam solo responde. "¿Para eso? Nada." Aseguró con firmeza. "En cuanto a de qué hablamos, eso deberías preguntárselo a tu hija en vez a la persona que odias." Dijo de manera directa y cortante.

Lucifer muestra sus dientes filosos de demonio antes de inhalar y suspirar, intentando mantener la clama pero notándose aún el veneno en su voz. "Antes de matar a ese imbécil, le pregunte los lugares donde se esconden esos dos para los que trabaja."

Adam, dándole igual, dijo. "Bien hecho."

"Fui a cada escondite y no los encontré, pero sí los destruí." Su voz cambia a una en la que claramente odia lo que está por pedirle, más que nada por a quien se lo va a pedir. "Si en un Exterminio alguien te dice un posible escondite, te suplico que priorices acabar con esos."

Adam inclina la cabeza hacia atrás, alzando la barbilla. "Básicamente, quieres que haga tu trabajo sucio."

Lucifer frunce las cejas hacia el centro. "¡Tú igual los materias si los encuentras! ¿¡Es demasiado pedirte eso!?"

Adam lo ve fijamente, esta vez con más intensidad, y lentamente se acercó al rey hasta que estuvieron uno en frente del otro.

"Esos dos han estado en mi lista desde que estaban vivos, así que lo aceptaré." Le pincha el dedo contra el pecho. "Pero ten por seguro que no es por ti por quien acepto esto, estoy seguro de que alguna de mis chicas quiere a alguno de esos idiotas para ellas." Sin dar más detalles, pasa de largo a Lucifer y regresa al cielo, mientras el rey queda viendo el portal.

Fin del flashback.

Cielo, sede exorcista. 15 de Septiembre.

Adam se estaba dando a gusto en una de las mesas del patio, brochetas de carne de ciervo y de cerdo, algo así como un Kibab Griego.

Mientras comía, pensaba en lo fácil que había aceptado la solicitud de Lucifer.

"Bueno, al menos con su destrucción no van a ser tan jodidamente difíciles de encontrar." Dijo para sí mismo mientras mastica la carne.

"Adam?" Dijo una voz femenina con acento ruso desde el costado.

Adam giró y vio a Zoya acercándose, con el casco puesto y sudor en el traje.

Adam no evitó levantar una ceja. "No entiendo porque no te quitas el casco en los entrenamientos."

Zoya se acaricia el costado de la máscara. "Me gusta el casco, señor- digo, Adam." Respondió con simpleza antes de decir. "Me dirigía a la duchas, pero quería aprovechar que Se encontraba solo para hacer una pregunta."

"Pues hazla." Respondió sin problema mientras le da una mordida a otro pedazo de carne.

"¿Por qué pidió que, en las historias de porque existimos las exorcistas, dejemos de contar sobre el anticristo?" Su tono mostraba desacuerdo con eso.

Adam dejó de masticar y vio fíjense a Zoya antes de tragar esa carne. Se puso los dos dedos índices uno contra el otro mientras inhalaba.

"Tenemos muchas historias, Zoya, quitar una no va a hacer que los ganadores sospechen."

Zoya, protestando, abre los brazos. "¿¡Pero por qué esa historia, específicamente!?" Cierra los puños a la altura de los hombros. "¡Los reyes del infierno ya tienen mala fama en el mundo mortal! ¡Con esa historia nos aseguramos de que su engendro también lo tenga!"

La mirada algo fuerte que Adam le dio la hizo temblar. "Piénsalo así. Zoya." Su noto frío filtraba un ápice de enojo. "¿Es en verdad justo darle tan mala reputación a alguien que aún no ha causado nada para ganársela?"

"Pero, pero-" Zoya titubea, antes de dar una pisada de desacuerdo. "¡Señor! ¿¡No se supone que ahora esa niña podría ser una amenaza!? ¡Ese debería era suficiente razón para que esa malvada sea odiada por los ganadores!"

"Ella puede volverse malvada un día, eso es verdad." Comenzó Adam, mostrándose sereno mientras hablaba.

Zoya retrocede unos pasos mientras su líder seguía hablando.

"Los niños pueden llegar a ser sorprendentemente malvados, varios niños pecadores que hemos eliminado tienen ese historial, y si tienen poder, pueden causar mucho daño incluso sin querer, y sí, a futuro ella podria ser una enemiga, estoy mentalmente preparado si eso pasa." Las palabras de Adam mostraban seriedad y una gran cantidad de pensamiento tras ellas. "Pero por ahora no lo es y, hasta que no haya hecho algo para ganarse esa opinión," Niega con la cabeza. "No debería ser víctima de eso solo por paranoia."

El silencio de Zoya y la expresión de su máscara mostraba que no sabía que decir.

Adam volvió a sus Kibab.

Exterminio. 1934.

Los exorcistas lanzaron un grito de sed de sangre mientras comenzaban a descender al infierno.

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Adam se lanzó en picada a lo largo de la calle con un gruñido de mal humor, dando un conte de costado con su alabarda,  pasando de largo a una hilera de pecadores , que dejaron de correr al instantes con miradas de shock.

Adam volteó lentamente hacia ellos y sonrió al ver como sus cuerpos literalmente se partieron por la mitad, muriendo al instante.

Se elevó por los cielos buscando más víctima, sus ojos mostraban sed de sangre.

Mientras buscaba, veía que las calles ya estaban llenas de varios cadáveres, que tenían lanzas, espadas y otras armas blancas clavadas en los cuerpos.

Adam negó con la cabeza al ver eso. "Siempre dejando sus armas cuando las lanzan." Se encoge de hombros. "Bueno, siempre podemos forjar más." Acaricia su alabarda con cariño. "Pero nadie te va a reemplazar nunca, belleza." Entonces su halo vibró y se lo sujeta unos segundos para responder. "¿Qué pasa, perra?"

"Eh, señor, mejor venga aquí, hay algo que debería ver." El tono vacilante de Lute y el nerviosismo en su voz fue un indicador instantáneo de Adam para saber que algo andaba mal.

"Hay voy." Adam corta la comunicación y su tensión en su rostro muestra que se tomó en serio lo que dijo Lute. "Debe ser algo grande."

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Y lo fue , apenas había pasado una hora del exterminio, pero cuando Adam llegó donde Lute, la vista fue una mezcla de sorpresa y desconcierto.

Cadáveres de pecadores, exibidos en árboles hechos con sombras físicas, colgados de distintos modos: crucificados, algunos con un gancho clavado en la nuca como si fueran carne en exhibición, otros con raíces atravesando algunas partes de sus cuerpos o rodeando extremidades para sujetarlo, otros con marcas de mordidas por varias partes de cuerpo, con pedazos de dicha carne arrancada como si hubieran sido atacados por un lobo feroz o algún animal con colmillos.

Pero en el frente de donde se encontraban dichos árboles con cadáveres había un objeto exhibiéndose en perfecto estado.

Una radio.

Una que estaba encendida y emitía un sonido de gritos. Gritos horribles, terribles.

Adam entrecierra los ojos pensativamente. "Mórbido, pero no es el estilo de Jack o Grigori."

Lute niega con la cabeza. "No es por eso, señor." Hace énfasis en los cadáveres. "Son los Overlords desaparecidos, varios de ellos."

Adam abre los ojos al escuchar eso. "¿Hay más?"

Lute asiente. "Las sargentos me comunicaron hace unos momentos para decirme que encontraron lo mismo: árboles de sombra sólida con cadáveres de varios Overlords, veteranos y novatos, colgando sin vida , con una radio que emitía gritos, y, lo más extraño, no había prueba de que haya sido energía ángelical la que los mató de manera permanente."

"Hmm, ¿aún están por ahí?"

"Les dije que esperaran a sus ordenes. Me dijeron que eran algunos de los mas temidos como: Pedro de Alvarado, Mary Ann Cotton, Jacques de Molay, Maximilien de Robespierre, William Kidd, incluso Kösem Sultan-."

"¿Esa perra?" Dijo, sorprendido. "No creí que seguía con vida después de intentar conspirar con los reyes." Da una carcajada irónica. "Aunque claro, no me sorprendería que haya entregado a uno de los suyos para salvar su trasero."

Antes de que Adam pudiera decir otra cosa , la radio de repente empezó a vibrar y los gritos se desvanecieron en el fondo.

Y una voz habló a través de ella, una voz masculina y educada , cuyo filtro de radio sonaba demasiado natural incluso para una radio normal.

" ¡saludos a nuestros visitantes celestiales! ¡Prepare esta transmisión especialmente para ustedes!" Dijo la voz al otro lado de la radio con un tono educado y respetuoso, aunque la diversión en ella no sabían si era de burla.

Adam levantó una ceja ante la voz mientras miraba fijamente el dispositivo.

"Soy nuevo en estos lugares, pero escuché historias de que a ustedes, gente encantadora, les encantaba el olor de los Overlords muertos en un Día de Exterminio. Espero que hayan disfrutado de la exhibición que preparé especialmente para ustedes, de sus presas favoritas." La voz suelta una pequeñas risitas. "Aunque claro, supongo que les quité algunos manjares del mercado de cacería."

Lute ahora sospechaba. "¿Es una especie de amenaza o solo está alardeando?"

Adam no respondió y continuó escuchando la transmisión.

"Espero que todos disfruten de la música de mi transmisión, una melodía adecuada para acompañar su purga anual de almas condenadas", continuó la voz. "Y antes de irme, permítanme agregar una más que preparé especialmente para el líder exorcista, les presento a ... ¡William Gull!" Anunció alegremente a su invitado especial.

Ahora eso sí llamo la atención de Adam. "Otra de las perras sirvientes de Jack."

Lute sospechaba aún más ahora. "Este tipo trabajará para él?"

La radio hizo unos ruedos de algo metálico arrastrándose y ...

"¡E-espera, ¿¡que vas a -!? ¡Ahhhh!" Se escuchó un grito de dolor desde la radio, acompañado de ruidos de carne siendo desgarrada.

"Jejeje." La voz del locutor parecía divertida.

"¿¡Tienes idea de para quienes traba-- ¡gahhh!" Al principio intentó amenazar, pero lo que el hombre de la radio estuviera haciendo, sin duda era horrible.

Y siguió el sonido de huesos rompiéndose como costillas a la parrilla.

Ahora William Gull intentaba suplicar. "¡Podríamos hacer un --! ¡Por dios, se está comiendo mis pulmones!"

El sonido de un masticar húmedo y carnoso salía de la radio ahora.

"¡Quítate de encima de mí, maldito ciervo enfermo!"

"¡Jajajaja!"

"¡¡¡AHHHHHH!!!"

El grito continuó y continuó mientras se mezclaba con el fondo, uniéndose al resto de las voces que gritaban del audio.

"Espero que todos hayan encontrado deliciosos sus gritos. Yo lo hice con su carne, pero no tenía mucha, ¿sabes? ¡Feliz Día E, mis compañeros cazadores!"

La transmisión de cortó y hubo un breve silencio.

"¿Lute? El primer cabrón que pueda decirnos algo sobre ese imbécil de la radio tiene un pase gratis."

Lute asiente. "Entendido, señor." Estaba por irse, pero la sonrisa complacida de Adam la detuvo y confundió. "Señor?"

"Los Overlords que mencionaste, era sutil pero se escuchaban sus gritos en esa mezcla." Cierra los ojos con regocijo sadico. "Música para mis oídos. Varios de ellos se nos han escapado desde que llegaron aquí."

Lute , refunfuñando entre dientes, agrega con dureza. "Hubiera preferido matarlos yo misma."

Adam asiente, casualmente. "Sí, yo también, pero esto es igual de agradable."

Y con eso dicho, los dos despegaron para buscar más víctimas.

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Solo una hora antes de que termine el exterminio.

Adam hizo un corte inclinado en el aire con su alabarda, lanzando un corte de arco de energía, partiendo a la mitad a todo un grupo de pecadores.

"Jeje. Veinte con un solo tiro."

Desde atrás, Lute aterrizó en picada, clavando su espada en el cráneo de un pecador que intentaba atacar a Adam por detrás.

El primer hombre volteó y vio a Lute sacar su espada de ese sujeto. "¿Eso era un demonio de Tasmania?" Preguntó, viendo el cadáver.

"Era eso o un zorrillo, señor." Sacude la espada, intentando quitar la sangre.

Ambos prenden vuelo de nuevo, viendo por las calles llenas de cuerpos, buscando más víctimas.

"Es una pena que no hayamos encontrado más Overlords para nosotros." Dijo Lute, un poco frustrada.

"Entre el miedo a nosotros y ahora ese idiota de la radio, sin duda deben estar escondiéndose como tortugas." Lo piensa un poco. "Pero es extraño, si ese tipo de la radio en verdad cazó a tantos Overlords de tan alto nivel, ¿por qué mostrar a un pecador ordinario como William Gull para presentarse a nosotros?"

"Quizá una burla a nosotros, señor." Razono Lute. "Nos muestra una gran cantidad de Overlords que no pudimos capturar y nos muestra los gritos de un pecador normal como burla de que no pudimos con los de alto nivel."

"¡No es así, mis compañeros alados!" Dijo una voz con filtro de radio desde alguna parce cercana.

Ambos se detuvieron y vieron hacia abajo desde donde flotaban.

Lute lo fulminó con la mirada y Adam arqueó una ceja.

Ahí, de pie con una enorme y dentuda sonrisa de autoconfianza, con una sombra viviente actuando como su propia sombra.

De complexión delgada, elegante, con la piel de color beige y una amplia sonrisa llena de afilados dientes amarillos. Mide aproximadamente 2 metros.

Su pelo es recortado y anguloso, de color rojo rosáceo con puntas negras en los extremos y dos grandes mechones de pelo con puntas negras que se extienden desde la parte superior de la cabeza, evocando las orejas de un ciervo. El peinado tiene un corte en la parte trasera y dos pequeños cuernos negros que sobresalen de la coronilla.

Sus ojos tienen escleróticas de color rojo oscuro, iris rojo brillante y finas pupilas negras. También lleva un monóculo ovalado de color rojo oscuro, con el borde negro, sobre el ojo derecho.

Viste un abrigo rojo a rayas con solapas rojo oscuro ribeteadas de blanco, que está raído a lo largo del dobladillo inferior. Debajo lleva una camiseta roja brillante con una cruz negra en el pecho y pantalones negros largos con puños rojos brillantes a juego.

Se adorna con una pajarita negra anudada con un brillante centro rojo, guantes negros con rojo en las puntas de los dedos y botas negras de punta con huellas de cascos de ciervo rojos estampadas en las suelas. También lleva un fino bastón con un micrófono sensible de estilo vintage acoplado al mismo.

El pecado con toda la confianza del mundo, hizo una reverencia, pasando su mano derecha, con todo y micrófono, bajo su estómago hacia la izquierda.

"Alastor." Se presentó a sí mismo antes de volver a su postura y ver a los dos ángeles. "Díganme," Se tironea un poco de las solapas. "¿Les interesaría información sobre algún Overlord que esté en su lista y que no puedan encontrar?"

Fue sutil y ninguno de los exorcistas lo notó, pero en las suelas de Alastor, un poco de sombra se movió para sujetarlo de los pies, teniendo una ruta de escape lista si esto sale mal.

Nadie se movió por un momento.

Entonces Adqm sonrió.

Para su crédito, Alastor no se inmutó cuando Adam cayó como un cometa y aterrizó detrás del Overlord con un fuerte ruido.

Sin embargo, Alastor estaba un poco... sorprendido por la gran altura del Primer Hombre.

"Me di cuenta de que eres mucho más grande que tus compatriotas femeninas", reflexionó Alastor mientras se enfrentaba al Exorcista Jefe.

"Joder, habla o volverás a la lista de caza", advirtió Adam.

"¡Está bien!" Dijo el demonio ciervo con diversión. "¡Se sabe que has estado recibiendo mensajes de Jack y Rasputín durante los últimos años!" Señala con el pulgar hacia la ciudad. "Mi pequeña exhibición debió hacerte notar que soy bueno cazando presas que han sabido esconderse durante años, siglos algunos."

"Sin duda lo hiciste."

"Jeje, ¡Sé que aún se esconden por la ciudad, aun cuando nuestro querido rey destruyó varios de sus escondites hace unos meses!"

"¿¡Y como lo sabes, escoria!?" Dijo Lute, aterrizando detrás de Alastor , con su mano en el mango de la espada.

La oreja de Alastor se movió nerviosamente, muy consciente de que estaba atrapado entre un enemigo peligroso y un enemigo MUY peligroso. "Porque, damisela, ellos intentaron obligarme a firmar un contrato", dijo con indiferencia, estudiando a la exorcista. "Me negué. Parece que aun con el daño que nuestro rey les hizo, aun tiene mas bases secretas que ni sus aliados mas cercanos conocen." Entonces su sonrisa se volvió más astuta, recordando algunos rumores que ha estado escuchando. "Sin mencionar que también se ha esparcido la historia de que ellos dos están tras... una presa única dentro de la realeza."

Adam se acercó un poco más, entrecerró los ojos y la miró con una mirada escrutadora. "Si ninguno de ellos es dueña de tu maldita alma, ¿cómo diablos podrías tener información útil sobre ellos?"

Alastor cambió a una sonrisa burlona. "Pensé en encargarme de ellos yo mismo." Hace girar su bastón. "Sus voces agregarían una calidad encantadora y excéntrica a mi transmisión".

El Overlord hizo una pausa y permitió que la transmisión en cuestión comenzara a sonar de repente. Ya fuera de su boca o de la radio en su bastón. O de ambos.

"Pero pensé que podría ser más... valioso ofrecerle ese placer a usted." dijo Alastor con una sonrisa bastante desagradable.  "Entonces, si dedicara mi tiempo y esfuerzo a localizar dichas bases secretas antes de la cacería del año próximo, ¿qué valor podría tener para nuestros visitantes del Cielo?"

Adam y Lute intercambiaron una mirada. Este ciervo tenía agallas, en eso estaban de acuerdo.

"... ¿Qué te digo? Si lo matamos el próximo Día E y no tendrás que preocuparte por nosotros hasta que comiencen los años 40", ofreció Adam.

Alastor se frotó la barbilla. "Mmm, tentador."

Se quedó completamente quieto mientras la luz del ala de Adam se hacía cada vez más brillante de forma amenazante.

"Pero si te estás metiendo conmigo, te atravesaré con mi alabarda y quemaré tu alma con Fuego Sagrado." le advirtió Adam con una mirada fulminante. 

Una de sus alas se disparó, enviando una ola de poder sagrado a un edificio cercano, haciéndolo caer detrás de Adam y el polvo rodó sobre el trío brevemente.

Lute ignoró el humo de los escombros que pasaban junto a ellos mientras Adam sostenía la mirada de Alastor hasta que el alboroto terminó. "¿Tenemos un acuerdo?"

"Uno muy perspicaz." Respondió Alastor, resistiendo su instinto de huir y poniendo distancia entre él y ese ángel.

"Bien. Porque realmente me gusta tu estúpido discurso de 'reproducir sus gritos en la radio'", dijo Adam con una sonrisa burlona, ​​permitiendo que su poder amenazante se desvaneciera.

"¡Siempre es un placer conocer a un fan!" dijo Alastor con una reverencia burlona.

"No presiones más o te voy a arrancar los cuernos", le advirtió Adam mientras le hacía un gesto para que se fuera. "Tienes un año, haz que cuente".

"Por supuesto", dijo Alastor con una reverencia. Entonces, se volvio a enderezar y su sonrisa se mostró mas traviesa. "Sin embargo, me gustaría ganarme mi excepción de este año. Hay un Overlord que tal vez te interesé esta vez."

"Te escucho."

"Tomás de Torquemada. Y, donde se encuentra, tal vez no te sorprenda."

Media hora antes del final del exterminio.

"Bueno, tuvo razón, en cierta forma no sorprende que se esté escondiendo aquí." Dijo Adam, acompañado de Lute y un puñado de otras exorcistas, viendo el lugar que Alastor le había dicho.

Un tembló infernó blanco, con un jardín delantero lleno de plantas negras infernales cultivadas a mano.

Y, rodeando dicho templo, pecadores atados a vigas de maderas claramente sometidos a horribles torturas: hombres, mujeres y niños pecadores atados y amordazados, con varias lanzas y espadas normales atravesando sus cuerpos, otros con las extremidades habiendo sido desgarradas lo suficiente para que queden colgando sin separarse por completo, claramente un intento de evitar la regeneración, otros tenían las espadas abiertas de par en par (al estilo águila de sangre), dejando expuestas sus costillas e intestinos internos.

Los exorcistas que veían se esforzaron en no mostrar, reacción ante estas víctimas de Tomás, pero sutilmente algunas desviaron la mirada o se cubrieron las bocas para evitar vomitar.

Adam gruñó entre dientes, conociendo la historia del pecador detrás de esto.

"Este tipo e mío, ustedes encargarse de estos." Dijo con firmeza antes de adentrarse en el tembló.

Mientras entraba, desde afuera escucho el sonido de carne desgarrada y destrozada, a la vez que los gritos ahogados de las personas torturadas se apagaba.

Llegó a lo que esperaba de un templo inferno: una capilla enterrada, un lugar de culto profano en el mismo Infierno. Con filas de bancos también llenos de pecadores amordazados, con clavos clavados en sus manos y en otras partes del cuerpo evitando que se levantes.

Y el frente y al centro, viendo a Adam con admiración, estaba Tomás de Torquemada.

Tomás abre el pico muy complacido y abre las alas a los lados. "Ah, el Cuidador del Edén en persona, justo frente a mi." Dijo con su acento español.

Adam invoca su alabarda y apoya la base de esta contra el suelo, viendo fulminantemente al pecador. "Sí, ese es uno de mis muchos nombres."

Tomás se fue acercando de a poco a Adam, mientras hablaba con absoluta admiración. "Gran Exterminador, Líder de los Invasores, padre de la humanidad, estoy a tu servicio." Detiene su avance y señala alrededor, con una sonrisa de satisfacción. "He cumplido con mi orden divino."

Adam aprieta su agarre de la alabarda y su mano tembló.

Tomás sonríe, con gusto al ver ese temblor. "Veo que le emociona." Vé a los pecadores alrededor con asco. "Al morir, el señor envió mi alma aquí para repetir mis nobles actos en vida sobre los herejes y no creyentes de aquí." Sonríe con sadismo. "Una misión que me enorgullece haber sido elegido." Alza la vista al techo. "¡Y ahora esa misión ha terminado y seré llevado al paraíso y genuinamente me gané! ¡Gah!"

Su discurso fue interrumpido cuando Adam clavó su alabarda en su hombro. Aprovechando el shock del pecador, Adam giró, sujetando su arma con fuerza, haciendo girar a Tomás con él y lo lanzó hacia un muro.

El choque de Tomás agrieta un poco esa pared y algunos pequeños escombros caen alrededor del águila.

Tomás ve a Adam, con una mezcla de desconcierto y confusión. "¿¡Qué ocurrió, mi gran antepasado!? ¡Gah!" Adam apretó la alabarda con más fuerza contra el hombro, haciendo que el dolor aumente.

Adam, fríamente pregunta, "¿De verdad fuiste tan arrogante como para crees que fuiste enviado aquí para eso?"

Detiene un poco su empuje para permitir que Tomás lo viera, sin entender de qué hablaba.

"Es claro que fue por eso, mi señor, no hay otra razón por la que haya terminado aquí, ¡Ahhh!"

Volvió a gritar cuando Adam le quitó la alabarda y uso la parte hacha de esta para hacer un corte profundo en la clavícula derecha, hundiendo el hacha casi hasta el pezón.

"Nunca me ha molestado si alguien es creyente o no..." Comenzó Adam con una voz peligrosa. Entonces hunde aún más el hacha hasta casi llega al estómago, provocando otro graznido de dolor. "¡Pero los que usan nuestra existencia como justificación para esos actos y , peor aún, esperan una recompensa por ellos...!" Con gran descuido intencional, quita la alabarda a agonizante pecador. "¡Esos en verdad me repugnan!"

La mirada de Tomás era débil mientras su cuerpo, casi partido a la mitad, se desangraba, veía a Adam sin comprender.

"No... no lo... entiendo. Hice... todo en nombre ... del señor." Se inclina hacia adelante, defendiendose. "¡Nunca hice nada malo en mi vida! ¡Incluso seguí castigando a los herejes y no creyentes aquí!"

Adam le sujeta los costados de la cabeza, esforzándose por no apretar el cráneo. Entonces da una dentuda sonrisa de burla cruel. "Adivina, creyentes o no, muchas de tus víctimas llegaron al cielo, sin importar en qué creyeran."

Los ojos de Tomás se abren con desconcierto y , ni un segundo después, Adam disparó luz celestial de sus palmas, haciendo que el cráneo del ave reviente en pedazos, manchando su traje de batalla con trozos de sesos , plumas ensangrentadas y de pico.

Entonces, una vez muerto el sujeto, recuperó su alabarda y vio al resto de pecadores en los bancos.

"Queda poco del exterminio, ustedes van a ser mis últimas presas de este año."

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Mientras salía del templo, limpiando de a poco la gran cantidad de sangre en su túnica y en su alabarda, Adam vio que las víctimas de Tomás en el exterior ya habían sido acabados por las chicas.

Todos tenían clavados algunas lanzas, cuchillos y espaldas angelicales, mientras que la única que se quedó esperando a Adam era Lute.

Ambos, sabiendo el poco tiempo que quedaba, despegaron en dirección al portal del cielo.

"Señor, sobre ese pecador de la radio--"

"Ese ciervo marica tiene suerte." Dijo Adam, con claro desprecio por Alastor. "Sujetos como esos dos pedazos de mierda son de la clase de Overlord que dejaría que otro Overlord me entregue."

Lute, escéptica, preguntó. "Señor, ¿está seguro de que podemos confiar en él?"

"Podemos confiar en que ni Jack , ni Rasputín son dueños de su trasero flacucho. Algunos Overlord novatos entregarían a sujetos con décadas como ellos para salvarse." Se pone pensativo. "Pero aún así, me preguntó cómo logró matar a tantos de manera permanente sin usar acero angelical."

Continuara

Nota 1 al 10

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Reglas del exterminio :

• Aunque las exorcistas nacidas en el cielo pueden disfrutar del paraíso, también deben ayudar en él. [ regla creada por Sera]

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Que opinan del episodio??

A)Épico

B)Oscuro

C)profundo

D)Cómico

E)Triste

F)Inquietante

G)Emotivo

H)Una mezcla de ... (ustedes eligen)

Cual creen que fue la mejor parte del episodio??

Voces =

Adam __ Jason Schwartzman

Lucifer Morningstar __ Thomas John Ellis (Tom Ellis)

Lute __ Jessica Vosk

Alastor __ Amir Talai

Zoya __ Tatyana Shitova

William Gull __ Brian Kim

Tomás de Torquemada __ Manuel Fernández Serrano ( Manolo Solo )