8.
Jack (21 años).
—¿Crees que sea buena idea? —cuestioné dejando mi comida de lado.
—Jamás te habría obligado a conocer a mi familia, es solo que mis padres se acordaron que tienen otra hija y que deben estar al pendiente de ella, no se preocuparon por otras cosas pero si cuando descubrieron que tengo novio —Elsa puso sus dedos en sus sienes—. Malditos doble cara.
—¿En verdad es muy malo? —cuestioné arqueando mi ceja y Elsa asintió cubriendo su rostro con sus manos—. Bien... Te seré sincero, tengo miedo pero lo haré.
—Es una pesadilla —Elsa murmuró —. Lo siento, Jack.
—Relájate —pasé mi mano por su espalda—, sabíamos que en algún momento llegaría esto. ¿Debo irme muy presentable?
—Realmente te pediría que fueras como normalmente te vistes, pero dado que es una situación complicada pues de preferencia ve algo formal —quitó sus manos del rostro.
Asentí tragando saliva. Conozco la situación de la familia de Elsa y con la única que he tenido contacto es con Anna, su hermana es agradable pero no me quiero imaginar como es su familia.
Pasó el resto de la semana y llegó el sábado, día en que conocería a la familia de Elsa. Debo admitir que tuve que saquear algunas ropas de Hiccup, generalmente mis conjuntos son algo... No formales.
—Siento que me voy a desmayar... —Elsa murmuró a lado mío.
—Yo debí ponerme más desodorante... —me apoyé en Elsa—, es solo un día.
—Solo un día —ella repitió a lado mío—. Vamos —abrió la puerta y al entrar Anna vino corriendo a acorralarnos.
—Huyan mientras puedan —dijo jadeando. Ambos la miramos sin entender nada hasta que ella tomó aire—. Están nuestros tíos aquí, eso significa que también está Rapunzel además de nuestros padres —noté que Elsa palideció más que su tono de piel.
—¿Cómo por qué ellos están aquí? —gruñó Elsa—, se supone que solo vendría Jack a conocer a mis padres, eso es todo.
—Sí... Pues esa suposición es incorrecta —Anna suspiró y puso sus manos en mis hombros—, ánimo Jack, sé que vas a poder con esto.
—Qué alentador, gracias —apreté mis labios. Anna se alejó de nosotros y sentí la mano de Elsa sostener la mía—, ¿Será prudente salir corriendo?
—Estaremos bien... Mis tíos no son como mis padres, creo —Elsa acarició mi mano.
Me guió hacia la sala de su casa y al entrar noté a toda su familia sentada en el sofá. Rápidamente identifiqué al padre de Elsa por las fotos que me había mostrado y su vista fue de arriba a abajo. Maldición, ya me escaneó.
—Entonces, tu eres Jack ¿Cierto? —escuché a su padre levantarse del sofá—. Pasen y tomen asiento.
Ambos nos sentamos en un mismo sillón y las miradas de todos fueron hacia nosotros.
Será un largo día.
(...)
—Bien Jack... Realmente me sorprende que Elsa haya conseguido a alguien que esté dispuesto a soportarla —empezó su madre.
Uh, sabía que pronto saldría a la luz la verdad. Elsa y yo sospechábamos el buen trato de sus padres hacia nosotros solo porque sus tíos y prima estaban presentes. Vaya que se hizo realidad.
—Por mi parte, no me esperaba mucho de Elsa, nunca tuvo madera para relacionarse y hacer varias cosas. Lamentablemente, sigue llevando mi apellido, así que solo pediré que no hagan quedar en mal ¿Quieren? —su padre se levantó de su asiento—. Adiós Jack.
Sin más, su padre salió de la casa sin despedirse tan siquiera de Anna, que se supone es la hija que en verdad ama. Me sentía impotente sin poder algo respecto a Elsa, si situación es complicada. Creí en algún momento que ella solo contaba una novela juvenil o que se inventaba las cosas para darle más poder a las historias, pero cuando Anna me lo contó y vi por primera vez a Elsa llorar por contarme todo esto me sentí como un completo idiota por no creerle... Con lo que acabo de ver, creo que no queda ninguna duda.
—Siendo sincera, eres un gran chico, Jack. Admiro que seas estudioso y que tengas tan buenos valores —su madre se levantó del sillón—. Espero que Elsa no tire a la basura su relación, podrías enseñarle grandes cosas —ella empezó a caminar y se giró hacia Elsa—. No quiero que dejes ninguna luz encendida.
—Eso sonó más una orden que un favor... —susurré en el oído de Elsa mientras veíamos a su madre subir las escaleras—. Salió bien, supongo.
—Sí, salió bien... —Elsa suspiró y abrazó uno de los cojines—. Resultó mejor de lo que esperaba.
Rodeé a Elsa con mi brazo y la pegué a mi cuerpo. Escuché algunos sollozos de su parte cuando ella recargó su cabeza en mi pecho.
—¿Quieres hablar? —murmuré acariciando su brazo.
—No hay mucho de que hablar... Tal vez suene algo masoquista, pero sentí bien que ellos fingieran con tal de hacerles creer a los demás que somos una familia amorosa —soltó un suspiro—. No debería sentirme bien por esto...
—En verdad, sentí que esto era muy familiar, mis padres suelen hacer esto seguido y te entiendo completamente... —acaricié su cabello y besé su cabeza—, no te juzgaré por esto, tranquila...
Es realmente sorprendente como los dos somos tan diferentes como iguales.
(23 años)
—¡Amor! —grité en medio de la fiesta de disfraces— ¡Elsa! —choqué con alguien haciéndole tirar su bebida—. Uh, lo siento, no lo vi —me disculpé y salí corriendo del lugar en busca de Elsa.
Maldición, debo cerrar el contrato junto con ella y justo ahora se le ocurre desaparecer. Bueno, no es tan sencillo buscar a alguien dentro de una fiesta de disfraces, aunque tampoco es tan difícil encontrar a una chica vestida de Betty.
Soy Woody, debería saber donde están las personas, para eso soy sheriff ¿No?
—¡Elsa! —corrí hacia ella. Elsa estaba hablando animadamente con Mérida en la mesa de aperitivos—. Debemos, llamada, aceptar.
—Exclamó el cavernícola —Mérida se burló soltando una risotada.
—Graciosa —gruñí mirándola—. Como sea, tenemos que llamar al vendedor del departamento. ¡Es nuestro! —dije emocionado y en el rostro de Elsa apareció una sonrisa y rápidamente saltó hacia mis brazos.
—¡Es nuestro! —gritó sonriendo—. Salgamos y llamemos, ahora. En un rato te veo Mer —ella tomó mi mano y me arrastró por todo el lugar. Al salir, tomó mi celular e hizo la llamada.
—Eso fue rápido —murmuré y miré a Elsa teniendo la conversación con el vendedor.
—¿Está bien que lo veamos el jueves o es muy pronto? —cuestionó Elsa—. Perfecto, el jueves a las doce. Gracias y que tenga buena noche —colgó la llamada y me entregó el celular—. No puedo creer que sea nuestro...
—Yo te lo dije y no me creíste —me crucé de brazos y volteé hacia otro lado indignado—. Me parece justo recibir una disculpa.
—Eres todo un caso, Frost —tomó mi rostro girándolo hacia ella y plantó un beso en mis labios. Nos hemos vuelto buenos en esto—. ¿Esto es suficiente?
—Tal vez —Elsa mordió levemente mi mandíbula— Uh ¿Y eso que fue? —pregunté enarcando mi ceja. Elsa me dio una sonrisa lasciva.
—Lo averiguarás después, querido sheriff —guiñó su ojo y caminó regreso a la fiesta.
Elsa poco a poco había perdido la timidez y se ha vuelto una persona más abierta y su capacidad para socializar había mejorado bastante. Más desde que consiguió empleo en aquella revista, no entró con el puesto más alto, sin embargo, le han mencionado que puede subir de puesto a medida que avance.
Simplemente no puedo estar más orgulloso de ella.
(...)
—El señor cara de papa irá en esta repisa —tomé el juguete y lo coloqué en la repisa encima de la televisión—. Está listo para recibir visitas —miré orgulloso el juguete que estaba a lado de otros objetos que habíamos colocado en la repisa.
—Me preguntó qué dirán del juguete —comentó Elsa sentándose en el sillón.
—Podemos decir que el hijo de esta relación —me senté a lado de ella—, da igual lo que piensen, solo nosotros sabemos el significado.
—Me estas generando un conflicto interno —la miré confundido—, ¿Hijo de esta relación?
—Bien... Creo que ya sé para donde va esta conversación —aclaré mi garganta y me acomodé mejor para verla—. ¿Has pensado en tener una mini Elsa?
—Prefiero un mini Jack, y claro que lo he pensado, pero hay tantas dudas entorno a eso —respondió Elsa— ¿Tú que piensas?
—Pienso que realmente no estoy preparado, añadiendo que no sé cómo ser padre —respondí.
—Nadie sabe como serlo, esa es la verdad —asentí dándole la razón—. Podemos decir que esto se queda en una posibilidad ¿No?
—Sí, tal vez en un futuro se pueda lograr —tomé su mano.
—Tal vez no, pero cualquier resultado está bien —ella guardó silencio por un momento hasta que tomó aire antes de hablar— ¿Crees que nuestra decisión sobre tener hijos se deba a la mala experiencia que tenemos con nuestros padres?
—Probablemente, no quiero trasmitirle traumas a mi hijo o hija —ambos reímos levemente—. Cuando nazca tendré que programar su primera sesión con el psicólogo.
—Buen punto, aunque no nos creo capaces de cometer los mismos errores pero es mejor prevenir —acaricié su mano y Elsa miró hacia la unión de nuestras manos—, justo acabo de hacer una investigación sobre los nombres más raros y vergonzosos para bebés, te impresionaría la cantidad de nombres que hay.
—Déjame adivinar, los padres le ponen nombres de personajes de anime o películas —Elsa soltó una carcajada asintiendo—. Si tenemos un bebé ¿Deberíamos ponerle un nombre vergonzoso?
—Traumas familiares y nombre vergonzoso ¿Es en serio? —cuestionó burlona—. Creo que nuestro bebé imaginario no debería pasar por tanto.
—¿Algún nombre en específico? —pregunté y me sorprendió la rapidez con la que Elsa asintió— ¿Ya tienes pensado uno? ¿En serio no quieres tenerlo?
—Cuando haces investigaciones a veces te cuestionas y poco a poco planeas tu vida entera, otra vez —respondió con una sonrisa—. Me gustaría Enar... Es lindo, significa luchador.
—¿Enar Frost Arendelle? Suena elegante —mordí mi labio inferior—. Ignoraré tan elegante nombre para que lo llame rata.
—¿Rata? —asentí frenéticamente—. Olvídalo, dejemos de pensar en un hijo imaginario y mejor consigamos un gato.
—Me agrada la idea, aunque debes admitir que fantasear sobre ciertas cosas es lo mejor —Elsa recostó su cabeza en mis piernas—. Tal vez logremos sacar un libro de ciencia ficción de tanto que fantaseamos.
—Me agrada eso, dime más —dijo mirándome.
Sonreí. Hablar con temas diversos con Elsa era una de las tantas mejores partes del día, a veces Elsa lo llamaba como "terapia para sacar al niño interior".
(24 años)
—¿Borrarías todo recuerdo mío? —escuché la pregunta de Elsa a mitad de película—. Por mi parte, tendría que estar totalmente demente para borrar todo recuerdo tuyo.
—No los borraría, y aunque lo hiciera, siempre estaría regresando a ti. Claro si es que sucede lo mismo que en la película —respondí.
Este día era uno de aquellos en los que ninguno tenía trabajo por hacer, no teníamos las energías para cocinar y tampoco para hacer labores en el departamento, es un día para pedir comida a domicilio y pasar viendo series o películas.
—Creo que lo más difícil para toda persona, es que te hayas ido sin haber podido expresar todo lo que sientes... Sin poder decir adiós de manera correcta —murmuró Elsa.
—¿Hay manera correcta de decir adiós? —murmuré de vuelta—. Supongo que al final, decir adiós es una forma de otorgar paz... Ya no tendrías que seguir pensando en lo que pudiste haber dicho.
—Sí... No creí ponerme existencialista por una película —Elsa soltó una leve risa—. Netflix de verdad nos quiere mandar a terapia.
—Se veía una película de amor por la portada y lo es, solo que un poco diferente —suspiré.
Maldito el día en que Netflix nos recomendó ver "eterno resplandor de una mente sin recuerdos", había escuchado hablar de ella pero jamás tuve la necesidad de verla hasta ahora.
—¿Y si te hago una pintura como Joel a Clementine? —cuestioné levantándome de la cama de golpe— ¿Qué dices?
—Tu habilidad artística solo llega a círculos y líneas —Elsa me miró divertida—. No quitaré tus intenciones, hazlo, señor Picaso.
Corrí hacia el estudio tomando varias hojas blancas y un bolígrafo que tenía varios colores. Regresé al estudio y me senté en el suelo mirando a Elsa.
—No se mueva señorita Arendelle, Picasso Frost plasmará su belleza en este lienzo —dije mostrando las hojas. Elsa, soportando la risa se colocó en una posición sentada mirando hacia la ventana.
—Estoy lista —una sonrisa apareció en su rostro.
Traté de hacer mi mayor esfuerzo a pesar de que mi habilidad artística era exactamente la que describió Elsa. Al menos le agregué una bonita sonrisa al círculo de la cabeza.
—¿Viste? Mejoré mis habilidades —le mostré el dibujo terminado—. Digno de colgarse en un cuadro.
—Si le pones una soga al cuello al dibujo, perfectamente podríamos jugar ahorcado —fruncí mi ceño—. Colocarle una sonrisa a la cabeza es un avance, sigue así y pronto aprenderás a combinar colores.
—Si no lo quieres dámelo —gruñí fingiendo estar molesto.
—Lo guardaré en mi portafolio si no te molesta —dejó el dibujo en la mesa de noche.
—Me gusta eso. Amor ¿Crees que podemos poner otra película pero sin verla? —pregunté subiéndome a la cama.
—¿Es acaso una indirecta? —me coloqué encima de ella y asentí sonriendo—. Pongamos una de acción, así no se escuchará tanto —reí, tomé el control y coloqué la primera que salía de acción.
(26 años).
—Iré por más vino —anuncié levantándome del comedor—. ¿Gustan que traigo algo más? —pregunté.
—Siempre tan atento Jack, gracias pero solo necesitaremos el vino —respondió la madre de Elsa.
Asentí y fui directo hacia el almacén. Las navidades con la familia de Elsa no son del todo malas, a excepción de las peleas entre Elsa y su madre. Resulta que la relación entre los padres de Elsa, en especial su madre, y yo no es tan mala. Por petición de Elsa, no he podido responder cuando veo a su madre hablar mal de ella... Prefiere evitar una pelea mayor.
Supuestamente pasaríamos esta navidad en casa de Valka y Estoico, pero surgió un viaje de negocios de emergencia.
—¿Otra vez divagando? —escuché detrás de mí. Al girarme, noté a Rapunzel mirándome—. Parece que viste a un fantasma.
—Se supone que tu deberías estar en el comedor con el resto —comenté y regresé mi vista al almacén.
—¿Problemas con Elsa? Te he notado tenso —Rapunzel se acercó a mí y puso su mano en mi hombro—. Escuché que Elsa tiene bastante trabajo.
—Escuchaste bien... Ella, últimamente pasa pegada a la laptop, ahora parece que el trabajo es lo más importante —respondí tomando una de las botellas de vino—. ¿Acaso quieres ser mi terapeuta?
—Tal vez, no debe ser fácil tener que lidiar con esto tu solo —Rapunzel dejó escapar un suspiro. Entrecerré mis ojos mirándola—. No preguntes, también tengo problemas con Flynn.
—¿Tan malo es? —cuestioné.
—Nos separamos hace unos meses, mi padres creen que Flynn no está aquí porque decidimos tener tiempos a solas cada quien con su familia —explicó pasando sus manos por su cabello—. No digas ni una palabra de esto.
—No lo haré, tranquila —cerré la puerta del almacén y me recargué en ella—. Parece que ahora ambos tenemos problemas con nuestras parejas —murmuré fijando mi vista a la botella de vino—. He estado peleando constantemente con Elsa.
—¿Trabajo? —cuestionó.
—Principalmente es por eso... No lo sé, es extraño porque siento que ya no es lo mismo con ella pero siento una gran necesidad de quedarme ahí —suspiré y la miré—. Pero creo que es más porque me siento inferior a ella.
—¿Inferior? ¿En qué sentido? —Rapunzel se recargó en la mesa cercana.
—Elsa avanza cada vez más en su trabajo, aumenta su carga y cada día está mejorando sus habilidades... En cambio yo, parece que estoy atascado —respondí—. No puedo creer que sienta esto después de tantos años.
—¿Se lo has comentado a ella? —miré a Rapunzel.
—¿Por qué debería decirle? Conozco su respuesta y será "son trabajos diferentes".
—En eso tiene razón —fruncí mi ceño mirándola—. Jack, nadie duda de tus habilidades como veterinario, pero ambos trabajos son diferentes y cada quien se desenvuelve a su manera. Si hay algo que no te guste de Elsa sería mejor decírselo y así hablarlo.
—No hay tiempo para hablar y-
Fui interrumpido por un beso en mis labios. No me moví, solo me quedé en shock al ver a Rapunzel besándome.
—Si Elsa no quiere escucharte yo estoy dispuesta a hacerlo —murmuró separando sus labios de los míos.
—Rapunzel... Yo... —ella puso su dedo sobre mis labios. Tomé su muñeca y la aparté suavemente— ¿Por qué hiciste esto? Sabes que estoy con Elsa...
—¿Crees que trataba de ser una amiga para tí Jack? Te pregunté todo esto porque me importas más allá de una amistad... Vas a decir que no disfrutaste conversar conmigo durante estos meses.
Oh, olvidaba mencionar que Rapunzel adoptó a un camaleón y como necesita un tratamiento constante ha hecho que nos veamos seguido.
—No lo negaré, me escuchaste cuando nadie más podía —respondí recordando que ni siquiera Hiccup estuvo ahí para escucharme. Ha estado ocupado con Mérida en muchos sentidos—. Pero no podemos ser más que amigos, Punzie... No está bien.
—¿Entonces está bien que soportes una relación así con Elsa? ¿No sería mejor terminar? —cuestionó acariciando mi pecho.
—Aún no sé si quiero dejarla... —miré su mano —, por favor... Basta...
—Podemos intentarlo, al final puedes decidirte por alguna —susurró en mi oído.
Intenté reprimirme, pero la verdad, es que con Rapunzel encontré lo que perdí en Elsa hace mucho tiempo. Antes Elsa era mi confidente y miejor amiga además de ser mi novia, pero ahora con la distancia que hemos tomado parece que solo es una compañera de cuarto.
Rapunzel, es algo inexplicable. Me siento en confianza con ella, ambos nos escuchamos y nos llevamos bien... Una parte de mi me hace sentir miserable por pensar de esta manera teniendo a Elsa a mi lado.
No sé distinguir si Elsa es solo un obstáculo en mí para que ne impida expresarme con Rapunzel o es que de verdad queda algo de amor a Elsa.
Tampoco puedo decir que estoy enamorado de Rapunzel, es muy linda... Eso es todo.
—¿Te parece vernos esta semana y lo hablamos con más calma? —sugerí alejándome de ella—. Te invitaré a comer si te parece bien.
—Me agrada la idea, te veré esta semana —me dio un guiño y se alejó caminando de regreso a la mesa.
Es Navidad, es una fecha especial con Elsa o eso creo... Pedí ver a Rapunzel después de esta fecha porque la navidad aún es un recuerdo importante para mí.
(27 años).
—Jack... Pensé que duraría para siempre el tú y yo de aquel día... ¿Qué ilusa fui, verdad? —Elsa cerró la puerta dejándome parado sin poder decir nada.
Jamás había visto a Elsa de esta manera, ni siquiera cuando me contaba sus problemas familiares... Apreté mis ojos teniendo en mi mente el dolor de Elsa expresado en su rostro.
¡No quería que ella se enterara de esta manera! Hice mal en no decirle y ahora me había convertido en una persona más en la vida de Elsa que la había lastimado. Creí que ella podría decir que seríamos amigos después de esto, pero veo que no sucedió y me siento decepcionado...
No estuvo bien, pero no puedo decirle a mi corazón a quien debe amar... Supongo que en realidad nada dura para siempre.
(...)
—Puedes empezar a recoger tus cosas —dijo Elsa detrás de mí. Ella tomaba el desayuno en la mesa mientras yo permanecía sentado en el sillón.
—¿Me odias, Elsa? —pregunté girándome para verla. Ella desvió su mirada, no puede verme desde que despertó—. Haré lo que me pidas, pero ¿Me odias?
—Jack... No sé exactamente qué es lo que siento. No puedo responderte —murmuró aún sin mirarme.
—Lamento no haberlo dicho antes, no supe cómo hacerlo y no encontré un momento adecuado —miré mis manos.
—¿Hay momento adecuado para decirlo? Debiste hacerlo cuando apenas habías iniciado... La experiencia sería exactamente igual —miré como sus manos temblaban.
—¿Qué pasará con nosotros? —cuestioné y Elsa soltó una amarga risa.
—¿Existe un "nosotros"? —suspiró—, sabías lo que sucedería con nosotros desde el momento en que empezaste a salir con Rapunzel, es algo imbécil de tu parte preguntarlo ahora. Es claro que pasará.
Suspiré y dejé caer mi espalda en respaldo del sillón. Odiaba a veces las peleas con Elsa, en la mayoría de las veces, ella tenía la última palabra, siempre me dejaba sin argumentos.
—¿Cómo lo supiste? —volví a preguntar.
—Anna y Mérida te vieron. Comiste y saliste de paseo con Rapunzel, la besabas, tomabas su mano y reías con ella, parecías un adolescente enamorado —respondió Elsa y con el dorso de su mano limpio algunas lágrimas de su rostro—. Tomaron fotos y vídeos y ellas a diferencia de ti no tardaron en decírmelo.
—Es una pena que Anna me haya visto de esa manera —murmuré desviando mi vista y sintiendo ahora más carga de culpa sobre mí. Anna se había convertido en mi hermana pequeña.
Justo ahora, las piezas del rompecabezas se unían y poco a poco hacían que la carga se hiciera más grande. Me di cuenta demasiado tarde que solo pensé en mí y no en las demás personas.
—Empezaré a recoger mis cosas... —me levanté de mi asiento y caminé hacia la habitación—. Lo siento, de nuevo...
Entré a la habitación escuchando detrás mío los sollozos de Elsa.
No importa cuánto lo intente, sé que ella nunca me dará su perdón y aunque me duele verla así, no me arrepiento del todo por estar ahora con Rapunzel. Me siento bien y eso está bien.
///////////////////////////////////////////////
¡Hola! ¿Cómo están?
Quedó como biblia este pedo. Nopuedeser.
Seré sincera con ustedes. Me duele escribir esto ASDNJASNDJ Más que me ambienté con canciones de señora dolida.
Espero no les haya molestado que agregué a mi queridísimo ✨Enar✨. Quienes no sepan quién es Enar, él es el hijo que tuvieron en la historia de "DOS MUNDOS".
En fin, espero les haya gustado <3 Gracias por seguir leyendo y apoyando la novela.
Los tkm, sale bye.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top