11.

Jack.

—¡Tú no entiendes! Ella está vendiendo el departamento —gruñí azotando el tarro de cerveza en la mesa—, ¿No crees que debió consultarme antes?

—En teoría ¿No? —dijo Hiccup con tono confuso—. ¿Hablaron sobre el departamento cuando terminaron?

—No pudimos hablar de eso... —murmuré sin decir toda la verdad. ¿Debería decirle que fue mi culpa no poder hablar por última vez? Me vería más idiota de lo que soy.

—¿Quieres el dinero del departamento? —preguntó.

—Claro que no, bueno... No lo sé, es un dinero que no sé si me sirva ahora. No quiero verme como alguien desperdiciando dinero, pero simplemente no me interesa ese dinero... —admití y apreté mis ojos tras escuchar un suspiro de Hiccup—, ese lugar... Es muy importante para nosotros...

—Hermano, ese "nosotros" ya no existe —gruñí y tomé de nuevo de mi cerveza—. ¿Qué sucede contigo? Deberías estar apoyando en este momento a Rapunzel, expone su galería la próxima semana.

Desvié mi vista y apreté mis ojos.

—Jack, dime lo que sucede —insistió Hiccup.

—¡Rapunzel ahora no es importante!.. Elsa, y-yo... —suspiré fuertemente—, empiezo a arrepentirme...

—Oh no... —asentí—. No, no, no jodas en este momento, Jack —Hiccup exclamó molesto—. No digas eso después de todo —lo miré soportando algunas lágrimas en mi rostro—. Siempre te he apoyado, pero estás solo en estos momentos.

—¿Por qué? ¿Por qué Hiccup? Sí, me arrepiento y yo mismo sé que no puedo hacer nada... Jamás noté que había perdido todo —pasé mis manos por mi cabello sintiéndome frustrado—. No me dejes ahora... Sé que no hay vuelta atrás.

—Mis padres te lo dijeron, deja en paz a Elsa y que haga su vida como ella quiera. No es momento de arrepentirse Jack y mucho menos pensar que puedes recuperarla, conozco a Elsa y sé que ella no será tonta como para aceptarte de nuevo en tu vida —comentó Hiccup.

—¡Eso lo sé maldita sea! ¡No debes recordarlo! —exclamé tapando mi rostro—. ¿Crees que no em he dado cuenta que me he quedado solo? Yo mismo sé que me merezco todo esto... El departamento fue solo un detonante para sentirme así...

—¿Qué quieres hacer? —cuestionó Hicc.

—No lo sé... Lo único que se hacer por el momento es lamentarme y sentirme miserable... ¿Sabes? Ahorramos durante más de un año para poder comprarlo y ahora, ella lo vende como si no hubiera significado nada —comenté con mis últimas palabras hechas susurro.

—Tú botaste una relación de años como si no hubiera significado nada —miré de reojo a Hiccup.

—No ayudas en nada —dije molesto.

—No puedo ayudarte más, Jack. Esto depende de tí ¿Quieres que te felicite por arrepentirte? No lo haré. Te lo dije una vez, que sea tu amigo no quiere decir que deba aplaudir actitudes como estas —Hiccup sobó mi espalda—. Ve a casa, Jack. Descansa y después organiza tus ideas y no más cerveza ¿Quieres? —él alejó el tarro de cerveza de mis manos y dejó el pago en la mesa—, vámonos.

Ambos salimos del bar y sentí el aire helado pegado en mi rostro. Hace tres días mi madre me pedía no perder el rumbo de mi vida y ahora me encuentro aquí afuera de un bar perdiendo el rumbo de mi vida.

—Márcame cuando estés en tu casa ¿Quieres?, toma el autobús directo y no te distraigas —Hiccup sacudió mi cabello—. Hablaremos otro día.

Asentí sin responder nada y miré a Hiccup alejándose. Me encantaría tener la vida que tiene... corrección, tenía la vida de Hiccup y la perdí.

Miré la hora en mi muñeca, aún era tiempo, aún podía conseguir algo.

(...)

Y aquí me encontraba, frente a la entrada del edificio sujetando entre mis manos el papel que ofertaba el departamento. Aún recuerdo la primera vez que entramos aquí.

Flashback.

—Ahora... ¡Abre los ojos! —grité emocionado quitando la venda que cubría los ojos de Elsa.

—Dios... ¿Tú pusiste esto? —Elsa se acercó hacia el comedor que había instalado un día antes. Asentí sonriendo y Elsa rápidamente saltó hacia mi sujetándome del cuello—. Te amo ¿Lo sabes?

—No me lo has dicho últimamente —susurré cerca de sus labios.

—Bien, pues te amo —Elsa besó mis labios—. Creo que te amo más cada día que pasa —volvió a besar mis labios. No pude evitar sonreír.

—También te amo, cariño... —fue mi turno besarla—. Hoy comienza nuestra nueva vida.

—Ojalá sigamos así durante mucho tiempo —Elsa ocultó su rostro en mi pecho—. Gracias por esto.

—Gracias a ti por aparecerte en mi vida —besé su cabello y la abracé con fuerza.

Fin del Flashback.

Los recuerdos comienzan a destruirme poco a poco.

—¿Jack? —escuché una voz que me paralizó al instante. Tragué saliva y giré sobre mis talones encontrándome frente a mí a Elsa—. Hem... ¿Qué haces aquí? —noté que apretó con fuerza su portafolio que colgaba de su hombro. Ella siempre hace eso cuando está nerviosa— ¿Jack? ¿Estás escuchando?

—Y-yo... Hola... —dije con voz temblorosa.

—Hola... —murmuró Elsa.

Mierda, esto es incómodo.

—Pasaba por aquí y... Quise detenerme a recordar unas cosas —suspiré y relamí mis labios—. ¿Cómo has estado? Vi que salió tu revista y... Gran trabajo.

—Estoy bien, ¿De verdad viste la revista? —asentí—. Genial, gracias... Supongo que por educación también debo preguntarte, así que ¿Cómo has estado?

Si por Elsa fuera, no me hubiera preguntado como estoy. Eso duele y bastante.

—Creo que me encuentro bien —respondí y miré la hoja en mis manos—. Elsa... ¿Venderás el departamento, cierto? —pude ver como su rostro palideció al instante— ¿Por qué? ¿Por qué vas a venderlo?

—No creí que fueras capaz de venir aquí a preguntarme por esto, creí que no te importaba —su tono de voz era seco, ahora mismo yo parezco un perro temblando de frío frente a ella—. Considero que no debo darte explicaciones de mi vida ahora que estamos separados, pero solo diré que es un capítulo que debo cerrar y veía necesario venderlo.

—¿No pensaste en consultármelo? —cuestioné.

—Jack, nunca tuvimos tiempo para hablar sobre el departamento y no creí que tuvieras tiempo para hablar ahora. Si te interesa, te depositaré la parte que te corresponde, no olvido que la mitad de esto te pertenece —Elsa suspiró—. Lo venderé junto a los muebles así que recibirás la misma cantidad que invertiste.

—Lo dices como si no importara nada... —murmuré. Elsa soltó un bufido—. ¿Es acaso que esto no importa?

—No vengas a decir que esto no me importa, no tienes ningún derecho a decirlo —dijo amenazante—. Creo que sé más que tú lo que significa este lugar, sé lo que se vivió aquí... Perfectamente sé cuánto luchamos en este departamento.

—Escucha... —dije desviando mi vista. No tenía valor para mirarla a los ojos—, es tarde para decirlo, yo lo sé, pero entiendo que creas que no me importa este lugar, la realidad es que me importa demasiado... Sé que peleamos hasta el cansancio para conseguirlo y una vez que lo obtuvimos fuimos los más felices... Es solo que hasta ahora me doy cuenta que si vendes este lugar, lo habré perdido todo... No quiero pensar que todo está en la basura y por mi culpa...

—Es increíble que digas esto cuando hace tiempo te encargaste de tirar todo a la basura, no te creo una sola palabra... —sus palabras ahora eran las cuchillas que golpeaban directo a mi corazón—. Al menos me alegra que reconozcas que toda la culpa fue tuya. Me molesta que quieras hablar sobre esto cuando la última vez te negaste a tener una conversación conmigo ¿Debo recordarte que tú fuiste quien dejó en claro que esto acabó hace mucho?

—Lo sé, lo sé... Fui una mierda ¿Okey? Y tienes razón, no debería estar aquí hablando de esto porque no estoy en posición de hacerlo. Estoy empezando a arrepentirme... Lo siento... —admití—. Me arrepiento de lo que hice, perdí todo...

—Jack... Por favor, no me hagas esto... No lo hagas más difícil de lo que es —miré directamente a Elsa a los ojos. Ella está guardando sus lágrimas mientras yo dejo escapar algunas—, sigo intentando superar esto, sigo luchando para que algún día alguno de tus recuerdos dejen de doler... Juro que estoy tratando de mantener los buenos recuerdos sin que tenga que llorar de por medio, pero por favor... No vengas aquí, después de tanto a joderme... ¿No fue suficiente el daño que me causaste?

—Lo siento... —murmuré.

—¡Un lo siento no va a reparar todo esto, Jack! —gritó exasperada— ¿Acaso no entiendes lo que hiciste? ¿Quieres que te refresque la memoria? —negué rápidamente, sin embargo a ella pareció no importarle—. Me engañaste, te burlaste de mí durante meses, dormías a mí lado y aún así decías amarme cuando te veías a escondidas con mi prima... No obstante, tuve que aguantarme toda tu mierda; degradabas mi trabajo, decías que por mi culpa lo nuestro había terminado... ¿Debo recordarte cómo en cada oportunidad creías que me comportaba así contigo por mis problemas familiares?

—Fui un tonto... Y-yo no sé que decir... Lo siento... —bajé mi cabeza llorando. Nunca pensé... que le había hecho tanto daño.

—Aún cuando terminamos, le dijiste a nuestros amigos y a tus compañeros de trabajo que era una maldita bruja... ¿No te acuerdas? Les dijiste a todos que yo era una manipuladora, que me enojaba con todo, que todas las peleas eran por culpa mía... Jamás olvidaré cuando uno de tus compañeros de trabajo me dijo que si estaba feliz con haberte arruinado la vida... —escuché un sollozo de su parte.

Suspiré dejando que mis lágrimas cayeran, soy un completo idiota... Ahora mismo, me doy cuenta lo difícil que es estar frente a ella y no por las palabras tan crudas que dice, sino porque estoy frente a la persona que más he amado y me atrevo a decir que aún amo...

Creí amar a Rapunzel, pero veo que confundí el enamoramiento con simple atracción. Quien siempre ha estado en mi corazón es Elsa... Solo ella.

—Elsa... Después de todo eso ¿Me odias? —pregunté. Temo por la respuesta, si ella me odia, jamás me podré perdonar esto.

—No Jack, no te odio... Porque te amé bastante, me siento frustrada conmigo misma y puedo decir que a quien odio es solo a mí... No puedo creer que yo permití todas esas cosas porque te amaba, me permití llegar a este punto... —Volví a mirar a Elsa a los ojos y ella sonrió levemente—. ¿Me creerías que aún sigo cayendo por tus ojos? Parece que tuvieras ojos de ángel pero no me cabe en la cabeza que seas así...

—Siempre decías que amabas mis ojos... —tomé aire—. E-Elsa...

—¿Elsa? —ambos volteamos en dirección a dónde escuchamos la voz—. Noté que tardaste, creí que algo malo había sucedido y ahora veo que sí... —Anna se acercó a nosotros.

—Perdón... Y-yo... —Anna puso su mano sobre el hombro de Elsa.

—¿Por qué no vas al auto? Será mejor que vayas antes de que Mérida baje de él, venga y arme un escándalo —sugirió Anna—. Yo iré por tus cosas —Elsa simplemente asintió y me miró por última vez. No dijo ninguna palabra y se alejó caminando hacia donde supongo que estaba el auto de Mérida.

—Anna... —ella alzó la mano deteniéndome a hablar.

—Jack, n tengo interés en saber por qué estás aquí, solo quiero pedirte algo y escúchame con atención —la miré limpiando las lágrimas en mi rostro con el dorso de mi mano—. Permite que mi hermana pueda dejarte en el pasado, que sea capaz de dar fin a este capítulo... Lastimaste a mi hermana, no quiero que la sigas lastimando.

Me limité a asentir.

—Y otra cosa, sé que pronto habrá una reunión familiar y por Rapunzel sé que estarás ahí; no esperes que Elsa asista. Por lo que, te pido que le expliques a mi madre lo que en realidad sucedió entre Elsa y tú —apreté mis labios y tragué saliva—. Elsa ha soportado insultos y comentarios inapropiados de mi madre porque cree que ella fue la causante de su ruptura, te imploro que entre tú y Rapunzel le digan la verdad. Tengan cara para decirlo, al menos para ayudar un poco a Elsa después de todo lo que hicieron.

—Entiendo... Lo haremos... —murmuré.

—Bien... Adiós, Jack. No vuelvas a buscarla —Anna sin más, se alejó de mí para adentrarse al edificio.

Suspiré mirando al cielo y caminé ahora yo alejándome del lugar. Jamás me perdonaré esto.

Elsa.

—¿Quieres cenar? —negué lentamente—. Vamos, Elsa...

—No insistan chicas... —sollocé aferrándome a la almohada—, y-yo...

No logré terminar la frase, mi llanto fue más veloz que eso. Tenía tiempo a que no me sentía de esta manera, tan rota y tan vacía.

—Creí e-estar lista para soportar ve-verlo... —dije entre sollozosos—, jamás e-estaré lista —oculté mi rostro en la almohada—. Du-duele bastante... Si-siento que algo me desgarra por de-dentro...

Sentí las manos de Mérida sobar mi espalda y las manos de Anna masajeando mi cabello, duele bastante este sentimiento de verlo ahí. Mentiría si dijera que no me dolió verlo de pie frente a mí, tan destruido... No sé si sentirme tonta o no por tener lástima de él.

Quizá alguna parte de mi sigue con su recuerdo vivo, digo sin procesar que todo lo que pasamos de fue a la basura en tan solo unos meses y también soy consciente de que esto no tenía más solución.

—¿Saben..? A-aún no lo perdono, pero no le te-tengo ningún rencor... —limpié mis lágrimas— ¿Soy una i-idiota por no odiarlo? ¿De-debo odiarlo?

—¿Odiarlo te dará calma..? —preguntó Anna—, sinceramente... Creo que es una pérdida de tiempo odiarlo, no lo merece...

—Yo si lo odio y no me molesta insultarlo cada que me levanto y me voy a acostar —soltó Mérida—. Pero en tu caso, creo que no debes darle más tiempo de tu vida... Déjalo pasar, ya está hecho y si quieres sanar creo que lo más importante es que dejes de torturarte pensando en ello...

Asentí levemente y suspiré tirando mi cabeza hacia atrás. Ambos nos destruimos, ahora parecemos unos extraños... Él destruyó sus promesas y yo no fui capaz de hacer algo por nosotros y por mí...

Mi terapeuta había hablado sobre el poder de perdonar, y quizá deba pensarlo bien. No puedo perdonar a Jack pero quiero hacerlo, debo hacerlo por mi bien... No sirve torturarme...

¿Cómo perdonas a alguien juró nunca lastimarte? ¿Cómo puedo perdonar a la persona que destruyó todas mis promesas y esperanzas? No sé cómo hacerlo en realidad...

Él parece seguir amándome, pero dentro de mí no queda más amor por él. Quiero que me suelte y quiero soltarlo.

—Jack vió mi trabajo con la revista —limpié mi nariz— ¿Es normal que sienta un poco de alegría? Después de mucho tiempo por fin fue capaz de reconocer un trabajo mío...

—Supongo que fue algo que siempre deseaste, lo sientes como un sueño cumplido —comentó Anna—, aunque, lo que diga él en este momento ya no importa.

—Bien... —susurré y tomé aire—. Lo siento por arruinar su noche, chicas... No creí que esto fuera a pasar, prometo recompensarlo para otra ocasión —sonreí levemente.

—Secuestralo y dámelo para poder golpearlo, eso será tu pago por este día —Anna aventó una almohada hacia Mérida— ¡Solo estoy diciendo la verdad! ¡Soy tu mayor, no deberías golpearme! —Mer aventó de regreso la almohada—, respétame.

Reí levemente viéndolas pelear.

—No te disculpes por esto, todo está bien ¿Vale? —Anna sonrió—, solo permite que te ayudemos e impedir que vuelvas a caerte.

Asentí y las abracé a ambas, sin ellas estaría como hace tiempo, deprimida, con kilos menos y con un insomnio terrible.

Me gusta pensar que puedo vivir ciertos episodios y es normal sentirme deprimida, mi terapeuta siempre repite que está bien no estar bien, no debo hacer menos lo que siento y mucho menos reprimirlo. Me alegra poder tener tiempo para mí aunque eso implique tocar temas como Jack o mi familia para poder superarlos.

Aunque ahora el tema de Jack, duele sé que pronto dejará de lastimarme... Es curioso como los roles se invirtieron, ahora él es quien busca hablar conmigo mientras que yo busco alejarme de él.

El mundo es demasiado raro.

////////////////////

¡Hola! ¿Cómo están?

Uffas, ya me ando poniendo las pilas (cómo dirían en mi rancho) para actualizar.

Agradezcan a mi hermana mayor que me obligó a ver 2521 y ahora estoy chille que chille. Ahuevo que pondría este cap triste y lo que sigue (más de lo que e la historia) :D.

En fin, gracias por seguir leyendo <3 y sale bye. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top