10.
Semana después.
Elsa.
—¿Cómo está mi bebé? —Mérida preguntó abriendo la puerta. Ambas salimos del edificio y solté un suspiro levantando mi cabeza al cielo.
—No hay mucho que decir —la miré— está haciendo mi historia clínica y muchas preguntas, solo para saber desde que punto empezar la terapia —respondí—. Gracias por acompañarme.
—De nada —Mérida sonrió—, yo invito la comida, tómalo como tu premio por tu buen comportamiento —ella sacudió mi cabello, alejé sus manos acomodando mi trenza.
—¿Desde cuando soy tu mascota? —cuestioné empezando a caminar.
—¿Te he dicho que tienes las vibras de un golden retriever? ¡Espera! ¡Eres un samoyedo! —gritó emocionada.
La miré divertida por como se emocionaba relacionando diferentes razas de perros o distintos animales con las personas, será un tema interesante que pueda publicar en una revista, se lo comentaré a Bella. Empezamos a caminar hacia el restaurante que Mérida me iba a llevar.
Hace una semana que me decidí por iniciar terapia, no fue fácil, necesité bastante apoyo para decidirme. Mi madre siempre me cuestionó por mis intenciones de tomarla, lamentablemente ahora debo reparar lo que ella y mi padre se han encargado de destruir.
Creí que era capaz de solucionar mis problemas, pero la verdad es que lo único que hago es alejarme de ellos y fingir que todo está bien cuando en realidad nada está bien. Todo esto fue un descubrimiento en año nuevo a manos de Mérida, Tadashi y Bella, agradezco que ellos sigan conmigo hasta el final del camino.
—Por cierto, Tadashi me comentó que mañana sale la revista, después de tanto tiempo —comentó Mérida una vez que llegamos al restaurante. Ambas nos sentamos en una mesa cercana al ventanal—. Me ofende que no me lo hayas dicho primero.
—No le he dicho a nadie, más que a la almohada —me defendí apoyando mis codos en la mesa—. Tenía pensado entregarte una de las primeras impresiones.
—¿Tenías? —asentí—. Tienes que entregarme una, la pondré en una vitrina y la colocaré en la sala de mi departamento, así cada vez que alguien entre podré presumirles el trabajo que hiciste —una sonrisa se dibujó en mi rostro.
—Sabes que te amo ¿Verdad? —la miré levantando mis cejas.
—Tú y yo ya estamos casadas, hacemos compras, salimos y hablamos como cualquier otro matrimonio. No vas a deshacerte de mi, cariño —Mérida sonrió—. Falta que vivamos juntas pero son solo detalles.
—Hablando de eso... ¿Crees que puedas aceptarme por un tiempo en tu departamento? —pregunté tímida. Mérida me miró sorprendida.
—Primero dame el anillo —no pude evitar reírme con su comentario—. ¿Sucede algo? No estoy negándote nada, pero ¿Por qué me pides esto?
—Hace unos días hablé con alguien especializado y decidí vender el departamento —respondí mirando mis manos—. Él va a ayudarme a promocionarlo y a hacer todo el papeleo, lo único que debo hacer es dejarlo vacío para la siguiente semana y así él pueda llevar clientes y todo eso.
—Bien... ¿Puedo saber por qué lo venderás? Me estoy haciendo una idea, pero quiero confirmarla.
—Creo que es un capítulo que debo cerrar, pasé muchos años ahí y no me vendría mal un cambio de aires —respondí y empecé a ver la carta del restaurante—. Por la zona en la que está y dado que no debe hacerse ninguna reparación extra, puede que el departamento se venda en unos meses o tal vez menos. No es un precio que pueda pagarse al instante, quiero decir, Jack y yo tardamos al menos dos años en juntar todos nuestros ahorros para poder pagarlo.
—¿Acaso vas a robar un banco? Mujer, los departamentos no son algo sencillo de conseguir más considerando nuestro poco ingreso económico.
—Yo lo sé, Mer. Pensé en todo eso y pienso conseguir uno en tal vez dos meses. Bella pagará bastante bien después del lanzamiento de la revista y recibiré parte del dinero que ingrese de las ventas, será un gran ingreso económico a comparación de otros años. Además, ya no debo dividir tanto mis gastos, es más fácil ahora que estoy soltera —expliqué.
—Cool... Quisiera decir algo más pero me quedé sin palabras. Creo que ya tienes todo planeado así que me abstendré de decir algo, siempre que sea para tu beneficio yo te apoyaré —sonreí al comentario de Mérida—. Será un placer acogerte por un tiempo.
—Gracias y por favor, acepta el dinero que te dé ¿Sí? —ella negó con su cabeza rápidamente—. Mer, somos amigas pero creo que no deberías pasar por alto algunas cosas, me sentiré bastante mal si no aceptas el dinero.
—Agh, te odio —rodó los ojos bufando—. Para que no te sientas mal ¿Qué te parece si nos repartimos los gastos de la despensa? Yo puedo pagar una quincena y tu pagas la otra. Sabes que de la renta no es necesario.
—Acepto, aunque sabes que lentamente iré haciendo caso omiso a eso y pagaré también parte de la renta —sonreí de lado.
—Sí, sí, ya —agitó su mano y me eché a reír.
(...)
—Edítame la vida por favor —comentó Anna dejándose caer de espaldas en el sillón—. Estoy muy orgullosa de ti.
—Gracias, Anna —sonreí mirando a Anna leer la revista.
Hoy en la mañana la revista comenzó a llegar a diversos puestos y las ventas han sido bastante buenas para ser el primer día de publicación.
—Cuando sea mayor quiero ser como tú —Anna me miró sonriendo.
—Todo menos eso ¿Quieres? —levanté mis cejas mirándola—. Tienes que ser mejor que yo, grábate eso en tu cabeza.
—Cállate, mi vida y mis decisiones —replicó indignada cerrando la revista—. Olvida lo que dije, eres la única consejera que tengo.
—Es gracioso que mis consejos le funcionen a otras personas menos a mí —me senté en el suelo apoyando mi espalda en el sillón—. Supongo que es la ironía de la vida.
—No seas tan dura contigo —comentó suspirando—. Hablando de consejos, necesito uno.
—Soy toda oídos.
—Bien... ¿Recuerdas a Kristoff? El chico con el que paso en la universidad —asentí—. Me invitó a cenar y yo no sé que decir.
—¿Cómo que no sabes qué decir? Si quieres cenar con él, entonces ve con el y si no quieres simplemente no vayas. No hay más lógica con eso —la miré confundida.
—Eso lo sé. Acepté a ir a la cena con él, pero me refiero a que no sé que hablar en la primera cita... No quiero terminar como una tonta, a veces mis temas de conversación suelen ser aburridos para muchos, y-yo tiendo a verme como la rara en una conversación.
Fruncí mi ceño. Anna nunca había hablado de si misma en esa forma, jamás. Algo no me está oliendo bien.
—¿Disculpa? Dime quien carajos te dijo todo eso —exclamé molesta y Anna tapó su rostro con sus manos.
—Mamá...
Esa mujer...
—Jamás dejará de sorprenderme —gruñí entre dientes—. ¿Ella te dijo que puedes quedar como tonta? —Anna asintió—. Olvida lo que dijo ella, no tiene ni siquiera derecho a hablar así de ti.
—¿Qué tal si tiene razón? Kristoff es el único que me ha invitado, todos los demás se alejan, no debo fallar...—replicó.
—Porque él ha visto eso de ti que nadie más ha visto. ¿Lo entiendes? Anna, Kristoff se interesó por ti por como eres —apreté mis manos hechas puño. Me molesta que ahora mi madre quiera decir eso de Anna—. ¿Quieres iniciar una relación con él?
Anna apretó los labios para después asentir sonrojada. No pude evitar sonreír al verla, es la primera vez que la noto de esa manera y me llena de orgullo saber que ella está experimentando algo tan complejo como esto.
—Entonces, como una de las personas con menos suerte en el amor, puedo decirte que no dejes que todas las opiniones familiares se entrometan en tu vida y más ahora que quieres iniciar una relación con Kristoff —tomé aire—. Mamá podrá decir lo que quiera porque se cree dueña de nuestras vidas, pero la verdad es que no tiene ningún derecho. Ignora todo lo que ella te diga y vive tu vida como tu quieras —aconsejé. Quería evitar proyectarme con ella, pero fue imposible. Me prometí hace años que ella no pasaría por eso, no lo permitiré.
No dejaré que el mundo destruya algo tan noble como Anna.
—Y-yo... Gracias... Mentiría si dijera que sus palabras no me afectaron, nunca me había hablado de esa manera y sentí algo horrible... —murmuró. Rápidamente bajó del sillón y se sentó a lado mío abrazándome—. ¿Crees que mamá siga molestando?
—No lo sé... Tal vez tenga un poco más de tacto contigo —sinceré—. Eres su hija y creo que si le pones un alto ella tal vez pueda dejar de hablarte así.
—También eres su hija... Solo que aún no comprendo cómo puede ser de esa manera contigo. Quisiera entrar en su cabeza y hacerle entender que se perdió de una gran hija —acaricié el cabello de Anna.
—No importa ya... Dejé de tener alguna esperanza hace mucho tiempo, ella siempre fue y será conmigo de esa manera. Suena cruel, pero es la realidad —suspiré—, solo que no dejaré que ella sea así contigo. No permitiré que salgas lastimada...
No pude evitar soltar algunas lágrimas, es bastante difícil hablar sobre mi madre. Pensar que una madre puede tratar de esta manera a su propia hija es algo que aún no me cabe en la cabeza. Hablar de ella, me hace recordar todas las veces que suplicaba el mínimo de cariño; lloraba y escribía cartas que jamás le fueron entregadas. Todos aquellos festivales pasándola sola, los regalos que jamás pude entregarle y todas las ceremonias en las que nunca estuvo presente.
No recuerdo alguna vez en que ella haya estado orgullosa de mí.
Fue bueno haber iniciado una terapia.
Jack.
Una sonrisa tonta apareció en mi rostro cuando vi la revista en el puesto de periódicos.
—Ella lo logró... —susurré para mi mismo—. Felicidades, Elsa.
Hablaba creyendo que ella en alguna parte me escucharía. Hace poco más de un año que le fallé, hace poco más de un año que la herí. Sacudí mi cabeza lentamente tratando de alejar todos estos pensamientos que últimamente han llenado mi cabeza.
Suspiré y seguí mi camino a casa de mis padres, de buenas a primeras han decidido tener un encuentro conmigo. Es algo molesto que quieran tratarme como un cliente más a cómo su hijo. Llegué a la casa y entré dejando mis cosas en el suelo.
—Llegué ¿Para qué me necesitaban? —anuncié entrando a la sala. Mis padres estaban sentados en sillones separados.
—Creí que tardarías más —murmuró mi padre retirando el periódico de su vista—. Toma asiento —me dejé caer en el sillón delante de ellos y los miré indiferente.
—Jack, tienes veintisiete años ¿No crees que ya es tiempo de sentar cabeza? —preguntó mi madre.
—Que directa —rasqué mi nuca y aclaré mi garganta—. Un poco de tacto hubiera caído bien. Y no, no creo que sea tiempo de sentar cabeza. Hace mucho que descarté la idea de un matrimonio, es algo totalmente innecesario e inútil desde mi punto de vista —contesté, mentiras no decía.
—Lo miras desde esa perspectiva porque no consigues la pareja con la que deseas estar el resto de tu vida —interfirió mi padre y lo miré frunciendo el ceño.
—Lo miro de esa manera porque puedo conseguir exactamente lo mismo sin un papel que lo justifique. Además, si hablas sobre vivir con alguien, repartirse gastos y trabajar en equipo, déjame decirte que eso ya lo viví y técnicamente estoy divorciado —expliqué tratando de no perder los estribos con ellos—. Si me conocieran un poco, sabrían que mis pensamientos son totalmente diferentes a los de ustedes.
Ambos se miraron en silencio.
—Escuchen, no les creo ni siquiera un poco si me dicen que están preocupados por mí. Sé que este tema está relacionado a los negocios y yo estoy fuera de todo eso desde el momento en que decidí no estudiar algo relacionado a ello —relamí mis labios buscando las palabras correctas para dejar en claro de una vez por todas que no deseaba nada de ellos y de ser posible no volver a verlos—. No me conocen y no tienen ni una pizca de interés en mí, no veo congruente que ustedes ahora se preocupen porque no he pensado en casarme.
—¿Ni siquiera con Elsa? —cuestionó mi padre y rápidamente sentí mi cuerpo tensarse.
—¿Por qué la sacas a conversación? —pregunté.
—Fueron años de relación y que involucrada o no en tu vida, sé que llegaste a tener un interés matrimonial con ella ¿Me equivoco? —apreté los dientes y no respondí. Para ser mi madre y no estar tan enterada de mi vida, me conoce muy bien, es verdad que llegué a pensar en la idea del matrimonio con Elsa—. Respetaremos tu decisión.
—Esperen ¿Es todo? ¿Sólo me hicieron venir aquí para eso? —exclamé indignado. Cancelé mis partidas de UNO con Hiccup ¿Solo para esto?—. Quiero contexto.
—Tu mismo lo acabas de decir, no estamos enterados de tu vida y dudo que quieras compartirnos un pedazo de ella en este momento —mi madre respondió. Ella... ella tiene razón—. Si buscas un consejo, no pierdas el rumbo de tu vida.
—¿Perder el rumbo de mi vida? —murmuré.
—Normalmente después de tantos años de haber convivido con una persona, se suele perder el rumbo de la vida. Veo que contigo no ha pasado, mantuviste los pies sobre la tierra después de terminar con Elsa. Es mi único consejo —mi madre respondió—, no te pierdas en el camino. Permite que Rapunzel te ayude a no perderlo.
—Es... La primera vez que te veo dándome un consejo... —murmuré asombrado. En todos estos años jamás los tuve cerca para mantener una conversación—. ¿Puedo saber por qué el cambió tan repentino?
—Somos mayores, Jack. Cimentamos una buena base para la vejez y para tí, merecemos un descanso y aunque suene cruel, ya tendremos tiempo para tí —un suspiro salió de mi padre—. Somos conscientes de que jamás estuvimos a tu lado y te dejamos muchas veces a tu suerte, y por eso mismo no te hemos pedido formar parte de tu vida.
—Al menos lo admiten —me crucé de brazos—, aunque siguen sin admitir todos los errores que cometieron conmigo... Y-yo... Jamás cumplí sus expectativas, me esforzaba tanto y a ustedes nunca les importó. Es raro ¿Saben? Toda mi vida me pidieron dar más y ahora ¿Dejan pasar de alto algo como mi relación con Elsa? Esperaría más un reclamo que un consejo.
—Jack ¿Cómo podemos opinar de tu vida cuando no hemos estado en ella? —intervino mi madre—. Solo hablamos de este aspecto de tu vida porque Elsa y tu relación con ella fue importante para nostros, y tememos lo que pueda pasar después de esto.
Me quedé sin poder hablar más, ellos tenían razón. La única forma en la que han estado en mi vida fue cuando se enteraron de mi relación con Elsa, de cierta forma, Elsa hizo que tuviera cenas con mis padres y al menos ellos se atrevieran a hacerme una llamada.
Desvié mi vista y solté un fuerte suspiro. Aún después de haber terminado, Elsa sigue presente en muchas cosas.
—Bien... Igual, les agradezco esto. Tal vez, me equivoqué con pensar no volverlos a dejar entrar a mi vida, pero quizás haga una excepción... —los miré y pude observar como sus rostros fueron levemente iluminados—. Les costará demasiado, pero lo estoy viendo como una posibilidad...
—Gracias, Jack... —mi madre murmuró.
Esto... Fue demasiado raro, pero me gustó.
(...)
—Fue bastante raro —hablé por teléfono—. Estoy seguro que Valka tuvo algo que ver con esto —escuché la risa de Hiccup al otro lado de la llamada.
—Sinceramente no me sorprendería, mi madre suele ser muy entrometida —respondió Hiccup—. Mira el lado positivo, tal vez ya puedas arreglar muchas cosas con ellos, eso puede darte un poco de calma ¿No crees?
—Probablemente. Tendré que hablarlo seriamente con mi almohada —bromeé y me detuve al ver uno de los anuncios en un poste de luz—. ¡Mira! Hay un departamento cerca al centro... Creí que se habían agotado hace tiempo.
—Uh, debo irme, Jack. No se te ocurra comprar un departamento, adiós —Hiccup colgó rápidamente y guardé el celular en el bolso de mi pantalón. Volví la vista al anuncio.
—Oh no... —arranqué la hoja del poste y leí detenidamente las características del departamento.
Ella está vendiendo nuestro departamento. ¿Por qué? ¿Por qué hace esto? ¿A caso se irá a vivir con alguien más? ¿¡Y si se muda de ciudad!?
¡Jack, deja de preocuparte por ella! Tú mismo dijiste que no te interesa ya nada sobre Elsa ¿Entonces por qué sigo pensando en ella?
Supongo que me duele saber que tengo todo lo que deseaba cuando decidí engañarla... ¡Sé que esto es mi culpa! ¿Por qué me siento así?
Acaso... Yo, ¿Me estoy arrepintiendo?
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¡Hola! ¿Cómo están?
Diosss yayayaya me estoy apresurando en actualizar JABZKABZIA
Sinceramente estoy tratando de hacer lo mejor, quiero que ambas emociones se trasnsmitan perp ajá, ya veré como le hago KABDJABAJA
Hem... Tal vez le queden unos 10 caps o menos (?) No lo sé, originalmente había planeado unos 12 capítulos pero veo que me tomará unos más.
Pero en sí, ya estamos llegando a una recta final (?) Eso creo.
Como sea, gracias por el apoyo y me llena de emoción ver sus comentarios, trato de responderlos a todos <3
Muchas gracias, y sale bye.
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