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Alana
Los pequeños rayos del sol atraviesan la ventana haciendo que rápidamente me despierte.
Al tratar de levantarme noto un ligero peso en mi, es el brazo de Arthur abrazándome por la cintura, estábamos tan cerca...
- Ángel, se que soy irresistible, pero deja de mirarme. - Tiene los ojos cerrados y una sonrisa dibujada en sus labios.
- No seas presuntuoso. - Le doy un manotazo a lo que él ríe y me abraza más fuerte para correrme y quedar más cerca.
- Me gusta estar así. - Susurra en mis labios.
Yo solo puedo mirarlo, sus ojos, su nariz, sus labios... Son tan perfectos.
- Vamos, tenemos que levantarnos, hay mucho que hacer hoy. - Me levanto rápido, antes de cometer una locura, él gruñe pero me obedece.
Rápidamente voy al baño para asearme.
Me cepillo los dientes, me baño y me visto ahí mismo.
Me dispuse a ponerme ropa cómoda y abrigada, al salir, Arthur se queda mirándome con una sonrisa.
- ¿Tu de qué te ríes?.
- Solo imaginaba el futuro a tu lado, verte despertar cada mañana, verte salir de el baño, aunque tal vez la próxima vez salgamos juntos. - Me dice seductoramente.
- Oye, deja tu perversión y andá al baño y orgánizate. - Le digo burlona.
Él me hace caso, pero en el trayecto me da un beso en la punta de la nariz justo como yo había hecho anoche.
Me sonrojo y me dispongo a ir a la cocina.
Hago pancakes con fruta picada y chocolate caliente.
Cuando todo está listo, llamo a Arthur para que venga a comer.
- Ángel, de verdad, cada vez me convenzo más de qué eres el amor de mi vida, Dios, esto está increíble. - Saborea el desayuno.
- Arthur, necesito que me cuentes esa leyenda de la que hablábamos ayer, necesito saber qué es lo que pasa, necesito entender.
- De siete furias habían quedado seis, una de ellas traicionó y quebró la ley, en el momento en que su corazón se juntó sabían que era su destrucción. Una pequeña nació de allí, blanca, de largo cabello negro y ojos como el cristal, viva imagen de su madre, capaz de proteger y revocar al demonio, su futuro enlazado a un joven está, lucharon para alcanzar la victoria y lo lograron, pero en el camino una muerte fué en vano.
- ¿Siete furias?, ¿Muerte?.
- Mira, Alana, yo nunca supe que significaba, hasta que naciste tu y fué muy claro todo.
Eran siete hermanos, Ángel.
•Lyon.
•George.
•Permedion.
•Samuel.
•Antony.
•Einar.
• Ian.
De esos hermanos uno murió en una guerra, quedando solo seis.
Cada uno representaba algo malo, o bueno como es bien conocido en el mundo humano, cada uno era un pecado. Lyon se representa cómo Lujuria, George cómo Gula, Permedion cómo Pereza, Samuel cómo Soberbia, Antony cómo Avaricia, Einar cómo Envidia he Ian cómo ira.
Al morir George, Lyon traicionó a sus hermanos y se apoderó de todo el reino, los encerró en una prisión y llevan allí más de quinientos años.- No pude evitar hacer una cara de asombro- Cuando Lyon encontró a tu madre, sabíamos que nada bueno saldría de ahí, si bien ella era una mujer muy amable y considerada, también era una mujer muy deseada, Lyon, en especial, deseaba mucho a Elena.
Cómo ya sabes, Lyon conectó sus amuletos, uniendo las piezas, esta es la parte del corazón, cuando se juntaron las piezas, Lyon adquirió más poder, pues tener el apoyo sentimental te ayuda a sentirte mejor.
Era imparable, hasta que te engendró a ti.
Él quería a un varón, necesitaba un heredero y un descendiente, Elena se había enterado de sus planes he intentó huir, no iba a permitir que le hicieran la vida miserable a otro ser, pero él la detuvo y bueno, hizo lo que tenía que hacer para llegar a ti.
La cosa es que cuando se enteró de que eras una niña, se alteró y estuvo como loco buscando por muchas partes tu paradero, él sabe que solo tú serás capaz de destruirlo, por eso viene a por ti.
- ¿Destruirlo yo?, ¿Por qué pensarían eso?.
- Porque eres la salvadora, Ángel, tienes un poder que no te imaginas.
- ¿Poder?, Si nunca he hecho algo especial por mi vida, ¿Que clase de poder tendría?.
- Eso lo averiguaremos, ya lo verás.
- A parte, ¿Que es eso de muerte?, ¿Quién morirá?.
- Eso si no lo sé, Ángel, me preocupa mucho, pero simplemente no lo sé.
-¿Ahora que, Arthur?.
- Después de desayunar vamos a entrenar, te ayudaré para que seas más fuerte.
Y así fué, terminamos de desayunar he inmediatamente nos fuimos a entrenar.
Señor, ayúdame.
.
.
.
Hola linduras, ¿Cómo han estado?.
Aquí les traigo un capítulo fresco.
¿Que les pareció?.
¿Que opinan acerca de todo esto?.
¿Les gustó?.
Espero leerl@s.
Gracias por el apoyo.
L@s quiero.
Hasta el próximo capítulo.
-Uxia-
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