Alana

Después de nuestra gran demostración de amor, decidimos enfocarnos de nuevo en el plan, ya todo estaba listo y lo único inquietante era saber cómo liberarlos, pero yo tenía confianza en mí.

Ya había anochecido, era hora.

Arthur me dió un beso antes de marcharse y Víctor, uno de los guardias que estaba de nuestro lado, me ayudaba a llegar hasta el lugar donde estaban encerrados los hermanos.

Todo el mundo confiaba mucho en Víctor, por eso cuando alguien venía y nos miraba, él lo convencía de que solo era un paseo, orden de Lyon.

Al fin habíamos llegado, los hermanos nos miraron con asombro.

- ¿Alana?. - Preguntó Permedion.

- Hola. - Les sonreí.

- ¿Que estás haciendo aquí?. - Esta vez me preguntó Antony.

- Chicos, los ayudaré a salir de aquí, y juntos derrotaremos a Lyon.

El silencio reinó la habitación y cuando pasó suficiente tiempo, Samuel río.

- Oye preciosa, no digo ésto solo por ser yo pero, si no hemos podido nosotros, ¿Tu que pintas aquí?, ¿Cómo piensas hacerlo?. - Todos esperaban mi respuesta.

- No lo sé... Solo, quiero Intentarlo. - Susurré mirando hacia abajo.

- Ella puede hacerlo. - susurra Antony. - Solo concéntrate Alana.

Y así lo hice.

Cerré mis ojos y deseé.

Deseé que todo terminara.

Deseé que Por fin mi vida fuera normal.

Sentí un dolor insoportable en mi espalda, era como si me desgarraran la piel.
Lentamente, veo dos inmensas Alas de color blanco, todo el mundo parecía sorprendido, mis ojos cambiaron a ser blancos, mi pelo se tornó castaño, yo había cambiado.

- Woah. - Pronunció Víctor.

Escuchamos muchos estruendos, y miré a los hermanos. Con un chasquido fué suficiente para liberarlos de esa asquerosa prisión.

En el momento en el que quedaron libres, llegó Lyon con su ejército.

- Imposible. - Dice mirándome y mirándolos.

- Hola, Lyon. - Le sonrió cínicamente, estoy muy segura que algo en mi cambio, y no lo digo por mi aspecto físico.

- Alana...

Sonrío.

- ¿Te gustan?. - Le enseño mis alas.
Su rostro refleja pánico, pero lo cambia rápidamente por uno de furia.

- No quieres hacer esto, Niña.

- Oh, claro que sí quiero, Padre. - Es increíble como una palabra puede reflejar y hacer sentir tantas cosas.

Sus ojos destellan por un momento, pero no es algo que a mí me agrade.

- Podemos llegar a un acuerdo, Alana.

- ¿Oh, en serio? . - Pregunto sarcástica. - ¿Y que acuerdo hiciste con mi madre ?.

- Alana yo...

- No quiero escucharte, no lo vales, terminemos esto.

Los cinco hermanos se posicionan detrás de mí.

- Lyon, rindete ahora. - Le dice Permedion.

- Nunca.

Solo se puede escuchar el estruendo de las espadas golpeándose entre sí, rayos de luz se ven por todas partes, pero hay algo que me inquieta.

Arthur...

Lyon parece notar mi preocupación y usa eso a si favor.

- ¿Que pasa, pequeña?, ¿Buscas a tu novio?. - Se reí.

Voy hacia el con mi ojos llenos de ira, le golpeo y lo paralizo con solo tocarlo.

- ¿Que has hecho con él?.

- No hice nada, Alana.

- Mientes.

Escucho estruendos y me dirijo hacia ellos. Arthur está herido y parado al frente de la entrada.

- ¡Arthur! . - Intento ayudarlo pero es inútil.

- Alana, todo estará bien.

Todo fué tan rápido.

Solo se que de un momento a otro se escucharon gritos y advertencias y yo estaba tirada en el suelo, pero Arthur, estaba cayendo lentamente sobre mi.

- ¿¡Que has hecho?!. - El dolor que siento es insoportable.

- Alana, libera a todos, recuerda que eres especial, siempre estaré contigo, te quiero. - Sus ojos cada segundo pierden más su color.

- Arthur... No me dejes.

Su último aliento...

"Siempre, Ángel."

Se ha ido.

¿Por qué todo lo que quiero en esta vida se me va?.

No soporto el dolor.

Mi corazón se rompe.

La lágrimas no paran de salir.

Nunca tendré ese final feliz.

Me levanto cómo puedo, miro hacia Lyon, quién tiene una mirada asustadiza al verme.

- Eres un bastardo. - Mi voz cambió, no soy yo.

No sé cómo lo hice pero Lyon cayó a mis pies sin vida, y lo hice con el mismo dolor con él que destruyó a mí Arthur.

Mi Arthur...

.

.

.

Me siento muy triste linduras.

Mataron a Arthur.

¿Como se sienten?.

Espero leerlas

Hasta la próxima linduras.

L@s quiero.

-Uxia-