11

Alana

-¿¡Que le hiciste?!. - El cuerpo de Arthur está desplomado en el suelo.

-Nada malo, querida, aún nada malo.

-¿¡Que es lo que quieres?!. - Estaba tan asustada y sabía que sin Arthur estaba indefensa.

-Solamente te quiero a ti.

-Eres una basura.

-Me lo han dicho mucho querida, no te preocupes, y ahora, vamos que no tengo todo el tiempo del mundo.

-No iré contigo a ninguna parte.

-Oh claro que lo harás. - Me toma de la muñeca y es imposible soltarme, me arrastra y siento a un hombre cargando el cuerpo de Arthur a mí lado.

-Oye, no hagas esto.

-No diré lo siento porque en verdad, no lo hago. - Y se ríe.

-¿Que te he hecho yo?. - Las lágrimas caen de mis ojos sin que las pueda controlar.

-No es lo que me has hecho, es lo que me vas  hacer.

-No entiendo.

-Y es mejor así, cariño. No quiero ser una basura de padre para ti, solo quiero seguir como siempre  hasta ahora, ¿Que dices?, ¿Hacemos las pases?. - ¿Está bromeando, verdad?.

Me río.

-Que buena broma, Lyon. - Le escupo las palabras.

-Allá tu. - Siento como de nuevo me jala.

En la entrada, habían dos camionetas negras, en una meten a Arthur y en la otra a mí.

Estoy tan preocupada por Arthur, temo que le hagan daño.

-No le hagas nada...

-¿Perdón?.

-No le hagas daño a Arthur.

-¿Por qué debería obedecerte?, ¿Sabes cuánto daño me ha hecho él a mí?.

-¿Sabes cuánto daño le hiciste a mi madre?. - Por su expresión veo que he tocado la campana, bingo. - Todo lo que él hizo lo hizo para portegerla de ti, monstruo. - Su semblante serio y su mirada perdida, sabía que había dado en el clavo.

La camioneta demoró alrededor de una hora avanzado, yo no tenía ni idea de dónde estábamos.

Pronto sentí como tapaban mis ojos. No veía absolutamente nada.

-Gracias Dios por no dejarme verle la cara a este. - Digo inclinando mi cabeza hacia arriba.

Me bajaron de la camioneta y sabía que Lyon me tenía, su agarre ya era familiar para mí.

-No vomites.

- ¿Qu...

No me dió tiempo de terminar cuando sentí muchas vueltas, era como si hubiera tomado una medicina extraña y un unicornio me ofreciera un café parlante que temía ser bebido, todo giraba muy rápido, todavía sentía el agarre, hasta que sentí el frío de las hierbas en mis rodillas.
Lyon me quitó la venda y no podía creer lo que veía, era tan magnífico, tan irreal.

-Bienvenida a mí mundo, bienvenida a Sornary.

Habían tantos seres.
Ángeles, hadas, duendes, todo era tan real.

No sabía que decir, todo era tan diferente, tan precioso, tan impactante.
Un llanto me sacó de mis pensamientos.
Venía un poco más atrás de dónde nos encontrábamos, que para mencionar, era un bosque precioso que daba vista a un acantilado. Acudí al llanto, que era de un pequeño ser, no sabía exactamente qué era, pero era fascinante.

-¿Que pasa pequeñito?. - Le pregunto con amabilidad.

-No encuentro a mi mamá. - Me responde sollozando.

-No te preocupes, la encontraremos.- Lo cargo he inmediatamente escucho gritos, supongo que es su mamá.

Al llegar, me da una mirada amenazadora.

-Oye, tranquila, estaba ayudando a este pequeño a encontrarte. - Se relaja.

-Lo siento, no tenemos mucha ayuda por aquí. - Abraza a su niño.

-¿Y eso por qué?.

- De hecho, nadie nos ayuda desde la época de la princesa Eliana. Él rey es un tirano.

Una falsa tos nos hace callar unos segundos, Lyon ha estado observando todos mis movimientos, no olvidé que estaba a unos metros de mi, pero no me importaba, si era sincera.

-Lo sé, entiendo, pero no te preocupes, yo intentaré cambiar eso y lucharé por ello, te lo prometo.

-¿Tú?, ¿Por qué?.

-Porque es lo que mi madre habría hecho, mucho gusto, soy Alana, Alana Landforth.

.

.

.

Hola linduras, ¿Cómo están?, Espero que muy, muy, MUY BIENNN.

¿Les gustó este capítulo?
Solo espero que sí.

Me gustaría leerl@s.

Gracias por su apoyo.

Hasta el próximo capítulo.

L@s quiero.

-Uxia-

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top