Y seguimos con cosas voladoras, cómo no.
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Un día Chiapas estaba con sus ciudades celebrando una pequeña celebración saliendo al campo, estaban bastante entretenidos comiendo bajo los árboles cuando un sonido empezó a escucharse, los pájaros se alborotaban y al volver la vista al cielo, un pequeño punto parecía acercarse, una forma muy particular.

San Cristóbal grito antes de poderle detener "¡Es una cruz!"

Al escuchar eso, muchas de las representaciones ahí presentes se tiraron de inmediato al suelo, rezando  y viendo solo pasar la sombra del objeto en el cielo

Tuxtla y Comitán siguieron observando el cielo con diversos grados de curiosidad e incredulidad, uno por ser el más conectado con el resto del país y la otra por simplemente llevar la corriente a la antigua ciudad real

El ruido cesó y la sombra pasó, las ciudades se levantaron mientras Chiapas escondía su rostro con mucha pena ajena

Alguien pregunto qué sucedía

— hum... Tuxtla diles vos qué pasó — fue la única frase de Chiapas antes de acomodarse junto a Comitán a ver las demás reacciones

–Bien. Esa sombra que vieron...

–¡Era un milagro! — se escuchó la voz de Margaritas

—No, no era un milagro— en el rostro de los crédulos se reflejó la duda, Comitán sonreía disfrutando la confusión, los costeños prestaban atención a su capital imaginando la explicación mientras Chiapas escondía sus ganas de reír y Tuxtla se golpeaba el rostro pidiendo paciencia – eso era una avioneta

— ¿Una qué? — fue la pregunta casi unánime

— Que no es una cruz y si un invento humano, ¡Maldición, los del soconusco más Comitán dejen de reír!— Tuxtla explotó, sabiendo que por culpa de algunos los demás creían que todo Chiapas era inculto (y las burlas internas no ayudaban)

Chiapas dejo de esconderse, pidiendo la calma de todos para dar una orden que evitará la pena de todos por la no tan milagrosa aparición

—solo... No le digan a nadie más que pasó y estaremos bien, y si, eso incluye a todos—