¿Qué es este sentimiento?
Hyoga nunca dijo nada acerca de su encuentro con Shun, estaba un poco nervioso de que Seiya pudiera conectar los puntos (claramente no lo conocía bien) y darse cuenta de que la hermosa chica de la que estaba enamorado era en realidad su amigo Shun. Se sintió un poco avergonzado y decidió que lo mejor era guardárselo, olvidarlo y no volver a tocar el tema.
Otra cosa que le inquietaba era el hecho de que, aún sabiendo que la persona que le gustaba era en realidad un chico, de todos modos sintió mariposas en el estómago cuando le estrechó la mano. Pensó que el enamoramiento se desvanecería después de tal descubrimiento, pero no fue así. En cualquier caso, Hyoga se obligó a olvidar el asunto, sus sentimientos y todo lo referente a ese encuentro.
Todos hablaron durante el almuerzo, Hyoga pensó en evitar a Shun al principio, pero luego se dio cuenta de que aquello podría ser un tanto grosero; además, su hermano daba mucho miedo, y por alguna razón, no quería ignorar a Shun, pensaba que era demasiado lindo y adorable, y por lo tanto no debería sufrir las consecuencias de sus inseguridades y negaciones.
Para su sorpresa, alivio o angustia; Shiryu notó que todos tenían la siguiente clase juntos.
-¡Genial!- respondió Seiya.
Los amigos recogieron sus cosas, Shun se despidió de Ikki y partió con los demás.
Así haya sido el destino, suerte o mera casualidad, Shiryu caminó con Seiya, teniendo una conversación muy entretenida sobre sus respectivas clases, dejando a Hyoga y Shun caminando juntos detrás de ellos.
Shun sonrió tímidamente, tampoco mencionó el encuentro de esa mañana, ni a Hyoga ni a sus amigos ni a su hermano. Su corazón latía rápido y estaba ligeramente sonrojado.
-E-entonces... ¿Se conocen desde la infancia?- preguntó Hyoga para romper el hielo, una pregunta bastante estúpida, dado que Seiya ya le había dicho que sí, pero Shun no estaba al tanto de eso, así que no importó mucho.
-S-sí...
-Y... ¿Cómo va tu primer día?
-¡G-genial! Física estuvo un poco aburrida pero...- mientras Shun hablaba, tropezó. Hyoga lo sujetó por el brazo y la cintura, para no dejarlo caer; Shun lo agarró del hombro. Ambos se volvieron a contemplar por un breve momento; aparentemente, hacían eso con frecuencia.
-Cuidado... otra vez...- Hyoga dudó en decir la última parte, como si tuviera miedo de reconocer el choque de aquella mañana.
-G-gracias- respondió Shun, con el rostro completamente rojo.
Cuando llegaron a su clase, se sentaron juntos. Cuanto más tiempo compartían, más cómodos se sentían en la compañía del otro.
-Todos parecen emocionados por la clase de "Entrenamiento para Combate" pero... no sé...- le confesó Shun a su nuevo amor platónico y amigo.
-¿Por qué no? Quiero decir, no estoy loco por esa clase, jaja, pero tampoco me molesta- respondió Hyoga, demonios, de verdad tenía una debilidad por aquel chico.
-N-no lo sé... supongo que no me emociona lastimar a la gente...
-Pero... bueno... es por eso que se llama "entrenamiento", no es una pelea real...
-Sí ...supongo...- Shun sonrió de una manera tan linda que el corazón de Hyoga se derritió.
-Estarás bien... te lo prometo... m-me quedaré contigo... s-si quieres, por supuesto- Hyoga no podía creer lo que acababa de decir. Shun abrió mucho los ojos y se sonrojó. Hyoga rió nerviosamente y se rascó la parte de atrás de la cabeza, avergonzado.
De vuelta en su habitación, Hyoga fue sorprendido por Isaak.
-¡Cómo te va!- gritó el ruso de pelo verde mientras cruzaba la puerta.
-¡Maldición! Me asustaste...
-¿¿¿¿Perdón...????- agregó Isaak, confundido.
-Bien- contestó Hyoga, meditativo
-De acuerdo... qué bueno...- Isaak seguía extrañado por la conducta de su amigo, era verdad que no lo conocía muy bien, pero estaba seguro de que estaba actuando raro.
Hyoga se fue a la cama pero no pudo conciliar el sueño. No podía pensar en nada ni en nadie más que en Shun. No podía afirmar que le gustaba o... que lo amaba, pero tampoco podía decir que no; francamente, no lo sabía. Tal vez si hubiera sido una chica, habría pasado directamente al cortejo, pero no lo era, así que el rubio estaba luchando con sus sentimientos.
-Quizás... Vitya tenía razón...- se dijo a sí mismo. Luego negó con la cabeza, no podía ser, él no era homosexual, no pensaba en los hombres de la misma forma que en las mujeres; pero de todas maneras, jamás había pensado en ninguna chica de la forma en la que pensaba en Shun en aquel momento.
-Si tan sólo...- no se permitió terminar ese pensamiento. Shun era perfecto como era, pero no podía evitar pensar que sería mucho más fácil si él fuese, en realidad, una chica.
Por otro lado, Shun estaba completamente enamorado del ruso, y como el japonés era abiertamente gay, podía permitirse sentir esas cosas sin estrés alguno. Sin embargo, había algo, además de su personalidad pasiva y tímida, que le impedía hacer un avance en la relación y así salir de aquel estado melancólico: la sexualidad de Hyoga. No estaba seguro de si Hyoga era homosexual o bisexual o algo por el estilo, su primera suposición habría sido que no, pero la forma en que actuó con él, tan atento y encantador; pensó que a lo mejor después de todo sí era gay... sólo que simplemente no lo sabía.
Ese viernes por la noche, "la pandilla'', como la llamó Seiya con tanta elocuencia, salió a beber a una taberna frecuentada por estudiantes de Palaestra.
Por alguna razón, Hyoga y Shun terminaron sentados juntos nuevamente. Ikki también estaba allí, pero llegó tarde, por lo que tuvo que sentarse junto a Hyoga, lo que puso nervioso a este último. Pero pudo tranquilizarse un poco, ya que la conversación era entre todos, por lo que ninguno de los dos tenía que hablar exclusivamente con el otro. Hablaron de Japón, Rusia, Grecia, vodka, sushi, anime, entre otras cosas.
Después de un rato, un grupo de chicas se sentó en la mesa contigua, June entre ellas. Saludó a Shun, y él sonrió y le devolvió el saludo. Hyoga se giró para ver a quién estaba saludando; antes de que pudiera ver bien a June, Shun se puso de pie y fue a saludarla en persona, besándola en la mejilla y demás. Hyoga se sintió raro. ¿Acaso estaba decepcionado? Y si así fuera ¿decepcionado de qué? ¿Decepcionado de que Shun no fuera gay? ¿Decepcionado de que esa chica pudiera ser su novia? ¿Decepcionado porque ella pudo recibir todo su amor y afecto y él no? No estaba seguro.
Entre aquel grupo, estaba Ami, compañera de cuarto de June y compañera de Física de Shun, pilló al ruso mirando hacia su mesa, sonrió tímidamente y se sonrojó, aunque Hyoga no la vio.
Las otras muchachas eran Griselda Holberg, Selda de cariño, era una chica alta de cabello castaño, proveniente de Noruega, siempre se peinaba con una cola de caballo alta y estaba en la clase de Mitología de Shiryu, a quien encontraba atractivo, naturalmente.
Luego estaba Mina Amanda Allen, una hermosa chica rubia con un gran lazo rojo en el cabello, ella era de los Estados Unidos, Nueva York específicamente, estaba con June en muchas clases, y compartía algunas otras con Shun.
Sentada a su lado estaba Selene Xenakis, hija de Serenity Xenakis, la directora de Palaestra, ella era griega y se caracterizaba por esos chongos con los que siempre peinaba en su larga cabellera rubia; era un poco torpe, pero no obstante, amable y divertida.
Y por último estaba Ziyi Xiè, de China, su largo cabello negro se asemejaba al de Shiryu, a quien por cierto le agradaba mucho, él siempre había tenido cierta fascinación por ese país. Era seria y a veces orgullosa, pero sabía cuándo divertirse.
Esa noche, Hyoga se fue a su habitación más confundido que nunca, tal vez sólo le gustaba estar cerca de Shun porque era una buena persona y se sentía cómodo con él, y el japonés también se sentía muy cómodo con Hyoga. Durante esa primera semana de clases, el ruso descubrió que Shun le agradaba más que Seiya, Shiryu, Isaak y, por supuesto, Ikki. Podían hablar de casi cualquier cosa, y las conversaciones fluían fácilmente con él; para Shun era lo mismo, se acababan de conocer, pero el japonés sentía que podía contarle todo a su nuevo amigo, bueno, tal vez no todo, ya que nunca se atrevió a confesarle sus sentimientos.
Entonces, cansado de sus confusos sentimientos, el rubio declaró que solo sentía una profunda amistad hacia Shun, y que el hecho de que no sintiera lo mismo que con Viktor o sus demás amigos, se debía a la personalidad kawaii y delicada del peliverde.
Hyoga trató de convencerse a sí mismo de eso. Pero fue más difícil de lo que esperaba.
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Hola!
Este capítulo salió algo corto jaja, pero aprovecho para aclarar algunas cuestiones sobre algunos personajes.
Las últimas chicas que aparecieron se supone que son las Sailor Guardians principales de Sailor Moon, pero cambié un poco sus nombres y nacionalidades para tener un reparto más internacional... jejeje
Nuevamente, les dejo una pequeña guía con sus nombres y países de origen que serán utilizados para fines de esta historia.
Muchas gracias por leer! 💕
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